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25 poemas aleatorios

 

   El nuevo orden

   Nora Méndez

primeros versos

A Saúl Ibargoyen El poeta no congenia con los zapatos Esos negros arribistas Solo buscan el beso de la loza El rumor pujante de la cera Y la amistad promiscua con los desinfectantes El poeta ¡Ama sus alas! Pero el nuevo orden prohíbe A los poetas alados Sus vuelos han sido cancelados ...

 

   Jardín escrito

   Ulalume González de León

primeros versos

En el jardín que recuerdo sopla un viento que mueve las hojas del jardín donde ahora estoy escribiendo En el jardín que imagino sopla un viento que mueve las hojas del jardín que recuerdo Y en el jardín donde ahora estoy escribiendo sopla un viento que mueve las hojas sin jardín: ...

 

   Que ahorita vuelve

   Coral Bracho

primeros versos

Te hace una seña con la cabeza desde esa niebla de luz. Sonríe. Que sí, que ahorita vuelve. Miras sus gestos, su lejanía, pero no la escuchas. Polvo de niebla es la arena. Polvo ficticio el mar. Desde más lejos, frente a ese brillo que lo corta te mira, te hace señas. Que sí, que ahorita vuelve. ...

 

   Mi esperanza

   Enrique Hoyos

primeros versos

En una frágil barquilla, Vacilante mi esperanza, No ve propicia mudanza, Ni mira remota orilla, Roto el mástil y la quillaSin remo y velaTriste recela,Que a cada pasoHalla un abismo;Y a un tiempo mismo Teme y sospecha, y sin consuelo va Pues un desastre cruel presiente ya. ...

 

   Aire durando

   Manuel del Cabral

primeros versos

¿Quién ha matado este hombre que su voz no está enterrada? Hay muertos que van subiendo cuanto su ataúd más baja... Este sudor... ¿por quién muere? ¿Por qué cosa muere un pobre? ¿Quién ha matado estas manos? ¡No cabe en la muerte un hombre! Hay muertos que van subiendo ...

 

   Poema a Dios, ese pajarito mandón

   Julio Cortázar

primeros versos

No es necesario que me mandes, perro, el mar se asiste solo. Lo más mísero del pelo contraría la rueda pero ya sabemos tonsurar el destino. Estoy, por eso peligro. ¡Todo me empuja! En la multitud un fósforo presume del futuro penacho. Pero sólo, solo con el perro mirándome. ...

 

   Nace de una pared

   Nora Méndez

primeros versos

Creímos, Antes de ser torturadas Que toda La sensibilidad del mundo La cargábamos En la llanura adulta De nuestra piel. Y ahora Comprendemos Compañeros, Que las convicciones y la fe No pueden llevarse en la piel, Pues sino, Hace mucho tiempo Se nos hubieran muerto. ...

 

   Casi una vida

   Marita Troiano

primeros versos

Cumplí trescientos años de antropoide incesante Recomponiendo la luz Visitando abismos He cumplido tres siglos de desdeñosa faz De corrupta azucena encendiendo juventudes A radicales grietas de mi anunciada vejez - victoria indiscutible de un verdugo sin decoro ...

 

   Primer día (Soneto III)

   Octavio Paz

primeros versos

Del verdecido júbilo del cielo luces recobras que la luna pierde porque la luz de sí misma recuerde relámpagos y otoños en tu pelo. El viento bebe viento en su revuelo, mueve las hojas y su lluvia verde moja tus hombros, tus espaldas muerde y te denuda y quema y vuelve yelo. . ...

 

   Busca en todas las cosas. . .

   Enrique González Martínez

primeros versos

Busca en todas las cosas un alma y un sentido oculto; no te ciñas a la apariencia vana; husmea, sigue el rastro de la verdad arcana, escudriñante el ojo y aguzado el oído. No seas como el necio, que al mirar la virgínea imperfección del mármol que la arcilla aprisiona, queda sordo ...

 

   Exilio

   Nicolás Guillén

primeros versos

El Sena discurre circunspecto; civilizada linfa que saluda en silencio sacándose el sombrero. Mi patria en el recuerdo y yo en París clavado como un blando murciélago. ¡Quiero el avión que me lleve, con sus cuatro motores y un solo vuelo! Brilla sangre en el pecho de esa nube que pasa lenta ...

 

   La sed

   Juana de Ibarbourou

primeros versos

Tu beso fue en mis labios de un dulzor refrescante. y moras negras me dio tu boca amante. Cansada me acosté sobre los pastos con tu brazo tendido, por apoyo. Y me cayó tu beso entre los labios, como un fruto maduro de la selva o un lavado guijarro del arroyo. Tengo sed otra vez, amado mío. ...

 

   Elegía

   Miguel Hernández

primeros versos

Yo quiero ser llorando el hortelano de la tierra que ocupas y estercolas, compañero del alma, tan temprano. Alimentando lluvias, caracolas y órganos mi dolor sin instrumento, a las desalentadas amapolas daré tu corazón por alimento. Tanto dolor se agrupa...

 

   Callar

   Jesús Munárriz

primeros versos

Callar es más prudente, más seguro, más cómodo, más práctico, callar es más astuto, más rentable, más útil, callar no da problemas, callar evita líos, callar trae más cuenta, callar impide que se cuelen moscas en la boca, callar propio es de sabios, se está muy bien callado. Porque...

 

   Bares

   Carmen Ollé

primeros versos

Vivir es alegre -los he oído reír cada vez más fuerte -y seguían cada vez más alegres- la noche se apiada de mí porque no siento vergüenza. Y una más pide el más ronco -que traga sin ser procaz- porque es suave y delicado- adora la botella como una nalga de mujer- a grandes sorbos. ...

 

   La isla del tesoro

   Ramón Fernández - Larrea

primeros versos

tuve los mapas del alma en la mano el capitán flint cortó seiscientas cabezas entre arrepentidos y mujeres amables perro negro llegó a las cientoveinte una noche de puro delirio pensando en su madre lejana pero zarpamos buscando el horizonte las púas del mediodía había también un barril ...

 

   Juegos presocráticos

   Amalia Iglesias Serna

primeros versos

Ningún río puede atravesar dos veces al mismo hombre. La naturaleza es dadivosa pero insegura, la suerte, en cambio, se basta a sí misma. Vislumbre de las cosas que se muestran son las cosas ocultas. No existe vacío sin movimiento. No es posible que sea todo lo que no es siempre. ...

 

   A veces, un cuerpo puede modificar un nombre

   Angel González

primeros versos

A veces, las palabras se posan sobre las cosas como una mariposa sobre una flor, y las recubren de colores nuevos. Sin embargo, cuando pienso en tu nombre, eres tú quien le da a la palabra color, aroma, vida. ¿Qué sería tu nombre sin ti? Igual que la palabra rosa sin la rosa: ...

 

   Estas manos

   José García Nieto

primeros versos

Estas manos que tienen aún memoria, que alojan la pasión y han provocado un bosque, un fuego, un viento arrebatado ¿que són sino temblor, cárcel y escoria...? Una tierra adelantan, una orilla del arrabal, del terraplén oscuro; arañan azucenas en un muro de cal donde se asoma ...

 

   Cuéntame cómo vives

   Gabriel Celaya

primeros versos

Cuéntame cómo vives; dime sencillamente cómo pasan tus días, tus lentísimos odios, tus pólvoras alegres y las confusas olas que te llevan perdido en la cambiante espuma de un blancor imprevisto. Cuéntame cómo vives. Ven a mí, cara a cara; dime tus mentiras (las mías son peores), ...

 

   Claro de luna

   Efrén Rebolledo

primeros versos

Como un cisne espectral, la luna blanca en el espacio transparente riela, y en el follaje espeso, Filomela melifluas notas de su buche arranca. Brilla en el fondo oscuro de la banca tu peinador de vaporosa tela, y por las frondas de satín se cuela o en los claros la nívea luz se estanca. ...

 

   Porque olvido los nombres de las cosas comunes...

   Patricia Medina

primeros versos

Porque olvido los nombres de las cosas comunes: el hijo que no tuvenuestro centro nutricio. Porque recuerdo tanto la infancia contra el cielo al cielo sobre el charco y a mis ojos sopesándolo todo... hoy quisiera cerrar la llave de esa puerta que fracasa frente a tanta pupila congelada ...

 

   A veces el amor tiene caricias...

   Antonio Carvajal

primeros versos

A veces el amor tiene caricias frías, como navajas de barbero. Cierra los ojos. Das tu cuello entero a un peligroso filo de delicias. Otras veces se clava como aguja irisada de sedas en el raso del bastidor: raso del lento ocaso donde un cisne precoz se somorguja. En general, adopta una manera ...

 

   Crónica de Lima

   Antonio Cisneros

primeros versos

Para calmar la duda que tormentosa crece acuérdate; Hermelinda, acuérdate de mí.Hermelinda, vals criollo Aquí están escritos mi nacimiento y matrimonio, y el día de la muerte del abuelo Cisneros, del abuelo Campoy. Aquí, escrito el nacimiento del mejor de mis hijos, varón y hermoso. ...

 

   Salmo de amor

   Eduardo Marquina

primeros versos

Dios te bendiga, amor, porque eres bella! ¡Dios te bendiga, amor, porque eres mía! ¡Dios te bendiga, amor, cuando te miro! ¡Dios te bendiga, amor, cuando me miras! ¡Dios te bendiga si me guardas fe; si no me guardas fe, Dios te bendiga! ¡Hoy que me haces vivir, bendita...