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listado de poemas en audio por primeros versos letra r

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179 poemas con la letra "r"

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Noventa poemas últimos (36) de Fernando Pessoa
Rabia en la tiniebla el viento Con un gran son de alejar. Y no hay en mi pensamiento Sino no poder parar. Parece que el alma tiene Tiniebla en la que crecer Una locura que viene De desear comprender. Rabia en la tiniebla el viento Y no se escapa por eso. Estoy preso al pensamiento ...
Racimos ya cuajados rompen vedas de Juan Gil - Albert
Racimos ya cuajados rompen vedas forestas dando salvas cazadores codorniz en ventana ¡dormidores! acogedla en los cotos de las sedas. ¡Plumas infaustas viento no las cedas! tropel madrugador de sumidores pulcros caños en pos de voladores venas del aire esparcen por veredas. ...
Contigo de Octavio Paz
Ráfagas turquesa loros fugaces en parejas Vehemencias el mundo llamea Un árbol hirviente de cuervos arde sin quemarse Quieta entre los altos tornasoles eres una pausa de la luz El día...
Contigo de Octavio Paz
Ráfagas turquesa loros fugaces en parejas Vehemencias el mundo llamea Un árbol hirviente de cuervos arde sin quemarse Quieta entre los altos tornasoles eres una pausa de la luz El día es una gran palabra clara palpitación de vocales Tus pechos ...
Raíz del cielo (III) de Gerardo Guinea Diez
Raíz sabia que me engendró en el grano de trigo, fiesta del polvo salamandra y unos azahares a tiempo, a la hora del coraje, vidrio de milagros, hábito a fuerza de su peso moral; bondad indefinible aprendida todos los días, a cualquier hora, en el desayuno compartido, en la vergüenza ajena ...
Madrugada de Octavio Paz
Rápidas manos frías retiran una a una las vendas de la sombra Abro los ojos todavía estoy vivoen el centro de una herida todavía fresca. De: Libertad bajo palabra
Madrugada de Octavio Paz
Rápidas manos frías retiran una a una las vendas de la sombra. Abro los ojos todavía estoy vivo en el centro...
Rara materia de Rafael Felipe Oteriño
Rara materia que no cedes razones. Si tocas el labio del amor es para herirlo, si llamas al pensamiento es para dejarlo secar. Cede alguna vez: regresa a tu reino oscuro. No es justo tu veneno restregando sed a los sueños, incertidumbre al corazón, ...
Raro asunto de Miguel D´Ors
Raro asunto la vida: yo que pude nacer en 1529, o en Pittsburg o archiduque, yo que pude ser Chesterton o un bonzo, haber nacido gallego y d Ors y todas esas cosas. Raro asunto que entre la muchedumbre de los siglos, que existiendo la China innumerable, y Bosnia, y las cruzadas, y los incas, ...
Poetisa de Rosario Acuña
Raro capricho la mente sueña: será inmodesta, vana aprensión. Tal palabra no me cuadra; su sonido a mi oído no murmura con dulzura de canción; no le presta la armonía melodía y hace daño al corazon. Tiemblo al escucharla. ¿Será manía? Oigo el murmullo cerca de mí: ...
El anuncio de Hugo Mujica
Raro relámpago del instante, brilla y ciega sobre un plato blanco y vacío. Hay que acoger el fulgor de la ausencia, reflejar el don de lo que no está en cada...
Capricho de Aranjuez de Guillermo Carnero
Raso amarillo a cambio de mi vida. Los bordados doseles, la nevada palidez de las sedas. Amarillos y azules y rosados terciopelos y tules, y ocultos por las telas recamadas, plata, jade y sutil marquetería. Fuera breve vivir. Fuera una sombra o una fugaz constelación alada. Geométricos jardines. ...
El río de Javier del Granado
Rastreando emerge del cristal de cromo, un yacaré con ojos de esmeralda, y serpentea entre la hierba gualda, bajo el fogoso luminar de plomo. Relampaguea en su quebrado lomo el polvo de oro que la orilla escalda, y un chiriguano de tostada espalda, asecha al saurio, con feroz aplomo. ...
Nocturno 5 de Silvia Favaretto
Rayas de seda violeta. Con olor a sándalo, goteando como miel cae la noche que danza sobre los techos de las ciudades. La inmortalidad te ha tocado con el verso, con la oscuridad, con la ola; pero la eternidad te queda grande. Los ríos de palabras inútiles que nos hemos dicho, ...
Rayendo están dos cabras... de Francisco de Terrazas
Rayendo están dos cabras de un nudoso y duro ramo seco en la mimbrera, pues ya les fue en la verde primavera dulce, suave, tierno y muy sabroso. Hallan extraño el gusto y amargoso, no hallan ramo bueno en la ribera, que - como su sazón pasada era - pasó también su gusto deleitoso. ...
Reapareces de Jair Cortés
Reapareces aquí dentro de la palabra y tan afuera en ti misma liberada de estas MAYÚSCULAS REVERENCIAS cierras una puerta y yo abro otra (Mi río se desborda en estas afirmaciones) ANTES Teníamos poca edad pero suficiente para creernos en el margen del mundo Aquellos días empezó ...
Rebaba de neurona es la argamasa... de Román Luján
REBABA DE NEURONA es la argamasa que forma este collage de sinsentidos. Salitre emocionado, paz salada en roncos lagrimales, pirotecnia. ¿Collage es mezcolanza, revoltijo, astilla de emoción vuelta a su logos? No hablemos del futuro, piedad, que ya envejezco. ...
Dos de las fiestas de la muerte de Joao Cabral de Melo Neto
Recepciones ceremoniales que da la muerte: el muerto, vestido para un acto inaugural; y ambiguamente: con la ropa del orador y la de la estatua que se ha de inaugurar. En el ataúd, medio ataúd medio pedestal, el muerto más se inaugura que se muere; y doblemente: bien su propia estatua ...
A mi madre de Juan Gelman
Recibí tu carta 20 días después de tu muerte y cinco minutos después de saber que habías muerto / una carta que el cansancio, decías, te interrumpió / te habían visto bien por entonces / aguda como siempre / activa a los 85 años de edad pese a las tres operaciones contra el cáncer ...
Algo sobre la muerte del Mayor Sabines (XI) de Jaime Sabines
Recién parido en el lecho de la muerte, criatura de la paz, inmóvil, tierno, recién niño del sol de rostro negro, arrullado en la cuna del silencio, mamando oscuridad, boca vacía, ojo apagado, corazón desierto. Pulmón sin aire, niño mío, viejo, cielo enterrado...
Recoge el sortilegio de Rodolfo Häsler
Recoge el sortilegio que en el agua pasa, donde la corriente, cómplice tuya, limpia tus pecados, luz y sombra, al atardecer, en la leve frialdad, separado del mundo por la mano que te elige, celebras en la obediencia la gloria y la elevación. Los animales te dan la fuerza...
Asilo de las artes de Floriano Martins
Recoger el arte abandonado, y darle cuidados mínimos, aunque fuera del tiempo. ¿La realidad enloquece el arte? ¿Delante de un crimen pasional -esa perla del falso amor- como reacciona un poema, una película, una escultura? ¿Con cuál arte me siento listo para enfrentar...
Los grillos (defensa e ilustración de la poesía) de José Emilio Pacheco
Recojo una alusión de los grillos: su rumor es inútil, no les sirve de nada entrechocar sus élitros. Pero sin la señal indescifrable que se trasmiten de uno a otro. la noche...
Batman de José Carlos Becerra
Recomenzando siempre el mismo discurso, el escurrimiento sesgado del discurso, el lenguaje para distraer al silencio; la persecución, la prosecución y el desenlace esperado por todos. Aguardando siempre la misma señal, el aviso del amor, de peligro, de como quieran llamarle. ...
El buscador de David Escobar Galindo
Reconocí mi voz entre montañas de raíces que hablaron; fue llenándose la atmósfera de pétalos oscuros, y gentes que no supe jamás cómo salieron a mi encuentro. Saqué el rostro una vez por la ventana: abajo las mujeres cantaban en sus blancos lavaderos. Nos bañábamos todos en un río, ...
Reconozco de Almudena Guzmán
Reconozco que no somos muy originales, nuestra historia es la de medio Madrid y como todos, andamos buscando una clarita entre la oficina y el estudio para citarnos donde no nos conozca nadie. ¿Pasa algo? Ah. Porque a estas alturas y con un enamoramiento de rizos ...
Segundo poema del viaje de Agustín Labrada Aguilera
Recordarás el viaje en un tiempo difícil, donde la tempestad no fue del todo fiel a sus poderes. A la hora del caos, alguna coordenada dictó los privilegios de tu simple victoria. No has descendido tanto, un poco de claridad te salvaría. Dos espejos ha tenido el viaje y en los dos te has mirado. ...
Ahora que tu vientre de Francisco Nájera
Recordaré tus brazos y tu vientre de silencios, Tu espalda desnuda, voraz espuma para mi soledad, Y tu pecho, adorable fuente de mi vacío ¿Pero qué digo, si es el silencio mi avatar, Tu suspicaz codicia, ahora Que sobre tu vientre, mi lengua se abandona Muda?
Naturaleza viva de Néstor Martínez
Recorre la tronante voz del dios, el ancho y largo cielo. Amontona las nubes grises, revuelve los vientos de los cuatro puntos cardinales, los lanza con furia sobre los usurpadores de su reino. Tiembla el frágil ser humano ante el retumbo prolongado, ante el rayo que castiga al intruso de la Tierra, ...
La araña de José Juan Tablada
Recorriendo su tela esta luna clarísima tiene a la araña en vela.
Moreliana de Eduardo Mitre
Recorriendo taciturno las calles de Morelia, recién abierta la tajante herida de tu ausencia, me pregunto a quién nombran, ya vacantes, los nombres de los muertos. Pájaros huérfanos sin el árbol del cuerpo, sin más vuelo que el inmóvil del recuerdo ¿a quién nombran? Dime tú: ...
Huida del cuerpo de Alfonso Calderón
Recorriendo tus labios busco en cada beso un sonido a flor o vena consumida, amoroso afán de un corazón vacío. En cada brazo que tristemente gime un pájaro silencioso muere en tus dedos; anhelando aéreo, fugitivo esa catarata de cabellos deshechos en ruidos de olvido. ...
La Zarza de Moisés (Mapamundi) de Pedro Jesús de la Peña
Recorro con el dedo los parajes lejanos, los glaciares del norte, las pampas argentinas, las soberbias montañas y las arenas finas donde tienden su sueño los cansados humanos en busca del sosiego de las playas marinas; y de pronto me veo tocando con las manos el paraíso ...
Halt de Luis Rogelio Nogueras
Recorro el camino que recorrieron 4000000 de espectros. Bajo mis botas, en la mustia, helada tarde de otoño cruje dolorosamente la grava. Es Auschwitz, la fábrica de horror que la locura humana erigió a la gloria de la muerte. Es Auschwitz, estigma en el rostro sufrido de nuestra...
Domingo de Lourdes Casal
Recorro las calles de este New York vestido de verano, con sus guirnaldas de latas de cerveza y envoltorios de helados, con su fauna fantástica desbordada por la Quinta Avenida, por Broadway, por Riverside, toda la increíble fauna y flora de esta ciudad increíble, ...
El alfanje secreto (XIII) de Santos Domínguez Ramos
Recostado en la arena, el buen Abul Jaqam te había prometido una noche de amor. Tras la primera unión se ha quedado dormido hasta el amanecer. Y tú has tenido tiempo de ver en él la imagen de las hogueras leves del ocaso, la imagen exacta, ausente y lenta de la muerte. ...
Representación de Carmen Alardín
Recreo una vida que se parece a otras una vida insaciable de controles remotos de escenarios difusos tratando de encontrar la punta de los hilos que se quedaron sueltos. Alguien grita y difiere del ritmo y de la letra representa una vida sin saberme los guiones. Alguien escribe...
La ola de Josefa Murillo
Recuerda el tiempo que en la playa sola, al ver la ola que alumbraba el sol, tú me dijiste que la mar un día se acabaría antes que tu amor. Hoy que te busco por la playa sola, no está la ola que alumbraba el sol; las olas mueren y tu amor no existe; ¡qué mal supiste comparar tu amor! ...
Recuerda de Elsa López
Recuerda que la lluvia cayó porque yo quise y porque tú quisiste me miraste al espejo y me encontraste hermosa de verde y gabardina. Recuerda que lloraste cogido de mi mano y yo llené de besos tu infancia despoblada. Recuerda que la noche llegó porque yo quise. Y te miré a los ojos, ...
Recuerda que tú existes tan sólo en este libro... de Luis García Montero
Recuerda que tú existes tan sólo en este libro, agradece tu vida a mis fantasmas, a la pasión que pongo en cada verso por recordar el aire que respiras, la ropa que te pones y me quitas, los taxis en que viajas cada noche, sirena y corazón de los taxistas, las copas que compartes ...
Recuérdame en alta mar... de Rafael Alberti
Recuérdame en alta mar, amiga, cuando te vayas y no vuelvas. Cuando la tormenta, amiga, clave un rejón en la vela. Cuando alerta el capitán ni se mueva. Cuando la telegrafía sin hilos ya no se entienda. Cuando ya al palo-trinquete se lo trague la marea. Cuando en el fondo del mar seas sirena. ...
Cantar de Valparaíso de Jaime García Terrés
Recuerdas que querías ser un poeta telúrico? Con fervor aducías los admirables ritos del paisaje, paladeabas nombres de volcanes, ríos, bosques, llanuras, y acumulabas verbos y adjetivos a sismos o quietudes (aun a las catástrofes extremas del planeta) vinculados. Hoy prefieres...
Coplas de Don Jorge Manrique por la muerte de su padre de Jorge Manrique
Recuerde el alma dormida, avive el seso y despierte, contemplando cómo se pasa la vida, cómo se viene la muerte tan callando; cuán presto se va el placer, cómo, después de acordado da dolor, cómo, a nuestro parescer, cualquiera tiempo pasado fue mejor. Pues si vemos lo presente, ...
Primera evocación de Angel González
Recuerdo bien a mi madre. Tenía miedo del viento, era pequeña de estatura, le asustaban los truenos, y las guerras siempre estaba temiéndolas de lejos, desde antes de la última ruptura del Tratado suscrito por todos los ministros de asuntos exteriores. Recuerdo que yo no comprendía. ...
La derrota da pruebas de que estamos vivos de Concha García
Recuerdo dos horas seguidas. Luego un abatimiento. Se filtraba la luz, pero anochecía. Yo era otra. ¿Dónde estará aquella ropa? Era la misma que soy ahora. Menos cosas que recordar menos vida, o más vida, o poca vida. O ninguna vida por delante ni hacia atrás. Mi vida. ...
Recuerdos de Elsa López
Recuerdo el amor que me nacía al tiempo de la lluvia. Recuerdo los baúles y las colchas de hilo, las flores de lavanda volando por espacios abiertos y felices, aquella despiadada multitud de grillos debajo de las lápidas, y tus besos, pan y aceite, detrás de los postigos. ...
Recuerdo el frío del amanecer... de Antonio Gamoneda
Recuerdo el frío del amanecer, los círculos de los insectos sobre las tazas inmóviles, la posibilidad de un abismo lleno de luz bajo las ventanas abiertas para la ventilación de la enfermedad, el olor triste de la sosa cáustica.
Mujer y perros de Sebastián Salazar Bondy
Recuerdo en Lima una mujer, una cansada sombra de pordiosera que juntaba perro a perro como los frutos de su vientre. Eran canes de paso, animales manchados, negros, hoscos, melancólicos hijos que la escuchaban en el suelo y lamían su mano agradecidos de una...
Recuerdo la estatua de un caballo alado... de Espido Freire
Recuerdo la estatua de un caballo alado, el cuello tenso, el fluir en el aire y una mujer tranquila; debió ser mi madre. Sólo eso queda de mi infancia. El resto me lo robó un remolino. Yo no recuerdo... El brillo en el cielo, el mármol del caballo, la luz. Luego la noche. Mi padre...
Mañana, mañana de Derek Walcott
Recuerdo las ciudades que nunca he visto exactamente. Venecia con sus venas de plata, Leningrado con sus minaretes de toffee retorcido. París. Pronto los impresionistas obtendrán sol de las sombras. ¡Oh! y las callejas de Hyderabad como una cobra desenroscándose. ...