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listado de poemas en audio por primeros versos letra j

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50 poemas con la letra "j"

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De el Señor de la muralla de María Antonieta Flores
J) De cómo una dama consciente entrega sus riquezas y joyas a quien recorre los campos de guerra empuñando la aniquilación. Señor de la Muralla portadora alta sobre toda cabeza imploro un poco de tu fértil riego Mira este rostro de ágata promesa de sabias noches la tolerancia ...
Beethoven de Franz Tamayo
Jamás dolor más noble vibró en la fibra! Así insonora vibra el alto roble! Era Beethoven dolor siempre sonoro y siempre joven!
Punto de retorno de Fabricio Estrada
Jamás se regresa, volver es un jamás que nunca cede. Veinticuatro horas después somos otros creciendo inéditos, buscándonos, de la misma forma cuando niños nos buscábamos en sueños y no lo podíamos explicar al despertar, cuando el sol era blanco y la gente comenzaba a andar ...
Jamás de Ernesto Langer Moreno
Jamás son cinco letras imposibles (y un acento) un vestido indecente para cualquier hora del día un sonido para siempre inacabado. Jamás verá jamás cumplir su sueño (de durar eternamente) Porque todo, absolutamente todo, tiene freno. Nada existe sin su término. Jamás se morirá ...
Ebriedad de Dios (3) de Luis Armenta Malpica
Jamás voy sola a misa; me llevo los pecados de mi esposo y su esposa, uno o dos de mis hijas, alguno de mi hermano todos los de mi madre... hasta llenar el bolso que hace juego conmigo. Y Dios, distante y sin moverse parece consternado ante mis confesiones. Rezo en latín ...
Jardinera cantadora... de Rafael Alberti
Jardinera cantadora, blanca y roja arrebolera, tus vergeles me enamoran. Tus vergeles de luceros, tu jardín de volanderas, con brocal de jazmineros, cantadora jardinera. De: Marinero en tierra
Insomnio de Efrén Rebolledo
Jidé, clamo, y tu forma idolatrada no viene a poner fin a mi agonía; Jidé, imploro, durante la sombría noche y cuando despunta la alborada. Te desea mi carne torturada, Jidé, Jidé, y recuerdo con porfía frescuras de tus brazos de ambrosía y esencias de tu boca de granada. ...
La Habana (1968) (III) de Lourdes Casal
Jirones de ciudad fragmentos sin contexto, los enlaces perdidos. ¿Cómo llegar a, y qué venía, desde, por dónde iba aquel ómnibus? ¿Qué se me ha hecho la ciudad de entonces? Preposiciones, ...
jorge manrique. mi maestro... de Rogelio Guedea
jorge manrique. mi maestro. dice que querer hombre vivir cuando dios quiere que muera es locura. jorge manrique. mi maestro. amigo o fuego que releo en noches con fervor dice que mi empeño o mi pasión. ese tocar tu rostro o escribir es vano. malo para un alma cegada por la tristeza. ...
José Ramón Cantaliso de Nicolás Guillén
José Ramón Cantaliso, ¡canta liso!, canta liso, José Ramón. Duro espinazo insumiso: por eso es que canta liso José Ramón Cantaliso, José Ramón. En bares, bachas, bachatas, a los turistas a gatas, y a los nativos también, a todos, el son preciso José Ramón Cantaliso les canta liso, ...
Camino de imperfección de Miguel D´Ors
Joven, yo era un vanidoso inaguantable. Esto va mal , me dijo un día el espejo. Tienes que corregirte . Al cabo de unas semanas era menos vanidoso. Unos meses después ya no era vanidoso. Al año siguiente era un hombre modesto. Modestísimo. Uno de los hombres más modestos ...
Cantar no consuela de Rodolfo Alonso
Joven: ¡Maravíllate! ¡Lávate en tu idioma! ¡Protestacantaescupegimecrece! ¡Ama de amor, ama de un solo golpe, de todo corazón, de buena gana! ¡Vive, huye de las palabras! ¡Sírvete, sírvelas!
De Otros poemas (V) de Nicanor Parra
Jóvenes escriban lo que quieran en el estilo que les parezca mejor ha pasado demasiado sangre bajo los puentes para seguir creyendo creo yo que sólo se puede seguir un camino: en poesía se permite todo.
Romances de norte y sur (10) de Claudia Lars
Juan Guzmán Cruchaga, quiero hablar de la tierra tuya. Tierra visible en el sueño y en la realidad oculta. Tierra que busco y encuentro por estremecidas rutas del clima de la poesía, de corazones en fuga, de reflejos y relatos, y adivinanza y pregunta. Con voz incierta lejana inventando lo que busca; ...
Alondras de Diana Bellessi
Juan y la joven amiga de una amiga de Ramón Son putas dijo la gente pero yo los ví quererse como pocas veces ví Irradiaban esos dos aquella luz, y a su paso el verano les abría su puerta dulcemente Recostados sobre el muelle, la cabeza en el regazo acunándolo al Juancito ...
Fusiles y muñecas de Juan de Dios Peza
Juan y Margot, dos ángeles hermanos que embellecen mi hogar con sus cariños, se entretienen en juegos tan humanos que parecen personas desde niños. Mientras Juan, de tres años, es soldado y monta en una caña endeble y hueca, besa Margot con labios de granado, los labios de cartón ...
César en casa de Juan de Dios Peza
Juan, aquel militar de tres abriles, que con gorra y fusil sueña en ser hombre, y que ha sido en sus guerras infantiles un glorioso heredero de mi nombre; ayer, por tregua al belicoso juego, dejando en un rincón la espada quieta, tomó por voluntad, no a sangre y fuego, mi mesa de escribir y mi gaveta. ...
Juana Rosa en el alféizar... de David Escobar Galindo
Juana Rosa en el alféizar sobre su mar sin ventanas. Una nube compañera Le protege las espaldas, Porque el turbión de los días -intimidad soberana ha copado los jardines y le ha ocupado la casa. Afuera, el mar está solo. Juana Rosa lo acompaña, Porque nadie sabe de islas ...
Juega como los pájaros y el viento de María Monvel
Juega como los pájaros y el viento y yo, como los pájaros y el viento le traje a mí, cuando me di al amor. Juega como los pájaros y el viento porque toda la tierra es su elemento aunque le cerquen ya muerte y dolor. !No podrá defenderlo tu ternura! Es bello el sol, pero la tierra es dura .... ...
Fútbol de Blanca Varela
juega con la tierra como con una pelota báilala estréllala reviéntala no es sino eso la tierra tú en el jardín mi guardavalla mi espantapájaros mi atila mi niño la tierra entre tus pies gira como nunca prodigiosamente bella
El oscuro esplendor de Eliseo Diego
Juega el niño con unas pocas piedras inocentes en el cantero gastado y roto como paño de vieja. Yo pregunto: qué irremediable catástrofe separa sus manos de mi frente de arena, su boca de mis ojos impasibles. Y suplico al menudo señor que sabe conmover la tranquila tristeza de las flores, ...
Los hombres de Tatiana Oroño
juegan en equipo. Esa práctica de dividir al medio y tener de rival a una mitad y a la otra de aliada es jugada maestra. Ordena el mundo. Vende locus amenus. De talud a tribuna numerada. Selección: la autora
Juegas todos los días... (Poema XIV) de Pablo Neruda
Juegas todos los días con la luz del universo. Sutil visitadora, llegas en la flor y en el agua. Eres más que esta blanca cabecita que aprieto como un racimo entre mis manos cada día. A nadie te pareces desde que yo te amo. Déjame tenderte entre guirnaldas amarillas. ¿Quién escribe tu nombre ...
Bohemia de Laura Victoria
Jugadora de sueños llegué un atardecer hasta tu mesa; llevaba en los cabellos ya marchita la solitaria rosa que me dejó un tahúr la última fiesta, y en los labios el rictus fastidioso de una noche ceniza de placeres, ungida bajo el opio de la luna con una media-luna en las ojeras. ...
Madrugada de Juan Gelman
Jugos del cielo mojan la madrugada de la ciudad violenta. Ella respira por nosotros. Somos los que encendimos el amor para que dure, para que sobreviva a toda soledad. Hemos quemado el miedo, hemos mirado frente a frente al dolor antes de merecer esta esperanza. ...
Vigilia de Luis Raúl Calvo
Juliana espía desde la cornisa con sus ojos de rastrillo y la sopa de invierno. El latido de una hija nos contiene en el andamio. De: La Anunciación de la Partera, 1992 Poema seleccionado por el autor
La espera de Norma Segades Manias
Junco de soledad en el rocío, brizna de hierba clara... hilvanando la ausencia del espinel maduro por la trama de hogueras y tinieblas que ciñe lejanías a su pequeña torre sin campana, la Ramona Gamarra esmerila la sombra desde cajones huérfanos, desde escamas, desde agudos silbidos ...
Juncos de César Antonio Molina
Juncos del lago Titicaca, juncos del antiguo Nilo. Barcos en el desierto herrados por el óxido. Mares de arena. Trigo, espigas, cebada: aramos con las anclas. Cómo quisiera no imaginar a aquél que desconozco. Cada uno debajo de su duna y el sagrado simún sellando todo. ...
Soneto IV de Carlos Pellicer
Junio, jardín de junio, yo no quise sino sólo una voz de su ternura, besar el aire que en sus ojos dura y soltar en mis labios lo que dice. Aire, junio en los aires ya predice las imágenes muertas en la oscura piedad de las palabras que apresura la sola poesía que no quise. Agua, en tus lluvias ...
La conspiración de los necios de Angel Escobar
Juntémonos en tu casa el sábado. Sí: tiremos cualquier cosa a las brasas- auque sea un hombre: sí: volvámonos caníbales - eso da prestigio y fama - eso hace que uno deje un trazo como hace el caracol sobre la tierra - si es que la Tierra es algo. No todos podemos ser próceres piadosos. ...
Juntar de Virgilio López Lemus
Junto a Dios en mis manos, oro, truena el viento, se filtra, anuncia lluvia torrencial. Junto a Dios. Reúno en la oración palabra y sueño. Dejo tenue el vuelo del poema entre algas reflotadas de un pantano. Dios me perdona el ansia de imitarlo y conversa, baja a la montaña, ...
Crepúsculo de José Asunción Silva
Junto a la cuna aún no está encendida la lámpara tibia, que alegra y reposa, y se filtra opaca, por entre cortinas de la tarde triste la luz azulosa. Los niños cansados suspenden los juegos, de la calle vienen extraños ruïdos, en estos momentos, en todos los cuartos, se van despertando ...
Los viajes de Luis García Montero
Junto a la ropa sucia el papel de regalo. La distancia tenía el color de hierba y bosque, autopistas lavadas por la lluvia, direcciones escritas en periódicos. Y recuerdo también mañanas intermedias en el coche de un extraño cualquiera, posiblemente amigo de otro amigo, ...
La guerra florida de Vilma Vargas
Junto a la ventana está tu rostro, la tierra firme de tus ojos. Me acerco y toco tu mano, tus rodillas, paso mi mano por tu pelo. Yo te conozco. Me pasaré la vida tentando el fondo hasta que suba una imagen que se te parezca. No duermo: acecho. Cerco con flores y con dientes a un hombre. ...
Las ciencias naturales de Julio Llinás
Junto a las rocas, la negra sal radiante. ¡Oídos! Crujen las pieles de la Tierra gastadas por el sueño bajo una calma infernal. ¿Dónde está el hombre que renace en las cenizas de una gran poesía, la mano de oro que bautiza y desarrolla las ciencias naturales? Palabras, Serpientes ...
Junto a tu cuerpo de Salvador Novo
Junto a tu cuerpo totalmente entregado al mío junto a tus hombros tersos de que nacen las rutas de tu abrazo, de que nacen tu voz y tus miradas, claras y remotas, sentí de pronto el infinito vacío de su ausencia. Si todos estos años que me falta como una planta trepadora ...
Si se acercara el fin de Agustín Labrada Aguilera
Junto al cementerio toca una banda municipal, las efigies de sus músicos labran una oración bajo la arena y en sus notas se fugan los domingos. Si lloviese, la cruz sería culpable. Si pasara un murciélago y se acercara el fin, ninguno de nosotros hurgaría en sus ruinas. Entonces, ...
Dentro de una esmeralda de Salvador Díaz Mirón
Junto al plátano sueltas, en congoja de doncella insegura, el broche al sayo. La fuente ríe, y en el borde gayo atisbo el tumbo de la veste floja. Y allá, por cima de tus crenchas, hoja que de vidrio parece al sol de mayo, toma verde la luz del vivo rayo, y en una gema colosal te aloja. ...
Fuente de Blanca Varela
Junto al pozo llegué, mi ojo pequeño y triste se hizo hondo, interior. Estuve junto a mí, llena de mí, ascendente y profunda, mi alma contra mí, golpeando mi piel, hundiéndola en el aire, hasta el fin. La oscura charca abierta por la luz. Éramos una sola criatura, perfecta, ilimitada, ...
Nocturno de Manuel José Othón
Junto al rojo fogón de la cocina, bajo el techo de paja del bohío, ni lluvia torrencial, ni viento frío temo, cuando la noche se avecina. Después, el sueño mi cerviz inclina, me arrulla el manso murmurar del río y encuentro en el reposo calma y brío, al lado de mi vieja carabina ... Cuando en el mar ...
Asalto al sol 7 de Heddy Navarro Harris
Junto las piernas me apeo de estos mundos arrastro mi sexo que cruje entre tibiezas Gigante rojo moribundo no asaré mi carne de paisaje en tus entrañas
Porque es así como la muerte llega de Mario Meléndez
Junto los muertos reales a los que llevo en mi cabeza a los que nadie quiere los guardo como a esas cartas selladas con sangre Cada recuerdo es un ánima negra y soñolienta más negra que la noche de los campos irremediablemente negra y carnal y dolorosa irrepetible hueso por hueso ...
Juntos los dos de José Asunción Silva
Juntos los dos reímos cierto día... ¡Ay, y reímos tanto que toda aquella risa bulliciosa se tornó pronto en llanto! Después juntos los dos alguna noche, lloramos mucho, tanto, que quedó como huella de las lágrimas... un misterioso encanto! Nacen hondos suspiros de la orgía entre las copas ...
Los pájaros divinos de Alfredo Arvelo Larriva
Júpiter -que en el cielo del Paganismo asoma con el supremo brillo de la más noble estrella- de un cisne se depara la forma blanca y bella por que Leda le embriague de su carnal aroma. El Espíritu Santo -que la Iglesia de Roma consagra en la trimurti donde su Dios destella- por gozar el aroma ...
Promesa de Manlio Argueta
Juro no alzar la voz. No sublevarme. No decir la verdad cuando nos duela. Ofrecer la mejilla cada vez que me ofendan. A los pobres daré limosnas. Comeré pan duro para ser bueno con todos. Sólo dinero (pues no tengo nada) no habré de repartir... Después morir tranquilamente ...
Carta del suicida de Gonzalo Rojas
Juro que esta mujer me ha partido los sesos, porque ella sale y entra como una bala loca, y abre mis parietales, y nunca cicatriza, así sople el verano o el invierno, así viva feliz sentado sobre el triunfo y el estómago lleno, como un cóndor saciado, así padezca el látigo del hambre, ...
Es olvido de Nicanor Parra
Juro que no recuerdo ni su nombre, mas moriré llamándola María, no por simple capricho de poeta: por su aspecto de plaza de provincia. ¡Tiempos aquellos!, yo un espantapájaros, ella una joven pálida y sombría. Al volver una tarde del Liceo supe de la su muerte inmerecida, ...
La loca de Rodrigo Carrillo
Justo a la vuelta de la calle ancha que lleva al cementerio está ella con sonrisa de geranio Corre para esconderse de los buscadores de duendes y alucinados Se sienta a ver el árbol del arriate y se va con el sanate al charco más cercano Tiene olfato de sabueso para encontrar el arcoiris : ...
Justo el día... de Almudena Guzmán
Justo el día en que llevo gafas y un jersey horroroso usted descubre mi arrinconada existencia. Le hablo con la sorpresa de no sorprenderme al tocar una ardilla. Y contengo como puedo este alud de labios para no abalanzarme sobre su nuca mientras guarda, de espaldas a mi sombra ...
Canción de otoño en primavera de Rubén Darío
Juventud, divino tesoro, ¡ya te vas para no volver! Cuando quiero llorar, no lloro..., y a veces lloro sin querer. Plural ha sido la celeste historia de mi corazón. Era una dulce niña, en este mundo de duelo y aflicción. Miraba como el alba pura sonreía como una flor. Era su cabellera oscura hecha de noche ...