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25 poemas aleatorios | |
Sordomuda, en tu lengua vacía flota Janitzio, la sila, pasa Dino Campana vestido de bombero, arden las casa de Chiloé con sus escamas de madera, no dejan de girar los voladores de Papantla, y el trío Matamoros canta | |
Este amoroso tormento que en mi corazón se ve, sé que lo siento, y no sé la causa porque lo siento. Siento una grave agonía por lograr un devaneo, que empieza como deseo y para en melancolía. Y cuando con más terneza mi infeliz estado lloro, sé que estoy triste e ignoro la causa ... | |
Vengo a buscarte, hermano, porque traigo el poema, que es traer el mundo a las espaldas. Soy como un perro que ruge a solas, ladra a las fieras del odio y de la angustia, echa a rodar la vida en mitad de la noche. Traigo sueños, tristezas, alegrías, mansedumbres, democracias quebradas ... | |
Sola en su nostalgia de sonido. Despierta antiguamente: la tierra. Llora con lloriqueo de niña perdida, la tierra. Nuestra tierra. Junio 7/77 S.S. (Del libro inédito: Siglo XX, Parte I) Poema proporcionado por la autora | |
Todos los amaneceres durante siete años, un dulce espectro tomaba mi forma, mi cadencia y ocupaba el puesto mío, la labor junto al torno. Corría yo, con risa, hacia el hortelano y el amarillo crecer de los guisantes. Y nunca discerní, entre niebla, dónde era que, en verdad, me sus- tituye. ... | |
Te debo esta batalla, no así a los que un día me enseñaron a pagar con otra moneda este oscuro trabajo en que se pierde la memoria, tú lo sabes por esta caja de pandora, por este temblorcito/ donde caen las gotas de algún llover que hace mirar las cosas con un deleite de anfitrión, ... | |
Fuera, la noche en veste de tragedia solloza como una enorme viuda pegada a mis cristales. Mi cuarto... por un bello milagro de la luz y del fuego mi cuarto es una gruta de oro y gemas raras: tiene un musgo tan suave, tan hondo de tapices, y es tan vívida y cálida, tan dulce que me creo ... | |
La muchacha del cuadro mira a la visitante del museo. Son jóvenes las dos de frente, y bellas mirándose a los ojos a través de los siglos que urdieron el encuentro. La muchacha de afuera sonríe al contemplarla como a una antigua amiga, a un tiempo eterna y breve; da unos pasos atrás, ... | |
¡Entre los geranios rosas, una mariposa blanca! Así me gritó la niña, la de las trenzas doradas: -Corre a verla, corre a verla, que se te escapa.- Por los caminos regados del oro nuevo del alba, corrí a los geranios rosas, ¡y ya no estaba! Volví entonces a la niña, la de las trenzas doradas. ... | |
No me dejes, amor, en la añoranza. Dame, por fin, seguro y alto vuelo. Desarráigame, fíjame. Recelo que aquí no lograré paz ni bonanza. Mi sed inextinguible se abalanza y busca un ancho río, paralelo de un mísero y exhausto riachuelo. ¡Amor! Sacia mi sed; dame pujanza para volcarte ... | |
¿Y se perdió tu aliento cuando la tierra se tragó tu carne? ¿O se quedó en el aire porque al aire regresa lo que es aire? Invisible presencia que sorprende... Brisa que alivia y sana... Aura que le abre paso a las auroras... Áspero vendaval de los desiertos... ... | |
Lejana y victoriosa desde tu ensueño al que no llega el rumor del mundo, me miras, criatura de llama y dueña de mi descanso. Ascensión de la forma liberada por escaleras y mensajeros de los dioses, marinos pájaros te siguen hacia la incorruptible morada vacía de las horas que... | |
Como la mancha de un insecto grabada sobre la pared así es la vida como un grano o una pústula que la muerte revienta. (De: Conversación, -Nivola- 1a. Edición-febrero 2003- España) | |
Tengo miedo. La tarde es gris y la tristeza del cielo se abre como una boca de muerto. Tiene mi corazón un llanto de princesa olvidada en el fondo de un palacio desierto. Tengo miedo -Y me siento tan cansado y pequeño que reflojo la tarde sin meditar en ella. (En mi cabeza enferma ... | |
¡Perla del mar! ¡Estrella de occidente! ¡Hermosa Cuba! Tu brillante cielo La noche cubre con su opaco velo, Como cubre el dolor mi triste frente. ¡Voy a partir!... La chusma diligente, Para arrancarme del nativo suelo Ias velas iza, y pronta a su desvelo La brisa acude de tu zona ardiente. ... | |
Salimos del amor como de una catástrofe aérea Habíamos perdido la ropa los papeles a mí me faltaba un diente y a ti la noción del tiempo ¿Era un año largo como un siglo o un siglo corto como un día? Por los muebles por la casa despojos rotos: vasos fotos libros deshojados Éramos ... | |
¿Dónde? ¿Me extravié en la fiebre? ¿Detrás de las sonrisas? ¿Entre los alfileres? ¿En la duda? ¿En el rezo? ¿En medio de la herrumbre? ¿Asombrado a la angustia, al engaño, a lo verde? No estaba junto al llanto, junto a lo despiadado, por encima del asco, adherido a la ausencia, ... | |
¿Que a dónde voy con esas caras tristes y un borbotón de venas heridas en mi frente? Voy a despedir rosas al mar, y a deshacerme en olas más altas que los pájaros, a quitarme caminos que ya andaban en mí como raíces... Voy a perder estrellas, y rocíos, y riachuelos ... | |
mi pueblo no es un mapa de veinticuatro colores quiero decir una selva verde una costa blanca una sierra ocre; y digo mi pueblo no es un mendigo en su banco de oro ni un paraíso perdido; mi pueblo... | |
Ya no hablaré más nunca: Seré menos que el cisne, no dando a la vida ni el último acento. Más que la tierra voy a ser callada, y humilde y triste. Para siempre estoy llena de silencio como vaso colmado de un vino amargo y negro... | |
Con un amor que nace nace cada vez el primer amor y el primer amante. Con un amor que muere, muere, cada vez, el amor y todos los amantes. Con cada nuevo amor tercamente renacemos para ¡tercamente! morir en goce y tortura eternos. Selección: Johanna Godoy | |
Nidia, es 2 de mayo, te invito a llevar flores a mamá. Ella, como sabes, vino al mundo un 2 de mayo. Ahora, se encuentra en ese dormitorio insólito. Mes fantasmal éste de mayo. Es el de los rosales. Y sí. Lo estás viendo. Amanecimos con la frente rodeada de rosas. Anoche, oí un... | |
La casa estaba llena de animales muertos. La casa vacía donde vivo ahora estaba llena de animales muertos. Apestaba. Leones, tigres, águilas, camellos, toros, caballos, perros... yacían muertos en el comedor, el pasillo, el aseo, la cocina, mi propia habitación. Y de repente ... | |
Y las viejas familias cierran las ventanas, afianzan las puertas, y el padre corre a oscuras a los Bancos y el pulso se le para en la Bolsa y sueña por las noches con hogueras, con ganados ardiendo, que en vez de trigos tiene llamas, en vez de granos, chispas, cajas, cajas... | |
Cuando todo sea gratuito y nada recompensa y el sueño sea inútil por el milagro fiel y puro. Cuando encuentren su puerto las tumbas errantes de los mares y la flor de la luz no sea amarga y resucite el viento. Cuando aquí, en el fondo del cielo, hundido a pique tu cuerpo no sea mi sombra en relieve. ... | |
