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25 poemas aleatorios | |
De lo gris me salí, y al polvoriento gris he retornado. ¡Cuanto yo concebí, sólo fue imaginado, que el realizar a mí me está velado! Va a perderse mi huella... Sólo soy llamarada del destino; una loca centella que tiene el desatino de pretender que el polvo sea divino. ... | |
ay julián de mis pecados ¡no sabes del amor que te has perdido! la luna desfaldar te habría hechizado mas tú la dejas ir sin ser lamido ¿es que crees que volverá la moza? ¿que otra noche se quitará el bigote? julián de mis pecados de mis rosas mereces que te espinen ... | |
La sierpe de los vientos el dominio del estío la cárcel de la muerte el caballo de las palabras el aullido del silencio la espada del deseo la furia de los días la clemencia de lo absurdo las lágrimas sin consuelo el beso de la sorpresa las habitaciones de la demencia la tormenta ... | |
Todos los días llama a mi puerta el desconsuelo Estoy vacía y su eco resuena por todos los rincones de mi vida. Se estremece mi sangre que es un hilo de hielo al faltarme el calor de tu presencia. No comprendo el idioma del paisaje; qué quiere decir sol , cielo azulaire . ... | |
Concededme siquiera este refugio, este lugar al sol donde escribir sin culpa, libremente, donde cada palabra sea un acto de amor que se hace piedra, flor del sueño, sed de nubes. Siquiera este refugio, esta orilla secreta, donde todo es más fácil. ... | |
Con hambre quedará si en esto queda... Juan Boscán Cada beso que doy, como un zarpazo en el vacío, es carne olfateada de Dios, hambre de dios, sed abrasada en la trenzada hoguera de un abrazo. Me pego a ti, me tiendo en tu regazo como un náufrago atroz que gime y nada, ... | |
Las lluvias perfuman la soledad de las ventanas. Un apresurado ademán asciende en las manos que gritan su incomunicación. Mientras los fuegos de la lluvia chillan como un niño que perdió sus ojos. Cada gota escribe su intolerante geografía; canta una y otra vez atropelladamente. ... | |
Pasear contigo en soledad perfecta fondo azul de colinas y a los lados árboles comprensivos y vigilantes el doble paso caprichoso y lento. Pasear contigo en soledad callada al través de un silencio transparente la frente levantada al sol que sube orgulloso del brío de su vuelo. ... | |
¿Qué seremos ahora? Enormes cóndores que surcan los vastos empíreos brindando su fealdad al orbe. Camellos obstinados, jorobados de tormentos, cargando aguas amargas para el susurrante desierto. ¿O es que somos paquidermos armados de marfil y nuestras patas son las torres ... | |
Descanso mis zapatos parado en el punto de partida. Aquí los cuatro vientos de tu nombre entrelazan manos reanudando las órbitas de tu ausencia. Alrededor del mundo circula tu recuerdo. Mi diminuta luna inexorable! Planeta que brilla siempre y que no alcanzo. ... | |
Superficie de luces agotadas donde apenas el sonido de la sombra suena. yo te nombro ciudad irreal hundida en la penumbra de un recuerdo invernal. el ozama que fluye por cada objeto a la deriva es una historia. el ozama que sube del fondo de la noche hacia... | |
Por aquel tiempo yo rehuía las escenas demasiado misteriosas. Como los enfermos del estómago que evitan las comidas pesadas Prefería quedarme en casa dilucidando algunas cuestiones Referentes a la reproducción de las arañas, Con cuyo objeto me recluía en el jardín Y no aparecía... | |
El oficio de quien ama es ver un sol oscuro sobre el lecho, y en el frío, nacer al fuego de un verano que no dice su nombre. Es ver, constelación de pétalos, la nieve caer sobre la tierra, algodón del cielo, aire del silencio que nace entre dos espaldas. Es morir claro y secreto cerca de tierras ... | |
Anoche vino a mí, de terciopelo; sangraba fuego de su herida abierta; era su palidez de pobre muerta y sus náufragos ojos sin consuelo... Sobre su mustia frente descubierta languidecía un fúnebre asfodelo. Y un perro aullaba, en la amplitud de hielo, al doble cuerno de una luna incierta... ... | |
Uno no puede, siempre, andar gritando al mundo a voz en cuello todo lo que te quiere. Uno no puede, a veces, olvidar el idioma en que la vida anda sacrificando mariposas bajo nuestras promesas de Septiembre. Por eso son forzosos los crepúsculos, cuando el cielo en silencio ... | |
Señor, a tus designios me someto! Mi deber de hombre honrado cumplí, y aguardo, quieto, lo que hayas decretado. ¡Contigo, junto a ti, del diestro lado! Y en mi mano el boleto, si no de... | |
LA CULPA DE QUE AÚN TE QUIERA mitad es del relojito y mitad de la cadena. DESPACIO CRUZA EL TIEMPO la tortuga dura, dura, dura... CONDICIONES DE LUNA tiene mi amante tan pronto creciente como menguante... Y cuando es llena no sé qué me pasa que me da pena ... | |
Para escribir poemas, para ser un poeta de vida apasionada y romántica cuyos libros están en las manos de todos y de quien hacen libros y publican retratos los periódicos, es necesario decir las cosas que leo, esas del corazón, de la mujer y del paisaje, del amor fracasado ... | |
Cuando era niño, con pavor te oía en las puertas gemir de mi aposento; doloroso, tristísimo lamento de misteriosos seres te creía. Cuando era joven, tu rumor decía frases que adivino mi pensamiento, y cruzando después el campamento, Patria , tu ronca voz me repetía. Hoy te siento azotando, ... | |
Quejas del alma, vagos rumores, lejanas brumas, rayos de luz, fragante aroma de índicas flores, himnos de guerra, cantos de amores brotan al ritmo de tu laúd. ¿Quién, recorriendo tus Fantasías, hijas del trópico abrasador, vibrar no siente las armonías de aquella raza que en otros días poblar ... | |
Nuestros padres dijeron que iban a salir, y que fuéramos nosotras a pasar el día a casa de la abuela; iba a pedir que no, pero, no pude. Tomamos el jardín que partía el plantío. Eran las nueve de la mañana; el sol centelleaba; las flores eran todas rosas y lirios; los lirios eran todos blancos; ... | |
Pronto de corazón, descalzo, como en mi infancia rodeado de sabinos, como el hombre se inclina sobre el vientre de la esposa y se escucha él mismo nacer, oh hachas de la cólera, esto no es un sueño. Desmemoriadas mis manos pesan sobre esta llaga asida, y sobre el limo limo... | |
Uno se cansa de estar solo delirando con su ventana en medio de la calle, entre la nieve que arrastra su blancor por los callejones olvidados. Uno se cansa de salir a buscar la misma mujer con el cabello largo hasta los pies. Tal vez en eso consista el arte de la soledad: ... | |
Cuando nací me pusieron dos lágrimas en los ojos para que pudiera ver el tamaño del dolor de mi gente. | |
Mi alma se rompió como un cuenco vacío. Cayó escaleras excesivamente abajo. Cayó de las manos de una criada descuidada. Cayó, y se hizo más pedazos que loza había en el cuenco. ¿Tontería? ¿Imposible? ¡Yo no sé! Tengo más sensaciones que cuando me sentía yo. Soy una dispersión ... | |
