audiovideoteca por primeros versos letra t
Ta vida és un desig d agilitat; voldria ser gentil i és massa forta. Ta vida és un desig llarg i callat; és com l espectre d una flama morta... | |
de Josep Maria López-Picó en la voz de Josep Miquel Velloso |
Tabasco en sangre madura y en mi su poder sangró. Agua y tierra el sol se jura; y en nubarrón de espesura la joven tierra surgió. Tus hidrógenos caminos a toda voz transité y en tu oxígeno silbé mis pulmones campesinos. A puños sembré mi vida de tu fuerza vendaval que azúcar cañaveral espolvorea en la huida... | |
de Carlos Pellicer en la voz de Luis Illán Torralba |
Tal vez el mundo sea bello, cuando el sol claro lo ilumina, pero yo sé que hay hombres tristes como la lluvia gris y fría. Carlos Bousoño: La tristeza Al final del día Todo va quedando inerme La noche está ahí como una calle Intransitable: Musgo sin espejos Humus sin puertas Pero... | |
de André Cruchaga en la voz de André Cruchaga |
Tal vez guardes mis libros en alguna gaveta, sin que nadie descubra cuál relata tu historia, pues serán simplemente los versos de un poeta, tras de arrancar la página de la dedicatoria... Y pasarán los años... Pero acaso algún día, o acaso alguna noche que estés sola en tu lecho,... | |
de José Angel Buesa en la voz de José Ángel Buesa |
Tal vez, bajo otro cielo, la vida nos sonría. Hombre ingenuo. Porfirio con cara de caballo, ¿no alcanzas a saber que a vida no tiene ni aquí ni antes ni después ni sonrisa? Es tan corto el amor y es tan largo el olvido. Ay, Neruda, Neruda. ¿Con qué vara mediste lo continuo? Qué... | |
de Rosario Castellanos en la voz de Rosario Castellanos |
También debería nombrarte con un paso tardío como en aquel patio perdido a la deriva por tu piel: sólo allí, como ayer, sigues desnuda: brillan tus hombros, arde tu cintura. Sí, debería llamarte otra vez o dejaría un hueco vacío para siempre... | |
de Jorge Meretta por Jorge Meretta |
También ellaslas ágiles palabras Que nunca han sido mías Pero dónde podrían sino a mí decirse También ella me dan lo que no es suyo Pero de quien podrían ser sino de ellas Lo que su paso deja entre mis manos Y nunca fue su bien... | |
de Tomás Segovia en la voz de Tomás Segovia |
También sedosos pétalos abría y eran cinco. Crecido su rosado entre los dedos reposaba blanda casi dormida ya en el sueño fuerte. Sombreaba los canales diminutos de la mano, sepulcro de sus horas, y como un cuerno alzaba un petalillo más allá de los otros resignados. ¡Cuán gemelos... | |
de Alfonsina Storni en la voz de Alfonsina Storni Colaboración: Alejandra Correa |
También yo desigual mía Sobre el difícil sendero movedizo Y siempre precariamente Tentado y con terror y torpe esquivo El peligro de tenerte Sin que tú me tenga La trampa de meterme Donde no me hayas tendido ya tu trampa. De: Partición | |
de Tomás Segovia en la voz de Tomás Segovia |
Tan ! ¡tan! ¡tan! canta el martillo. El garrote alzando están. Canta en el campo un cuclillo, y las estrellas se van al compás del estribillo con que repica el martillo: ¡tan! ¡tan! ¡tan! El patíbulo destaca trágico, nocturno y gris... | |
de Ramón del Valle Inclán en la voz de Adolfo Marsillach |
Tan bien como yo estaría en una huerta del mar, contigo, hortelana mía! En un carrito, tirado por un salmón, ¡qué alegría vender bajo el mar salado, amor, tu mercadería! ¡Algas frescas de la mar, algas, algas! ... | |
de Rafael Alberti en la voz de Nuria Espert |
Tan grande, ¡ay Hado!, mi delito ha sido que por castigo de él o por tormento no basta el que adelanta el pensamiento sino el que le previenes al oído? Tan severo en mi contra has procedido, que me persuado, de tu duro intento, a que sólo me diste entendimiento porque fuese mi daño más crecido... | |
de Sor Juana Inés de la Cruz en la voz de Guadalupe (Pita) Amor |
Tan rubia es la niña que cuando hay sol, no se la ve. Parece que se difunde en el rayo matinal, que con la luz se confunde su silueta de cristal, tinta en rosas, y parece que en la claridad del día se desvanece la niña mía. Si se asoma mi Damiana a la ventana, y colora la aurora su tez lozana de albérchigo y terciopelo... | |
de Amado Nervo en la voz de Oscar Chávez o Claudio Obregón |
Tan-tan! ¿Quién es? Es el Diablo, es una espesa fatiga, un ansia de trasponer estas lindes enemigas, este morir incesante, tenaz, esta muerte viva, ¡oh Dios! que te está matando en tus hechuras estrictas, en las rosas y en las piedras, en las estrellas ariscas y en la carne que se gasta como un hoguera encendida, ... | |
de José Gorostiza en la voz de José Gorostiza |
Tanto esplendor en este día! ¡Tanto esplendor inútil, vacío, traicionado! ¿Y quién te dijo acaso que vendrían por ti días dorados(en años venideros? Días que dicen sí, como luces que zumban, como lluvias sagradas. ¿Acaso bajó el ángel a prometerte un venturoso exilio? ... | |
de Olga Orozco en la voz de Olga Orozco Colaboración: Alejandra Correa |
Tanto pugnar por definir la vida, tanto por detener el tiempo breve por sostener el pulso que nos mueve por dejar testimonio de la huida. Y ver la primavera malparida o el verano febril que nos remueve, el otoño temblón que nos conmueve y el invierno en su muerte desceñida. Después,... | |
de Griselda Álvarez Ponce de León en la voz de Griselda Álvarez Ponce de León |
Tarde caliginosa. Se desploma del barómetro lúbrico la escala. Un calor enervante es la antesala de la recia tormenta que se asoma. La lumbre de la tarde es un aroma que huele a madurez. La bestia mala de instintos subterráneos hace gala y lentamente mata a una paloma... | |
de Griselda Álvarez Ponce de León en la voz de Griselda Álvarez Ponce de León |
Tarde que socavó nuestro adiós. Tarde acerada y deleitosa y monstruosa como un ángel oscuro. Tarde cuando vivieron nuestros labios en la desnuda intimidad de los besos. El tiempo inevitable se desbordaba sobre el abrazo inútil. Prodigábamos pasión juntamente, no para nosotros sino para la soledad ya inmediata... | |
de Jorge Luis Borges en la voz de Marcelo Cejas |
Tarde tranquila, casi con placidez de alma, para ser joven, para haberlo sido cuando Dios quiso, para tener algunas alegrías... lejos, y poder dulcemente recordarlas... | |
de Antonio Machado por Carmen Feito Maeso |
Tardes de beatitud en que hasta el libro se olvida porque el alma está diluida en un vaso de quietud. Tardes en que están dormidos todos los ruidos. Las tardes en que parece que están como anestesiadas todas las flores del huerto, y en que la sombra parece más sombría, y el caserón... | |
de Francisco González Léon en la voz de Hugo Gutiérrez Vega |
Te acercas A los patios De las primeras casas El ruido De tus trastos Altera los ladridos Pareces Una sombra Que se mueve En el aire De: El deseo postergado Premio Nacional de Poesía Aguascalientes... | |
de Mario Bojórquez en la voz de Mario Bojórquez |
Te acuerdas? Una tarde me dijiste: Si yo te regalara mis cabellos, ¿qué harías tú con ellos? Y yo te respondí, pálido y triste: Si un ave fuera yo, niña adorada, formaría en un árbol florecido con tus rubios cabellos blando nido; ¡Si fuera el claro sol de la alborada, en vez de áureos destellos... | |
de Julio Flórez en la voz de Víctor Mallarino Colaboración: Álvaro Castaño Castillo, fundador y director de la emisora HJCK |
Te alisas, amor, las alas, tus cálidas plumas. El oro de la tarde está muy quieto; Pero la angustia es mucho cielo, muchas celestes llamas huyendo de tus ojos. Otros países hay de niebla y lejanía, otras comarcas pudriéndose de frutos, otros espacios indecibles, amor... | |
de Javier Sologuren en la voz de Javier Sologuren |
Te amé desde el principio de tus días cuando te cobijé en mi vientre en ese fluído mágico latiendo mis latidos sudando mis sudores esperando tu tiempo No existía tu sombra Eras una metáfora animada germinando materia de esperanza (Cuando naciste supe lo que era ser feliz Esa palabra... | |
de Marita Troiano en la voz de Marita Troiano |
Te ando buscando, amor que nunca llegas, te ando buscando, amor que te mezquinas, me aguzo por saber si me adivinas, me doblo por saber si te me entregas. Las tempestades mías, andariegas, se han aquietado sobre un haz de espinas; sangran mis carnes gotas purpurinas porque a... | |
de Alfonsina Storni en la voz de Miriam Penela. Música: W. Belloso |
Te ayudaré a venir si vienes y a no venir si no vienes... | |
de Antonio Porchia por Darío Grandinetti |
Te azota. Trenza un látigo de lianas secas. Se mofa manojo de flores marchitas que se agita frente a tu rostro . Te obliga a respirar aire doliente, a beber agua estancada. Distrae tus oídos con sonidos quejumbrosos. Coloca un velo oscuro al paisaje que ansías. Hace tu vino agrio, espina tu mano... | |
de Eduardo Langagne en la voz de Eduardo Langagne |
Te devoraré dijo la pantera. Peor para ti dijo la espada. De: Hilo de arena | |
de William Ospina en la voz de William Ospina Colaboración: Álvaro Castaño Castillo, fundador y director de la emisora HJCK |
Te digo adiós y acaso te quiero todavía. No sé si he de olvidarte, pero te digo adiós. No sé si me quisiste No sé si te quería O tal vez nos quisimos demasiado los dos. Este cariño triste y apasionado y loco me lo sembré en el alma para quererte a ti. No sé si te amé mucho... no sé... | |
de José Ángel Buesa en la voz de José Ángel Buesa |
Te doy Claudia, estos versos, porque tú eres su dueña. Los he escrito sencillos para que tú los entiendas. Son para ti solamente, pero si a ti no te interesan, un día se divulgarán, tal vez por toda Hispanoamérica. Y si al amor que los dictó, tú también lo desprecias, otras soñarán... | |
de Ernesto Cardenal en la voz de Ernesto Cardenal |
Te doy Claudia, estos versos, porque tú eres su dueña. Los he escrito sencillos para que tú los entiendas. Son para ti solamente, pero si a ti no te interesan, un día se divulgarán, tal vez por toda Hispanoamérica. Y si al amor que los dictó, tú también lo desprecias... | |
de Ernesto Cardenal por Ernesto Cardenal |
Te doy, Claudia, estos versos, porque tú eres su dueña. Los he escrito sencillos para que tú los entiendas. Son para ti solamente, pero si a ti no te interesan, un día se divulgarán tal vez por toda Hispanoamérica. Y si al amor que los dictó, tú también lo desprecias... | |
de Ernesto Cardenal por Ernesto Cardenal |
Te encontraron detrás de tu sombra, el sol del ocaso a la espalda y por eso tu derrota. Si el sol está en tu pecho, pies y cabeza dorados, no te vencen hombres, dioses y elementos. Ya caído miras sin ojos, oyes sin oídos, sientes sin tacto, hablas sin lengua, condenado a silencio... | |
de Miguel Ángel Asturias en la voz de Alfredo Alcón |
Te estoy perdiendo en cada voz que escuchas, en cada rostro que contemplas, en cada gesto tuyo, en cada lugar que recibe a tu cuerpo. Ser como la luz que te envuelve, por la que dejas un retazo de sombra. Ser como la noche que te obliga a un pensamiento, a un deseo, a un sueño... | |
de Washington Delgado en la voz de Francisco Portillo |
Te han nacido los ojos con preguntas, y sin cesar me asedias preguntando. Y yo sin contestar... Hija ¿ hasta cuando mudos tú y yo: dos ignorancias juntas? ¿ Hasta cuándo en silencio irán las yuntas de tu asombro y mi amor; de mí, temblando, y de tí, poco a poco, asegurando música sin... | |
de José García Nieto en la voz de José García Nieto |
Te has hundido en mis venas nutriéndolas de yodo por sencillo milagro: tu mejilla en mi mano. Y he levantado el ancla para surcar la noche salomando banderas y mordiendo el espacio. ¡Qué dolorosamente crece, dentro, una imagen, a medida que la otra disminuye en el tiempo!... | |
de Rogelio Sinán en la voz de Rogelio Sinán Colaboración: Eduardo Ortiz Moreno |
Te he visto ondulando bajo las cucardas, penosamente, trabajosamente, pero sé que mañana serás del aire. Hace mucho supe que no eras un animal terminado y como entonces arrodillado y trémulo te pregunto: ¿sabes que mañana serás del aire? ¿te han advertido que esas dos molestias aún... | |
de José Watanabe en la voz de José Watanabe |
Te invento en el jardín invento que me hablas que me llamas y en realidad me hablas y a veces no comprendo lo que dices y me asombro de ti de tu misterio y finjo que comprendo para que no te alejes Día a día te invento... | |
de Claribel Alegría en la voz de Conchita Fernández |
Te llamarás silencio en adelante. Y el sitio que ocupabas en el aire se llamará melancolía. Escribiré en el vino rojo un nombre: el tu nombre que estuvo junto a mi alma sonriendo entre violetas. Ahora miro largamente, absorto, esta mano que anduvo por tu rostro, que soñó junto a ti... | |
de Eduardo Carranza en la voz de Conchita Fernández |
Te lo advertía tu padre al final del verano, cuando agosto ponía las primeras tormentas por un sur de relámpagos, detrás de las montañas, y silbaban los trenes de la estación remota. Sonaban sus bocinas como un lamento negro, bajaban al hollín que había en la chimenea... | |
de Santos Domínguez Ramos en la voz de Santos Domínguez Ramos |
Te lo he dicho con el viento, jugueteando como animalillo en la arena o iracundo como órgano impetuoso; Te lo he dicho con el sol, que dora desnudos cuerpos juveniles y sonríe en todas las cosas inocentes; Te lo he dicho con las nubes, frentes melancólicas que sostienen el cielo,... | |
de Luis Cernuda en la voz de Carmen Feito Maeso acompañada al órgano en directo por Juan Paradell Solé |
Te lo he dicho con el viento, jugueteando como animalillo en la arena o iracundo como órgano impetuoso; Te lo he dicho con el sol, que dora desnudos cuerpos juveniles y sonríe en todas las cosas inocentes; Te lo he dicho con las nubes, frentes melancólicas... | |
de Luis Cernuda por Carmen Feito Maeso |
Te mando ahora a que lo olvides todo: aquel seno de nata y de ternura, aquel seno empinándose de un modo que te pudo servir de tierra dura; aquel muslo obediente pero fiero, que venía de sierpes milenarias; aquel muslo de carne y de me muero convocado en las tardes solitarias; aquel... | |
de Carilda Oliver Labra en la voz de Carilda Oliver Labra Colaboración: Eduardo Ortiz Moreno |
Te mataré sin tañer las campanas y sin doblar los goznes del insomnio. Te mataré sin la espada de Damocles, ni los principios de Arquímedes. Sin votos académicos ni juramentos falsos; casi sin zapatillas de charol... Sin la cita del toro entre la arena... Nada más por el gusto de matarte... | |
de Carmen Alardín en la voz de Carmen Alardín |
Te odio con el odio de la ilusión marchita. ¡Retírate! He bebido de tu cáliz, y por eso mis labios ya no saben dónde poner su beso; mi carne, atormentada de goces, muere ahíta. Safo, Crisis, Aspasia, Magdalena, Afrodita, cuanto he querido fuiste para mi afán avieso. ¿En dónde hallar... | |
de Amado Nervo en la voz de Alí Chumacero |
Te pareces a mí... Que rías o que rompas en cólera, es lo mismo. Eres igual que yo. Cuando al nacer diste el primer vagido, como una selva te moviste entero y desde entonces no has dormido. ¡A dónde vas, oh, mar? Tu reposo intranquilo, tu resollar feroz, tu corazón transido... | |
de Pedro Garfias en la voz de Pedro Garfias |
Te propongo construir un nuevo canal sin esclusas ni excusas que comunique por fin tu mirada atlántica con mi natural pacífico... | |
de Mario Benedetti por Darío Grandinetti |
Te quedaste sin tierra Partícula de polvo dispersada Te quedaste en el irte El ir te dio tu casa Labró tu sombra Puso en el patio Tu maceta de lirios congelados Pero en el ir también Quedaron los deseos Plantados a orillas del camino Arboleda de natas Para tu pie ligero De: El deseo... | |
de Mario Bojórquez en la voz de Mario Bojórquez |
Te quiero a las diez de la mañana, y a las once, y a las doce del día. Te quiero con toda mi alma y con todo mi cuerpo, a veces, en las tardes de lluvia. Pero a las dos de la tarde, o a las tres, cuando me pongo a pensar en nosotros dos, y tú piensas en la comida o en el trabajo diario... | |
de Jaime Sabines por Jaime Sabines |
Te quiero a las diez de la mañana, y a las once, y a las doce del día. Te quiero con toda mi alma y con todo mi cuerpo, a veces, en las tardes de lluvia. Pero a las dos de la tarde, o a las tres, cuando me pongo a pensar en nosotros dos, y tú piensas en la comida o en el trabajo... | |
de Jaime Sabines en la voz de Jaime Sabines |
Te quiero porque tienes las partes de la mujer en el lugar preciso y estás completa. No te falta ni un pétalo, ni un olor, ni una sombra. Colocada en tu alma, dispuesta a ser rocío en la yerba del mundo, leche de luna en las oscuras hojas. Quizás me ves, tal vez, acaso un día, en una... | |
de Jaime Sabines en la voz de Pilar Pellicer |
Te recuerdo como eras en el último otoño. Eras la boina gris y el corazón en calma. En tus ojos peleaban las llamas del crepúsculo. Y las hojas caían en el agua de tu alma. Apegada a mis brazos como una enredadera, las hojas recogían tu voz lenta y en calma. Hoguera de estupor en que... | |
de Pablo Neruda en la voz de Pablo Neruda |
Te repito que descubrí el silencio aquella lenta tarde de tu nombre mordido, carbonizado y vivo en la gran llama de oro de tus diecinueve años. Mi amor se desligó de las auroras para entregarse todo a su murmullo, a tu cristal murmullo de madera blanca incendiada... | |
de Efraín Huerta en la voz de David Huerta |
Te ríes de mi? Haces bien. Si yo fuera Sor Juana o la Malinche o, para no salirse del folklore, alguna encarnación de la Güera Rodríguez (como ves, los extremos, igual que Gide, me tocan) me verías, quizá, como se ve al espécimen representativo de algún sector social de un país... | |
de Rosario Castellanos en la voz de Rosario Castellanos |
Te saludan: los árboles y las banderas triunfales, los pájaros y los ríos del pueblo, las ágiles canciones del pionero, las películas a colores y las fotografías. Ludmila te sonríe desde el fondo de su impecable belleza de soberbia señora. Marina y Boris, Leonid Kosmatov, Tania y Susana me preguntan por tus ojos... | |
de Efraín Huerta en la voz de Efraín Huerta |
Te sentí, como el viento, cuando pasabas ya; como el viento, que ignora si llega o si se va... Fuiste como una fuente que brotó junto a mí. Y yo, naturalmente, sentí sed y bebí. Llegaste como el viento, náufraga del azar, con tus ojos alegres entristeciendo el mar. Para que la tarde... | |
de José Angel Buesa en la voz de José Angel Buesa |
Te sudo inquieta reverberante Sumido en un vapor de vahos y gemidos te resudo Te vuelves aguas mis propias aguas emapañas frentes mojas axilas inundas pechos Te llevo en la camisa en la espalda en el entrepierna en el cuello más allá del cuerpo te sudo Caracas conviertes vapor... | |
de Enrique Viloria Vera en la voz de Enrique Viloria Vera |
Te supe un condenado otoño Al ras de las cortezas En el sinuoso curso de meandros Choque brutal de pupilas perplejas Vorágine apretando estupro con el cielo Acunándonos el vértigo Iniciados babilonios Te supe a media voz Con un deseo mágico Rozándonos tobillos los secretos más... | |
de Marita Troiano en la voz de Marita Troiano |
Te tomaré descalza en día domingo, te santificaré, te haré feliz. Andaremos rodando por la casa le pondremos alfombras y correremos las cortinas para que entre el sol. Tomaremos cerveza y nos bañaremos. A la hora de comer encenderemos el radio... | |
de Alejandro Aura en la voz de Alejandro Aura |
Te veo mientras pasas sellado de granates primitivos, por el turquí completo de Moguer. Te veo sonreír; acariciar, limpiar, equilibrar los astros desviados con embeleso cálido de amor; impulsarlos con firme suavidad a sostener la maravilla exacta de este cuartel del incesante mundo... | |
de Juan Ramón Jiménez en la voz de Juan Ramón Jiménez |
Te veo un ángel, de hueso, piel y carne florecido, ojos de lince y aldabón de sienes golpeando en las puertas del olvido. Y más lejos te veo, en una tarde azul y proletaria, de blusa azul con tus ojos ya claramente azules, hablando con muchachas de blusa azul, y azul de fondo el cielo... | |
de Liber Falco por Washington Benavides |
Te vi un punto, y, flotando ante mis ojos, la imagen de tus ojos se quedó, como la mancha obscura, orlada en fuego, que flota y ciega si se mira al sol. Adondequiera que la vista fijo, torno a ver sus pupilas llamear; mas no te encuentro a ti, que es tu mirada: unos ojos, los tuyos,... | |
de Gustavo Adolfo Bécquer en la voz de Favio Camero |
Temblábamos al par... En el austero desorden que realzaba tu hermosura, acentuó tu peinado su negrura inquietante de pájaro agorero... ¡Nadie en tus ojos vio el enigma, empero calló hasta el mar en su presencia oscura! Inaccesible y ebria de aventura, entre mis brazos te besó el... | |
de Julio Herrera y Reissig en la voz de Ángel Rama |
Teméis de ésa que puebla las montañas Turba de brutos fiera el desenfreno?... ¡Más feroces dañinas alimañas La madre sociedad nutre en su seno! Bullen, de humanas formas revestidos, Torpes vivientes entre humanos seres, Que ceban el placer de sus sentidos... | |
de Carolina Coronado en la voz de Carmen Feito Maeso |
Temer no humilla tanto como ser temido. De: Voces | |
de Antonio Porchia en la voz de Antonio Porchia Colaboración: Alejandra Correa |
Temí... no el gran amor. Fui inmunizada a tiempo y para siempre con un beso anacrónico y la entrega ficticia capaz de simular hasta el rechazo y por el juramento, que no es más retórico porque no es más solemne. No, no temí la pira que me consumiría sino el cerillo mal prendido y... | |
de Rosario Castellanos en la voz de Rosario Castellanos |
Temo trazar el ala del gorrión porque el pincel no dañe su pequeña libertad. Anote el poderoso esta ley del maestro cuando legisle para el débil. Escuche este adagio del alfarero la muchacha cuando mis labios se... | |
de Pablo Antonio Cuadra en la voz de Yolanda Blanco |
Tendido en un jergón de la humilde moradadel escriba Fakhr-el-Din, Luis de Francia, noveno de su nombre,ausculta la noche del delta.Los pies descalzos de los centinelaspisan el polvo del desierto que llega con el viento.Insomne, el prisionero ha vigilado paso a paso la invasiónde las sombras... | |
de Alvaro Mutis en la voz de Alvaro Mutis |
tener un lugar en la vida,un destino entre los hombres. ALVARO DE CAMPOS Mi padre ha abierto el libro de su corazón y me habla de la furia y el resplandor del mar. Yo lo escucho y el cuarto en la noche del sueño se llena de las olas más inmensas; las gaviotas no duermen, lo sé yo que, a punto de dormirme, oigo sus gritos en los riscos... | |
de Juan Domingo Argüelles en la voz de Juan Domingo Argüelles |
Tengo algunos antiguos compromisos de los que quisiera liberarme ahora recordando. Por ejemplo aquel con el niño pobre y no sé si mi amigo de Covaleda solo y rubio y ralo de pelo atento ante la nieve y nuestra puerta haciéndome envidiar su rueda fresca con la llanta de corteza... | |
de José García Nieto en la voz de José García Nieto |
Tengo el caballo a la puerta, ¿te quieres venir conmigo?. Yo no te obligo. Sólo te brindo ocasión de darte en mi soledad una casa, un corazón y un cariño de verdad. ¿Qué no quieres...? Allá penas. Mientras yo tenga en mis venas sangre de piropo y ronda; mientras, por mas que se... | |
de Manuel Benítez Carrasco en la voz de Juan de Maynake |
Tengo el presentimiento que he de vivir muy poco. Esta cabeza mía se parece al crisol, Purifica y consume. Pero sin una queja, sin asomo de horror, Para acabarme quiero que una tarde sin nubes, Bajo el límpido sol, Nazca de un gran jazmín una víbora blanca... | |
de Alfonsina Storni en la voz de María Rosa Gallo o Delia Garcés |
Tengo en el alma una baranda en sombra. A ella, diariamente, me asomo matutino, a preguntar si no ha llegado carta; y cuántas veces la tristeza celebra con mi rostro sus óperas de nada. Una carta Que me escriba una carta la que me hizo los ojos negros y la letra gótica... | |
de Juan Gonzalo Rose en la voz de Ernesto Bianco |
Tengo en las manos el eco de tu cuerpo Como guarda mi oído la forma de tu voz Y la rosa y la estrella se confunden en mi alma Y la flor se hace llama y la luz se hace flor. Tengo en las manos el eco de tu cuerpo Que en silencio florece con un nuevo color; Y al fondo de mis ojos tus ojos que me llaman... | |
de César Miró en la voz de Conchita Fernández |
Tengo estos huesos hechos a las penas y a las cavilaciones estas sienes: penas que vas, cavilación que vienes como el mar de la playa a las arenas. Como el mar de la playa a las arenas, voy en este naufragio de vaivenes, por una noche oscura de sartenes redondas, pobres, tristes y... | |
de Miguel Hernández en la voz de Francisco Portillo |
Tengo estos huesos hechos a las penas y a las cavilaciones estas sienes: penas que vas, cavilación que vienes como el mar de la playa a las arenas. Como el mar de la playa a las arenas, voy en este naufragio de vaivenes, por una noche oscura de sartenes redondas... | |
de Miguel Hernández por Francisco Portillo |
Tengo frío junto a los manantiales. He subido hasta cansar mi corazón. Hay yerba negra en las laderas y azucenas cárdenas entre sombras, pero, ¿qué hago yo delante del abismo? Bajo las águilas silenciosas, la inmensidad carece de significado. De: El libro del... | |
de Antonio Gamoneda en la voz de Antonio Gamoneda |
Tengo miedo de verte necesidad de verte esperanza de verte desazones de verte. Tengo ganas de hallarte preocupación de hallarte certidumbre de hallarte pobres dudas de hallarte. Tengo urgencia de oírte alegría de oírte buena suerte de oírte y temores de oírte. O sea, resumiendo estoy... | |
de Mario Benedetti en la voz de Mario Benedetti |
Tengo que agradecerte, Señor -de tal manera todopoderoso, que has logrado construir el más horrendo de los mundos-, tengo que agradecerte que me hayas hecho a mí tan bella en especial. Que hayas construido para mí tales tersuras, tal rostro rutilante y tales ojos estelares. Que hayas... | |
de Eduardo Lizalde en la voz de Eduardo Lizalde |
Tengo que agradecerte, Señor -de tal manera todopoderoso, que has logrado construir el más horrendo de los mundos-, tengo que agradecerte que me hayas hecho a mí tan bella en especial. Que hayas construido para mí tales tersuras, tal rostro rutilante y tales ojos estelares... | |
de Eduardo Lizalde por Eduardo Lizalde |
Tengo que rebelarme ante mi sumisión y someterme ante mi rebeldía. Las aguas estancadas me miran fijamente: piden que les revoque la compuerta. Lo hago. Y la piedad no alcanza su entumecimiento, su triste analogía con la mula / que rompió el círculo vicioso de la noria... | |
de José Emilio Pacheco en la voz de José Emilio Pacheco |
Tengo rota la vida! En el combate de tantos años ya mi aliento cede, y al orgulloso pensamiento abate la idea de la muerte, que lo obsede. Quisiera entrar en mí, vivir conmigo, poder hacer la cruz sobre mi frente, y sin saber de amigo ni enemigo, apartado, vivir devotamente... | |
de Ramón del Valle Inclán en la voz de Ramón del Valle Inclán Colaboración: Eduardo Ortiz Moreno |
Tengo una mesa. Puedo escribir tengo una mesa. Tengo una silla. Puedo escribir tengo una silla. Aún más: tengo papel y tinta. Puedo escribir sobre el papel, con esta tinta. Pero la poesía no está en lo que ya tengo. La poesía me dice que está en lo que me falta. | |
de Eduardo Langagne en la voz de Eduardo Langagne |
Tengo una soledad tan concurrida tan llena de nostalgias y de rostros de vos de adioses hace tiempo y besos bienvenidos de primeras de cambio y de ultimo vagón tengo una soledad tan concurrida que puedo organizarla como una procesión por colores tamaños y promesas por época por tacto... | |
de Mario Benedetti en la voz de Mario Benedetti |
Tengo una soledad tan concurrida tan llena de nostalgias y de rostros de vos de adioses hace tiempo y besos bienvenidos de primeras de cambio y de último vagón. Tengo una soledad tan concurrida que puedo organizarla como una procesión por colores tamaños y promesas por época por... | |
de Mario Benedetti en la voz de Mario Benedetti |
Tengo una soledad tan concurrida tan llena de nostalgias y de rostros de vos de adioses hace tiempo y besos bienvenidos de primeras de cambio y de último vagón. Tengo una soledad tan concurrida que puedo organizarla como una procesión... | |
de Mario Benedetti por Darío Grandinetti |
Tenía una alberca regular, cinco o seis canchas de tenis, una cafetería que daba a un poco de jardín, luego un frontón y un gran salón de baile. No era gran cosa, su mejor época debió de ser, por los cincuenta o los sesenta, mi padre se hizo socio cuando ya estaba decayendo lentamente... | |
de Fabio Morábito en la voz de Fabio Morábito |
Teotihuacan: en tus nubosos lugares sin sombra el pie vamos poniendo sobre cada figura de otros pies transfigurados. Borrosos de luz seca y quemante ruedan los rodillos que portaron pesados colores apretados átomos de sol ilevantable... | |
de Saúl Ibargoyen por Saúl Ibargoyen |
terminará el frenesí de neón los lagartos incendiadosla exigencia y el mudo programa de radio terminará la coreografía del chubasco el libro sin letrasla escalera el diálogo violeta entre rayuelas y quedará algo que decir y habrá una desazónsoldada muy adentroun inútil medicamento sólo en farmacias... | |
de Héctor Rosales en la voz de Héctor Rosales Arreglos y guitarra: Fernando Cabrera |
Terminó como había vivido la belleza. La envidié antes de conocerla y después de casados y ahora se le envidia su muerte. Al imposible que supo llevar su vida como en andas y que estos últimos años los pasó ejercitando un arte que la revelaba... | |
de Armando Uribe Arce por Armando Uribe Arce |
Ternura: honda manera cristalina de mi ser. Agua de remanso, brisa mansa, luz de amanecer. Nunca es la pena que muerde. Jamás la turbia esquivez, el apego al gris, la fría concha que enciende en el alma una brasa de malogro. Es el gusto de la vida, amor a la claridad, canción de... | |
de Thiago de Mello en la voz de Thiago de Mello Colaboración: Rodrigo Gonçalves |
Ternura: honda manera cristalina de mi ser. Agua de remanso, brisa mansa, luz de amanecer. Nunca es la pena que muerde. Jamás la turbia esquivez, el apego al gris, la fría concha que enciende en el alma una brasa de malogro. Es el gusto de la vida... | |
de Thiago de Mello por Thiago de Mello |
Terror de amarte en un sitio tan frágil como el mundo. Mal de amarte en este lugar de imperfección donde todo nos quiebra y enmudece donde todo nos miente y nos separa... | |
de Sophia de Mello Breyner Andresen en la voz de Nuria del Saz |
Tesoro concedido gota a gota: el perfume a la flor, la luz a una sorprendida mirada que la cuna sombra, siglos incógnitos derrota. Férvido manantial, la vida brota dilapidada en horas su fortuna; fulge la noche lágrima de luna, se contiene la música en la nota... | |
de Salvador Novo en la voz de Salvador Novo |
Tía Pasitrote Salió con Mita Y en el cogote Va la chiquita. Toda la gente Soltó la risa Y ella les dijo: Voy muy de prisa; Ríanse ustedes; Yo también río . Y doña Gata Les hizo Muío . Compró zapatos Para Madama, Pero a su vuelta... | |
de Rafael Pombo en la voz de Gloria Valencia de Castaño Colaboración: Álvaro Castaño Castillo, fundador y director de la emisora HJCK |
Tiembla el hielo del sol y la calle se llena con su rojez. El aire se congela y es piedra. En la mitad del día el corazón se agolpa y la sangre levanta su torrente de espuma. Caen, lentas, las nubes calcinadas y comienzan a rodar en la vereda. El mundo aquí es el principio del mundo,... | |
de Juan Domingo Argüelles en la voz de Juan Domingo Argüelles |
Tiendo la mano ahora, no la azoto, no la empuño, no la doblo, tiendo la mano ahora que estoy. Si te digo que voy en calma, miento. Todavía abogo por las uñas y las ansias, rojos los nudillos, todavía no miento. Si te digo arado cuento los surcos entre dedo y dedo. Y hay un fruto y... | |
de Jaime Augusto Shelley en la voz de Jaime Augusto Shelley |
Tiendo mi cuerpo sobre las maderas agrietadas por las lágrimas, huelo la linaza y la sombra. Ah la morfina en mi corazón: duermo con los ojos abiertos ante un territorio blanco abandonado por las palabras. De: El libro del... | |
de Antonio Gamoneda en la voz de Antonio Gamoneda |
Tiene el cabello negro y los ojos que, desde ahora, son mis ojos. Despierto y la contemplo, o tal vez duermo y sueño al filo de su... | |
de Juan Domingo Argüelles en la voz de Juan Domingo Argüelles |
Tiene el leopardo un abrigo En su monte seco y pardo: Yo tengo más que el leopardo Porque tengo un buen amigo. Duerme, como en un juguete, La mushma en su cojinete De arte del Japón yo digo: No hay cojín como un amigo . Tiene el conde su abolengo; Tiene la aurora el mendigo; Tiene... | |
de José Martí en la voz de Carlos Muñoz |
Tienen nombre, señor, son los que sufren, las sombras semejantes, las sombras que se quedan en los cuerpos mientras va su vivir deletreándose para ganar el pan. Sólo en tí esperan. Son los muertos que nacen del invierno del mundo, son los muertos que están viviendo y arden con aceite... | |
de Luis Rosales en la voz de Luis Rosales |
Tienen raíz, son verdaderos los hombres? Nadie acabará de entender lo que es tu riqueza, lo que son tus flores, ¡Inventor de ti mismo! Sin terminar dejamos las cosas. Por esto lloro, me aflijo. Aquí entrelazo con flores, a la nobleza, a los amigos. ¡Alegraos! Nuestra casa común es la tierra... | |
de Poesía náhuatl en la voz de Enrique Lizalde (español) y Lino Balderas (náhuatl) |
Tienes algo de montaña... A tu lado me he sentido leve y me he creído blanca. Sin reparo te he mostrado mis llagas y a tu cumbre nevada a veces traje barro, y hecha pedazos mi alma. Y he vuelto siempre limpia, y he vuelto siempre sana. Tienes algo de planta.. es tan fresca tu sombra... | |
de Matilde Alba Swann en la voz de Odulina Sanuy Oliván |
Tienes del archipiélago las hebras del alerce, la carne trabajada por los siglos del tiempo, venas que conocieron el mar de las maderas, sangre verde caída del cielo a la memoria. Nadie recogerá mi corazón perdido entre tantas raíces, en la amarga frescura del sol multiplicado por la... | |
de Pablo Neruda en la voz de Pablo Neruda |
Tienes miedo esta noche: los ladrones están afuera entre las hojas mirando la ventana.¡El oro del cristal en la sombra! Y los ladrones a través de las hojas numerosas y eternas, en lo húmedo y oculto al otro lado... | |
de Eliseo Diego en la voz de Eliseo Diego |
Tienes, joven amigo, ceñida la coraza para empezar, valiente, la divina pelea? ¿Has visto si resiste el metal de tu idea la furia del mandoble y el peso de la maza? ¿Te sientes con la sangre de la celeste raza que vida con los números pitagóricos crea? ¿Y, como el fuerte Herakles al león de Nemea... | |
de Rubén Darío en la voz de Francisco Portillo |
Tienes, joven amigo, ceñida la coraza para empezar, valiente, la divina pelea? ¿Has visto si resiste el metal de tu idea la furia del mandoble y el peso de la maza? ¿Te sientes con la sangre de la celeste raza que vida con los números pitagóricos crea?... | |
de Rubén Darío por Francisco Portillo |
Tiernos soles benignos han rasgado la niebla y esta vigilia ahuyenta mil temores ocultos. ¡Ya te he vencido, noche, y en plenitud de vida puedo lanzar mis flechas hacia océanos posibles! ¡Hoy es, oh mar, el alba! ¡Pregonemos el júbilo! ¡Barcos, pájaros, rocas, vuelvo a estar con ustedes!... | |
de Rogelio Sinán en la voz de Rogelio Sinán Colaboración: Eduardo Ortiz Moreno |
Tierra de nuestro amor: ¡Dios te bendiga! Que en tu glorioso porvenir risueño nunca te falten ni voz amiga ni hilos de luz en que tejer un sueño. Que fecundes tus campos sin fatiga; que al Arte mires como a esclavo y dueño, y hagas oro del grano de la espiga, y hagas un Cristo de... | |
de Hermanos Álvarez Quintero en la voz de Sefarín Álvarez Quintero Colaboración: Eduardo Ortiz Moreno |
Tira de tu carrito, hálalo y llévalo contigo adonde aquel sol tan bonito corriendo se te esconde y a la luna la deja que nos ronde. Que nos ronde la luna con su lívida cara de payaso y nos lleve una a una las horas, y de paso nos deje así a los dos a tiempo raso. Ya no eres más un niño ni el dueño yo de ocultas maravillas... | |
de Eliseo Diego en la voz de Eliseo Diego |
Tiznado gato, crío de la niebla Airada fiera, garra de piedra Deambulas por los cerros Cabizbajo por la nieve Acechando con furor Barres la niebla Laceando con tu rabo Lías montañas Espinos filudos tus bigotes Al sol deslumbran, relucientes Candente brasa tu lengua Se relame por sangre Grácil felino de los dioses... | |
de Andrés Alencastre (Kilku Waraka) en la voz de Marcelo Cejas |
Tocan las sombras del ciego y sale luz de la flauta. Brilla el filo de la esquina gracias a la luz que canta. Para la pena se fuma y el ciego fuma en la flauta. Su canción es en la noche, una lucecilla blanca. Música triste, encendida en el final de la flauta. (Por la noche de los cielos se enciende la luna blanca... | |
de Julio Barrenechea en la voz de Héctor Rosales |
Toco la piel del tigre y el tigre vibra, ronronea, se hace el dormido bajo la palma de mi mano, como un trompo que zumba: mitad madera, mitad punta acerada. Hablo de un libro: en su espesura encuentro la fauna de mis días, los árboles que a diario me cobijan y los saurios y helechos... | |
de Juan Domingo Argüelles en la voz de Juan Domingo Argüelles |
Toco toco poros amarras calas toco teclas de nervios muelles tejidos que me tocan cicatrices cenizas trópicos vientres toco solos solos resacas estertores toco y mastoco y nada Prefiguras de ausencia inconsistentes tropos qué tú qué qué qué quenas qué hondonadas qué máscaras qué... | |
de Oliverio Girondo en la voz de Oliverio Girondo Colaboración: Eduardo Ortiz Moreno |
Toda de blanco, finge tu traje sobre tu flanco griego ropaje. De la Victoria de Samotracia, mientes la gloria llena de gracia. ¡En vano ilusa fijas el pie!... Que no eres musa ni numen, que sin que disciernas un viento lírico sobre tus piernas sopla satírico; pues aunque... | |
de José Juan Tablada en la voz de Sergio de Alva |
Toda la frente la tengo cubierta de palabras y en ambas sienes un asterisco: un yerbazal las palabras, y entre ambos asteriscos reyes, crónicas, rut, el susto de betsabé cuando intuyó en la azotea que habría de abandonar su sueño casto de susana a fin de parir sabiduría... | |
de José Kozer en la voz de José Kozer |
Toda la noche he dormido contigo junto al mar, en la isla. Salvaje y dulce eras entre el placer y el sueño, entre el fuego y el agua. Tal vez muy tarde nuestros sueños se unieron en lo alto o en el fondo, arriba como ramas que un mismo viento mueve, abajo como rojas raíces que se tocan... | |
de Pablo Neruda en la voz de Carmen Feito Maeso |
Toda la noche, los pájaros han estado cantándome sus colores. (No los colores de sus alas matutinas con el fresco de los soles. No los colores de sus pechos vespertinos al rescoldo de los soles. No los colores de sus picos cotidianos que se apagan por la noche... | |
de Juan Ramón Jiménez en la voz de Rafael de Penagos |
Toda la noche, toda, Cristóbal Colón oye pasar los pájaros. Viniendo del abismo, sin fin, a ráfagas, miles y miles de pájaros. Sobre los mástiles, atravesando, acribillando las tinieblas, allá, el ruido de las alas de los pájaros. Viniendo del vacío, del abismo, el ruido, el trueno de la vida siendo, la orquesta entera de los pájaros... | |
de Eliseo Diego en la voz de Eliseo Diego |
Toda la página del cielo para poner un Nombre Todas las palomas traspasando la niebla matinal para erigir un sueño Despierten cúpulas somnolientas de la Ciudad Ya el joven sol se filtra haciendo restallar su luminoso látigo en la mitad brillante de los árboles Vaya una mano inmensa... | |
de Efraín Bartolomé en la voz de Efraín Bartolomé y el canto extático de los derviches |
Toda mi angustia tuvo la forma de un zapato, de un zapatito roto, opaco, desclavado. El patio de la escuela... Apenas tercer grado... Qué largo fue el recreo, el más largo el año. Yo sentía vergüenza de mostrar mi pobreza... | |
de Matilde Alba Swann en la voz de Carmen Feito Maeso acompañada al órgano en directo por Juan Paradell Solé |
Toda tierra es raíz, es tronco, es rama, tallo sin yema en que la flor reviente. ¡Oh enérgico poder! Fuerza de savias, ímpetu ascendente, fuego sin llama. Danza sin mujer. De: Epigramas americanos | |
de Enrique Díez-Canedo en la voz de Carmen Feito Maeso |
Todas las cosas son las mismas que ayer estaban en mi orilla: tierra inmutable y poderosa, cielo sereno y hondo arriba, piedras heladas donde el tiempo pasa lejano y nunca mira... Solo las nubes y las rosas cada mañana son distintas, como el misterio de mi carne... | |
de José Luis Hidalgo en la voz de Fernando Guillén |
Todas las tardes, las benditas, las ilusorias tardes mi padre compra Avance. Testamentos de cenizas, minucias de la caducidad. En el crepúsculo crujen las grandes hojas tontas que solo mi padre maneja con esa desolada sagacidad. La sombra se está estirando como un gato a sus pies... | |
de Eliseo Diego en la voz de Eliseo Diego |
Todavía llegaba el gato grande a hacer perjuicio a veces Todavía se oían los rumores Se oía que un relámpago entró y no dejó más señas que unas manchas de sangre Todavía se ponía de puntas el vello de la espalda ante la huella hundida bien marcada en el lodo fresco... | |
de Efraín Bartolomé por Efraín Bartolomé |
Todavía más fino, más fino, casi desvaneciéndose de pura transparencia, de pura delgadez como el aire del Valle. Es como el aire. De pronto, suena a hojas, suena a seco silencio, a terrible protesta de árboles, de ramas que prevén los aguaceros. Es como los aguaceros. Se apaga como... | |
de Rafael Alberti en la voz de Rafael Alberti |
Todavía mis ojos, por tus ojos, en tu alma, como el día del encuentro; que el amor, como siempre, nos presida, pero ya nunca lo nombraremos. Mejor la insensatez de nuestra efímera voz sonando en lo eterno, puestos en entredicho tus románticos, dueña, la Geometría, del sendero. Luego... | |
de Gilberto Owen en la voz de Claudio Obregón y Óscar Chávez |
Todo al revés. Yo? Sol y luna pies y Frida ... | |
de Frida Kahlo por Carmen Feito Maeso |
Todo amor es nieve no importa, como dicen estos días los anuncios del subway, How deep is your love/nor/What do you love? Aparece en la ciudad como un milagro, la nieve, es vestigio vivo de algo tan antiguo como un dios que tenía poderes, un dios que hacía de las zarzas fuego... | |
de Carmen Boullosa por Carmen Boullosa |
Todo el año caído, todo el año, polen sin rumbo, tierra sin semilla, algo que muy adentro se apolilla y algo que por afuera se hace daño. El aire huele como a desengaño, algo se pudre, algo está en la orilla y mientras el otoño se amarilla el ambiente se torna más huraño. Miedo tal... | |
de Griselda Álvarez Ponce de León en la voz de Griselda Álvarez Ponce de León |
Todo en ella encantaba, todo en ella atraía su mirada, su gesto, su sonrisa, su andar... El ingenio de Francia de su boca fluía. Era llena de gracia, como el Avemaría; ¡quien la vio no la pudo ya jamás olvidar! Ingenua como el agua, diáfana como el día, rubia y nevada como Margarita sin par, el influjo de su alma celeste amanecía... | |
de Amado Nervo en la voz de Oscar Chávez o Claudio Obregón |
Todo en ella encantaba, todo en ella atraía: su mirada, su gesto, su sonrisa, su andar... El ingenio de Francia de su boca fluía. Era llena de gracia, como el Avemaría; ¡quien la vio no la pudo ya jamás olvidar! Ingenua como el agua, diáfana como el día, rubia y nevada como Margarita... | |
de Amado Nervo en la voz de Manuel Bernal |
Todo en la noche vive una duda secreta: el silencio y el ruido, el tiempo y el lugar. Inmóviles dormidos o despiertos sonámbulos nada podemos contra la secreta ansiedad. Y no basta cerrar los ojos en la sombra ni hundirlos en el sueño para ya no mirar, porque en la dura sombra y en... | |
de Xavier Villaurrutia en la voz de Alberto Dallal |
Todo es azul, lo que no es verde y arde, I.N.R.I. igne natura renovatur integra en este aceite grave del verano; cae el que pesa el vuelo de los pájaros y blasfema del pájaro sin vuelo, cae la excrecencia verbal = la agorería = el trofeo, la joya sobre la vieja piel de siempre... | |
de Ida Vitale en la voz de Ida Vitale |
Todo es muy simple mucho más simple y sin embargo aun así hay momentos en que es demasiado para mí en que no entiendo y no sé si reírme a carcajadas o si llorar de miedo o estarme aquí sin llanto sin risas en silencio... | |
de Idea Vilariño en la voz de Idea Vilariño |
Todo está preparado para el sacrificio. La res muge en el templo de adobe. Lágrima dura y roja, canchales de fuego, silencio y olor fuerte de girasol, de gallos coronados. Ni una hoja caerá, sólo la especie cae, y el fruto cae envenenado por el aire. No hay centro, son flores... | |
de Blanca Varela en la voz de Blanca Varela |
Todo fue así: Sahumábase de lilas y de heliotropo el viento en tu ventana; la noche sonreía a tus pupilas, como si fuera su mejor hermana... Mi labio trémulo y tu rostro grana tomaban apariencias intranquilas, fingiendo tú mirar por la persiana, y yo, soñar al son de las esquilas... | |
de Julio Herrera y Reissig en la voz de Ángel Rama |
Todo fue muy sencillo: ocurrió que las manos que ella amaba, tomaron por sorpresa su piel y sus cabellos; que la lengua descubrió su deleite. ¡Ah! detener el tiempo! Aunque la historia tan sólo ha comenzado y sepa que la noche le es propicia, teme que con el alba continúe su sed... | |
de José Agustín Goytisolo en la voz de José Agustín Goytisolo |
Todo hacia la muerte avanzade concierto, toda la vida es mudanzahasta ser muerto! ¡Quién vio por tierra rodadoel almenar y tan alto levantadoel muladar! ¡Mi existir se cambia y mudatodo entero, como árbol que se desnudaen el enero! ... | |
de Ramón del Valle Inclán en la voz de Ramón del Valle Inclán Colaboración: Eduardo Ortiz Moreno |
Todo lo infiel se vuelve fiel apenas desciende hacia la manoel corazón... | |
de Pedro Piccatto por Mercedes Ramírez |
Todo lo llevas contigo, tú, que nada tienes. Lo que no te han de quitar los reveses porque es tuyo y sólo tuyo, porque es íntimo y perenne, y es raíz, es tallo, es hoja, flor y fruto, aroma y jugo, todo a la vez, para siempre. No es recuerdo que subsiste ni anhelo que permanece; no... | |
de Enrique Díez-Canedo en la voz de Juan Rejano |
Todo lo que arrojamos junto con la ropa a nuestros pies cuando nos desnudamos, ¿diremos que sabríamos nombrarlo en su inmensidad y su incertidumbre? Algo se arranca de nosotros que en su desprendimiento al fin se dejaría ver... | |
de Tomás Segovia en la voz de Tomás Segovia |
Todo lo que la noche dibuja con su mano de sombra: el placer que revela, el vicio que desnuda. Todo lo que la sombra hace oír con el duro golpe de su silencio: las voces imprevistas que a intervalos enciende, el grito de la sangre, el rumor de unos pasos perdidos. Todo lo que el... | |
de Xavier Villaurrutia en la voz de Alberto Dallal |
Todo nos falta, un cigarrillo, tiempo para escribir, una excusa para los acreedores. El último fósforo está empapado. La humedad de la casa nos hace temblar. Llueve. Dame un mendrugo para el alma, para el gesto huraño, para el hambre y buen tiempo para los que se marchan. Poema... | |
de Vilma Vargas en la voz de Vilma Vargas |
Todo nos llega tarde... ¡hasta la muerte! Nunca se satisface ni alcanza la dulce posesión de una esperanza cuando el deseo acósanos más fuerte. Todo puede llegar: pero se advierte que todo llega tarde: la bonanza, después de la tragedia: la alabanza... | |
de Julio Flórez en la voz de Víctor Mallarino Colaboración: Álvaro Castaño Castillo, fundador y director de la emisora HJCK |
Todo poema es su propio borrador. El poema es sólo un gesto, un gesto que revela lo que no alcanza a expresar. Los poemas de perfectísima factura, los más grandes, son exclusivamente un manotazo afortunado. Todo poema es infinito. Todo poema es el génesis... | |
de Eduardo Lizalde por Eduardo Lizalde |
Todo quiere ser agua Quiere licuarse la montaña entera Las atalayas hunden en el río sus leves pies calcáreos Quemados por la boca espumeante del calor los cactos arden amando ya su polvo su ceniza que un día descenderá sobre las aguas Se quieren agua el lirio y la sombra y la piedra... | |
de Efraín Bartolomé en la voz de Efraín Bartolomé |
Todo quiere ser aguaQuiere licuarse la montaña entera Las atalayas hunden en el río sus leves pies calcáreos Quemados por la boca espumeante del calor loscactos arden amando ya su polvosu ceniza que un día descenderá sobre las aguas Se quieren agua el lirio y la sombra y la piedra... | |
de Efraín Bartolomé por Efraín Bartolomé |
todo regreso es imánde la posición de equilibrio.José Carlos Becerra Desde el balcón del universo el astronauta acaricia en la pantalla su virtual Oklahoma. ¿Qué hace un vaquero en la exosfera exhibiendo sus debilidades y virtudes por circuito cerrado en Cabo Cañaveral? No es... | |
de Enzia Verduchi en la voz de Enzia Verduchi |
Todo se había quedado sin engaño, esa vez. Y esa vez tuve miedo de todo. De: Voces | |
de Antonio Porchia en la voz de Antonio Porchia Colaboración: Alejandra Correa |
Todo se va cayendo, todo es piedra, molino que cambia aire por harina como el hombre es igual a lo que anhela. Todo se va cayendo, todo es plomo que cae ceniciento por la piel. Y todo va cayendo al miedo. Alguien usa la voz como perfume: cae sobre su sombra y la destruye, cae envuelto de pasión sobre sus pasos... | |
de Eduardo Cote Lamus en la voz de Héctor Rosales |
Todo, menos venir para acabarse. Mejor rayo de luz que nunca cesa; o gota de agua que se sube al cielo y se devuelve al mar en las tormentas. 0 ser aire que corra los espacios en forma de huracán, o brisa fresca. ¡Todo, menos venir para acabarse como se acaba, al fin, nuestra... | |
de Concha Méndez en la voz de Juan Rejano |
Todos estos señores estaban dentro cuando ella entró completamente desnuda ellos habían bebido y comenzaron a escupirla ella no entendía nada recién salía del rio era una sirena que se había extraviado los insultos corrían sobre su carne lisa la inmundicia cubrió sus pechos de oro... | |
de Pablo Neruda en la voz de Pablo Neruda |
Todos los días amanezco a ciegas a trabajar para vivir; y tomo el desayuno, sin probar ni gota de él, todas las mañanas. Sin saber si he logrado, o más nunca, algo que brinca del sabor o es sólo corazón y que ya vuelto, lamentará hasta dónde esto es lo menos. El niño crecería ahíto de felicidad oh albas... | |
de César Vallejo en la voz de Claudio Obregón |
Todos los días rezo esta oración al levantarme: Oh Dios, no me atormentes más. Dime qué significan estos espantos que me rodean. Cercado estoy de monstruos que mudamente me preguntan, igual, igual, que yo les interrogo a ellos. Que tal vez te preguntan, lo mismo que yo... | |
de Dámaso Alonso en la voz de Dámaso Alonso |
Todos los intermedios pudresienes de espera de esqueleto de lluvia sin persona cuando no neutros lapsus micropulpos engendros del sotedio pueden antes que cóncavos ausentes en seminal yacencia ser otros flujos ácidos del diurno sueño insomne otros sorbos de páramo tan viles vivas... | |
de Oliverio Girondo en la voz de Oliverio Girondo Colaboración: Eduardo Ortiz Moreno |
Todos somos marineros, marineros que saben bien navegar. Todos somos capitanes, capitanes de la mar. Todos somos capitanes y la diferencia está sólo en el barco en que vamos sobre las aguas del mar. Marinero, marinero; marinero... capitán que llevas un barco humilde sobre las aguas del mar... | |
de León Felipe en la voz de Nuria Espert |
Toma mi cuerpo, madre, te lo entrego ensangrentado... como me lo diste; sólo que a ti va ahora mudo y ciego, menos lloroso... sí... pero más triste. Gracias. madre; fue hermoso, tuvo suerte, el mejor vino y el amor más loco gozó en la lucha... | |
de Julio Flórez en la voz de Víctor Mallarino Colaboración: Álvaro Castaño Castillo, fundador y director de la emisora HJCK |
Tórnase la noche imperdonable crimen Cuando a solas, de espaldas al estío, Osamos contemplarla. Es crimen y es imperdonable Aunque los pájaros de piedra Sean todavía pisapapeles Para que la fe y el vigor, En la quinta estación, Nunca se nos vuelen. No importa que en la devota mano Germinen las bengalas... | |
de Marco Antonio Montes de Oca en la voz de Marco Antonio Montes de Oca |
Torne en mi boca el verso castellano a decir lo que siempre está diciendo desde el latín de Séneca: el horrendo dictamen de lo que todo es el gusano. Torne a cantar la pálida ceniza, los fastos de la muerte y la victoria de esa reina retórica que pisa los estandartes de la... | |
de Jorge Luis Borges en la voz de Jorge Luis Borges |
Torrero, que voy perdido y está apagado tu faro! Noroeste. Nada claro por el cielo, ¡y te has dormido! ¡Que se ha dormido el torrero y nadie del astillero talar su sueño ha querido! ¡Corre, ve, viento marero, y dile a algún marinero que el faro no está encendido! ... | |
de Rafael Alberti en la voz de Nuria Espert |
Torvo fraile del templo solitario que al fulgor nocturno lampadario o a la pálida luz de las auroras desgranas de tus culpas el rosario... ¡Yo quisiera llorar como tú lloras! Porque la fe en mi pecho solitario se extinguió, como el turbio lampadario entre la roja luz de las... | |
de José Juan Tablada en la voz de Sergio de Alva |
Traiga cuentos la guitarra De cuando el fierro brillaba, Cuentos de truco y de taba, De cuadreras y de copas, Cuentos de la Costa Brava y el Camino de las Tropas. Venga una historia de ayer Que apreciarán los más lerdos; El destino no hace acuerdos Y nadie se lo reproche Ya estoy... | |
de Jorge Luis Borges en la voz de Jorge Luis Borges |
Traje a ti mi soledad para que le dieras alma. Pero la dejaste sola en el camino, ¡qué sola dejaste mi soledad!... (¡Pensar que la traje a ti para que le dieras alma!) De: Onda | |
de Rogelio Sinán en la voz de Rogelio Sinán Colaboración: Eduardo Ortiz Moreno |
Traje mío, traje mío, nunca te podré vestir, que al mar no me dejan ir! ¡Nunca me verás, ciudad, con mi traje marinero; guardado está en el ropero, ni me lo dejan probar! ¡Mi madre me lo ha encerrado, para que no vaya al mar! ... | |
de Rafael Alberti en la voz de Rafael Alberti |
Transpiró una hoja sobre el muro de las horas: quedó escrita una gota de lápiz. Fue una mancha gris, una figura estrellada sin universo, de las miradas de los caminantes ajena. Iba en un ómnibus. A mi lado surgió la mancha, en el vestido con flores de una mujer marchita; ella se... | |
de Héctor Rosales en la voz de Nuria del Saz |
Tras de la reja abierta entre los muros, La tierra negra sin árboles ni hierba, Con bancos de madera donde allá en la tarde Se sientan silenciosos unos viejos. En torno están las casas, cerca hay tiendas, Calles por las que juegan niños, y los trenes Pasan al lado de las tumbas. Es... | |
de Luis Cernuda en la voz de Luis Cernuda |
Tras la reclusión vino de improviso la luz. Deslumbrada, llegué al núcleo de un violento avispero. Ajena a la concesión estudiada, inoportuna, con la simplicidad del que ignora el aguijón de la insidia, pasé la mano, sin malicia, por el lomo de la vida. Dios mío, qué brutal... | |
de Enriqueta Ochoa en la voz de Enriqueta Ochoa |
Trato de escribir en la oscuridad tu nombre. Trato de escribir que te amo. Trato de decir a oscuras esto. No quiero que nadie se entere, que nadie me mire a las tres de la mañana paseando de un lado a otro de la estancia, loco, lleno de ti, enamorado. Iluminado, ciego, lleno de ti,... | |
de Jaime Sabines en la voz de Jaime Sabines |
Tren del día, detenido frente al cardo de la vía. Cantinera, niña mía, se me queda el corazón en tu vaso de agua fría. Tren de noche, detenido frente al sable azul del río. Pescador, barquero mío, se me queda el corazón en tu barco negro y frío. De: Marinero en... | |
de Rafael Alberti en la voz de Nuria Espert |
Tres árboles caídos quedaron a la orilla del sendero. El leñador los olvidó, y conversan, apretados de amor, como tres ciegos. El sol de ocaso pone su sangre viva en los hendidos leños ¡y se llevan los vientos la fragancia de su costado abierto!... | |
de Gabriela Mistral por Horacio Salinas |
Tres palabras tres clavos sujetándose el cuerpo; tres alas en mi alma sosteniéndome el vuelo. El día se hizo luz cuando rompí el silencio. Después... Tú ya lo sabes. Resucité hacia dentro. Fui distinta y la misma. Me despojé en secreto y me quedé sin mí por llenarme de cieno. Tres... | |
de Ernestina de Champourcin en la voz de Juan Rejano |
Tres: Alguien dejó una flor de papel sobre mi mesa, es linda y morada y verde, gracias. Esperé una flor toda la vida, y hoy, martes raspado de melancolía, no sé de dónde, me ha llegado. Pinche florecita de papel, te quiero... | |
de Alejandro Aura en la voz de Alejandro Aura |
Triste eres menos triste. Quédate triste... | |
de Antonio Porchia por Darío Grandinetti |
Triste uniforme interminable como la pegajosa lluvia de los Andes es esta vasta pesadumbre que me sitia y esta torpe sensación de ser inútil desde que crece (creció) el árbol el gran árbol solitario de tu muerte Como las hojas secas que noviembre arremolina y amontona en el fondo de los parques... | |
de Otto Raúl González en la voz de Otto Raúl González |
Tristesa perfumada, rossinyol de la nit: amb sospirs, al meu son vas fent una corona. El coixí feia olor de taronger florit, oh rossinyol, colgat d estrelles i d aromes! Però, si em desvetllava, he vist que era de neu el jardí, i aquella Ombra hi venia daurada: i es glaçava un somriure entre sa boca lleu... | |
de Marià Manent en la voz de Marià Manent |
Tristeza dulce del campo. La tarde viene cayendo. De las praderas segadas llega un suave olor a heno. Los pinares se han dormido. Sobre la colina, el cielo es tiernamente violeta. Canta un ruiseñor despierto. Vengo detrás de una copla que había por el sendero, copla de llanto... | |
de Juan Ramón Jiménez en la voz de Rafael de Penagos |
Tristeza, pues yo soy tuyo, tú no dejes de ser mía; mira bien que me destruyo sólo en ver que el alegría presume de hacerme suyo. ¡Oh tristeza, que apartarme de contigo es la más alta crueza que puedes usar conmigo! No huyas ni seas tal que me apartes de tu pena; soy tu tierra... | |
de Juan Boscán en la voz de Manuel Dicenta |
Tú adelante vas, con paso vivo Y la muerte que te sigue adondequiera, Tú fatal como el agua de derivo, Al almo mundo que es la luz entera... Sin estricto ciprés ni desbordada Rosa ni sombra alguna la quimera. Tú adelante vas, ¡ay!, porque en cada Forma late el Origen y a tu obscura Noche echó su chispa ya alborada... | |
de Martín Adán en la voz de Martín Adán |
Tu aire esculpe el otoño en mi garganta. La lumbre de las uvas montaraces mis arriscadas vértebras levanta. Dividido entre lágrimas rapaces cruzo tus laberintos transparentes empañados de perros y torcaces. Palpo en tu rostro mis cenizas, claras, mis pies vislumbro en tus cerradas... | |
de Sara de Ibáñez en la voz de Sara de Ibáñez |
Tu aldea en la colina redonda bajo el aire del trigo, frente al mar con pescadores en la aurora, levantaba torres y olivos plateados. Bajaban por el césped los almendros de la primavera, el labrador como un profeta joven, y la pequeña pastora con su rostro en medio de un pañuelo. Y... | |
de Vicente Gerbasi en la voz de Vicente Gerbasi |
Tu aliento es el aliento de las flores; tu voz es de los cisnes la armonía; es tu mirada el esplendor del día, y el color de la rosa es tu color. Tú prestas nueva vida y esperanza a un corazón para el amor ya muerto; tú creces de mi vida en el desierto como crece en un páramo la... | |
de Gustavo Adolfo Bécquer en la voz de Favio Camero |
Tu alma en mí dejó su fría imagen, sólo recuerdo de lo que vivías, y si al espejo miro y me reflejo allí encuentro tus ojos, tu silencio de cera con un reposo de apagado aliento, como si descendiendo arenas o un tropel de recuerdos sobre mi piel, con sosegado paso hacia el cristal... | |
de Alí Chumacero en la voz de Alí Chumacero |
Tu carne olía ricamente a otoño, a húmedas hojas muertas, a resinas, a cítricos aceites y a glisinas y a la etérea fragancia del madroño. Hábil como una boca era tu coño. Siempre había, después de tus felinas agonías de gozo, en las divinas frondas de tu deseo, otro retoño. Te... | |
de Tomás Segovia en la voz de Tomás Segovia |
Tú como yo, viajero, en un día cualquiera Llegamos al camino sin elegir acera. Nos pusimos un traje como el que llevan todos Y adquirimos su aspecto, sus costumbres, sus modos. Hemos andado mucho, sujetados por riendas Invisibles, los ojos fatigados de vendas... | |
de Alfonsina Storni en la voz de María Rosa Gallo o Delia Garcés |
Tu cuerpo está a mi lado fácil, dulce, callado. Tu cabeza en mi pecho se arrepiente con los ojos cerrados y yo te miro y fumo y acaricio tu pelo, enamorado. Esta mortal ternura con que callo te está abrazando a ti mientras yo tengo inmóviles mis brazos. Miro mi cuerpo... | |
de Jaime Sabines por Jaime Sabines |
Tu cuerpo está a mi lado fácil, dulce, callado. Tu cabeza en mi pecho se arrepiente con los ojos cerrados y yo te miro y fumo y acaricio tu pelo, enamorado. Esta mortal ternura con que callo te está abrazando a ti mientras yo tengo inmóviles mis brazos. Miro mi cuerpo, el... | |
de Jaime Sabines en la voz de Jaime Sabines |
Tu cuerpo y el lazo de seda rústica que conduce a las plantaciones de la costa al sudor de tu cabellera quemada por las nubes a los instantes inolvidables tantas mutaciones de nómada y de clandestinidad tantos homenajes a una belleza salvaje que exige el desorden ¡oh raza de labios... | |
de Enrique Molina en la voz de Enrique Molina |
Tu curva humilde, forma silenciosa, le pone un triste anillo a la basura. En ti se hizo redonda la ternura, se hizo redonda, suave y dolorosa. Cada cosa que encierras, cada cosa, tuvo esplendor, acaso hasta hermosura. Aquí de una naranja se aventura su delicada cinta leve y rosa... | |
de Rafael Morales en la voz de Marcelo Cejas |
Tú entras a la única habitaciónde la casa y no pones la luz para no despertara los niños. Te sacas la ropa en la oscuridad y extiendes la mano bajo la frazada hasta sentir el cuerpo tibio y dormido de la más pequeña, la que no conozco, la que nació después... | |
de Ariel Dorfman por Ariel Dorfman |
Tú eras el huracán y yo la alta torre que desafía su poder, ¡tenías que estrellarte o que abatirme!... ¡No pudo ser! Tú eras el Océano y yo la enhiesta roca que firme aguarda su vaivén: ¡tenías que romperte o que arrancarme!... ¡No pudo ser! Hermosa tú, yo altivo; acostumbrados uno a... | |
de Gustavo Adolfo Bécquer en la voz de Favio Camero |
Tú eres el agua oscura que mana por dentro de la roca. Tú eres el agua oscura y entrañable que va corriendo bajo la tierra, ignorada del sol, de la sed de los que rastrean la tierra, de los que ruedan por la tierra. Tú eres agua virgen sin destino y sin nombre geográfico... | |
de Dulce María Loynaz en la voz de Dulce María Loynaz |
Tú eres mi marido y yo soy tu mujer. Tú eres mi hermana y yo soy tu hermano. Tú eres mi madre y yo soy tu hijo. Los dos somos nada más uno. Tú te abres y yo te penetro. Tú eres María y yo soy José. Tú me abrazas y yo te envuelvo. Tú eres mi sangre y yo soy tu piel. Carmen y Rosa,... | |
de Jaime Sabines en la voz de Juan Ignacio Aranda |
Tu foto de infancia se extravió en el diario. Los duendes del taller me arrebataron ese regalo de tu madre. Desde ahora sólo conservaré la imagen del niño que conocí en un carro de tren detenido en la estación de Lautaro ese verano del 48, mientras don Fernando y don Tomás se transmiten noticias... | |
de Floridor Pérez por Floridor Pérez |
Tu foto de infancia se extravió en el diario. Los duendes del taller me arrebataron ese regalo de tu madre. Desde ahora sólo conservaré la imagen del niño que conocí en un carro de tren detenido en la estación de Lautaro ese verano del 48, mientras don Fernando y don Tomás se... | |
de Floridor Pérez en la voz de Floridor Pérez Colaboración: Rodrigo Gonçalves |
Tu grupa blanca y ciega se remueve Bajo la seriedad de las caricias Tu inquieta grupa zalamera Entrevero de fiebres y de fríos Tu grupa de molicie inaplacada Nudo vivaz y obtuso de tu cuerpo En el coloquio a oscuras de las pieles Le prestamos al mundo nuestra carne Para que inscriba... | |
de Tomás Segovia en la voz de Tomás Segovia |
Tú le diste esa ardiente simetría de los labios, con brasa de tu hondura, y en dos enormes cauces de negrura, simas de infinitud, luz de tu día; esos bultos de nieve, que bullía al soliviar del lino la tersura, y, prodigios de exacta arquitectura, dos columnas que cantan tu armonía... | |
de Dámaso Alonso en la voz de Adolfo Marsillach |
Tu luz es la probable delincuencia de azucenas perdidas. Tu luz casi centella, casi noche, convertida en plegaria, es un te amo a medias torturado por espadas nocturnas que no quieres desprender de tu cuerpo palaciego... | |
de Carmen Alardín en la voz de Carmen Alardín |
Tú me levantas, tierra de Castilla, en la rugosa palma de tu mano, al cielo que te enciende y te refresca, al cielo, tu amo. Tierra nervuda, enjuta, despejada, madre de corazones y de brazos, toma el presente en ti viejos colores del noble antaño. Con la pradera cóncava del cielo... | |
de Miguel de Unamuno en la voz de Fernando Fernán Gómez |
Tú me miras, amor, al fin me miras de frente, tú me miras y te entregas y de tus ojos líricos trasiegas tu inocencia a los míos. No retiras tu onda y onda dulcísima, mentiras que yo soñaba y son verdad, no juegas. Me miras ya sin ver, mirando a ciegas tu propio amor que en mi mirar... | |
de Gerardo Diego en la voz de Gerardo Diego Colaboración: Eduardo Ortiz Moreno |
Tú me pedías poesía como quien frutos desespera del olmo viejo del camino. Cada mañana amanecía y el árbol peras no arrojaba. Cuando vivir no es necesario escribe el cerdo, lee el puerco y se emocionan los marranos. Escucha bien: no hay moraleja: es otra voz la... | |
de Juan Domingo Argüelles en la voz de Juan Domingo Argüelles |
Tú me quieres alba, me quieres de espumas, me quieres de nácar. Que sea azucena sobre todas, casta. De perfume tenue. corola cerrada Ni un rayo de luna filtrado me haya. Ni una margarita se diga mi hermana; tú me quieres blanca, tú me quieres nívea, tú me quieres casta. Tú que... | |
de Alfonsina Storni en la voz de Rosa Furman |
Tú me quieres alba, Me quieres de espumas, Me quieres de nácar. Que sea azucena Sobre todas, casta. De perfume tenue. Corola cerrada. Ni un rayo de luna. Filtrado me haya. Ni una margarita Se diga mi hermana. Tú me quieres nívea, Tú me quieres blanca... | |
de Alfonsina Storni en la voz de María Rosa Gallo o Delia Garcés |
Tu muerte en flor, angustia recordada, hoy viene a mí, de qué secreto es escultura y ritmo, apéndice y semblante cuando era de aquí abajo un apagado lila coro de nomeolvides te rodeaba de qué pestaña joyas pupilas o matices era tu resplandor... | |
de Pedro Piccatto por Washington Benavides |
Tú no oprimas mis manos Llegará el duradero tiempo de reposar con mucho polvo y sombra en los entretejidos dedos. Y dirías: No puedo amarla, porque ya se desgranaron como mieses sus dedos. Tú no beses mi boca. Vendrá el instante lleno de luz menguada, en que estaré sin labios sobre... | |
de Gabriela Mistral en la voz de Alejandra Flores |
Tú no puedes volver atrás porque la vida ya te empuja como un aullido interminable. Hija mía es mejor vivir con la alegría de los hombres que llorar ante el muro ciego. Te sentirás acorralada, te sentirás perdida o sola, tal vez querrás no haber nacido... | |
de José Agustín Goytisolo por Paco Ibáñez y Cecilia Rossetto |
Tú no sabes amar: ¿acaso intentas darme calor con tu mirada triste? El amor nada vale sin tormentas, sin tempestades el amor no existe. Y sin embargo ¿dices que me amas? No, no es amor lo que hacía mí te mueve; el Amor es un sol hecho de llama... | |
de Julio Flórez en la voz de Víctor Mallarino Colaboración: Álvaro Castaño Castillo, fundador y director de la emisora HJCK |
Tu nombre suena en mis oídos extraño y cercano como el murmullo del mar, ebrio de vida. ¿Cuál es la canción que todos cantan, cuál es la verdadera, la que viene de las minas y es tan grata a nuestro corazón como la tierra fértil, como los viejos libros de caballería... | |
de Thelma Nava por Thelma Nava |
Tu piel madura, festival al tacto, como llovida en plenitud te envuelve, si a veces en follaje se resuelve, con la aridez en otras hace pacto. Camino de la seda tu contacto en bengalas de sol se desenvuelve porque magnética, termal, devuelve las corrientes oscuras de lo abstracto... | |
de Griselda Álvarez Ponce de León en la voz de Griselda Álvarez Ponce de León |
Tu pupila es azul, y cuando ríes, su claridad suave me recuerda el trémulo fulgor de la mañana que en el mar se refleja. Tu pupila es azul, y cuando lloras, las transparentes lágrimas en ella se me figuran gotas de rocío sobre una violeta. Tu pupila es azul, y si en su fondo como un... | |
de Gustavo Adolfo Bécquer en la voz de Favio Camero |
Tú que estabas, estás y vas conmigo por la vuelta inconclusa de las horas cuéntame qué tan hondo vacío el de la cuerda ¡y en la red protectora qué silencio! Que silenciosa urdimbre de arañas cuidadosas que tejen con recuerdos de dolor, salvación. Y qué débil el hilo que sostienen tus... | |
de Carmen Alardín en la voz de Carmen Alardín |
Tú que estás acostumbrado a que al ver a una mujer se te haga el alma piropo, se te haga el piropo amor, se te haga el amor poema, se te haga el verso canción. Ahí la tienes, ahí, con la gracia y el bolero y el salero que tanto te gusta a ti. Ahí la tienes, ahí... | |
de Manuel Benítez Carrasco en la voz de Manuel Benítez Carrasco acompañado al piano por Agustín Lara |
Tú que has entrado en mi imperio como feroz dentellada, demonia trasnasolada con romas garras de imperio, ¡infiérname en el cauterio voraz de tus ojos vagos y en tus senos que son lagos de ágata en cuyos sigilos vigilan los cocodrilos réprobos de tus halagos! Consustanciados en... | |
de Julio Herrera y Reissig en la voz de Ángel Rama |
Tú que hueles la flor de la bella palabra acaso no comprendas las mías sin aroma. Tú que buscas el agua que corre transparente no has de beber mis aguas rojas. Tú que sigues el vuelo de la belleza, acaso nunca jamás pensaste cómo la muerte ronda ni cómo vida y muerte... | |
de José Hierro en la voz de Nuria Espert |
Tú que vas allá arriba, Ignacio, dime si no oyes alguna señal de algo o si ves alguna luz en alguna parte. No se ve nada. Ya debemos estar cerca. Sí, pero no se oye nada. Mira bien. No se ve nada. Pobre de ti, Ignacio. La sombra larga y negra de los hombres siguió moviéndose de arriba abajo, trepándose a las piedras... | |
de Juan Rulfo en la voz de Juan Rulfo |
Tú te inclinas despacio a la tristeza como te inclinas al botón y al hilo. Tus hijos han salido. En el despacho el viento mece unos papeles viejos. Cae la ciega penumbra del suburbio por la estrecha ventana, y va tocando tus cabellos lejanos, tu vestido. Cae la ciega penumbra, se apresura el gato huraño... | |
de Eliseo Diego en la voz de Eliseo Diego |
Tú te llamabas Carmen y era hermoso decir una a una tus letras, desnudarlas, mirarte en cada una como si fuesen ramas distintas de alegría, distintos besos en mi boca reunidos. Era hermoso saberte con un nombre que ya me duele ahora entre los labios, me sangra entre los labios como... | |
de José Manuel Caballero Bonald en la voz de José Manuel Caballero Bonald |
Tú traes tu memoria, muchacha, tu historia; yo traigo la mía. Están en la almohadasin nada de filosofía. | |
de Eduardo Langagne en la voz de Eduardo Langagne |
Tú, desdoblada cinta al aire. Yo, la mitad de un ala apenas. De la amapola eres discípula. A mí me eligen los cardales. Un sol de agua te divierte. Yo al girasol le corro nubes. Le acortas vuelo a la calandria. Yo no le robo el aire a nadie. Te sobran siempre mariposas. Yo, a la lombriz le busco cielo... | |
de Pedro Piccatto por Washington Benavides |
Tú, José Antonio, oficialmente culto, y un cincuenta por ciento de antologista de rapsodas criollos; corifeo de artistas ultra-nuevos e intelectual, pues te paseas entre ellos, de seguro que sabes de estas cosas más de un poco. Hace cerca de un siglo, un bardo melenudo que ostentaba una simiesca patillita... | |
de José Zacarías Tallet en la voz de José Zacarías Tallet Colaboración: Eduardo Ortiz Moreno |
Tú, que estás la barba en la mano meditabundo, ¿has dejado pasar, hermano, la flor del mundo? Te lamentas de los ayeres con quejas vanas: ¡aún hay promesas de placeres en los mañanas! Aún puedes casar la olorosa rosa y el lis, y hay mirtos para tu orgullosa cabeza gris. El alma ahíta... | |
de Rubén Darío en la voz de Rubén Bonifaz Nuño |
Tú, que le dices a la hojosa rama Susurra: Muge y gime, al mar bravío: Silba, al rudo Aquilon: murmura, al río: Suspira, al aura: y al torrente brama! Tú, que le das dulcísona garganta Al pajarillo que saluda el día, Y le enseñas patética armonía Al que a la noche sus amores canta... | |
de Gertrudis Gómez de Avellaneda en la voz de Carmen Feito Maeso |
Tú, yo mismo, seco como un viento derrotado que no pudo sino muy brevemente sostener en sus brazos una hoja que arrancó de los árboles ¿cómo será posible que nada te conmueva que no haya lluvia que te estruje ni sol que rinda tu fatiga? Ser una transparencia sin objeto sobre los... | |
de Salvador Novo en la voz de Pilar Pellicer |
Tuércele el cuello al cisne de engañoso plumaje que da su nota blanca al azul de la fuente; él pasea su gracia no más, pero no siente el alma de las cosas ni la voz del paisaje. Huye de toda forma y de todo lenguaje que no vayan acordes con el ritmo latente de la vida profunda. . .y... | |
de Enrique González Martínez en la voz de Enrique Lizalde o Gastón Melo |
Tus labios en mis ojos! Qué dulzura de estrellas alisa lentamente mis párpados caídos... Nada existe del mundo. Sólo siento tu boca y el temblor de mi espíritu hecho carne de luz. Sé cruel al besarme. Desgarra mis pupilas y arranca de su sombra la lumbre de mi sueño... | |
de Ernestina de Champourcin en la voz de Luisa Pastor Martínez |
Tus lindos ojuelos me matan de amor. Ora vagos giren, o párense atentos, o miren exentos, o lánguidos miren, o injustos se aíren, culpando mi ardor, tus lindos ojuelos me matan de amor. Si al final del día emulando ardientes, alientan clementes la esperanza mía... | |
de Juan Meléndez Valdés en la voz de Fernando Guillén |
Tus manos absolutas y mesiánicas que anoche me pasaron como un cuento, ignoran que hasta sirve de alimento con sus pulpas viriles y volcánicas. Tus manos tan distintas y oceánicas que entre panes absurdos aposento, no saben que su mágico fermento invita a cenas dulces y satánicas... | |
de Carilda Oliver Labra en la voz de Carilda Oliver Labra Colaboración: Eduardo Ortiz Moreno |
Tus ojos serán de pronto los ojos del dios mismo, inmensos, abiertos en plena llamarada, inapelables. Detrás de tu ternura tan contigua veré asomar su divino despotismo, tú estarás escuchándome en el tiempo pero él en tu otra orilla hará a un lado con airosa mano mis palabras... | |
de Tomás Segovia en la voz de Tomás Segovia |
Tus ojos son azules como el cielo, el cielo es una diáfana mentira, la mentira, una garza que suspira por besar a una estrella a medio vuelo. La estrella es un secreto de tu pelo, tu pelo es una llama que delira, y la llama un espejo en que se mira con la lengua de fuera, un toro en... | |
de Fernando del Paso en la voz de Fernando del Paso |
Tus ojos son las fuentes donde beben los tigres, que cuando tienen sed no respetan las selvas; y arrancan, mientras rugen, esas flores sencillas que entre el romero mueven su poderoso olor. A tus ojos se vuelcan las entrañas del monte, y por nacer en ellas, ¡oh líquido delgado!... | |
de Carmen Conde en la voz de Conchita Fernández |
Tuvo en la mano el ramo erguido, brioso relámpago de fiesta. Por las corolas de ascendía la luz amarga de la tierra, la luz del hueso amanecido, la luz en trance de cometa, la luz alzada por su rostro contra el fragor de la tiniebla; la luz audaz que abre en su risco despeñaderos a... | |
de Sara de Ibáñez en la voz de Sara de Ibáñez |