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25 poemas aleatorios | |
Por un hondo camino me aproximo a la historia que en la honda sandía me sangra frescamente. Es como hacer alegre calado en la memoria recordar a mi madre sandía hundidamente. Y me hundo profuso en la roja sandía, y a mi madre me encuentro, filial en el regazo, sentada en el profundo ... | |
Majestuoso el tiempo cuando duerme preserva el ambarino amor caudal de los asombros del origen al reencuentro. Subo la escalera del invierno, el tiempo se detiene. La luz guía mis pasos brota del corazón a la cima: soy un resplandor que fluye con el cielo ... | |
Por el pueblo ceniza, van las tres tontas. La una lleva una piedra, un jarro lleva la otra y la tercera va a misa, lleva un rosario de moscas. —Ponerlas la zancadilla—, los chicos les tiran cosas. —¿Quieres ser mi novia, Elisa?, se sonríe la más boba. —Es mentira que me... | |
Ahora puedo hacer llover, enderezar las ramas torcidas, levantar a los muertos. Hágase la luz, digo, y toda la ciudad se ilumina. ¡Qué fácil es ser Dios!... | |
Alumno adelantado en la carrera de ser todo corazón, Carrol se acuesta con la la vida, tornando claros los oscuros motivos. Con esa jodida forma de ternura que ejercitan los porteños –disimular, disimular- la, con dignidad y hombría ?Carrol pasea... | |
Estaba María santa contemplando las grandezas de la que de Dios sería Madre santa y Virgen bella el libro en la mano hermosa, que escribieron los profetas, cuanto dicen de la Virgen. ¡Oh qué bien que lo contempla! Madre de Dios y virgen entera, ... | |
Devora el sol final restos ya inciertos; el cielo roto, hendido, es una fosa; la luz se atarda en la pared ruinosa; polvo y salitre soplan sus desiertos. Se yerguen más los fresnos, más despiertos, y anochecen la plaza silenciosa, tan a ciegas palpada y tan esposa como herida... | |
(Procesión) La Virgen de los Milagros es la patrona del Puerto. Para el ocho de septiembre, se asoma al balcón del río. Las aguas del Guadalete, soñando, van de verbena. San Alejandro, alto puente, biznaga de farolillos. La Virgen de los Milagros era una Virgen guerrera. ... | |
Has soñado con trenes incendiados en una tierra triste y estás triste. Ha llegado el momento de elegir entre ser un canalla o aprender a compartir sin paz y sin remedio la maravilla con la humillación. Todo es edad. Hay pájaros ahogados en la saliva con la que no cantan, voces sin... | |
Tierno saúz casi oro, casi ámbar, casi luz | |
no se doblega el halcón frente a las llamas color petróleo de la noche, dónde está... díganme: la rodilla del halcón ? dónde entonces, un halcón genuflexo? o cuándo? y qué hacer con él si no vuela? si acepta de buen grado arder en el cielo nocturno, por siempre? ... | |
Puto es el hombre que de putas fía, y puto el que sus gustos apetece, puto es el estipendio que se ofrece en pago de su puta compañía. Puto es el gusto, y puta la alegría que el rato putaril nos encarece; y yo diré que es puto a quien parece que no sois puta vos, señora mía. ... | |
Los mangos en el plato como en desmesurado desierto no se asoman al tiempo. No abren sus fisuras de luz ni vibra la cerrazón de su carne, carne compacta que transcurre para nada, carne de monja. Y en la geometría del cuarto son el planeta inmóvil, la cosa oscura que no sabe ... | |
Fui a cagar en tu cuerpo, por verlo tan desnudo. Hoy es tu alma un despojo, una cosa sabida y el cenicero habla tan sólo por los dos. He sorbido tu espíritu y de él nada queda: tu rostro se parece hoy a nadie, a una persona de ésas sin alma y rostro que vemos por la calle cruzando ... | |
Si yo te odiara, mi odio te daría en las palabras, rotundo y seguro; ¡pero te amo y mi amor no se confía a este hablar de los hombres, tan oscuro! Tú lo quisieras vuelto un alarido, y viene de tan hondo que ha deshecho su quemante raudal, desfallecido, antes de la garganta, antes del pecho. ... | |
¿Vinieron ellos?Sí.¿También Él?Sí, también.¿Cenaron ellos?Sí.¿Y Él, dime, y Él cenó, dime, cenó?No sé, no sé.*** Yo sí lo sé, y, también la cena, que se heló. De: Los despojos del Sol Selección: Guido Ferrer | |
Cada uno de mis poemas pretendió ser un instrumento útil de trabajo.Pablo Neruda (Estocolmo, 1971) Las páginas no sirven. La poesía no cambia sino la forma de una página, la emoción, una meditación ya tan gastada. Pero, en concreto, señores, nada cambia. En concreto, cristianos, ... | |
Muchas veces volvió el Cerbatanero con los ojos más hondos que el desvelo. —Cerbatanero di ¿dónde está el cielo? —Ya Dios se lo llevó... —¿Entero?... —Entero, y fue... | |
Oh días consagrados al inútil empeño de olvidar la biografía de un poeta menor del hemisferio austral, a quien los hados o los astros dieron un cuerpo que no deja un hijo y la ceguera, que es penumbra y cárcel, y la vejez, aurora de la muerte, y la fama, que no merece nadie, y el hábito de urdir ... | |
Ni tiniebla ni caos. La tiniebla requiere ojos que ven, como el sonido y el silencio requieren el oído, y el espejo, la forma que lo puebla. Ni el espacio ni el tiempo. Ni siquiera una divinidad que premedita el silencio anterior a la primera noche del tiempo, que será infinita. ... | |
cada palabra es una flor que aborrece su forma y su olor desprecia, cada flor es una voz. un lenguaje abierto a la piedad, al amor, al tedio, un cosmos reunido en una breve mancha nacida para el aire, tímido latido del inmenso letargo celestial esa flor, un vagido tal vez... | |
Este carriel de nutria, señoras y señores, Fue antaño la bandera de un colonizador, Tal vez un Juan sin Cielo hundido en los blasones De algún tatarabuelo del imperio español. No sé qué guarda dentro: quizás diez arreboles Recogidos en viajes de Quimbaya a Sonsón; Una mazorca de oro, ... | |
Un fluir de orgullo ha estado negando la escritura en este libro igual que el tordo vil negara comer frutos y simientes que regala el suelo vivo. Un fluir de no inocencia ha querido contar hasta el último peldaño entre las zarzas de esta casa. Mi claroscuro ser con el afán de un sentimiento ... | |
Abril es ella quien habla por tus labios como un joven sonido desnudo por el aire En la noche ha volado con tu vuelo más alto con risa de muchacha como el fuego nocturno de los frutos del viento donde vibran los pájaros Manzana del amor su voz bajo la lluvia es un pescado rojo ... | |
Ésta es la plenitud, el tiempo entero, el sellado esplendor del mediodía. En ráfagas de luz el sol envía el oro eterno al aire pasajero. Bien dibujando el árbol, bien ligero el trazo de las hojas en el día. Más honda en cambio y más y más umbría la huella del trabajo en el sendero. Las coléricas... | |
