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25 poemas aleatorios | |
Abril ha llegado con el atraso de las hojas el susurro del arco en la vena de la medialuna la cabeza que arde en el eco del infierno. Si llegas a saber quién soy o esperas que te nombre entre tanta ruina pondré un beso en el nadie que se existe. Partida en mi deseo, cereza de carne, ... | |
Conozco el habla de los hombres que van curvados sobre el campo y el grito puro de la tierra cuando la hienden los arados. Conozco el trigo que madura -sol en monedas acuñado- y las mujeres que transportan su llamarada entre los brazos. Generaciones de labriegos van por el cauce ... | |
¡Si tienes sed, Adán, abrévate de mi boca! ¡Ten fe y obra el milagro! ¡Mis besos serán buenos como el agua que un día brotara de la roca y como la que el Hijo de humildes nazarenos, que será, de amar tanto, Dios mismo, cambie en vino! ¡Si tienes hambre, toma: mi corazón es vianda! ... | |
Los advenedizos copiaron las Tablas de la Ley a mano diestra a puño alzado con faltas de ortografía falsificaron mal los patronímicos y los sobrenombres Así fue posible que lo sumo se hizo vulgar y manifiesto el unicornio minucioso en la polvareda y de la cañada a un paso ... | |
A Haydée Lange Se abre la verja del jardín con la docilidad de la página que una frecuente devoción interroga y adentro las miradas no precisan fijarse en los objetos que ya están cabalmente en la memoria. Conozco las costumbres y las almas y ese dialecto de alusiones que toda agrupación ... | |
Esta tarde de lluvia amodorrada y lenta Se me ha caído al alma como una maldición, Hay en todas las cosas un aire de tormenta, Algo que se presiente y ahoga de emoción. Y pienso en esa noche en que al volver una esquina Me cayeron encima dos fuertes campanadas, ... | |
¡Cuántas veces ha venido a visitarme en una noche oscura como su cabello, y se ha quedado junto a mí hasta la aurora, clara como su rostro! Bebíamos juntos y era el amor udrí nuestro tercero cuando el vino asaltaba mi razón lo mismo que sus ojos; mas era casto ... | |
I Su hermano se subió a una cisterna que lo llevó al paraíso sus hijos decidieron navegar en botes de vidrio y las hermanas prefieren pasar sin dormir los días. Él no sabe cómo describirse no sabe si es útil, donante negante. II No hay fiesta en esta vía. Los feriados son voces que pasan ... | |
No queda más lustroso y cristalino por altas sierras el arroyo helado ni está más negro el ébano labrado ni más azul la flor del verde lino; más rubio el oro que de Oriente vino, ni más puro, lascivo y regalado espira olor el ámbar estimado ni está en la concha el carmesí más fino, que frente, ... | |
Yo nunca me río de la muerte. Simplemente sucede que no tengo miedo de morir... | |
Estaba blanca, estaba pura, más que en el tiempo en que vivía; la envolvió con su gran dulzura la castidad de su agonía. Sus ojos fijos en el techo, ahondados en la gran visión, las manos puestas sobre un pecho limpio de humana sensación. Las manos que, en presión sutil, ... | |
Falto de voz usurpas el idioma y es tal la galanura de tu invento que para hablar te basta en el momento el fugaz giro que un segundo toma. Después de muerto, miras. Se te asoma toda la nulidad del pensamiento. Y por el pozo de tu abatimiento el paisaje del mundo se desploma. Pero... | |
Viene y se va, caliente de oleaje, arrastrando su gracia por mi arena. Viene y se va, dejándome la pena que, por no venir solo, aquí me traje. Viene y se va. Para tan breve viaje talé el jazmín, segué la yerbabuena. Ya no sé si me salva o me condena: sé que se va y se lleva mi paisaje. ... | |
La rebelde aproximación de los cuerpos no es una extraña coincidencia. Algo fluye en los líquidos celestes, en un vano intento por restaurar el orden perdido. En las madrigueras fluviales quien pierde en un minuto de su vida, el terror obsceno por las sanas costumbres ha salvado a un hombre. ... | |
Soñar en ti para crearte, alzarte puro. Ignoran las odas, las danzas, el alto fuego de mi lengua honda, las brasas tiernas del lujoso anhelo. Ignora Eros mi fulgor: amar como rocío en rosa para esplender, brizar tus ecos con gestos nuevos: mansedumbre; otorgarte tu esencia, ... | |
Faltan diez minutos para la una de la mañana y estás sediento de escritura Te motivas como puedes para escribir un poema porque te resulta no tan simple ahora Ya no más diez poemas por día elegir cuál sobrevive y cuál no Pero es típico a cierta edad se supone que con uno es suficiente ... | |
Cuando esta red de sombras que no entiendo con dominio sutil, ciñe mi vida nunca me salva. Ni la palabra pura de mi madre ni los círculos finos de un poema. Cuando la siento, insinuadora y trágica, trepar mi vida como falsa hiedra, nada... | |
La raya negra y el battello, el monte siamo tutti, el barco blanco sobre el agua blanca y la fijeza de los pájaros sobre la Salute. Pase, il fait beau del otro lado del otro lado, digo, del río. Estamos todos. | |
Se perdió el laberinto. Se perdieron todos los eucaliptos ordenados, los toldos del verano y la vigilia del incesante espejo, repitiendo cada expresión de cada rostro humano, cada fugacidad. El detenido reloj, la entretejida madreselva, la glorieta, las frívolas estatuas, el otro lado... | |
Junto las piernas me apeo de estos mundos arrastro mi sexo que cruje entre tibiezas Gigante rojo moribundo no asaré mi carne de paisaje en tus entrañas | |
Sospechándose indigno de otra hazaña como aquella en el mar, este soldado, a sórdidos oficios resignado, erraba oscuro por su dura España. Para borrar o mitigar la saña de lo real, buscaba lo soñado y le dieron un mágico pasado los ciclos de Rolando y de... | |
Su luna de pergamino Preciosa tocando viene, por un anfibio sendero de cristales y laureles. El silencio sin estrellas, huyendo del sonsonete, cae donde el mar bate y canta su noche llena de peces. En los picos de la sierra los carabineros duermen guardando las blancas torres... | |
Un día de invierno gris y opaco. Tienen, el jardín pereza, modorra las flores, cansancio las aguas, que apenas sostienen erguidos los chorros de los surtidores. No hay aves que trinen; no hay voces que suenen; y en la anemia de la luz y los verdores, dos mariposillas que van y que vienen ... | |
Otro cuerpo me viste Una línea me separa Hombre-mujer En la ciudad del 21 de enero Hecha pedazos Dicen levantar escombrosReconstruir ¿Dónde empiezo? Qué tristeza la mía Abro la piel que me cubre Abro el hueso del alma Miro aquella mujer en la avenida Que es sólo el perfume ... | |
¿Volver? Vuelva el que tenga, Tras largos años, tras un largo viaje, Cansancio del camino y la codicia De su tierra, su casa, sus amigos, Del amor que al regreso fiel le espere. Mas, ¿tú? ¿Volver? Regresar no piensas, Sino seguir libre adelante, Disponible por siempre, ... | |
