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25 poemas aleatorios | |
Será difícil arrancar del ciego enredado una flor: ni una flor sólo, porque son siglos maraña y pánico. (Leopoldo de Luis)1 El mar. ¿Pero es que el mar existe? Encima me diréis que en su zona abisal almacena reveses de las cosas. Puede tener un perro ahogado en la sombra, ... | |
Hoy entreabrí la puerta de la infancia con la nostalgia vuelta hacia la cuna y no encontré ni un rastro de la luna que ayer nomás iluminó mi estancia. Hoy me inundó la mar de la distancia al evocar mi vegetal laguna y en la vieja resaca una por una fue anclando sus pisadas mi inconstancia. ... | |
Como cuando se abrieron por tus sueños mis párpados, rota y cansadamente, acoge mi partida. Como si me tuvieras nadando entre tus brazos, donde las aguas corren dementes y perdidas. Igual que cuando amaste mis ensueños inútiles, apasionadamente, despídeme... | |
Templad mi lira, dádmela, que siento En mi alma estremecida y agitada Arder la inspiración. ¡Oh! ¡cuánto tiempo En tinieblas pasó, sin que mi frente Brillase con su luz...! Niágara undoso, Tu sublime terror sólo podría Tornarme el don divino, que ensañada Me robó del dolor la mano impía. ... | |
Pasaba arrolladora en su hermosura y el paso le dejé; ni aun a mirarla me volví, y, no obstante algo en mi oído murmuró: Esa es. ¿Quién reunió la tarde a la mañana? Lo ignoro; sólo sé que en una breve noche de verano ... | |
Lo redondo es un ángel caído en el vacío de su propio universo, donde la oscura voz de su verdad resuena llena de eternidad cerrada y de infinito. Lo redondo es un río que sale y que torna de nuevo hacia sí mismo, hacia la hueca nada donde su ser gravita. Por su forma la lengua de Dios ... | |
A los labios del hombre taciturno, la aurora trajo un ebrio recuerdo de olvidados cantares. El alba en las pupilas noctámbulas había sorprendido la angustia de las viejas saudades. En los círculos hondos de las mustias ojeras se azulaba un exceso de veladas sensuales. ... | |
Me sorprendió el verano traicionero lejos de ti, lejos de mí muriendo. Junio, julio y agosto, no os entiendo. No sé por qué reís mientras me muero. Vengan nieve y granizo, venga enero, vengan escarchas ya, vayan viniendo. Troncos que fueron nidos ahora enciendo y no consigo ... | |
cuando gallagher bentham murió se produjo un curioso fenómeno: a las vecinas les creció el odio como si hubiera aumentado la papa feroces y rapaces comenzaron a insultar su memoria como si el deber obligación o tarea de gallagher bentham fuera ser inmortal siendo... | |
Un hombre bello entra en el vagón del metro por un momento lo miro intrigada pues me recuerda a ti rubio, alto y escandalosamente joven (pienso escandalosamente al mirar mi rostro en el vidrio) Él ha sentido el deseo que te llama en mis ojos ha sentido desnudado su torso (al que imagino ... | |
Cuando el Señor, la mano fatigada de modelar en barro las figuras, quiso formarle a él, notó que el barro era muy poco, preparó el que había para plasmarle, y meditó un momento: Con el poco de barro lo haré enjuto, pero lo apretaré con energía; lo haré delgado, resistente, como vara de acero . ... | |
paseo por la casa en ruinas busco algún abrigo para mi padre me ofrecen uno lleno de agujeros tan rojo como las puertas que acabo de pintar que no son rojas -alguien me aclara- sino burdeos o granate o corinto cómo voy a abrigar a mi padre con ese abrigo lleno de agujeros ... | |
Pienso en tu sexo. Simplificado el corazón, pienso en tu sexo, ante el ijar maduro del día. Palpo el botón de dicha, está en sazón. Y muere un sentimiento antiguo degenerado en seso. Pienso en tu sexo, surco más prolífico y armonioso que el vientre de la Sombra. Aunque la Muerte ... | |
Considerad, muchachos, Este gabán de fraile mendicante: Soy profesor en un liceo obscuro, He perdido la voz haciendo clases. (Después de todo o nada Hago cuarenta horas semanales). ¿Qué les dice mi cara abofeteada? ¡Verdad que inspira lástima mirarme! Y qué les sugieren... | |
En la noche abarco con mis brazos esa cama incompleta. Siniestra, falta de luz, me humilla la ventana. Ya no tengo nuevos complejos, nuevos sinos anodinos; sólo espacio en un mundo que me ha concedido cansancio y simetría con un sol que ya no arrastra. Me siento tan desarraigado ... | |
Hora de bajamar salobre y verde, cuando crece la fruta de la playa sin espinas de niños marineros y canta así la brisa de la tarde: —El perro blanco y el perro negro juegan en la arena, juegan al sexo en la gris complacencia de la sombra. Hora de pleamar, amplia y jocunda, cuando lloran... | |
Yo decía que el mundo era una estrella ardiente, laberinto de plata, cerrazón con diamante: y ahora descubro el júbilo de la estancia minúscula, la vida emocionada del vaso entre mis labios, más cristalino y claro si el sol se apoya y canta en sus paredes límpidas. ... | |
A veces para aislarme del mundo lo levanto en torno de mí... | |
Recuerdo las frondas del combate Frente al tiempo que parecía Estático, frente al campo abierto. Pregunté por ti desde las ramas Del sueño y su claroscuro: Supe que podíamos tallar Nuestras figuras y macerar El alma con la corriente hipnótica Del anhelo... | |
Cancionero y Romancero Tradicionales Ii(siglo XI a Siglo XV) | |
Agora que soy niña quiero alegría, que no se sirve Dios de mi monjía. Agora que soy niña, niña en cabello, ¿me queréis meter monja en el monesterio? ¡Que no se sirve Dios de mi monjía! Agora que soy niña quiero alegría, que no se sirve Dios de mi monjía. | |
Es de madera mi paciencia, sorda, vegetal. Día que has sido puro, niño, inútil, que naciste desnudo, las leguas de tu marcha, van corriendo sobre tus doce extremidades, ese doblez ceñudo que después deshiláchase en no se sabe qué últimos... | |
Amor, fuera olvidarte como perder los ojos, cegar frente a los verdes más claros de la vida, caer en el invierno con un sueño encerrado sepultando los brotes de la flor del prodigio. Desconocer las formas que anidaron el tacto, ignorar la sonrisa que prepara la aurora en los húmedos labios terrenales; ... | |
Dichoso el hombre que lleva por equipaje un perro. No se perderá. Vagará dormido sin la brújula de los sentidos, vagará entre fantasmas levemente reales y llegará hasta donde el hambre marca con sus cruces la existencia de algo que fue pasado y sonrisa, luminiscencia de ojos... | |
No has muerto. Has vuelto a mí. Lo que en la tierra donde una parte de tu ser reposa sepultaron los hombres, no te encierra; porque yo soy tu verdadera fosa. Dentro de esta inquietud del alma ansiosa que me diste al nacer, sigues en guerra contra la insaciedad que nos acosa y que, ... | |
Vuelve a colarse el frío por este remiendo viejo que llevo en la memoria. | |
