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25 poemas aleatorios | |
Toma también mis ojos, la decisión de fecha escurridiza y llévame a aprender tierra de nadie o inciertas geografías. Toma el camino túnel o imán de mi memoria. Enséñame a mirar senderos, nubes, nervaduras, metáforas. El espacio reiterado del deseo en su mapa de arterias ... | |
Pajarito corpulento, Préstame tu medecina Para curarme una espina Que tengo en el pensamiento, Que es traidora y me lastima. Es de muerte la aparencia Al dicir del hado esquivo; Pero está enterrado vivo Quien sufre males de ausencia. ¿cómo hacerle resistencia a la juerza del tormento? ... | |
¡Si os encerrara yo en mis estrofas, frágiles cosas que sonreís, pálido lirio que te deshojas, rayo de luna sobre el tapiz de húmedas flores, y verdes hojas que al tibio soplo de Mayo abrís, si os encerrara yo en mis estrofas pálidas cosas que sonreís! ¡Si aprisionaros pudiera el verso, ... | |
Buscador de muy agudos ojos hundes tus nasas en la noche. Vasta es la noche, pero el viento y la lámpara, las luces de la orilla, las olas que te levantan con un golpe de vidrio te abrevian, te resumen sobre la piedra en que estás suspenso, donde escuchas, discurres, das fe de amor, ... | |
Pulsas, palpas el cuerpo de la noche, verano que te bañas en los ríos, soplo en el que se ahogan las estrellas, aliento de una boca, de unos labios de tierra. Tierra de labios, boca donde un infierno agónico jadea, labios en donde el cielo llueve y el agua canta y nacen paraísos. ... | |
y recuerdo una brisa triste por los olivos F. G. L. Después de la prisa cansada de los últimos trenes nada vuelve. Sólo queda tu rostro sobre Broadway y es difícil, de tanta soledad, cerrar los ojos sin dudar que existes. Absurda esta lengua de fuego que parte el horizonte, ... | |
A Javier Statié Dijo que no. Y el Tiempo se quedó sin tiempo. Luego, la vida hizo una pausa y todo pareció recomponerse como esos acertijos infantiles en los que sólo falta una palabra, una palabra necesaria y rara. Pero dijo que no. Cerró los labios y escuchó el gorgoteo de las sílabas ... | |
Escucho resonar el agua que cae en mi sueño. Las palabras caen como el agua yo caigo. Dibujo en mis ojos la forma de mis ojos, nado en mis aguas, me digo mis silencios. Toda la noche espero que mi lenguaje logre configurarme. Y pienso en el viento que viene a mí, ... | |
Defiéndete de ellas. De esas noches que merecen los turbios homenajes de la literatura, y que tú ves brillar en esa joya oscura --y banal que es siempre una metáfora. --Vosotras, noches furtivas, malas perras de arrabal. Las que perduran como emblema de juventud en la memoria ... | |
¿Cómo era, Dios mío, cómo era? ¡Oh, corazón falaz, mente indecisa! ¿Era como el pasaje de la brisa? ¿Como la huida de la primavera? Tan leve, tan voluble, tan ligera como estival villano... ¡Sí! Imprecisa como sonrisa que se pierde en risa... ¡Vana en el aire, igual que una bandera! ... | |
Ahora vale la pena. Dios se quedó dormido. Todos sabemos que esto no es definitivo que es una suerte loca quizá un breve delirio. Ahora vale la pena vivir aunque haga frío aunque la tarde vuele. O no vuele. Es lo mismo. Ahora sí pero luego si Dios no se despierta qué pasará diosmío. ... | |
Mira como vive el intelecto, como escribe: eficacia y buena economía de la lengua, coma y punto, comidillas al margen. mira como escribe sin mayores aflicciones: un texto que dialoga con los otros y se vierte letra a letra hacia sí mismo: libre de chapuzas. eficacia y buena... | |
El acto simple de la araña que teje una estrella en la penumbra, el paso elástico del gato hacia la mariposa, la mano que resbala por la espalda tibia del caballo, el olor sideral de la flor del café, el sabor azul de la vainilla, me detienen en el fondo del día. Hay un resplandor ... | |
El verso humano pesa. Yo lo cojo en mis manos y siento que me dobla las muñecas. Mi traspiés juega mal con el camino y mi dolor contigo, oh blanca primavera. A veces de lo hondo del silencio que bordean las flores y la brisa acude el largo grito a mi garganta. La primavera rápida se... | |
De qué país eres tú, Dormido entre realidades como bocas sedientas, Vida de sueños azuzados, Y ese duelo que exhibes por la avenida de los monumentos, Donde dioses y diosas olvidados Levantan brazos inexistentes o miradas marmóreas. La vieja hilaba en su jardín ceniciento; Tapias, pantanos, ... | |
Ya se desembaraza y se desmembra el angélico lirio de la cumbre, y al desembarazarse da un relumbre que de un puro relámpago me siembra. Es el tiempo del macho y de la hembra, y una necesidad, no una costumbre, besar, amar en medio de esta lumbre... | |
Ni tú ni yo estamos en disposición de encontrarnos. Tú...por lo que ya sabes. ¡Yo la he querido tanto! Sigue es veredita En las manos, tengo los agujeros de los clavos. ¿No ves cómo me estoy desangrando? No mires nunca atrás, vete despacio y reza como yo a San Cayetano, ... | |
En filas ordenadas regresamos y cada noche, cada noche, mientras hacemos el camino, el breve infierno de la espera y el espectro que vierte en el oído: ¿No tienes sangre ya? ¿por qué te mientes? Mira los pájaros El mundo tiene playas todavía y un barco allá te espera, siempre. ... | |
Resulta fácil reconocer a un hombre infeliz. Su pecho gira como un cubo de diversas dimensiones. Ángulos y vértices los caminos hacia su alma tienen el margen abismal de los abrazos posibles. Su casa es grande y de fórmulas y alambres cubierta. Nada de ella con vida se escapa, ... | |
Parece que de lo que muere uno es de maniquí asustado en la vidriera, inmóvil y horizontal con ese descaro como si uno no fuera el que es bajo los claveles y los gladiolos de alambre por lo equívoco de las luces; extraña sal parece entonces que se apodera ... | |
las fragantes fiestas de la libido flores sobre la mar y la belleza rubia desnuda entre tus brazos pero unos ojos en el aire tibio vidi la donna che pria m 8242;appario velatta sotto l 8242;angelica festael cambio de parejas bajo el Solinstante alado gestos retardados en el tiempo vuelta ... | |
Un momento es saber que las cosas vistas por mí existieron desde siempre que yo, no estuve ahí y por más que me vaya seguirán estando, quizás porque ahí ya estaban. No es que las cosas aparecen porque uno llega, en realidad uno llega para que las cosas estén ahí. Y si yo me voy ... | |
Cabes en un rincón detrás de la puerta del olvido. Ahí te acurrucas una y otra vez cumpliendo tu destino. | |
Un siervo se despide sigiloso de su tribu para evitar la penitencia. Su testuz combada y la frente con signos de ceniza de cara al fuego. Ha sido pues ungido en vida en una causa desvalida de fe, menguado de razón. El hombre diestro, pierde la validez que hasta entonces tenía su argumento. ... | |
Esta tarde Marta Rosa cierra las puertas a la poesía. Se tiñe el pelo y sale en busca de su amor perdido. Hace mucho tiempo quiso entrar al cine: vio que la película era mala y se fue -indecisa y llorosa- por la 9a. avendia zona 1 perdidamente sola. Ahora camina sobre la luz de ayer. ... | |
