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listado de poemas en audio por primeros versos letra q

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121 poemas con la letra "q"

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El cementiri dels mariners de Josep Maria de Sagarra
Quan la passada del vent afina la tarda tèbia del mes d agost, penges com una morta gavina dalt de la pedra grisa del rost. Des de les blanques parets estretes veus una mica de mar només; i encara et poses tot de puntetes, blanc cementiri dels mariners. Ningú que als vespres a tu s atansa...
Viajes en avión de Jaime Labastida
Qué alegría decidir qué beber, cómo morir, por qué, y en dónde. Quisiera morir, así, bajo un gran árbol. Desearía ser quemado; que mis cenizas irritaran, polvo, los ojos de la que amo; que fueran sólo la mancha en un libro pasados los años. Podría morir aquí, sin duda. No todo sitio es bueno...
Qué alegría vivir... de Pedro Salinas
Qué alegría, vivir sintiéndose vivido. Rendirse a la gran certidumbre, oscuramente, de que otro ser, fuera de mí, muy lejos, me está viviendo. Que cuando los espejos, los espías, azogues, almas cortas, aseguran que estoy aquí, yo, inmóvil, con los ojos cerrados y los labios,...
Primavera de Griselda Álvarez Ponce de León
Qué aleluya volver de la ceniza, reconstruirse y nacer de nueva cuenta, volver los dos con unidad violenta y retomar la vida con más prisa. Ver nuestra primavera que improvisa con flores y con tallos su herramienta y sentir que la savia nos fermenta y que ya somos miel, calor,...
Qué altos... de Rafael Alberti
Qué altos los balcones de mi casa! Pero no se ve la mar. ¡Qué bajos! Sube, sube, balcón mío, trepa el aire, sin parar: sé terraza de la mar, sé torreón de navío. ¿De quién será la bandera de esa torre de vigía? ...
La niña que se va al mar de Rafael Alberti
Qué blanca lleva la falda la niña que se va al mar! ¡Ay niña, no te la manche la tinta del calamar! ¡Qué blancas tus manos, niña, que te vas sin suspirar! ¡Ay niña, no te las manche la tinta del calamar! ¡Qué blanco tu corazón y qué blanco tu mirar! ¡Ay niña, no te los manche la tinta del calamar! ...
Qué claro baja el río de Miguel de Unamuno
Qué claro bebiendo cielo que baja el río a la mar, va soñando en la montaña, que el cielo quiso escalar. Si va soñando en su cuna y en cielos de más allá, qué claro que baja el río con aguas de cristianar.
Detente sombra de Sor Juana Inés de la Cruz
QUE CONTIENE UNA FANTASÍA CONTENTA CON AMOR DECENTE Detente, sombra de mi bien esquivo, imagen del hechizo que más quiero, bella ilusión por quien alegre muero, dulce ficción por quien penosa vivo. Si al imán de tus gracias, atractivo, sirve mi pecho de obediente acero, ¿para qué me...
Qué costumbre tan salvaje... de Jaime Sabines
Qué costumbre tan salvaje esta de enterrar a los muertos!, ¡de matarlos, de aniquilarlos, de borrarlos de la tierra! Es tratarlos alevosamente, es negarles la posibilidad de revivir. Yo siempre estoy esperando a que los muertos se levanten, que rompan el ataúd y digan alegremente: ¿por qué lloras?...
Qué cuerpos leves, sutiles... de Pedro Salinas
Qué cuerpos leves, sutiles, hay, sin color, tan vagos como sombras, que no se pueden besar si no es poniendo los labios en el aire contra algo que pasa y que se parece! ¡Y qué sombras tan morenas hay, tan duras que su oscuro mármol frío jamás se nos rendirá de pasión entre los brazos! ...
Yo no puedo tenerte ni dejarte... de Sor Juana Inés de la Cruz
QUE DA MEDIO PARA AMAR SIN MUCHA PENA Yo no puedo tenerte ni dejarte, ni sé por qué, al dejarte o al tenerte, se encuentra un no sé qué para quererte y muchos sí sé qué para olvidarte. Pues ni quieres dejarme ni enmendarte, yo templaré mi corazón de suerte que la mitad se incline a...
Cualquier tiempo pasado fue peor de Nicolás Guillén
Qué de cosas lejanas aún tan cerca, mas ya definitiva- mente muertas! La autoridad de voz abrupta que cobraba un diezmo al jugador y otro diezmo a la prostituta. El senador (tan importante). El representante. El concejal. El sargento de la Rural. El sortijón con un diamante...
Vida retirada (Oda I) de Fray Luis de León
Qué descansada vida la del que huye del mundanal rüido, y sigue la escondida senda por donde han ido los pocos sabios que en el mundo han sido; que no le enturbia el pecho de los soberbios grandes el estado, ni del dorado techo se admira, fabricado del sabio Moro, en jaspes sustentado! ...
Canto (V) de Mario Bojórquez
Qué desmedrada Encía Para tus cuatro dientes Qué espalda Que encorvada Ya no distingue El peso de lápidas atroces Qué desolada respiración Te pone en pie De: El deseo postergado Premio Nacional de Poesía Aguascalientes...
Qué día tan largo... de León Felipe
Qué día tan largo... y qué camino tan áspero... qué largo es todo, qué largo, qué largo es todo y qué áspero! En el cielo está clavado el sol iracundo y alto. La tierra es toda llanura... llanura... toda llanura... y en la llanura... ni un árbol...
Vida de Griselda Álvarez Ponce de León
Qué difícil pensar de tan contenta, no se puede escribir de tanta dicha! a pío y canto el ave se encapricha y vuela saboreando la tormenta. Brota el renuevo y en la rama alienta una explosión de júbilo predicha...
Oda a unas palomas de Nicanor Parra
Qué divertidas son Estas palomas que se burlan de todo Con sus pequeñas plumas de colores Y sus enormes vientres redondos. Pasan del comedor a la cocina Como hojas que dispersa el otoño Y en el jardín se instalan a comer Moscas, de todo un poco, Picotean las piedras amarillas O se...
Qué doloroso es amar... de Joaquín Dicenta
Qué doloroso es amar... y no poderlo decir! Si es doloroso saber, que va marchando la vida como una mujer querida, que jamás ha de volver. Si es doloroso ignorar, donde vamos a morir; ¡más doloroso es amar... y no poderlo decir! ...
Dar un rumbo al corazón de Poesía náhuatl
Qué era lo que acaso tu mente hallaba? ¿Dónde andaba tu corazón? Por esto das tu corazón a cada cosa, sin rumbo lo llevas: vas destruyendo tu corazón. Sobre la tierra, ¿acaso puedes ir en pos de algo? . Moyolhuica ¿Tle in mach tiquilnamiquia?...
A España, después de la revolución de marzo de Manuel José Quintana
Qué era, decidme, la nación que un día reina del mundo proclamó el destino, la que a todas las zonas extendía su cetro de oro y su blasón divino? Volábase a Occidente, y el vasto mar Atlántico sembrado se hallaba de su gloria y su fortuna...
Muerto de amor de Federico García Lorca
Qué es aquello que reluce por los altos corredores? Cierra la puerta, hijo mío, acaban de dar las once. En mis ojos, sin querer, relumbran cuatro faroles. Será que la gente aquella estará fregando el cobre. Ajo de agónica plata la luna menguante, pone cabelleras amarillas a las amarillas torres...
Que es el canto de los pájaros... de Jaime Sabines
Qué es el canto de los pájaros, Adán? Son los pájaros mismos que se hacen aire. Cantar es derramarse en gotas de aire, en hilos de aire, temblar. Entonces los pájaros están maduros y se les cae la garganta en hojas, y sus hojas son suaves, penetrantes, a veces rápidas. ¿Por qué?,...
El dulce milagro de Juana de Ibarbourou
Que es esto? ¡Prodigio! Mis manos florecen. Rosas, rosas, rosas a mis dedos crecen. Mi amante besóme las manos, y en ellas, ¡oh gracia! brotaron rosas como estrellas. Y voy por la senda voceando el encanto y de dicha alterno sonrisa con llanto y bajo el milagro de mi encantamiento se aroman de rosas las alas del viento...
Qué es poesía... (Rima XXI) de Gustavo Adolfo Bécquer
Qué es poesía? , dices mientras clavas en mi pupila tu pupila azul. ¿Qué es poesía? ¿Y tú me lo preguntas? Poesía... eres tú...
Qué es tu vida, alma mía de Miguel de Unamuno
Qué es tu vida, alma mía? ¿cuál tu pago?, ¡lluvia en el lago! ¿Qué es tu vida, alma mía, tu costumbre? ¡viento en la cumbre! ¿Cómo tu vida, mi alma, se renueva? ¡sombra en la cueva!, ¡lluvia en el lago!, ¡viento en la cumbre!, ¡sombra en la cueva! Lágrimas es la lluvia desde el cielo,...
La sexagésima segunda de Alejandro Aura
que está desnudo que anda a saltos que ruge gime brama las órbitas de sus ojos se han abierto hacia atrás hasta fundirse que ha sido espejo de dones y crisol de fantasías el cabello le nace como una fuente negra y hosca que tira al derredor palabras sucias...
Qué fácil sería para esta mosca... de Rubén Bonifaz Nuño
Qué fácil sería para esta mosca, con cinco centímetros de vuelo razonable, hallar la salida. Pude percibirla hace tiempo, cuando me distrajo el zumbido de su vuelo torpe. Desde aquel momento la miro, y no hace otra cosa que achatarse los ojos, con todo su peso, contra el vidrio duro...
Viento de Griselda Álvarez Ponce de León
Qué fantasma es el tuyo! Qué presencia derrama exacto cuando lo convoco: reconstruye tu olor, tus pasos, toco la superficie de tu residencia. ¡Qué forma de copiarme tu apariencia! Qué completo tu abrazo si lo evoco y cómo se disuelve poco a poco en esta larga noche de la ausencia...
La poda de Nuria Parés
Qué fe retoñaría si nosotros pudiéramos ponernos una fecha como una flor de luz entre los labios! ¡Marcarnos en el tiempo con la fuerza con que el ritmo del hombre se recorta sobre las estaciones de la tierra!...
Qué fuego de tiniebla, qué círculo de trueno... de Vicente Gerbasi
Qué fuego de tiniebla, qué círculo de trueno, cayó sobre tu frente cuando viste esta tierra? Pasaron costas negras, arbustos inflamados, barcas con piña, coco, bananas, chirimoyas, sobre un mar tenebroso con medusas y anémonas. Y pararon caminos, zamuros, caseríos, y un niño sin parientes...
La fuente oscura de Jaime García Terrés
Qué gran curiosidad tengo de verte sin ropajes ambiguos, oh mi sombra! Imagino tu piel acribillada por la nostalgia; de rubor inhábil erizadas las fugas del contorno; y me pregunto si guarecen algo más esos repliegues vaporosos, si corren por tus venas plenitudes, si alojas muy adentro constelaciones nunca vistas...
Qué hago con mi corazón... de Eduardo Langagne
Qué hago con mi corazón? ¿Lo dejo que siga inquieto? ¿Lo impugno duro? ¿Lo reto? ¿Lo incluyo en esta canción? Cuando toda su expresión es separarse de mí y hacer todo para sí sin ni siquiera inmutarse ¿Cómo pudo enamorarse si yo no se lo pedí?...
Qué haré madre?... de Jarchas mozárabes
Qué haré madre? Mi amigo está a la puerta. ** * ¿Qué faré, mamma? Meu-l-habibest ad yana...
Qué hermoso es ver el día... (Rima LXVII) de Gustavo Adolfo Bécquer
Qué hermoso es ver el día coronado de fuego y levantarse, y a su beso de lumbre brillar las olas y encenderse el aire! ¡Qué hermoso es tras la lluvia, del triste otoño en la azulada tarde, de las húmedas flores el perfume beber hasta saciarse! ...
Los ocho nombres de Pablo Picasso de Rafael Alberti
Qué hubiera sido de ti Pablo, si de los ocho nombres con que fuiste bautizado, hubieras preferido al de Pablo Picasso el de Diego Picasso, al de Diego Picasso el de José Picasso, al de José Picasso el de Francisco de Paula Picasso, al de Francisco de Paula Picasso el de Juan...
Qué importa que tu puñal... de José Martí
Qué importa que tu puñal Se me clave en el riñón? ¡Tengo mis versos, que son Más fuertes que tu puñal! ¿Qué importa que este dolor Seque el mar y nuble el cielo? El verso, dulce consuelo, Nace al lado del dolor...
Hacer ciudades de Alejandro Aura
Que la ciudad sea principio y fin porque no hay soplo que la hurte de su sitio; cimiento la sangre de quienes la habitaron modulando su espeso fundamento. Óyeme decir que no me iré. Que parta el solitario y se hunda en el viento entre los pájaros perdidos...
No volveré a ser joven de Jaime Gil de Biedma
Que la vida iba en serio uno lo empieza a comprender más tarde como todos los jóvenes, yo vine a llevarme la vida por delante. Dejar huella quería y marcharme entre aplausos envejecer, morir, era tan sólo las dimensiones del teatro...
Qué lástima de León Felipe
Qué lástima que yo no pueda cantar a la usanza de este tiempo lo mismo que los poetas de hoy cantan! ¡Qué lástima que yo no pueda entonar con una voz engolada esas brillantes romanzas a las glorias de la patria! ¡Qué lástima que yo no tenga una patria! ...
Qué lástima de León Felipe
Qué lástima! que yo no pueda cantar a la usanza de este tiempo lo mismo que los poetas que hoy cantan! ¡Qué lástima que yo no pueda entonar con una voz engolada esas brillantes romanzas a las glorias de la patria! ¡Qué lástima que yo no tenga una patria! ...
Balada del que nunca fue a Granada de Rafael Alberti
Qué lejos por mares, campos y montañas! Ya otros soles miran mi cabeza cana. Nunca fui a Granada. Mi cabeza cana, los años perdidos. Quiero hallar los viejos, borrados caminos. Nunca vi Granada. Dádle un ramo verde de luz a mi mano. Una rienda corta y un galope largo...
Los laureles reales de Enrique Díez-Canedo
Qué lluvia de saetas! Certera, en cada copa de laurel, incesante, la campiña las clava. ¿O es fugitivo ejército que cede ante la tropa de la noche que llega, más compacta y más brava? II Ya está el árbol repleto. Mas no es son de aleluya su canto: es de tumulto, de pasión, de congoja...
Lo inasible de Liber Falco
Qué me dio Dios para gastar, qué?, que no entiendo. Esta alegría, esta tristeza, dadme para gastarla un mar. Dadme la vida, padre, tú, dadme la muerte. Dadme el tiempo ido y dadme el que vendrá. Dadme cantar y cantando verterme como un río, por estas calles hacia el mar. De: Días y...
La manca de Gabriela Mistral
Que mi dedito lo cogió una almeja, y que la almeja se cayó en la arena, y que la arena se la tragó el mar. Y que del mar la pescó un ballenero, y que el ballenero llegó a Gibraltar, y que en Gibraltar cantan pescadores: Novedad de tierra sacamos del mar, novedad de un dedito de...
Qué mundo es aquel... de Eduardo Milán
Qué mundo es aquel en el que hablar de poesía es ofender a la sociedad. El mundo este. Y nadie, en esta traducción de lo que éramos que somos, se ofende. Están indiferentes, no son. O no están, trabajando para nada o poco, en el ajo. A destajo se les cura la herida del trabajo. El...
Hansel y Gretel en medio de la fiesta (I) de Odette Alonso
Qué niño luce un barco en el océano que nada es. Silvio Rodríguez A León I Madre se muere no vamos a salvarla del disparo común segura escapatoria al final del recodo. De cartón es la casase derrumba el camino es tan largo y tan borroso que me siento a llorar en la primera...
Nana de la cigüeña de Rafael Alberti
Que no me digan a mí que el canto de la cigüeña no es bueno para dormir. Si la cigüeña canta arriba en el campanario, que no me digan a mí que no es del cielo su canto. De: Marinero en...
Que no me quiera Fabio al verse amado... de Sor Juana Inés de la Cruz
Que no me quiera Fabio al verse amado es dolor sin igual, en mi sentido; mas que me quiera Silvio aborrecido es menor mal, mas no menor enfado. ¿Qué sufrimiento no estará cansado, si siempre le resuenan al oído, tras la vana arrogancia de un querido, el cansado gemir de un desdeñado?...
La sangre derramada de Federico García Lorca
Que no quiero verla! Dile a la luna que venga, que no quiero ver la sangre de Ignacio sobre la arena . ¡Que no quiero verla! La luna de par en par. Caballo de nubes quietas, y la plaza gris del sueño con sauces en las barreras. ¡Que no quiero verla! Que mi recuerdo se quema...
La sangre derramada de Federico García Lorca
Que no quiero verla! Dile a la luna que venga, que no quiero ver la sangre de Ignacio sobre la arena. ¡Que no quiero verla! La luna de par en par. Caballo de nubes quietas, y la plaza gris del sueño con sauces en las barreras...