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25 poemas aleatorios | |
Después de hoy comenzaré la distancia. Mañana habrá lágrimas, suspiros y un nombre. Después, suspiros y un nombre. Y más lejos, sólo será un nombre. | |
Doña Sancha entró en Vilvestre, todos a recebirla salen, coberturas villutadas, bofordando van Mudarra a doña Sancha las manos le fue besare diziendo a altas bozes: ¡Justicia el cielo faze! Señor, d 8242;este traidor tú me quieras vengar . Entonce dixo don Mudarra a doña Sancha ... | |
El poema de esta tarde es un sordo rumor que trepa en las esquinas de esta mujer alerta bajo el árbol frondoso de los cables las lámparas de mercurio las sirenas de los fuegos ¿De dónde vendría el ánimo como un potro a echarse a mis pies vuelto un perro de mirada seria? ... | |
Si no puedes dormir levántate y navega. Si aún no sabes morir sigue aprendiendo a amar. La madrugada no cierra tu mundo: afuera hay estrellas, hospitales, enormes maquinarias que no duermen. Afuera están tu sopa, el almacén que nutre tus sentidos el viento de tu ciudad. Levántate y enciende ... | |
Juro no alzar la voz. No sublevarme. No decir la verdad cuando nos duela. Ofrecer la mejilla cada vez que me ofendan. A los pobres daré limosnas. Comeré pan duro para ser bueno con todos. Sólo dinero (pues no tengo nada) no habré de repartir... Después morir tranquilamente ... | |
El invierno recrudece la melancolía de la tortuga ecuestre El invierno la viste de armiño sangriento El invierno tiene pies de madera y ojos de zapato La esmeralda puede resistir la presencia insólita del tigre Acoplado a la divina tortuga ecuestre Con el bramido de la selva llorando por el ojo ... | |
Las vertientes las órbitas han perdido la tierra los espejos los brazos los muertos las amarras el olvido su máscara de tapir no vidente el gusto el gusto el cauce sus engendros el humo cada dedo las fluctuantes paredes donde amanece el vino las raíces... | |
Adelante señores, tomen asiento, aunque no me crean les tengo un enorme respeto. Hace tanto que los espero y, sin embargo, ahora que aquí los tengo me viene a tiritar la vozNosotros también te conocemos hace mucho - dijeron los muertos que me visitaban- ... | |
Cuatro pasos de agua son frontera entre su ombligo y la autopista. Confío en la ruta de mordiscos de su espalda. ¿Me anochece para siempre esta señal? ¿O es brújula de luz para la tarde? | |
Si miro el mar ahora está tu pura mirada en ese rostro amplio y sombrío; plata y azul, y niebla sobre un rio que alcanza ya su desembocadura. Plata y azul. Y niebla que perdura sobre mi corazón muerto de frio, extraño a los rigores del estío, sin más calor ni luz que su amargura. ... | |
Una blancura te inunda los dos pechos: eres pura. Y sube... | |
Porque naces de mí Eres mi poema. Mi cuerpo Con la fuerza del viento Se enreda en la tierra Como el polvo de tus huesos. Puedo mirarte en la violeta Tú no lo sabes Lo sientes Sin saber que eres tú. Flor silvestre de Inglaterra Tus raíces sobre mí. Puedo tocarte... | |
Viendo caer el tiempo, la alameda devuelve tus pasos como fin de la imagen, ahora que la ceniza se dispersa en el río y sólo tus palabras lo trascienden. Palabras que se marcan en la niebla. Se confunden los signos entre el arco que lanza su verdad y un hombre eternizado en lo más verde. ... | |
Ojos de aullar, mirada de mugido y lengua errante en boca del ahogado. ¿A eso vine? Mi reclamo es humilde: encontrar sed de tigre en boca de la niña y hambre de halcón en esa sed. Pero calzo estos días que nunca dejan huella y me visto de oscuros animales que se muerden la cola ... | |
En este poema de muertos se te murió tu padre, se murieron tu abuelo y tu siembra y se acabó la tarde en una mirada. En este poema de muertos se murió el amor de tus antiguos, se murieron tus pájaros y se calló la estrella de tu frente como un puñado de rosas enfermas. ... | |
La tarde es azul como su rostro. El día se despinta sin pompa de las paredes y la fiebre de sol hace crujir los huesos de los edificios el único abrigo (sus abrigos) son el ruido y la esperanza de no despertar. | |
Nos volvemos a ver. Año tras año soñé con encontrarte en mi camino. ¡Sol de mis ojos, luz de mi destino! ¿No quisieras, mi bien, tomar un baño? Nos encontramos uno al otro extraño: Gordo tú, flaco yo ¡mundo mezquino! y me complace ver ¡oh, desatino! que hay cosas que no cambian ... | |
teniéndome cerca de espaldas a mi nombreinterrumpida tantas veces por desconocidos sin misión con restos de agua en las manos y esos locos ese imperio tras de mi De: A fuerza de ciudad Selección de la autora | |
La pluma inunda el ave. La rosa se concentra y pétalo por pétalo refugia su perfume en sus espinas. El árbol ,regresando por la savia busca el lodo y el hueso y acurruca su verde en la semilla. El hombre se repliega en sus facciones, toca su llaga viva, e introduce su imagen... | |
Signifícase la propia brevedad de la vida sin pensar y con padecer, salteada de la muerte | |
Fue sueño ayer; mañana será tierra! ¡Poco antes, nada; y poco después, humo! ¡Y destino ambiciones, y presumo apenas punto al cerco que me cierra! Breve combate de importuna guerra, en mi defensa soy peligro sumo; y mientras con mis armas me consumo menos me hospeda... | |
Un día dices: la uña. ¿Qué es la uña? Una excrecencia córnea que es preciso cortar. Y te la cortas. Y te cortas el pelo par estar a la moda y no hay en ello merma ni dolor. Otro día viene Shylock y te exige una libra de carne, de tu carne, para pagar la deuda que le debes. Y, después. Oh, después: ... | |
Por la piedra que me tropieza Por los atajos que me has dejado Por la infancia de mis ideas Por mi vocación de rueda Por mi confusión eterna Entre el bien y el mal Por mis profecías Por esta ansiedad que me mueve la vida Por la gloria y el aplauso Por el ridículo y la soledad ... | |
Todas las tardes, las benditas, las ilusorias tardes mi padre compra Avance. Testamentos de cenizas, minucias de la caducidad. En el crepúsculo crujen las grandes hojas tontas que solo mi padre maneja con esa desolada sagacidad. La sombra se está... | |
Aunque la noche, conmigo, no la duermas ya, sólo el azar nos dirá si es definitivo. Que aunque el gusto nunca más vuelve a ser el mismo, en la vida los olvidos no suelen durar. | |
Cómo quisiera despertar cantando. Pero amanezco, en cambio, dolorida de no haberme quedado en ese espacio, en ese tiempo de morir prestada. Una isla no inscripta en ningún mapa, una célula enferma de ignorancia, un asfixiado mundo en miniatura, una avanzada humanidad triunfante, ... | |
