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25 poemas aleatorios

 

   La lengua de las mareas (3)

   Christian Formoso Bavich

primeros versos

Llegas tarde. Sólo mis huesos saldrán a recibirte. De: La lengua de las mareas Selección: Guido Ferrer

 

   Canto (XI)

   Mario Bojórquez

primeros versos

Porque dejan tus manos el cincel en el borde de antiguas limaduras Tus manos que labraron tu boca para decir palabras donde el norte crecía Nada Ni un cabalgar de noche a lomos de la savia Un continente errante en la espalda encorvada Un mínimo silencio que diga sí, adelante ...

 

   Breve comunicado al Che

   Luis Vidales

primeros versos

Yo podría decirte libertador o grande o Héroe Cuando arreabas el tiempo de América. Pero todo calificativo te limita Y prefiero decirte Che Guevara. Si te digo salvador resulta poco. O que tu gloria es grande como nuestro Mapa. Todo adjetivo se desajusta a tu modelo ...

 

   El toro

   Rafael Morales

primeros versos

Es la noble cabeza negra pena, que en dos furias se encuentra rematada, donde suena un rumor de sangre airada y hay un oscuro llanto que no suena. En su piel poderosa se serena su tormentosa fuerza enamorada que en los amantes huesos va encerrada para tronar volando...

 

   Flor esdrújula

   Eunice Odio

primeros versos

I Zulay quiere un teléfono de mano, (monstruo pequeño para la sortija) un teléfono cándido, flor esdrújula, por donde baje el corazón al hilo. Por los teléfonos de mano vienen niños decimales, botecillos en flor, vienen muelles de mano atados a una cuerda de guitarra. Por los teléfonos de mano ...

 

   Ave Cesar

   Luis G. Urbina

primeros versos

¡Ave Cesar! Herido voy, herido; no me alienta la muchedumbre que en el circo clama, y entona canto a la verde rama que allí en a sien del vencedor se ostenta. La misma multitud es la que afrenta al que en la lucha desigual, se inflama, y al fin sucumbe, sin honor ni fama, la espada rota y la cerviz ...

 

   los ciclistas en marte...

   Héctor Rosales

primeros versos

los ciclistas en marte adquieren grandes velocidades sus robustas anatomías gozan perenne juventud persistentes carreteras de estos marcianos deportistas cuentan que algunos constantemente corren fuga inusitada según superstición...

 

   Masa

   César Vallejo

primeros versos

Al fin de la batalla, y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre y le dijo ¡No mueras; te amo tanto! Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo. Se le acercaron, dos y repitiéronle: ¡No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida! Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo. Acudieron a él, veinte, ...

 

   Otro domingo más sin tu mirada...

   Rafael de León

primeros versos

Otro domingo más sin tu mirada, dejándome morir junto a la gente que pasa y que traspasa indiferente a mi canción de amor desesperada. Una yegua de celos colorada corre llena de furia por mi frente y galopa de oriente hasta occidente en busca de tu falsa...

 

   No disfruto con el baile

   Yolanda Pantin

primeros versos

Qué escogencia la mía tan difícil Si un perro es la barcina de mi casa la misada que decía, gata cuando todo era claro a mi entender qué terca vivir en el pasado En aquellos que he amado están atrás mis padres recordándome que no, que no son ellos Y yo vuelvo y los abrazo ...

 

   Campanario pleno

   Lil Picado

primeros versos

Ya repican mis campanas los albores de mi cuerpo; un ángelus verde y loco me galopa en el cerebro, me traspasa todo el vientre, ¡ay!, me resuena en todo el sexo. Por ti llaman mis campanas a los oficios primeros, ¡ay!, oficios de ternura de la liturgia del beso. Mi pecho ahora es campanario ...

 

   Los mendigos pelean por España

   César Vallejo

primeros versos

Los mendigos pelean por España mendigando en París, en Roma, en Praga y refrendando así, con mano gótica, rogante, los pies de los Apóstoles, en Londres, en New York, en Méjico. Los pordioseros luchan suplicando infernalmente a Dios por Santander, la lid en que ya nadie...

 

   Compromiso

   Kenny Rodríguez

primeros versos

Este deseo diario de rascar tu espalda tibia y sudorosa, de brillar en tus ojos quietos y profundos, de amarte salvajemente hasta deshilachar las soledades, de ruborizarme con plena conciencia cuando encuentro mi desnudo entre tus labios, será mi compromiso único y vital. ...

 

   Elegía

   Luis Alfredo Arango

primeros versos

Ahora tenés tiempo y tenés tiempo y recordame. No me perdás en tu cabeza. Tantas veces que juntaste fuego para mí, para mis huesos. Pero yo era leña verde. Me quemaba con aquella comezón, con aquel chisperío. Sólo para eso serví. Para echar humo y hacer alharacas. De puro gusto. De macho ...

 

   aura en ráfaga de caligrafía...

   William Johnston

primeros versos

aura en ráfaga de caligrafía zumbido bacanal despierta talismán poemita en revelada idolatría atroz para los sentidos los idus de febrero erosionan al pensamiento miento al decir que todo lo que toco es oro o piel como vuelo oropelado del manatí para ti la palabra es sal...

 

   Así suspenso ni crucificado...

   Félix De Azúa

primeros versos

Así suspenso ni crucificado ni en fúnebre meditación ni en cruz ni en sepultura suspendido en perpetuo descenso la figura está inmóvil tras ochocientos años. Crueles escultores y conversos que acudían y un mísero ladrón le mantienen en perpetua agonía. Mil años...

 

   El canto quiere ser luz...

   Federico García Lorca

primeros versos

El canto quiere ser luz. En lo oscuro el canto tiene hilos de fósforo y luna. La luz no sabe qué quiere. En sus límites de ópalo, se encuentra ella misma, y vuelve.

 

   Musgo

   Carlos Guido y Spano

primeros versos

Torné a ver la vieja ermita, se halla todo en su lugar: la lámpara moribunda, la flor mustia en el altar. Doquier quedan las señales de la dulce, antigua fe: allí está la Dolorosa, allí el Cristo que adoré. ¡Cuántas veces, siendo niño, el santuario a media luz, me llevó mi tierna madre a besar juntos ...

 

   Mis prisiones

   Manuel Altolaguirre

primeros versos

Sentirse solo en medio de la vida casi es reinar, pero sentirse solo en medio del olvido, en el oscuro campo de un corazón, es estar preso, sin que siquiera una avecilla trine para darme noticias de la aurora. Y el estar preso en varios corazones, sin alcanzar conciencia de cuál sea la verdadera ...

 

   Despojos

   André Cruchaga

primeros versos

Eternidades que están atravesando mi alma. Manuel Altolaguirre En todas partes el fríoInunda las callesY las esquinas envejecen La gente aflora sus toxinasDe pronto se cuelan los recuerdos Por el orificio Cinematográfico De los calendarios No sé cómo este mundo apretado ...

 

   Escrito con tinta verde

   Octavio Paz

primeros versos

La tinta verde crea jardines, selvas, prados, follajes donde cantan las letras, palabras que son árboles, frases que son verdes constelaciones. Deja que mis palabras, oh blanca, desciendan y te cubran como una lluvia de hojas a un campo de nieve, como la yedra a la estatua, ...

 

   Ya no tengo miedo

   José García Nieto

primeros versos

Yo, siencioso, en un rincón tenía miedo R.D. No; ya no tengo miedo. De noche, algunas noches hace mucho tiempo, con miedo dentro de los ojos y entre las manos encontradas solas, y en los labios, sin la oración de pronto, sin el beso todavía, creía ver vacíos gigantes que avanzaban ...

 

   Jornada

   Vilma Vargas

primeros versos

Aquí quedó oscilando mi última furia. Engullo cada mancha de la pared, cada clavo. Y me siento dueña de mi voz descolgándose, palpo sus aristas y me quedo quieta, absorbo su semilla y ya no se esparce. Me tiendo sin una piedra o talismán. Recorro el cuarto con los ojos abiertos: ...

 

   Dos canciones de amor para el otoño

   José Coronel Urtecho

primeros versos

I Cuando ya nada pido y casi nada espero y apenas puedo nada es cuando más te quiero II Basta que estés, que seas que te pueda llamar, que te llame María para saber quién soy y conocer quién eres para saberme tuyo y conocerte mía mi mujer entre todas las mujeres.

 

   Sin fe

   Vicente Aleixandre

primeros versos

Tienes ojos oscuros. Brillos allí que oscuridad prometen. Ah, cuán cierta es tu noche, cuán incierta mi duda. Miro al fondo la luz, y creo a solas. A solas pues que existes. Existir es vivir con ciencia a ciegas. Pues oscura te acercas y en mis ojos más luces siéntense sin mirar...