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25 poemas aleatorios | |
No ajena a la melancolía Casandra me profetiza la gloria y el dolor, mientras la luna emana su orfandad. Todo parece griego. El viejo Lago y sus hexámetros. Las inéditas islas y tu hermosa cabeza de mármol-- mutilada por la noche. (Selección: Juana Rosa Pita) | |
Filo de luz, fruta abierta que a la noche vuelves fuego y que a la llama cambias en fresco sentido: llego a buscar tu aliento: más sedienta: pozo de amor que me asombras, cántaro de día. * Tu cuerpo pulsado por sí mismo es en mis oídos viento claro y fresco, sonido límpido ... | |
No me detengas, Amor, la mano cuando a la espina de tu rosa acerca su torpeza impoluta. Es que quiere sangrar con tu color. Es que quiere herir de tu esperanza. Amor, no por su daño temas, se lo busca. Amor, no la detengas, que es su vida. | |
Así como el día pasado ya no vuelve, nunca has de volver a cruzar, de este mar, sus aguas. Nunca más del lugar de donde vienes has de volver. Nunca más podrás volver a ser el que fuiste, ni hacer memoria, tan sólo, de tu recuerdo. Nunca más tu nombre alguno podrá... | |
Cito textualmente las estrellas y el hogar complejo de la naranja herida. Diminuta es la luz en que el buey se esconde lejos del ave, asoleando eternamente las estuidosas manos del guajiro, sus diez uñas sonoras de cavar el viento. Dónde estuve, qué es esto, qué era tanto, ... | |
Casi fuera del cielo ancla entre dos montañas la mitad de la luna. Girante, errante noche, la cavadora de ojos. A ver cuántas estrellas trizadas en la charca. Hace una cruz de luto entre mis cejas, huye. Fragua de metales azules, noches de las calladas luchas, mi corazón da vueltas como un ... | |
I (Otoño) En esta noche en que el puñal del viento acuchilla el cadáver del verano, yo he visto dibujarse en mi aposento tu rostro oscuro de perfil gitano. Vega florida. Alfanjes de los ríos, tintos en sangre pura de las flores. Adelfares. Cabañas. Praderíos. Por la sierra, cuarenta salteadores. ... | |
I Rompe el alba el botón de la mañana con sus dedos de niebla luminosa y en el declive del alcor se posa una nube de aerea porcelana. Abajo se despierta la sabana, el valle tiembla, yerguese la rosa, canta el madrugador y rumorosa ríe cuchicheando la fontana. Desde el redil hasta la loma albean, ... | |
Poco ha cambiado el mundo mas crecimos nosotros entre sombras, la fija luz mutando cada vida. Quise rendirte un hijo: por entonces fue preciso robarlo a una muchacha ayuna a nuestros ojos. Y hoy que quisiera dártelo, renuncio y anulando los nombres te lo entrego de ensueño ... | |
Lenta abierta y dolorosa sobre mi pecho rosa sangrante rosa fría Mujeres de carne y verso. Antología poética femenina en lengua española del siglo XX. Edición de Manuel Francisco Reina. La esfera literaria. 2002 | |
Busco la hebra exacta para comenzar a desenredar el ovillo de recuerdos y olvidos que dejan maniatado el corazón Busco una aguja para seguir pinchándole el pulgar a la nostalgia | |
Para endulzar tu saliva tu sangre y la humedad de tu cuerpo usaré veneno. Te veré morir lentamente en este lecho entre manos de agua y leche. La palabra que te ama recorrerá tu cuerpo. Como arsénico. Interrumpirá tu vida y sentirás que la locura ebria desnudará tus sueños. Te verterás ... | |
¿Y te acercas a mí sólo para decirme que me ves apagado? Sí, si estar apagado significa estar solo sin nadie que remueva mis cenizas y encuentro bajo ellas las ascuas que me queman pero ya no calientan ni consuelan ni pueden apagarse. ¿Acaso tienes frío y te acercas a mí ... | |
La casa era como ella: un pálido juguete, y estaba limpia y triste bajo el número siete. No quiero recordarla...Me hace daño la orilla de su vestido blanco con una vieja hebilla. Allí, inocentemente, cuando abría la puerta, era un sueño borroso, una lámpara incierta: algo que le pedía ... | |
Los espejos no cantan como antaño y el espacio no es más que una lágrima corriendo desde los ojos hasta el sueño cuando nos dan una mala noticia Como cuando se embarca la tristeza en una discusión sin más razón de ser que una súbita parvada de reflejos ... | |
A mis amigos de México Alegre el marinero en voz pausada canta, y el ancla ya levanta con extraño rumor. De la cadena al ruido me agita pena impía. Adiós, oh patria mía, adiós, tierra de amor. El barco suavemente se inclina y se remece, y luego se estremece a impulso del vapor. ... | |
La golondrina conoce el calendario, divide el año por el consejo de una sabiduría innata. Puede prescindir del aviso de la luna variable. Según la ciencia natural, la belleza de la golondrina es el ordenamiento de su organismo para el vuelo, una proporción entre el medio y el fin, ... | |
A mí me han hecho los hombres que andan bajo el cielo del mundo buscan el brillo de la madrugada cuidan la vida como un fuego. Me han enseñado a defender la luz que canta conmovida me han traído una esperanza que no basta soñar y por esa esperanza conozco... | |
Si me quitaran totalmente todo si, por ejemplo, me quitaran el saludo de los pájaros, o los buenos días del sol sobre la tierra, me quedaría aún una palabra. Aún me quedaría una palabra donde apoyar la voz. Si me quitaran las palabras, o la lengua, hablaría con el corazón en la... | |
(Vía Purgativa, Iluminativa y Unitiva) Sólo quien se entrega recibe. Huele, quien renuncia al olfato, un olor prodigioso. ¡Vive, misterioso desacato! Y así de pronto asciende ya de las rosas de primavera fragancias de lo que será en la cima de lo que era. Y el alma, desde ese momento, ... | |
Esta luz, este fuego que devora. Este paisaje gris que me rodea. Este dolor por una sola idea. Esta angustia de cielo, mundo y hora. Este llanto de sangre que decora lira sin pulso ya, lúbrica tea. Este peso del mar que me golpea. Este alacrán que por mi pecho mora. Son guirnalda... | |
Vinieras y te fueras dulcemente, de otro camino a otro camino. Verte, y ya otra vez no verte. Pasar por un puente a otro puente. -El pie breve, la luz vencida alegre-. Muchacho que sería yo mirando aguas abajo corriente, y en el espejo tu pasaje fluir, desvanecerse. ... | |
Sólo el afán de un náufrago podría. José Martí Sólo el afán de un náufrago podría remontar este infierno que aborrezco. Crece mi furia y ante mi furia crezco y sólo junto al mar espero el día. Llegará y yo estaré sobre la arena, blanco esqueleto que no dice adiós. Decir adiós es acortar la pena, ... | |
Oh, eterno amor, que en tu inmortal carrera das a los seres vida y movimiento, con qué entusiasta admiración te siento, aunque invisible, palpitar doquiera! Esclava tuya, la creación entera se estremece y anima con tu aliento; y es tu grandeza tal, que el pensamiento te proclamara Dios si Dios ... | |
En aras de galeón y escafandra en negros muertos por el gusto vimos mares que se hundían azoros del ataque que en la mujer se vierten la caricia bocas indescifrables para decir a esta tierra por un nombre que contara infiernos verdes noches de reliquias muslos jugositos ... | |
