|
25 poemas aleatorios | |
Ya no puedo volver ¿cuál es mi patria? Me han pedido que descanse el corazón que resucite la insistencia lograda tenazmente que reitere mi atención por el perfume de las pálidas estrellas imprevistas. En el principio de las huellas allá lejos permanecen un símbolo enfermo ... | |
Sobre tu nave un plinto verde de algas marinas, de moluscos, de conchas, de esmeralda estelar , capitán de los vientos y de las golondrinas, fuiste condecorado por un golpe de mar. Por ti los litorales de frentes serpentinas, desenrollan al paso de tu arado un cantar: Marinero, hombre libre, ... | |
Éstos son los cuerpos de amantes que recuerdan. Cuerpos tatuados en lechos verdes y resucitados en la humedad para recibir la partícula invisible del amanecer y agotarte y agotarme hasta la última gota del diluvio. Líneas dibujando líneas. Cita dibujando en tu boca mi cuerpo ... | |
He alzado mis desnudos brazos hacia el cielo rogando agua, sin respuesta. He hundido en las entrañas de la tierra mis nudosos dedos en busca de la fuente, inútil. He alzado mi delgado cuello oteando el horizonte en busca del oasis y sólo veo arena. Muero de sed esperando la lluvia ... | |
Se cose a la medida y por encargo con la aguja punzante del destino, se bordan con las hebras del camino el traje dulce y el vestido amargo. El alma deshilvana su letargo y en las bastas del paso peregrino echibe de la vida su más fino muestrario de ropajes, sin embargo. ... | |
A doña Panchita el sol la hizo de carne trigueña. El sol la hizo buena moza. El sol la hizo buena hembra. Le puso negro el cabello; negras las pupilas negras; le puso dulces los labios; le puso dulce la lengua. Dicen que dicen que doña Panchita novia es del sol tropical que la besa. Dicen que ... | |
Las tensiones primordiales forman a menudo una cruz es decir, se resuelven en un punto y punto con punto con punto construyen el núcleo de la red donde los vacíos intermedios sostienen el curso y el devenir del mundo como se sostiene desde siempre el telón endeble que simula el cielo. ... | |
de máquinas de triturar utopías, de bombas inteligentes y débitos automáticos, colocaré las tablas de mi mesa en cualquier calle para vocear a los cuatro vientos: se regalan palabras en desuso. Entonces de mano en mano alas manuscritas, olas abecedarias, rojos vendavales, ... | |
Mujer, perfúmame el campo; da a mi malestar tu aroma, y que se pongan tus manos entre el tedio de mis rosas, ¡Olor a carne y romero, traje blanco y verdes hojas, ojos negros entre todo lo que azula y lo que dora! Y tu risa de amor, y tus concesiones de novia, y el bien que siempre ... | |
Mis córneas heridas saltan la barda un balido seco cierra la tarde aún pastan las ovejas y más nómada la luz clava tendido sobre la tierra ciego el amor. (De Silencio de alas) | |
Oyendo mis cantares y refranes, Acatando mi fe y sabiduría, En premio dispusieron cierto día, Ofrendarme una virgen los bramanes. Y eras tú, mi Aegandyra enamorada, De dulce y triste y lánguida mirada; Tan tractiva y pálida belleza, Que toda la India te juzgó al extremo De un esfuerzo ... | |
Espíritus de seis alas, seis espíritus pajizos, me empujaban. Seis ascuas. Acelerado aire era mi sueño por las aparecidas esperanzas de los rápidos giros de los cielos, de los veloces, espirales pueblos, rodadoras montañas, raudos mares, riberas, ríos, yermos. Me... | |
Te conoce la savia cuya lágrima evoca tu desnuda pupila de neón canicular. Igualmente la ola, la semilla, la rosa reconocen tu anuncio: VIDA, LUZ y VERDAD. Pero, nada de mitos empolvados de sombra con espectros azules y leproso rubor. Milagros y auroras publicitarias sobran cuando, ... | |
No me duele morir. Tengo hambre de tiempo, costra de las cosas, de destrucción, de lucha; somos la imagen del derrumbe, una montaña contraída de ácidos; bebemos agua serenada y un diamante es el cimiento sobre el cual construimos edificios de espuma. Apenas se puede avanzar ... | |
Ando buscando mieles y frescura para mis labios secos, y no sé cómo encuentro ni por dónde ardores y tormentos. Ando buscando almíbares que endulcen estos agrios versos, y no sé cómo ni por dónde siempre se les cruza un duelo. Y el cielo y Dios bien saben que no tengo... | |
No hay pájaro que ronde a estas alturas por la anchura del cielo despejado; la bóvedad es azul, mediterránea, pero de sumo ardiente, intransitable. Fustiga la hora nona el parabrisas con la acupuntura de los rayos; imaginad entonces la intemperie que abrasa los perímetros del éter: ... | |
Has apurado el plazo que la noche te había concedido, y a quien la luz ha de traer ya lo conoces. Si vuelves hacia casa, con tus pasos volverán sus pasos. Y a tu fatiga su fatiga habrá de acompañar. La fiesta ha terminado y queda su enseñanza: como una vieja deuda contraída, ... | |
Tú, cadáver, camina con madura amenaza de albor, fúnebre risa y ojos cerrados para darte prisa en dslizar el pie quebrado. Ay, jura por la capilla donde yacen dura cucarda, cetro, banderín, incisa boca de luto, patriarcal camisa. (A tiro hecho, la legión murmura.) Auxilio y brecha ... | |
Señor de los Milagros Señor de los Milagros, cuya presencia data de por el mil seiscientos en valles calchaquíes; Señor, en Cruz tan negra, contra rayos de plata, con heridas sangrantes que cuajan en rubíes. ¿Dónde quedó tu manto de púrpura escarlata, patrono de maizales ... | |
Mi madre algo tiene de maga y de palmera Se arrodilla ante mí Me unge los párpados Entre los senos Asoma su amuleto Gotas de púrpura Deslíe Por un doble desfiladero Hacia el fragante valle Con su fuente de espíritus Su corza herida Y su lecho de malva Entre dos sauces ... | |
No digáis que agotado su tesoro, de asuntos falta, enmudeció la lira. Podrá no haber poetas, pero siemprehabrá poesía. Mientras las ondas de la luz al besopalpiten encendidas; mientras el sol las desgarradas nubesde fuego y oro vista; mientras el aire en su regazo lleveperfumes y armonías; ... | |
Vivo junto al hombre que amo; en el lugar cambiante; en el recinto que colman los siete vientos. A la orilla del mar. Y su pasión rebasa en espesor las olas. Y su ternura vuelve diáfanos y entrañables los días. Alimento de dioses son sus labios; sus brillos graves y ... | |
Me hice viejo pero no sabio. Todo lo que aprendí sobre el amor de nada me sirvió. todo lo que vi en el corazón de las mujeres no era todo lo que había en el corazón de las mujeres. Con las piedras que tropecé no volví a encontrarme; otras nuevas me hicieron caer. Cuando... | |
Todo el dolor te navegaba por la sangre. Un río largo descendía por la historia hasta llegar a tu lugar preciso. La sombra iba nadando sobre el río. El aire le pasaba la mano suavemente. Y los sauces lloraban siglo a siglo sus hojas, su rocío, su ternura, para amparar la soledad del hombre. ... | |
La brisa, la palabra, el árbol, solos en el bolsillo del niño que no vendrá, bordan con hilo sutil. La yerba húmeda esconde a la noche, nadie encontrará su país. Esta historia no aspira a cruzar puentes. Espera noticias del mes acá todavía. ... | |
