☰ menú
 


listado de poemas en audio por primeros versos letra e

a-b-c-d-e-f-g-h-i-j-k-l-m-n-o-p-q-r-s-t-u-v-w-x-y-z

2272 poemas con la letra "e"

. < 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 > .

A una rosa de Juan Bautista de Aguirre
En catre de esmeraldas nace altiva la bella rosa, vanidad de Flora, y cuando en perlas le bebió a la aurora cobra en rubís del sol la luz activa. De nacarado incendio es llama viva que al prado ilustra en fe de que la adora; la luz la enciende, el sol sus hojas dora con bello nácar de que al fin ...
La almohada de Enrique Larreta
En ceniza de amores enfundada y en ausencias de vida numerosa; con esa misma suavidad sinuosa de otro doble frescor, mi buena almohada, tú me quedas al menos. Eres nada y eres todo por último. La cosa consubstancial del sueño. Sigilosa barca del alma, en alma...
Yankilandia de Juan Marín
En Chicago chorizos de esterlinas, libertades de piedra en New York. Conquistaron las tierras y los mares, partieron continentes a patadas, Gorgas, Roosevelt y Ford. Muchas estrellas en el cielo a secas que rociara en champagne Clemenceau; catorce puntos Woodrow Wilson sueña...
J. M. (En cierta calle hay cierta...) de Jorge Luis Borges
En cierta calle hay cierta firme puerta con su timbre y su número preciso y un sabor a perdido paraíso, que en los atardeceres no está abierta a mi paso. Cumplida la jornada, una esperada voz me esperaría en la disgregación de cada día y en la paz de la noche enamorada. Esas cosas...
Himno de la victoria de Juan Gelman
en ciertas circunstancias) en madrugada en pleno su esplendor quién sino yo como ginebras destruyendo a sus víctimas amadas para dar luz a la indecisa claridad de sus mesas quién sino yo con papelitos lujosas descripciones hechas para callar o la palabra mesa las mentiras...
Leteo de Fabricio Estrada
En ciertas ventanas siempre lloverá y la ausencia paseará su borrasca como una muerte en jirones. Pasará el circo con su imperio de parches y la bailarina que aprendimos a amar entre equilibrios y dardos subirá a su escalera para fugarse de la carpa del...
Cierto país de Marco Antonio Montes de Oca
En cierto país, conocido por mí desde su edad larvaria (cuando apenas era en el mapa un punto rojo y vehemente), los habitantes, una vez al año, emprenden viaje masivo hacia las estribaciones del monte Zeta. Al frente van niños muy fuertes conduciendo a los hombres en vistosos...
Barroco de Antología Poética 3 BARROCO
En construcción...
Adiós de Gabriela Mistral
En costa lejana y en mar de Pasión, dijimos adioses sin decir adiós. Y no fue verdad la alucinación. Ni tú la creíste ni la creo yo, y es cierto y no es cierto como en la canción. Que yendo hacia el Sur diciendo iba yo: Vamos hacia el mar que devora al Sol. Y yendo hacia el Norte decía tu voz: ...
Música de Blanca Luz Pulido
En cuál de mis acordes he de empezar la fragua de tu nombre, del canto que apenas comenzado se olvida de su origen y sorprende su propio ser en las evoluciones de una pasión en perfectas notaciones. Cómo he de ser testigo de tu paso si apareces apenas en el aire tu milagro ...
Los países no son las catedrales de Reina María Rodríguez
en cualquier parte del mundo qué importan las catedrales los turistas que vienen y van las instantáneas sus ruinas y lugares bellísimos. el hombre habla todavía demasiadas lenguas necesita un farol el soplo de una luz. sólo el niño sonríe saca la lengua grita hemos perdido sus símbolos. ...
En cuanto a la imaginación de las piedras de Gonzalo Rojas
En cuanto a la imaginación de las piedras casi todo lo de carácter copioso es poco fidedigno: de lejos sin discusión su preñez animal es otra, coetáneas de las altísimas no vienen de las estrellas, su naturaleza no es alquímica sino música, pocas son palomas, casi todas son bailarinas, ...
Hexagrama de siete líneas de Gonzalo Rojas
En cuanto al cuchillo todo lo más corta, despúes veremos dice el sollozo de la posesa, me voy, me voy a mis tablas. Lluvia y mas lluvia seca sin parar.
Luchas de Concepción Estevarena
En derredor del sol gira la tierra, haciéndose, al girar, sombra a sí misma, y en redor de mis propios sentimientos, hallando sombra y luz, mi mente gira. Yo no sé qué pensar; me alejo mucho y otra vez vuelvo al punto de partida; la luz de mi esperanza nunca muere, y a impulsos del dolor ...
A la muerte de Adonis de Hernando Domínguez Camargo
En desmayada beldad De una rosa, sol de flores, Con crepúsculos de sangre Se trasmonta oriente joven. Cortóla un dentoso arado Que, a no ser de ayal torpe, Por la púrpura que viste, Le juzgara marfil noble. Cerdoso Júpiter vibra Rayos, marfil, sobre Adonis, Y el alma . ...
Exaltación de las materias elementales de Xavier Abril
En desnudez intacta, escalofrío, desmayo y sueño. Debajo de sus senos nace un río que olvida los temblores de su cuerpo). ¿Te quieres dar a mí hasta palidecer desmayada en la noche? ¿Y que tu cabellera encienda los trópicos íntimos del amor? ¿Sentir la claridad...
Dibujo de la fuga (IV) de Claudia Lars
En dominios de nieve sueña la flor su escala y su corona. La nieve cae, abandonando el aire con un latido blanco. ¿Por qué levanta el muérdago su sangre oculta en desafiantes hojas? ¿Por qué dejan los elfos invernales laboriosos mensajes en el vidrio? ¡Eileen, Coleen, ...
Domicilio de Ana Istarú
en dónde está mi madre? ¿en un terrón infecto? ¿en un plato de viento que se pudre? ¿en el hollín crujiente? ¿en un cajón de hierro? ¿en una carabela carcomida? ¿un animal que ruge en medio de una bala? ¿un fuego de espinazos? ¿una bestia menuda que se asfixia? ¿debajo...
Presagio (1995) de Elisa Huezo Paredes
En dónde está, que se hizo la poesía? Está acaso dormida o yace muerta? Es ruin pereza, es haraganería? Algo la está matando, es cosa cierta. Es la vejez quien le cerró la puerta? Ya no despertará de su agonía ? En donde está, qué se hizo la Poesía ? Tendré que ir a buscarla: ...
En dónde estabas antes de Ana Istarú
En dónde estabas antes, que no estabas conmigo? ¿Bajo una flor de tinta de mi centro azabache? ¿Los densos aposentos de mis pozos dormidos? ¿Eras la piel del viento? ¿Bajo una flor de sangre de mis rosadas dunas? ¿En mi ovario...
Boca de Griselda Álvarez Ponce de León
En donde la sonrisa es un suceso, agresor el contorno de castigo, el labio al rastrear, como enemigo, la mordida ritual y nido el beso, en donde tiembla el corazón opreso porque al salirse quiere estar conmigo, de otra finalidad su fin desligo: forjada solamente para el beso. ...
Copla de Garci Sánchez de Badajoz
En dos prisiones estó que me atormentan aquí: la una me tiene a mí, y a la otra la tengo yo. Y aunque de la una pueda, que me tiene, libertarme, de la otra que me queda jamás espero soltarme. Ya no espero, triste, no, verme libre cual nací, que aunque me suelten a mí, no puedo soltarme ...
La Duquesa Job de Manuel Gutiérrez Nájera
En dulce charla de sobremesa, mientras devoro fresa tras fresa y abajo ronca tu perro Bob, te haré el retrato de la duquesa que adora a veces el Duque Job. No es la condesa que Villasana caricatura, ni la poblana de enagua roja, que Prieto amó; no es la criadita de pies nudosos, ni la que sueña ...
Este sabor de lágrimas (36) de Julia Prilutzky
En el agua empozada te apareces. Tu imagen se empecina y el viento la sacude sin borrarla y el rumor de las hojas vuelve a clamar tu nombre, mientras tu rostro surge como máscara sobre todos los rostros de la tierra y tu caricia brota en toda mano. Perfiles desgarrados en el agua tiritan: ...
El fuego y la poesía (I) de César Moro
En el agua quemante el sol refleja la mano de cenit Amo el amor El martes y no el miércoles Amo el amor de los estados desunidos El amor de unos doscientos cincuenta años Bajo la influencia nociva del judaísmo sobre la vida monástica De las aves de azúcar de heno de hielo ...
Pájaro de Giovanni Quessep
En el aire hay un pájaro muerto; quién sabe adónde iba ni de dónde ha venido. ¿Qué bosques traía, qué músicas deja, qué dolores envuelven su cuerpo? ¿En cuál memoria quedará como diamante, como pequeña hoja de una selva desconocida? Pero en el aire hay un patio...
En el alféizar calado... de José Martí
En el alféizar calado De la ventana moruna, Pálido como la luna, Medita un enamorado. Pálida, en su canapé De seda...
Nieblas de Laura Méndez de Cuenca
En el alma la queja comprimida y henchidos corazón y pensamiento del congojoso tedio de la vida. Así te espero, humano sufrimiento: ¡Ay! ¡ni cedes, ni menguas ni te paras! ¡Alerta siempre y sin cesar hambriento! Pues ni en flaqueza femenil reparas, no vaciles, que altiva y arrogante ...
Semanario de Blanca Wiethüchter
En el amanecer de todos nuestros días esta voluntad de infinitas fabulaciones. En el espejo que no nos alcanza que nos rompe y desata este rostro múltiple, nunca nombrado. Los días están en tinieblas no hay luz y sólo este frío este ir y venir señal sin cuerpo que te arranca la vida.
Tiempo de amor de José Luis Cano
En el amor el tiempo es como un pájaro aleteante, estremecido, trágico. Parece detenerse en nuestros brazos, jadear dulcemente en nuestros labios. Y fluye tierno como el valle verde por un secreto afán de vida breve. Su vuelo cesa bajo el beso largo, tensas las alas, dulce y hechizado. ...
Los chichimecas de Poesía náhuatl
En el año 5-Caña vinieron a acercarse los chichimecas: vivían como flechadores (cazadores), no tenían casas, no tenían tierras, su vestido no eran tilmas tejidas, solamente pieles de animal era su vestido, sólo con yerba hacían su vestido. Sus hijos sólo en redecillas en huacales se criaban. ...
Adolescencia de Juan Ramón Jiménez
En el balcón, un instante nos quedamos los dos solos. Desde la dulce mañana de aquel día, éramos novios. —El paisaje soñoliento dormía sus vagos tonos, bajo el cielo gris y rosa del crepúsculo de otoño.— Le dije que iba a besada; bajó, serena, los ojos y me ofreció...
En el barrio chino de Miguel Barnet
EN EL BARRIO CHINO Yo te espero bajo los signos rotos del cine cantonés Yo te espero en el humo amarillo de una estirpe deshecha Yo te espero en la zanja donde navegan ideogramas negros que ya no dicen nada Yo te espero a as puertas de un resturante en un set de la Paramount ...
Simil de José Domingo Gómez Rojas
En el bello jardín de mis ensueños Donde nacen las flores. mis quimeras, Nacieron muchos lirios que risueños A la vida entonaron sus primeras Canciones de dulzuras, halagüeños. Mas sopló el vendaval y esas mis flores Dobláronse en sus tallos juveniles; ¡Oh blancos lirios, ...
En el bote iba remando... de José Martí
En el bote iba remando Por el lago seductor, Con el sol que era oro puro Y en el alma más de un sol. Y a mis pies vi...
Watteau en Noguent-Sur-Marne de Guillermo Carnero
En el brillante centro de la sala se oye las risas y el reloj. En cuatro círculos giran las Estaciones, y las Gracias recatan su desnudez en el coronamiento. Ágatas y nogal, si se entrelazan a los pies del reloj, la caja oprime las resonantes cuerdas, los finísimos flejes y el contenido cauce ...
Al vino de Jorge Luis Borges
En el bronce de Homero resplandece tu nombre, negro vino que alegras el corazón del hombre. Siglos de siglos hace que vas de mano en mano desde el ritón del griego al cuerno del germano. En la aurora ya estabas. A las generaciones les diste en el camino tu fuego y tus leones. ...
Poetas al salón que hay jurados! de Amparo Amorós
En el café se gestan las hazañas; en el café los premios se reparten; en el café se traman artimañas sin que los camareros se nos harten. ¡Qué baratos nos salen los jurados- amiguetes de mesa, copa y puro! ¡Qué solidarios, desinteresados, ecuánimes y rectos!- os lo juro. ...
Allí estamos de Néstor Martínez
En el calor del trópico En el silencio de la noche En el murmullo del mar En el rozar del viento En el sol ardiente En el canto del ave En el rosado amanecer En el apacible ocaso En la turbulencia del huracán En la brisa matinal En la ausencia de nuestra voz En el recuerdo de nuestro tiempo ...
En el camino... de Norah Lange
En el camino hay un silencio de palabra imposible La tarde reza en ermita de fuego Sobre el despoblado hacen penitencia las sombras Las estrellas columpian la escalera por donde bajarán los ángeles a la tierra Mi vida se desangra gota a gota. La tarde es una sola lágrima ...
Podemos vivir sin el pajarito mandón de Julio Cortázar
En el centro de la hostia una pestaña, esto afecta al sacerdote, pero no, en realidad nunca pareció más blanca, como el vello de un vientre lo empurece en designio. Manchas de pantera el tiempo corre con batallas, cismas , y la cicatriz de Ruán: Así se lo distingue de la tapioca eterna, ...
en el cielo crecido de fulgor... de Rogelio Guedea
en el cielo crecido de fulgor. agrio de noches que comí. recordé la vez que mamá me sacó como pedazo arrancado de su carne. recordé un día esa noche que no podía salir de su carne magullada. sucia como casa que no alquiló nunca la alegría. condenada estuvo de mí a tenerme. ...
En el claro cristal del desengaño... de María de Zayas
En el claro cristal del desengaño se miraba Jacinta descuidada, contenta de no amar, ni ser amada, viendo su bien en el ajeno daño. Mira de los amantes el engaño, la voluntad, por firme, despreciada, y de haberla tenido escarmentada, huye de amor el proceder extraño. Celio, sol desta edad, ...
Opus jopo de Néstor Perlongher
En el condón del jopo, engominado, arisco, mecha o franja de sombras en la metáfora que avanza, sobra, sobre el condón del jopo la mirada que acecha despeinarlo, rodar la redecilla en las guedejas: un público pudor, irresistible, tieso en la goma del spray: la goma libidinizada, ...
Amanecer de Norah Lange
En el corazón de cada árbol se ha estremecido la medianoche. La noche se desmenuza en lenta procesión de niebla. Todas las tardes terminan su cansancio. Los letreros luminosos duermen el asombro de sus colores y anticipan la contemplación de cada pobre. En toda esquina vigila el sueño ...
Carpintería de Manuel Rico
En el cristal de los escaparates que circundan la plaza se reflejan las siluetas fugaces de dos hombres: son padre e hijo y tú los reconoces porque llegan del predio en sombra de tu historia. La amanecida aturde los objetos con su luz temblorosa. Es verano y caminan, el paso decidido, por la acera. ...
Amplificaciones de Xavier Villaurrutia
En el cuarto del pueblo fantástico y desnudo, amarillo de luz de vela, sobrecogido, mis sienes dan la hora en no sé qué reloj puntual y eterno. La soledad se agranda como las sombras en la sábana del muro, como las caras ayer asomadas para dentro en el marco de sus ventanas. ...
La calavera de José Asunción Silva
En el derruído muro de la huerta del convento, en un agujero oscuro donde, al pasar, silba el viento, y, como una dolorida queja a las piedras arranca, hay, en el fondo, escondida una calavera blanca. De algún fraile soñador de vida ejemplar y bella y dedicada al Señor, en el mundo única huella. ...
El desierto de Leopoldo Castilla
En el desierto uno es la sombra la hendidura por donde pasa la muerte o el día siguiente uno vive su tumba a oscuras dentro de su carne, oyendo cómo el viento se lleva el día y el polvoriento mar, que golpea sin aire contra el aire...
Precio de la verdad de Carlos Bousoño
En el desván antiguo de raída memoria, detrás de la cuchara de palo con carcoma, tras el vestuario viejo ha de encontrarse, o junto al muro desconchado, en el polvo de siglos. Ha de encontrarse acaso más allá del pálido gesto de una mano vieja de algún mendigo, o en la ruina del alma...