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25 poemas aleatorios | |
¿Qué nuevas esperanzas al mar te llevan? Torna, torna, atrevida nave, a la nativa costa. Aún ves de la pasada tormenta mil memorias, ¿y ya a correr fortuna segunda vez te arrojas? Sembrada está de sirtes aleves tu derrota, do tarde los peligros avisará la sonda. ¡Ah! Vuelve, ... | |
Cuando el mono te clava la mirada estremece pensar si no seremos... | |
Lunas, marfiles, instrumentos, rosas, lámparas y la línea de Durero, las nueve cifras y el cambiante cero, debo fingir que existen esas cosas. Debo fingir que en el pasado fueron Persépolis y Roma y que una arena sutil midió la suerte de la almena que los siglos de hierro deshicieron. Debo fingir las armas ... | |
Siento que hubo de todo en este fuego a una mano del cielo a una mano del piso a una mano en la mano. Abajo la raíz la tierra el fruto. Arriba de tus labios esa distancia y ésta más las alas. Siento que hubo de todo en este fuego a una mano del cielo a una mano del piso. ... | |
Poema en forma de mujer que dicen temeroso, matutino, inútil | |
Ese amor que cada mañana canta y silba, temeroso, matutino, inútil (también silba) bajo las húmedas tejas de los más solitarios corazones -¡Ave María Purísima!- y rosas son, o escudos, o pajaritas recién paridas, te aseguro que escupe, amoroso (también escupe) en ese pozo en el que la mirada ... | |
Hablaba varios idiomas polaco, español, lituano, alemán, latín, inglés, apenas pudimos decirnos algo en todos estos años hay un mesa entre nosotras aquí sentamos todo lo que de ambas no sabemos tengo un diccionario hiszpansko-polski una guía turística de lugares que no sé pronunciar ... | |
La muerte toma siempre la forma de la alcobaque nos contiene.Xavier Villaurrutia Amémonos ahora, es duro el tiempo de la espera, vamos a hacer el trance más perfecto. Ésta entre las demás horas es hermosa: hoy tus ojos están humedecidos. (Tú duermes y yo velo para esconder ... | |
En cierta calle hay cierta firme puerta con su timbre y su número preciso y un sabor a perdido paraíso, que en los atardeceres no está abierta a mi paso. Cumplida la jornada, una esperada voz me esperaría en la disgregación de cada día y en la paz de la noche enamorada. Esas cosas... | |
Yo, aquí, entre las torturadas guitarras, entre otros ciegos convocados, ciegos vecinos de los vasos constantes, pobres locos amarillos que aturden la noche elemental. Qué sitio de mudos muros, de muerte decorada en la soledad y en las pastillas. Qué desierto de niños con asco y ecos. ... | |
Si intentaras abarcar con la mirada toda la tempestad que nubla mis sentidos, tú -pequeño dios errante- dudarías entre el llanto y la rabia de tus ojos vencidos. Y acaso, náufrago indeciso, querrías compartir mi tempestad, en este universo donde el calor y la furia de mis besos, ... | |
A qué región me llegaré a buscarte ahora que reposas a mi lado en forma de deseo hombre cuya belleza apenas conocía. Cada día me ciñe su cilicio de ausencia. Me has herido de vida desde toda tu muerte y no hay sueño bastante a tu vacío. (De: La sed) | |
Vienen las horas, horas de cielo azul, y de verano, sobre la copa verde. Vienen sobre las velas de la mar del sur y luego sobre los hombres vienen. Crujen al paso del timón y saltan, y desde entonces saltan sobre los meses. Y un caracol de manos entre la espuma coge su mes de plata ... | |
Te amo por ceja, por cabello, te debato en corredores (blanquísimos donde se juegan las fuentes de la luz, te discuto a cada nombre, te arranco con delicadeza de cicatriz, voy poniéndote en el pelo cenizas de relámpago y cintas (que dormían en la lluvia. No quiero... | |
Somos dos soledades que se beben el amor impostergable. Dos osadías que se atrevieron a amar. Dos biografías escritas en papel y carne. Llegué a ti desde mi ávido pasado y llegaste a mí desde tu historia sedienta de amor. Celebro que seamos tú y yo dos ausencias amanecidas ... | |
I Inquietud de Otoño, soledad de los parques, tristeza de las cosas, languidez de los árboles, cielos de esmaltes grises... Otoño, oro y blancura, ¡tu sol es blanco y frío como la luna!... Nacen en ti los vientos, hijos son del Ogro, y roban a los parques sus tapices de oro. ... | |
A Javier Statié Dijo que no. Y el Tiempo se quedó sin tiempo. Luego, la vida hizo una pausa y todo pareció recomponerse como esos acertijos infantiles en los que sólo falta una palabra, una palabra necesaria y rara. Pero dijo que no. Cerró los labios y escuchó el gorgoteo de las sílabas ... | |
con mis cinco sentidos en alerta para ver que vacié mi cuerpo de ti, con deseo y mente detenidos. Lengua, vientre senos... ¡alto! Que ya no está aquí, que no estará, que ni siquiera estuvo; que todo fue inventado, que ni siquiera existe él, o nosotros. Que no existió nada de eso, ... | |
Uno es un ser Con toda la soledad que lo habita Uno es uno Con la sal del sol en la cara Uno es uno piedra insondable Carne donde supura Dios con sus evangelios y salmos Con sus yerbas y antibióticos Uno es uno ráfaga recurrente Entre huracanadas espinas Uno es uno entre pájaros... | |
I ¿Sabes cómo escribo cuando escribo? Remo en el aire, cierro las cortinas del cráneo-mundo, remo párrafo tras párrafo, repito el número XXI por egipcio, a ver si llego ahí cantando, los pies alzados hacia las estrellas, II Del aire corto tres rosas amarillas bellísimas, ... | |
Dejaré que muera en mí el deseo de amar tus ojos dulces, porque nada te podré dar sino la pena de verme eternamente exhausto. No obstante, tu presencia es algo como la luz y la vida. Siento que en mi gesto está tu gesto y en mi voz tu voz. No quiero tenerte porque en mi ser todo estará terminado. ... | |
María Twist era alegre, muy alegre, reía, cantaba, y nada tenía para ella el más mínimo valor. De punta a punta en la noche bebía y no tenía penas, sólo risa y placer. En busca de dinero y diversiones se fue a Puerto Cortés. Un lupanar ruidoso le abrió de par en par las puertas despintadas, ... | |
Ya los de la casa se van acercando al rincón del patio que adorna la parra, y el cantor del barrio se sienta, templando, con mano nerviosa la dulce guitarra. La misma guitarra, que aún lleva en el cuello la marca indeleble, la marca salvaje de aquel despechado que soñó el degüello del rival ... | |
Aquello sucedió rápidamente. Tan de pronto ocurrió que no hubo tiempo de cerrar los ojos de mirar de tener miedo. Quedaron manos detenidas en actos de amor de piedad de furia los gritos fueron rígidas flechas absorbidas por el viento el sol un diente helado comiéndonos los nervios ... | |
Tristesa perfumada, rossinyol de la nit: amb sospirs, al meu son vas fent una corona. El coixí feia olor de taronger florit, oh rossinyol, colgat d’estrelles i d’aromes! Però, si em desvetllava, he vist que era de neu el jardí, i aquella Ombra hi venia daurada: i es glaçava un somriure... | |
En Margarita está linda la mar: la muchacha que fui se lo decía al viento acariciante de Juangriego (insinuaba crepúsculo) reclinada en el cañón del fuerte ajena a las piratas palabras y al cerco de los sueños Hamacas prometiéndose a una nube pescadores besados de nostalgia... | |
