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25 poemas aleatorios | |
Pon en mi frente tu mano y halágame esta aspereza de sueño desmelenado. De mi balcón flotante fui colgando tus besos y ahora todas las noches repican con el viento. Bajo sus pies florecía la mañana, y su cabello traía la luna clara, la clara luna intacta. Mis manos, mis manos fatigadas... | |
Este es el poema salvaje del reflector de los colores próximos que da su tobogán a los vientos lisos Este es el poema salvaje del verde, del rojo y del azul que se descansan en los silbatos de las frutas Este es el poema salvaje del árbol, de la sangre y del cielo en la tecla instantánea... | |
Decía que: en sus ojos el silencio es un pájaro abril de madrugada, la espera es la abolición del instante. Decía que: una palabra es la revelación del signo que jamás alcanzaremos a descifrar, la escritura es la tinta más endeble de su propia interrogante, la noche aparece ... | |
Más allá de la sombra te delatan tus ojos, y te adivino tersa, como un mapa extendido de asombro y de deseo. Date por muerta amor, es un atraco. Tus labios o la vida. | |
Insistió en no acercarse demasiado, temerosa de la intimidad caliente del esfuerzo, pero los que pasaban cerca con los varales y las pértigas nos sonreían, y sentía con orgullo su presencia y que fuese mi prima (aún recuerdo sus ojos en la linde del círculo de luz, brillando como unos ojos ... | |
Querido Héctor: Cuando esto te escribo, amor, qué palabras cubrirán la última noche del siglo, el invierno que nunca acaba, la primavera rota por la ausencia. El mundo se va a ahogar, los pájaros ya no vuelan en los espejos y el mar no ofrece ningún consuelo. ... | |
¿Quién eres tú? ¿Quién eres tú, hijo tardío? De los otros me parece que algo sabía desde el primer día de duda y esperanza. Pero tú, inesperado, ¿Quién eres? en ti nunca había pensado. ¿Cómo vas a llegar a este mundo enemigo si ni siquiera yo te conozco? Perdóname, hijo: hasta me ha apreciado. ... | |
Se me dijo bébete la risadrágate serena en tu butacasin levantar la voz arrúllate mora como un vaso que recibedeja abierta esa puertaella es calladita no te palpes mójate en el agua tibiasin vacilaciónno te demoressal de ahícúbrete la piel mojaday siempre asiente casi obedecípues vivo ... | |
Trópico, para qué me diste las manos llenas de color. Todo lo que toque se llenará de sol. En las tardes sutiles de otras tierras pasaré con mis ruidos de vidrio tornasol. Déjame un solo instante dejar de ser grito y color. Déjame un solo instante cambiar de clima el corazón, beber la penumbra ... | |
¿qué te parece valdrá la pena matar a dios a ver si se arregla el mundo? claro que vale la pena ¿valdrá la pena jugarse la vida por una idea que puede resultar falsa? claro que vale la pena ¿pregunto yo si valdrá la pena comer centolla valdrá la pena criar hijos que se volverán ... | |
Desplegada en el aire, colgando de un hilillo que se alarga y se angosta mientras escupo o chupo, yo, araña en las tinieblas con las patas redondas de gastar paredes, con el vientre escaldado de manejar insectos; me subo hacia los techos y me hieren huevillos, me bajo a los rincones y me penetro ... | |
Los vitalistas se vuelven culturalistas los culturalistas se vuelven vitalistas y vuelta a empezar. Los comunicacionistas se vuelven cognitivistas los cognitivistas se vuelven comunicacionistas y vuelta a empezar. Los existencialistas se vuelven experiencialistas los experiencialistas ... | |
Mi casa está llena de muertos es decir, mi familia, mi país, mi habitación en otra tierra, el mundo que a escondidas miro. Cuando era niño con una flor cubría todo el cielo. ¿De qué cuerpo sacaré ahora sombra para vivir con un poco de ternura? Escucharé a los muertos hablar para que... | |
Porque me ven la barba y el pelo y la alta pipa dicen que soy poeta..., cuando no porque iluso suelo rimar en verso de contorno difuso- mi viaje byroniano por las vegas del Zipa..., tal un ventripotente agrómena la jipa a quien por un capricho de su caletre obtuso se le antoja fingirse paraísos... ... | |
Bajo el cielorraso cargado de lluvias están los comerciantes y sus arreos de burro, los de mercancías que hacen dormir. Dejan una vejez en mis servicios, y el polvero en los puentes llevándole a uno las lejanías. Trajeron una guitarra. La vi quemándose en el patio. Y caminar, caminar, ... | |
Van cuatro jinetes por la lejanía. Largas capas negras, negras sombras íntimas. (Si yo me alejara, ¿tú me olvidarías?) Se oscurece el campo bajo la llovizna. Altas sierras negras, negras las encinas. (Si estuviera ausente, ¿tú me olvidarías?) Tañe la campana de una vieja ermita. ... | |
Pero a menudo cruzo la frontera, esa línea invisible que, en su movimiento, estableció unos límites confusos y me alejó, impertérrito, de mí. Hay una puerta desde entonces a la que no me acerco, y a la que no llamé. ¿Por qué esforzarse, pues, en recordar? Olvidar... | |
Por un Gonzalo hay otro, por el que sale hay otro que entra, por el que se pierde en lo áspero del páramo hay otro que resplandece, nombre por nombre, otro hijo del rayo, con toda la hermosura y el estrépito de la guerra, por un Gonzalo veloz hay otro que salta encima del caballo, ... | |
El invierno apaga los cielos de la Niña. Pero yo comienzo a descorrer su lámpara. No tengo otro prodigio que el puro deseo (manos, ámenla, no tengo otro prodigio). Más allá de la tarde el piano deja en mí sus nostalgias. Yo digo: Con el muro a la espalda los cómplices van a morir. No llores. Acaso... | |
Mi ayer son algas de pasión, luces de espuma. Y una arena insaciable que devora los cuerpos submarinos. Un cielo blando donde beben las palomas sin rumbo del estío. | |
Llarga com la carena, sobre el riu, cada matí s’adorm la boira clara. On són els lliris? S’ha tornat esquiu el sol adesiara. Però canten aloses cel amunt i fan les herbes una olor més forta. La vidiella no és un blanc repunt, sinó una seda morta. Amb cent ulls grocs ens mira el codonyer... | |
Viva sospecha de carne no mirada, voz ya, promesa de más cautelas y solicitudes, palabra todavía, que figura tinieblas aledañas. Allí se mueve, sólido, cuerpo que no se ve pero se siente, se sabe, se dibuja con dormidos asedios entretanto. Amor ayer, hoy prisionero leve, árbol será ... | |
si regresa y no estoy, dile que me fui hace tres lunas, dile que quizá tarde un poco en volver, inventa excusas para que se vaya; ahuyéntala con sahumerios. compra la hoja de la suerte, pon ajo en las rendijas de las puertas y ventanas, deja la escoba detrás de la puerta con las pestañas ... | |
Siempre manché, rasgué y detesté el uniforme. Siempre busqué bajo las faldas de las niñas. Y nunca encontré mi loca historia de amor. | |
Un cardo amargo se demora para siempre en tu garganta ¡oh Detenido! Pesado cada uno de tus asuntos no perteneces ya a lo que tu interés y vigilia reclamaban. Ahora inauguras la fresca cal de tus nuevas vestiduras, ahora estorbas, ¡oh Detenido! Voy a enumerarte algunas de las especies ... | |
