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25 poemas aleatorios | |
I La media noche Detuvo sus andares Junto a un leve murmullo de pupilas. Después Un buceo lentísimo, Un sondeo profundo en aguas verdes, En verde clorofila Poseedora de una luz magnífica. Un viaje lento, de canoa suave, Hacia las luminosas oquedades del espíritu ... | |
Porque pesas tanto en el mundo, sobre mí he de decirte levemente. Porque al mundo y a mí nos es necesario necesario y diestro, necesario y dulce, necesario hasta remontarme a la levadura , ese peso, su paseo en chulesco declive y la piel donde toma su nombre, ... | |
El autor no responde de las molestias que puedan ocasionar sus escritos: Aunque le pese. El lector tendrá que darse siempre por satisfecho. Sabelius, que además de teólogo fue un humorista consumado, Después de haber reducido a polvo el dogma de la Santísima Trinidad ¿Respondió... | |
Cuando la sangre corre por las venas rocosas del volcán que ti despierto, es un trance de amor sacarme muerto del fondo a la pasión que me condenas. ¿Es que tu gracia no resiste penas y las sufres, mujer desde mis plintios? ¿Qué buscas en la sed de mis instintos que no pueda ofrecerte ... | |
Soy una dama que charla con sirvientes y aunque en días malos escupan mi café de ellos aprendo a tratar con Lo Real Es sorprendente la responsabilidad con la que asumen estas prácticas y si el curso de acción luce sinuoso sus objetivos nunca son irrealizables. Cuando entiendo con ellos ... | |
No importa dónde nace el amor (los nacimientos son asuntos de registro o de parroquia) pero sé que no dura al aire libre, en ese prado aséptico con un molino al fondo. Nace en cualquier parte pero no prospera en la ilusión bucólica: busca la complicación, ... | |
antes que naciera antes que entrara al mundo desde la casa del viento padre deshilvanaba las historias sobre la caza del ciervo en la edad de las multiplicaciones: la pampa era una sólo una fábula color verde escocia había vacas de utilería detrás de los alambrados campos de girasoles... | |
Yo soy un hombre sincero De donde crece la palma. Y antes de morirme quiero Echar mis versos del alma. Yo vengo de todas partes, Y hacia todas partes voy: Arte soy entre las artes, En los montes, monte soy. Yo sé los nombres extraños De las yerbas y las flores, Y de mortales... | |
Tuvo en la mano el ramo erguido, brioso relámpago de fiesta. Por las corolas de ascendía la luz amarga de la tierra, la luz del hueso amanecido, la luz en trance de cometa, la luz alzada por su rostro contra el fragor de la tiniebla; la luz audaz que abre en su risco despeñaderos a la abeja, ... | |
Llueve de grises esperpentos en la estación a oscuras donde las horas parten. Llueve desasosiego sin que el tediodesmienta a los viajeros rubricados por la marcha. La urgencia o la inmovilidad de los que nunca partieron hoy es un matasellos Olvidados fantasmasbajo el óxidodel agua. ... | |
Cuerpos tendidos, cuerpos infinitos, concretos, olvidados del frío que los irá inundando, colmando poco a poco. Cuerpos dorados, brazos, anudada tibieza olvidando la sombra ahora estremecida, detenida, expectante, pronta para emerger que escuda la piel ciega. ... | |
Branquias quisiera tener porque me quiero casar. Mi novia vive en el mar y nunca la puedo ver. Madruguera, plantadora, allá en los valles salinos. ¡Novia mía, labradora de los huertos submarinos! ¡Yo nunca te podré ver jardinera en tus jardines albos del amanecer! De: Marinero en ... | |
Al llegar a Florencia, se entrelazan luminosos recuerdos con vivencias de cercana ebriedad. Transcurre el día plasmado en asimétricos espejos que un remanso del Arno desdibuja. Al llegar o al partir, qué importa entonces si atraviesan el tiempo las palomas del alma... ... | |
Todos somos hijos de Dios (de la puerta del templo para adentro. Mientras oramos para que las cosas prosigan como están.) creemos en su santo nombre (pues nos protege siempre, junto con la herradura y el manojo de ajos, bendiciones todas para nuestros negocios); lo alabamos ... | |
No quiero volver a ese lugar intransitable y escuálido donde todo parece dormido. Quiero calor, dolor; sin soledades sentir alegría, a pesar de todo. No quiero ausencias, ni lágrimas. No me gustan la madres, ni las caricias, ni los buenos entendidos: fortunas quietas, ... | |
Nuestro entusiasmo alentaba a estos días que corren entre la multitud de la igualdad de los días. Nuestra debilidad cifraba en ellos nuestra última esperanza. Pensábamos y el tiempo que no tendría precio se nos iba pasando pobremente y estos son, pues, los años venideros. Todo lo íbamos... | |
Por dentro de tu noche solitaria de un llanto de cuatrocientos años; por dentro de tu noche caída entre estas islas como un cielo terrible sembrado de huracanes; entre la caña amarga y el negro que no siebra poque no son tan largos los cabellos del agua; inmediato a la sobra caoba ... | |
Son los que nunca dan la mano Pero abren la boca del lobo Los que esparcen la espuma amarga Que rezuma de las iglesias Los que de pronto se bifurcan Entre el delirio y el olvido Su sombra desborda la tierra pero la brizna los oculta Nacieron de bellos revólveres De largos años y promesas ... | |
La madre es el mamut. Desaparece en la noche del tiempo. Pero de noche aparece el mamut mujer de coitos por ejemplo. Que emboca vulva al miembro y enarca la testuz. Tú tú tú tú. De: La inquietante extrañez | |
Hay una ciudad que me espera en el sur y es extraño que no tenga tu nombre grabado en las paredes (necesito emborracharme cerrar todas las ventanas que dan a esta tarde necesito saber la cantidad exacta de deseperación que anida en esta hora) ... | |
16 A Juana Rosa Pita Una espina en la garganta puede vaciar la voz. Pero la voz vacía también habla. Sólo la voz vacía puede decir el salto inmóvil hacia ninguna parte, el texto sin palabras, los huecos de la historia, la crisis de la rosa, el sueño de ser nadie, el amor más desierto, ... | |
La infancia es una gracia que me fue desprendida. Aquello que se viene me devuelve persona con brío de reír. Ya no tengo memoria para el nombre del árbol y semilla tallada. Ni de aquel que resiste con caballos en las palmas y tiene a cada lado una rienda tejida. Lo cierto más oscuro, cuando divago ... | |
this heart, I know, does glow too strange, too restless, too untamed.Matthew Arnold Yo inventé tu amor como se inventan tantas cosas. Salía en la niebla y la llovizna solitaria daba largos paseos por la costa mientras se hablaba de mí en voz baja. Nunca te amé. Ni a tu fantasma ... | |
A recorrer me dediqué esta tarde Las solitarias calles de mi aldea Acompañado por el buen crepúsculo Que es el único amigo que me queda. Todo está como entonces, el otoño Y su difusa lámpara de niebla, Sólo que el tiempo lo ha invadido todo Con su pálido manto de tristeza. Nunca... | |
Ojos claros, serenos, si de un dulce mirar sois alabados, ¿por qué, si me miráis, miráis airados? Si cuanto más piadosos más bellos parecéis a aquel que os mira, no me miréis con ira porque no parezcáis menos hermosos. ¡Ay, tormentos rabiosos! Ojos claros, serenos, ya que así me miráis, ... | |
