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25 poemas aleatorios | |
Eso es lo que soy: fragmento de una vida tuya, de una obra tuya, de una carta mía. De: Obras incompletas Selección: Pablo Crespo | |
Oh!, ¡Cuán fría está tu mano! ¿Ríes? ¿Por qué ríes? Chocan tus dientes. Hay algo extraño en tus ojos. Tus miradas hieren como dagas. Me hace daño tu risa, me aterra el frío de tu mano descarnada: ¡Déjame ... | |
Cuando los Dioses nos retiran el habla, soplo por el cual el alma canta y da calor y neuma -todo soplo de vida-, el ánima, empalidece y calla. Como podría ser en su mudez la roca, y preparar encuentros con la luz de nuevos Dioses? o la luz tocar a diana, para repatriándonos , ... | |
No con lechos viscosos ni con instrumentales de tortura, no con esas aviesas escaleras que te devuelven siempre al enemigo prometido, ni con falsos paneles ni laberintos circulares, y aun menos con la llama inextinguible que te devora y te preserva indemne -¡ah la intolerable prestidigitación ... | |
A quienes disimulen tus milagros y se laven el alma: a quienes siembren lanza entre tus páginas Hijo nuestro perdónalos clavados en la cruz de la Palabra ¡no saben lo que nacen! (De: Manual de magia) | |
No mires hacia atrás: Ya nada queda: la casa, el sitio, la ciudad, el soto, escombro, hueco, ripio, humo remoto o acaso turbia y leve polvareda. Mira adelante, aunque te retroceda el ánimo: El futuro no está roto: si oscuro, intacto; fértil, porque ignoto. Quiera tu voluntad, tu ánimo pueda. ... | |
Abrí sin malicia. Curiosidad femenina, usted sabe. La vasija venía sellada. Pero la hoz del destino tiene el poder de arrebatar luz al día. Y en la granada de su boca, el hado arrebaña sus demonios mientras me dice que yo, y cada uno de nosotros que cayó como lluvia en este lugar, ... | |
Yo no tengo que mirar ese pájaro para que siga ahí dándome belleza Sólo necesito observarlo en el recuerdo Y la rama tampoco necesita estar si se estremece Me basta cerrar los ojos para que tiemble para que la roce con el monte el suspiro Selección: Eduardo Milán y Ernesto ... | |
Sin temor de morir, casi viviendo, el corazón bajo una rueda... | |
Era un omne pobre qe vivié de raziones, non avié otras rendas nin otras funcïones fuera quanto lavrava, esto poccas sazones; tenié en su alzado bien poccos pepïones. Para ganar la Gloriosa qe él mucho amava, partiélo con los pobres todo quanto ganava; en esto contendié e en esto... | |
J) De cómo una dama consciente entrega sus riquezas y joyas a quien recorre los campos de guerra empuñando la aniquilación. Señor de la Muralla portadora alta sobre toda cabeza imploro un poco de tu fértil riego Mira este rostro de ágata promesa de sabias noches la tolerancia ... | |
La sentencia era como esos calcos en que el relieve delamor deja un vacío semejante a sus culpas. Me arrojaron al mundo en mi ataúd de hielo. Una tierra sin nombre todavía corrió sobre este rostrocon que habito en la desconocida: era la tierra del castigo. Era la hora en que comienzo ... | |
Entre sus mismas hojas la muerte juega a perderse Se acerca el día del juicio final, my crazy baby Sus hojas todas fresquitas... | |
cuervos en mi mente sobre su querido cuerpo es el gran frío de la noche lo negro pasión de nuestros señores los deseos... | |
Quiero entrar a un jardín de rosas, oscuras, rojas, redondas, ovales, aterciopeladas, como las que vi de chica, con perfume a vino, a uva y a manzana, que, no sé por qué llamaban Estrellas. De Francia. Sentarme, allí, oculta. Y que pasen, cerca, casi rozándome, mientras... | |
Cómo van la palabra y su gato? ¿Cómo van sobre la hoja la palabra y su gato Ronroneando y mirándose a los ojos Por los que entra el mundo y se renueva? ¿Cómo van el aire y el tiempo alisando sus pelajes? ¿Cómo van... | |
Yo canto porque no puedo eludir la muerte,porque le tengo miedo, porque el dolor me mata.La quiero ya como se quiere el amor mismo.Su terror necesito, su hueso mondo y su misterio. Lleno del fervor de la manzana y su corrosiva fragancia,lujurioso como un hombre que sólo una idea tiene, ... | |
A Francis de Miomandre Habla con dejo de sus mares bárbaros, con no sé qué algas y no sé qué arenas; reza oración a dios sin bulto y peso, envejecida como si muriera. En huerto nuestro que nos hizo extraño, ha puesto cactus y zarpadas hierbas. Alienta del resuello del desierto ... | |
Adiós, locura de mis treinta años, besado en julio bajo luna llena al tiempo de la herida y la azucena. Adiós, mi venda de taparme daños. Adiós, mi excusa, mi desorden bello, mi alarma tierna, mi ignorante fruta estrella transitoria que se enluta, esperanza de todo por mi cuello. ... | |
Creyente sólo en lo que toco, yo te toco, mujer, hasta la entraña, el hueso, aquello que otros llaman alma, tan unida, tan cerca de la carne mortal y voluptuosa o siempre ardiente o nunca maltratada sino dulce, oscilante entre querer y subir, adentro de la espuma. Te toco, dije, mujer, hasta... | |
Se olvidaron de mí, me dejaron aparte. Y yo no sé quien soy porque ninguno ha dicho mi nombre; porque nadie me ha dado ser, mirándome. Dentro de mí se pudre un acto, el único que no conozco y no puedo cumplir porque no basta a ello un par de manos. (El otro es el espacio ... | |
esta lúgubre manía de vivir esta recóndita humorada de vivir te arrastra Alejandra no lo niegues hoy te miraste en el espejo y te fuiste triste estabas sola y la luz rugía el aire cantaba pero tu amado no volvió enviarás mensajes sonreirás tremolarás tus manos así volverá tu amado tan amado... | |
Llega en buen hora, más no presumas ser de estos valles regio señor que en el espacio mueren tus brumas cuando del seno de las espumas emerge el astro de esta región. En otros climas, a tus rigores pierden los campos gala y matiz, paran las aguas con sus rumores, no hay luz ni brisas, ... | |
¿Hubo n día jamás, un solo día, cuando el amor mil dichas me brindaba, en que la cruda mano del destino la copa del placer no emponzoñara? Tú lo sabes, mi bien: el mismo cielo para amarnos formó nuestras dos almas; mas con doble crueldad, las unió apenas, las quiso dividir, y las desgarra. ... | |
Su cuerpo resonaba en el espejo vertebrado en imágenes distantes: uno y múltiple, espeso, de reflejo reverso ahora de inmediato antes. Entraba de anterior huída al dejo de sí mismo, en retornos palpitantes, retenido, disperso, al entrecejo de dos voces, dos ojos, dos instantes. ... | |
