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25 poemas aleatorios

 

   Cuéntame cómo vives

   Gabriel Celaya

primeros versos

Cuéntame cómo vives; dime sencillamente cómo pasan tus días, tus lentísimos odios, tus pólvoras alegres y las confusas olas que te llevan perdido en la cambiante espuma de un blancor imprevisto. Cuéntame cómo vives. Ven a mí, cara a cara; dime tus mentiras (las mías son peores), ...

 

   Por tus ojos encendidos

   José Martí

primeros versos

Por tus ojos encendidos y lo mal puesto de un broche pensé que estuviste anoche jugando a juegos prohibidos te odie por vil alevosa te odie con odio de muerte lastima me daba verte tan tirana y tan hermosa y por la esquela que vi no se cómo ni cuándo se que estuviste llorando ...

 

   Ay Transportad mi corazón al cielo

   Carolina Coronado

primeros versos

¡Ay! transportad mi corazón al cielo Ángeles peregrinos que habitáis las moradas divinas del Oriente y que mecidos sobre el claro ambiente por los espacios del mortal vagáis. A vosotros un alma enamorada os pide sin cesar en su lamento alas, para cruzar del firmamento la senda ...

 

   Tengo unas matas de romero…

   Pilar de Valderrama

primeros versos

Con cuánto amor, con qué sin par ternura perfumabas tu estancia de romero, avivabas las ascuas del brasero soñando en un momento de ventura. Tu pecho, rebosante de amargura: Segovia fría, soledad, Enero. En lo alto brillando algún lucero, y tú esperándome en la noche oscura. ...

 

   Canción del amor lejano

   José Angel Buesa

primeros versos

Ella no fue entre todas, la más bella, pero me dio el amor más hondo y largo. Otras me amaron más, y, sin embargo, a ninguna la quise como a ella. Acaso fue porque la amé de lejos, como una estrella desde mi ventana... Y la estrella que brilla más lejana nos parece que tiene mas reflejos. ...

 

   Uno vuelve a subir las escaleras

   Fina García Marruz

primeros versos

Uno vuelve a subir las escaleras de su casa perdida (ya no llevan a ningún sitio), alguien nos llama con una voz querida, familiar. Pero ya no hace falta contestarle. La voz sola nos llama, suficiente, cual si nada pudiera hacerle daño, en el pasillo inmenso. Una lluvia que no puede mojarnos, ...

 

   Cendal flotante de leve bruma... (Rima XV)

   Gustavo Adolfo Bécquer

primeros versos

Cendal flotante de leve bruma, rizada cinta de blanca espuma, rumor sonoro de arpa de oro, beso del aura, onda de luz, eso eres tú. Tú, sombra aérea, que cuantas veces voy a tocarte, te desvanece como la llama, como el sonido, como la niebla, como el gemido del lago azul. En mar sin playas ...

 

   Grado cero

   Clara Fernández Moreno

primeros versos

imposible saber cuándo comienza el grado cero relámpagos mojados cubren la cara hacen gente torpe es que incapaz y débil no puedo saber mi amor amado en qué momento te hiciste un trozo de eternidad

 

   Prohibido olvidar

   Mayra Oyuela

primeros versos

Después de cruzar ciertos agujeros atravesé la nostalgia como se atraviesa un suspiro en medio de cualquier semáforo. Mis zapatos tienen clavículas, bocas que se atragantan de pasos. Primigenia me apresuro, por primera...

 

   En noches como ésta me acerco...

   Roxana Crisólogo Correa

primeros versos

En noches como ésta me acerco nudo de sirenas y descoloridos carteles hacia el camino empapada de polvo en una pintura formidable dejando atrásrecordando mi voz arrastra su disonancia y sumerge tu sombra en cada estría del tapiz de oscuridad fulminante la respiración tensa es el mar ...

 

   La cita

   Adelardo López de Ayala

primeros versos

¡Es ella..! Amor sus pasos encamina... Siento el blando rumor de su vestido... Cual cielo por el rayo dividido, mi espíritu de pronto se ilumina. Mil ansias, con la dicha repentina, se agitan en mi pecho conmovido, cual bullen los polluelos en el nido cuando la tierna madre se avecina. ...

 

   Trova

   Carlos Guido y Spano

primeros versos

He nacido en Buenos Aires ¡qué me importan los desaires con que me trate la suerte! Argentino hasta la muerte he nacido en Buenos Aires. Tierra no hay como la mía; ¡ni Dios otra inventaría que más bella y noble fuera! ¡Viva el sol de mi bandera! Tierra no hay como la mía. Hasta el aire aquí es sabroso; ...

 

   Es necesario

   Raquel Jodorowsky

primeros versos

Es necesario que el día nos contemple los huesos Elevemos el amor desnudo al sol que está naciendo Yo no tengo miedo de mostrar el cuerpo que nos habita a los que pasan y adivinan nuestra miseria Faz a rostro yo te digo que en mí ya no existe ningún maravilloso secreto Porque el día descubre ...

 

   Momentos felices

   Gabriel Celaya

primeros versos

Cuando llueve y reviso mis papeles, y acabo tirando todo al fuego: poemas incompletos, pagarés no pagados, cartas de amigos muertos, fotografías, besos guardados en un libro, renuncio al peso muerto de mi terco pasado, soy fúlgido, engrandezco justo...

 

   Respeto al vino

   Eduardo Langagne

primeros versos

Respeto al vino: ha esperado su momento sin angustia. Respeto su reposo en el pausado tiempo de bodega. Respeto su apego a la delicia, su paciencia a lo oscuro, su paso por las venas de un roble que pervive. Respeto su color intenso, su cascada de líquidos rubíes. Respeto...

 

   Décima muerte

   Xavier Villaurrutia

primeros versos

¡Qué prueba de la existencia habrá mayor que la suerte de estar viviendo sin verte y muriendo en tu presencia! Esta lúcida conciencia de amar a lo nunca visto y de esperar lo imprevisto; este caer sin llegar es la angustia de pensar que puesto que muero existo. Si en todas partes estás, ...

 

   Deshojación sagrada

   César Vallejo

primeros versos

Luna! Corona de una testa inmensa, que te vas deshojando en sombras gualdas! Roja corona de un Jesús que piensa trágicamente dulce de esmeraldas! Luna! Alocado corazón celeste ¿por qué bogas así, dentro de copa llena de vino azul, hacia el oeste, cual derrotada y dolorida popa? ...

 

   La buena de la novela

   Mónica Albizúrez Gil

primeros versos

a veces nostálgica me formulo las preguntas obstinadas de las novelas rosa y digo serás tú el hombre existe en verdad el destino y me ríoni destino ni hombre ni nada solo la ilusión pasajera el recuerdo lujurioso que se queda

 

   Oda a Rubén Darío (II) (Acompañamiento de tambores)

   José Coronel Urtecho

primeros versos

He tenido una reyerta con el ladrón de tus corbatas (yo mismo cuando iba a la escuela) el cual me ha roto tus ritmos a puñetazos en las orejas... Libertador, te llamaría, si esto no fuera una insolencia contra tus manos provenzales (y el Cancionero de Baena) en el Clavicordio de la Abuela, ...

 

   A un viejo poeta

   Jorge Luis Borges

primeros versos

Caminas por el campo de Castilla y casi no lo ves. Un intrincado versículo de Juan es tu cuidado y apenas reparaste en la amarilla puesta del sol. La vaga luz delira y en el confín del Este se dilata esa luna de escarnio y de escarlata que es acaso el espejo de la Ira. Alzas...

 

   Entre irse y quedarse

   Octavio Paz

primeros versos

Entre irse y quedarse duda el día, enamorado de su transparencia. La tarde circular es ya bahía: en su quieto vaivén se mece el mundo. Todo es visible y todo es elusivo, todo está cerca y todo es intocable. Los papeles, el libro, el vaso, el lápiz reposan a la sombra de sus nombres. Latir del tiempo ...

 

   La casa de Doña Juana Nepomucena

   Francisco González Léon

primeros versos

El huerto umbroso, y aquel rosal que se alcanzaba, desde la sala de la casita a divisar. La viejecita que allí vivía; la viejecita que me contaba mientras bordaba, mientras tejía, vidas de santos, raros portentos, y tantos cuentos de encantamientos y brujería. Y las toronjas junto a las rosas: ...

 

   Palabras privadas (II)

   Felipe Benítez Reyes

primeros versos

Para el amor altivo la condena de un alto dolor. Para el amor que se enfrenta a la muerte, iluminando la tiniebla con fuegos de artificio, para ese amor la herida de las crepusculares sombras. Para el amor que ignora la sustancia funeral de la rosa , turbio aroma de un día; que desconoce ...

 

   Deseo

   Julieta Valero

primeros versos

I Transcurso Provienes de una raíz de ausencias, de un último verano de ausencias y eres suma de tristeza común como hueso. Tienes la materia de los astros, de aquello tan grande y mineral tan puro que han de pesarlo niños desaparecidos. Por eso tu efecto es devastador al modo de los pájaros. ...

 

   Mediodía

   Octavio Paz

primeros versos

Un quieto resplandor me inunda y ciega, un deslumbrado círculo vacío, porque a la misma luz su luz la niega. Cierro los ojos y a mi sombra fío esta inasible gloria, este minuto, y a su voraz eternidad me alío. Dentro de mí palpita, flor y fruto, la aprisionada luz, ruina quemante, ...