|
25 poemas aleatorios | |
¿Blanco tu pecho o bajo la piel dorado? ¿Y los agudos cristales o rosas encrespadas Como encendidas señales en la fortuna del seno? Qué fresas maduras, qué sed no resignada, Qué vértigo en las dunas que se alzan Cuando el viento de la sangre dobla el agua ... | |
no termino de acostumbrarme a ver mi casa rodeada de tanta agua. me duelen los barcos de cádiz. me duelen los pañuelos del adiós. extraño los mercados de oaxaca. extraño a la tía tita. ¿te acuerdas de la tía tita? por qué no la olvido. mujer. por qué la tía tita viene como ola ... | |
Dime mujer dónde escondes tu misterio mujer agua pesada volumen transparente más secreta cuando más te desnudas cuál es la fuerza de tu esplendor inerme tu deslumbrante armadura de belleza dime no puedo ya con tantas armas mujer sentada acostada abandonada ... | |
Enorme y sólida pero oscilante, golpeada por el viento pero encadenada, rumor de un millón de hojas contra mi ventana. Motín de árboles, oleaje de sonidos verdinegros. La arboleda, quieta de pronto, es un tejido de ramas y frondas. Hay claros llameantes. Caída en esas... | |
Como he sido iconoclasta me niego a que me hagan estatua: si en la vida he sido carne, en la muerte no quiero ser mármol. Como yo soy de un lugar de demonios y de ángeles, en ángel y demonio muerto seguiré por esas calles... En tal eternidad veré nuevos demonios y ángeles, ... | |
Dios, agazapado en el accidente nómada del juego, se disuelve mudo y huraño en su profana contingencia, ronda los escondrijos matemáticos y asalta el rezo como un puro duende legendario que ríe sin respuesta, un anacoreta menor de los desvelos en el vértigo de los químicos ... | |
El gato no se sube a la mesa, ni menos a las siete de la tarde cuando en julio comienza a oscurecer. Ronda por toda la casa, inquieto, buscando el paso entre el día y la noche, asuntos diferentes de tratar. Ha comido, ha bebido, ha dormido su porción de reposo de las horas de luz... | |
Infancia rectilínea la del hombre. Jamás llega a reventar en su capullo. Camina... y va sin desgastar la suela. Enero 26/78 S.S. (Del libro inédito: Siglo XX- Parte I) Poema proporcionado por la autora | |
Bajo tus cabellos rojos como sangre de dioses quiero ahogar este último aliento para que seas océano y tragedia y mis dedos se pierdan como un niño muerto en la soledad nocturna de las arenas. Bajo tus cabellos rojos como sangre de dioses el paladar de la hermosura saborea mi cuerpo, ... | |
Noches de nifia; siempre en su costado, como lluvia en la lluvia, iba y venía. Un levántate escondo, como Lázaro que arrebatan de madre en piedra tibia. No alcancé a ser su sangre: sólo el pálido néctar que la nutrió y empobrecía. Yo era un bulbo profundo: allí llegaron por las venas ... | |
Después de Dios. Después de padecerlo en la humana versión de sus sosías vislumbramos un dios que se transforma en soledad de dios luego de serlo. Sólo resta dejar en paz y firmes las heridas. Desnudarnos de Dios. Y contemplarlo. Desnudo. A nuestra propia semejanza. ... | |
También acuérdate María de las cuatro de la tarde en nuestro puerto calcinado. Nuestro puerto que era más bien una hoguera encallada o un yermo o un relámpago. Acuérdate del suelo encendido, de nosotros rascando el lomo de la tierra como para desenterrar el verde... | |
Una mujer desliza bajo mis párpados los sueños más perfectos avanza respirando en busca de agua combate con mis huesos derrama sin nostalgia sus historias las vuelve un poco mías esa mujer de humo aferrada complaciente a la mañana ata trozos... | |
Camino del silencio se ha ido. Va adelante de mí. Lleva su antorcha a salvo ya de la traición del aire. Va musitando el verso que no pudo decir la última tarde. Se perdió su sonrisa, y en sus ojos tiembla el hondo pavor del que ya sabe. Lo llamo, lo persigo. Ya no vuelve el rostro a mí para decirme: ... | |
Ésta es el alba. Es anterior a sus mitologías y al Cristo Blanco. Engendrará los lobos y la serpiente que también es el mar. El tiempo no la roza. Engendró los lobos y la serpiente que también es el mar. Ya vio partir la nave que labrarán Con uñas de los muertos. Es el cristal... | |
Madre: es tu desamparada criatura quien te llama, quien derriba la noche con un grito y la tira a tus pies como un telón caído para que no te quedes allí, del otro lado, donde tan sólo alcanzas con tus manos de ciega a descifrarme en medio de unmuro de fantasmas hechos de arcilla ciega. Madre, ... | |
En la caja de papel hemos puesto las palabras de cobre. La mesa tomada de la sustancia ciega del laurel o del cedro está simplemente debajo del ligero cofre que ahora balbucea como un pulmón de hombre cotidiano. Debajo de las patas sin uñas que contienen la dirección de los rumbos ... | |
I Ahora sé que se puede morir de madre sin salir de ella. Vivir viendo las nubes pasar por la ventana velada de tus ojos, madre, he vuelto cada vez que tu voz me lo ha pedido -tu voz en mí, se entiende, tu voz mía- a tus brazos tendidos hacia mí que soy nadie. Vuelvo a una casa donde no he vivido. ... | |
El trueno anda por el llano el cielo esconde todos sus pájaros Sol ... | |
Tal vez el mundo sea bello, cuando el sol claro lo ilumina, pero yo sé que hay hombres tristes como la lluvia gris y fría. Carlos Bousoño: La tristeza Al final del día Todo va quedando inerme La noche está ahí como una calleIntransitable: Musgo sin espejos Humus sin puertas ... | |
Como una ala negra tendí mis cabellosSobre tus rodillas. Cerrando los ojos su olor aspirasteDiciéndome luego: ¿Duermes sobre piedras cubiertas de musgos? ¿Con ramas de sauces te atas las trenzas? ¿ Tu almohada es de trébol? ¿Las tienes tan negras Porque acaso en ella exprimiste un zumo ... | |
I De diadema incierta por quimera que mudara lo que tanto antes y de día jadeante afeitando al fileno que por encima sigiloso merodeaba la alcoba y al cabo del día la inclinación veía como las bragas rasgando con íntimo pánico de oso hundido en un tarro de miel elemental ... | |
Ando como liberta por la calle, sin marca, sin collar y sin el nombre de mi dueño, clavado a sangre y fuego. Circulo libre por el cuerpo que amo, sin limitar el tiempo ni el espacio. ¿Necesitas mi hálito de vida, fue suficiente pagar con el impuesto de los años indefensos y tiernos, ... | |
Salamandra (negra armadura viste el fuego) calorífero de combustión lenta entre las fauces de la chimenea -o mármol o ladrillo- tortuga estática o agazapado guerrero japonés y una u otro -el martirio es reposo- impasible en la tortura Salamandra nombre antiguo del fuego ... | |
Entre los jeroglíficos hallados en tu almohada enfrentarás la mueca de los días. La distancia idealiza. El sueño solamente demora esa costumbre. Las miradas de entonces no quieren saber nada. La mano que aún extrañas acostumbró su piel al paso de tu ausencia. | |
