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listado de poemas en audio por primeros versos letra e

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1790 poemas con la letra "e"

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Reencuentro con el otoño de Andrés Trapiello
En esta vieja casa; en los olivos viejos; en la noche templada con la hierba que baja pisando el blando musgo con un olor a paja mojada; en el silencio que se oye a lo lejos, tan terco su latido como pulso de vena, de ansiedad y de sueño; en el sordo zumbido de la mosca postrera; ...
Yo mesa de Julio Leite
En ésta, mi memoria de árbol, a pesar de la tortura de la sierra y del darme cuenta que al caer el cielo se me iba para siempre, me han quedado ráfagas de nidos, chisporroteos, digo, que confundo con viruta y garlopa lágrimas de madera . Pues bien, ahora mi altura se dispersa ...
Tus calles de Saúl Ibargoyen
En estas calles hay plumas deshojándose de gorriones antiguos y un cauce polvoroso de lluvias desterradas. Están ahí para el uso de tus pies con su firme tendón enternecido: para el apoyo a lo frágil de la hembredad de toda tu sombra: para el saltante sonido del eco que tu boca evocada desata: para el espacio de maderas verticales donde la avidez de tu silencio se levanta. En estas calles hay una danza tanguera entre los aires intocables...
Los asesinos de Saúl Ibargoyen
En estas calles ya no hay visitas de asesinos: solamente aquella sangre que sin apuro envejece. Dedos de gatos reverdecidos estallan contra las duras telas de una acacia o jacaranda. Y plumas estériles saltan de la estrechez de cada hueco. Una boca mira la falta de sombra de este cuerpo solo. Otra boca o la misma sin ser ya igual para más nunca muestra el envés de su nutriente saliva: porque allí hay quizá móviles palabras pulsiones de espuma océanos nacientes charcos donde el fantasma de un tiburón jamás encontrará sus dientes perdidos. Y una boca de la otra boca habrá de ser vulnerada por el olor de un extrañísimo objeto llamado taza blanca...
Evocando tu mirada de Luis Antonio Chávez
En este abril cuando la brisa de marzo no está conmigo he recordado el brillo de tu mirada que acechó en las esquinas, mientras, mayo, furtivo y sediento, se reía de un junio cobijado entre sombras... En este julio los luceros inventaron el amor que febrero olvidó atendiendo vitrinas ...
Retrato de un desconocido (3) de Francisco Rodríguez Barrientos
En este amargo y frío crepúsculo no debes esperar respuesta. Tu cuerpo se consume en febriles fantasías. ¡Qué desolación hay en la fortaleza abandonada que es tu alma!, refugio, el más inútil de los refugios. No habrá más amor para ti. En los días de lluvia te repetirás mil adioses lastimeros, ...
En este asunto del amor... de Carlos Pellicer
En este asunto del amor, que a veces, uno quisiera que no acabara nunca de empezar, parece que alguien dice: ¿Dios es eternamente joven? Es tanta la alegría, que uno ignora catástrofes y duelos. Usted dice que sí a toda la enorme y tan humana tontería. Sólo hay un pensamiento, ...
Carta a Gelman fechada el tres de mayo de Eduardo Langagne
En este día bebíme tres cervezas por usted, por Juan y juan, indistintamente hombre o poeta; conspiré por la poesía toda, escribí un poema de amor sobre la lápida donde escarbo mi sueldo semanal, leí a Tuñón, hermoso, y aun sin haber encontrado una ranura donde echar veinte centavos, ...
Pánico y balas de Anahí Lazzaroni
En este día tan de madriguera la ciudad descansa de una mala noticia. Ahora cerrarán las puertas con varias llaves. Perros negros vigilarán las casas. Los insomnes no dejarán de escuchar disparos. Un ebrio tambaleante irrumpirá en la noche. 25 de mayo de 2000 ...
Museo de Héctor Rosales
En este espacio quedó el dolor citado, en esta misma arruga cultivó la muerte su itinerario. Aquel cuadro pertenece al Suicidio, el famoso pintor que vivió en tantos estados. Si miran a la derecha encontrarán la cocina del pánico...
Jardín de Fernando Ruiz Granados
En este lugar fue construido un jardín En este lugar la luz levantó sus bóvedas En este lugar fue sembrado el árbol Cuya forma une al cielo con la tierra En este lugar brotó la primera fuente En este lugar nació el río de cuatro brazos Que se extiende por los cuatro rumbos de la tierra ...
Cada cual de su galaxia de Etnairis Rivera
En este lugar, cada cual llega de su galaxia. Baila, canta, mira profunda o levemente, según pueda, y luego saca su resumé de conquista y colonización. En este lugar, que rescata de la abulia, con sus traseúntes de la noche, cada cual busca el amor o alguna sensación parecida, ...
Gladys, morena sílfide de Armando López Muñoz
En este medio día del trópico tu cuerpo se iba amotinando pájaros, pequeña sílfide del Caribe; el sol, vertical y broncíneo, caía en plena calle, hesitando en la prisa de los hombres reverberándote... Nada te ha vulnerado al descubrirnos tu apoteósico escorzo; mariposa fugaz, . ...
Sólo verano palabras solas de Saúl Ibargoyen
En este mediodía del Sur Después de un astro con una luna escarlata El verano soltó sobre callejones y avenidas Y estadios y grupos sencillos de árboles Una súbita sequedad sin dar aviso. Algún viento extraviado empujó Desde un sitio cualquiera Esas moléculas plumas escamas pieles cáscaras Parecidas a una sutil suciedad Que nadie ve...
En este mundo... de René Chacón Linares
En este mundo de octavas y novenas maravillas, cubierta de plata y oropeles, prefiero el pájaro libre saciarse en las mañanas, y con su pico de almíbar, fuerza de leopardo, descubrir los secretos que la selva urbana posee. -digo urbana- porqué los secretos del bosque los conoce muy bien ...
Hambre en la cárcel de Tirso Canales
En este mundo que promete más trigo Que estrellas tengo hambre Nazim Hokmet Tía soledad, ahora recuerdo sus panecillos de oro, Acontece que vivo de recuerdos, mi tía Soledad! No hubo en la comarca quien pudiera imitarle su receta Usted era una sabia, técnica del sabor, sueño del paladar ...
La luna de Silvia Elena Regalado
En este planeta la luna ya no gira abandonó su cara obscura en la hondonada. Su luz se esconde en la rueca de una bruja. No juegues con ella, podría ser cruel y pincharte hasta que brote un sol del dolor contraido de tu sangre y se sume a la vida una galaxia y el movimiento ...
Aztecal VIII de Francisco Azuela
En este poema de muertos se te murió tu padre, se murieron tu abuelo y tu siembra y se acabó la tarde en una mirada. En este poema de muertos se murió el amor de tus antiguos, se murieron tus pájaros y se calló la estrella de tu frente como un puñado de rosas enfermas. ...
El devoto de José Watanabe
En este profundo depósito de catedral, hieráticos como una triste cuadrilla de obreros de yeso los santos esperan al restaurador. En un altar y otro fueron deteriorándose, atacados por las moscas, las polillas y los abusos de la fe. Aquí ya no son San Francisco, San Valentín, ...
El devoto de José Watanabe
En este profundo depósito de catedral, hieráticos como una triste cuadrilla de obreros de yeso los santos esperan al restaurador. En un altar y otro fueron deteriorándose, atacados por las moscas, las polillas y los abusos de la fe. Aquí ya no son San Francisco, San Valentín, ...
En este pueblo, Tarumba de Jaime Sabines
En este pueblo, Tarumba, miro a todas las gentes todos los días. Somos una familia de grillos. Me canso. Todo lo sé, lo adivino, lo siento. Conozco los matrimonios, los adulterios, las muertes. Sé cuándo el poeta grillo quiere cantar, cuándo bajan los zopilotes...
En este pueblo de Jaime Sabines
En este pueblo, Tarumba, miro a todas las gentes todos los días. Somos una familia de grillos. Me canso. Todo lo sé, lo adivino, lo siento. Conozco los matrimonios, los adulterios, las muertes. Sé cuándo el poeta grillo quiere cantar, cuándo bajan los zopilotes...
Retrato de niño de Salvador Novo
En este retrato hay un niño mirándome con ojos grandes; este niño soy yo y hay una fecha: 1906. Es la primera vez que me miré atentamente. Por supuesto que yo hubiera querido que ese niño hubiera sido más serio, con esa mano más serena, con esa sonrisa más fotográfica. ...
Cármides (VII) de Carlos Barbarito
En este suelo, diseminados. Arriba, cuanto hiela. Abajo, cuanto arde y crepita. Sopla un juicio confuso, que no distingue culpables de inocentes. Un insecto empuja una bola de barro; un niño delira por la fiebre y ve lo que mañana será su demencia o su arte. Agua viscosa dentro de un cráneo. ...
Galicia-agosto-otra mujer de Julieta Valero
En estos días de verano una mujer discontinua, pariente de olas y sórdidos menajes. En este verano plagado de días para los que no tengo alimento una mujer arrasada y sinembargo. Y me mira, me mira enseñando el sistema nervioso, a mí, sólo a mí, que me pongo hermosa de privilegio; ...
Nostálgica de Manuel José Othón
En estos días tristes y nublados en que pesa la niebla sobre mi alma cual una losa sepulcral, ¡ay! cómo mis ojos se dilatan tras esos limitados horizontes que cierran las montañas, queriendo penetrar otros espacios, cual en un mar sin límites ni playas. ¡Pobre pájaro muerto por el frío! ...
Nocturno del Mississippi de Efraín Huerta
En estos precisos momentos todo momento es bello. Por ejemplo: que los jóvenes negros se amen a la orilla del río, bajo elruinoso techo del Heads Bridge, y que su risa sea del color de la carne y de su espesa piel. Que se amen larga y estrechamente al amparo del cielo, ...
Amenazas de Eugenia Domínguez
En estos surcos, leves todavía, que desembocan en la comisura fresca y rosada de los labios, ¡cuánta sombra ya se anuncia!, ¡cuánta tristeza que vendrá con su peso a cavar surcos más hondos! No serán tan amargos como éstos que conservan la belleza inocente. ...
Seven p.m de Octavio Paz
En filas ordenadas regresamos y cada noche, cada noche, mientras hacemos el camino, el breve infierno de la espera y el espectro que vierte en el oído: ¿No tienes sangre ya? ¿por qué te mientes? Mira los pájaros El mundo tiene playas todavía y un barco allá te espera, siempre. ...
Soneto II de Garcilaso de la Vega
En fin, a vuestras manos he venido, do sé que he de morir tan apretado, que aun aliviar con quejas mi cuidado, como remedio, me es ya defendido; mi vida no sé en qué se ha sostenido, si no es en haber sido yo guardado para que sólo en mí fuese probado cuanto corta una espada en un rendido. ...
Reconocimiento de la vanidad del mundo de Francisco de Aldana
En fin, en fin, tras tanto andar muriendo, tras tanto variar vida y destino, tras tanto de uno en otro desatino, pensar todo apretar, nada cogiendo; tras tanto acá y allá, yendo y viniendo cual sin aliento, inútil peregrino, ¡oh, Dios!, tras tanto errar del buen camino yo mismo de mi mal ministro siendo, hallo, ...
La loba de Etnairis Rivera
En fin, que no hay respuestas simples al aullido solitario de una loba. Debí nacer en la manada donde la orfandad no existe. Cómo habría de descifrar los signos en las múltiples vestiduras de la soledad, la altivez mortal del que comió de tu mano y atrás dejó el amor sin despedida ...
Travesía de Douz de Sergio Badilla
En Gabés cercano al páramo Hamed marcha en una caravana de dromedarios a Douz. La grava se altera en trizas estériles en la aquiescencia del desierto Desovan las lagartijas trashumantes entre los pedruscos yermos de Kebili Se ruinan los ídolos y los peregrinos ...
Plasmado en óleo de Lucero Alanís de Gurrola
En Gualbet amanece tarde casi siempre el pan de olor llega después del silencio de sus barcos En sudor de pescado el hombre ante la cantina tan poco para celebrar en las copas solitarias encuentra dormida su puerta El sinfín de olas se precipita por el deseo de mujer alborotadas gaviotas ...
El tiempo de las plantaciones de Julia Otxoa
En invierno, al llegar el tiempo de las plantaciones, me gusta contemplar ese desfile de jardineros desarmados cruzando la ciudad, llevando sobre sus hombros en lugar de fusiles árboles dormidos. Esa imagen es para mí tan hermosa que vence toda la sinrazón de la barbarie ...
Preludio: Grave quasi quieto (I) de León de Greiff
En la alcoba. En el silencio, en la soledad, en lapenumbra de la alcoba propicios al ensueño. En el silencio de la alcoba, grávido de inquietudes, rebosante de tácito dolor, el corazón batía, batía sus alas, la mútilas alas; batía marchas fúnebres en su tambor destemplado -como había dicho ...
Llanto mudo de Demetrio Fábrega
En la altiva y vetusta catedral de Toledo, en la puerta que se abre por el lado de Oriente, he visto una cariátide que, al decir de la gente, de un hereje famoso era vivo remedo. Cuando la lluvia cae por entre el fino enredo de los frisos que adornan esa mole imponente, una gota resbala sobre la faz ...
De la noche de Jaime Sabines
En la amorosa noche me aflijo. Le piedo su secreto, mi secreto, la interrogo en mi sangre largamente. Ella no responde y hace como mi madre, que me cierra los ojos sin oírme...
Mi esposa María Luisa de José Lezama Lima
En la azotea conversable, con riesgo de tu vida, lees la Biblia. Era toda su casa que ahora tropieza con el humo. Lees la Biblia donde una hoja traspasa el agua y las generaciones. Lees con temblor; recordando los hermanos muertos, el Salmo 23. Tu madre se lo leía al hijo que se va a morir. ...
Inventarme en el vacío de Agustín Labrada Aguilera
En la balanza, otros ojos definirán mi luz y mi tiniebla. Mi propia nobleza fue la espada enemiga y navegué muy solo, sin poder elegir el arpa o el Infierno. Qué denso es el camino de dos caras. Si mentí, fue para inventarme en el vacío. Si viajé sin llegar a la muerte, fue para mí un misterio. ...
Ahí, donde de Lina Zerón
En la blanda cavidad de mi cuerpo ardes. En el espacio donde impera la noche tiemblas. En las sombras donde los dementes clemencia piden te arrodillas. En la profundidad del sueño roto apareces. En nombre del Maestro que llegó a salvarnos imploras. Ahí, ...
Fundación o nacimiento de Saúl Ibargoyen
En la caja de papel hemos puesto las palabras de cobre. La mesa tomada de la sustancia ciega del laurel o del cedro está simplemente debajo del ligero cofre que ahora balbucea como un pulmón de hombre cotidiano. Debajo de las patas sin uñas que contienen la dirección de los rumbos ...
Reliquia de Francisco A. de Icaza
En la calle silenciosa resonaron mis pisadas; al llegar frente a la reja sentí abrirse la ventana. . . ¿Qué me dijo? ¿Lo sé acaso? Hablamos con el alma. . . como era la última cita, la despedida fue larga. Los besos y los sollozos completaron las palabras que de la boca salían en frases entrecortadas. ...
Canción amarga de Luis García Montero
En la cara lleva tres años perdidos y el frío de las seis de la mañana. Van a partirte el corazón. De pronto la luz apagada, los pasillos turbios, la puerta que clava su ruido en la espalda. Van a partirle el corazón. Y arrastra una cadena oscura de pasiones heladas, ese frío que cabe solamente detrás ...
Inscripción en el muro de Héctor Rosales
en la cárcel de la memoria no existe lavabo...
Muerte de la petenera de Federico García Lorca
En la casa blanca muere la perdición de los hombres. Cien jacas caracolean. Sus jinetes están muertos. Bajo las estremecidas estrellas de los velones, su falda de moaré tiembla entre sus muslos de cobre. Cien jacas caracolean. Sus jinetes están muertos. Largas sombras afiladas ...
Canto de primavera de Nezahualcóyotl
En la casa de las pinturas comienza a cantar, ensaya el canto, derrama flores, alegra el canto. Resuena el canto, los cascabeles se hacen oír, a ellos responden nuestras sonajas floridas. Derrama flores, alegra el canto. Sobre las flores canta el hermoso faisán, ...
Incandescencia y ruinas (VI) de Antonio Gamoneda
En la cavidad que sabes, suena una voz. Lengua fría, tú, que silbas en la noche, metal vivo de palabras, dime, loco ruiseñor del invierno, dime, tú, que quizá participas de una materia luminosa, a quién anuncias ya además de a la muerte. De: Sublevación inmóvil
Trilce (Poema LVIII) de César Vallejo
En la celda, en lo sólido, también se acurrucan los rincones. Arreglo los desnudos que se ajan, se doblan, se harapan. Apéome del caballo jadeante, bufando líneas de bofetadas y de horizontes; espumoso pie contra tres cascos. Y le ayudo: Anda, animal! Se tomaría menos, siempre menos, ...
La ciudad sin Laura de Francisco Luis Bernárdez
En la ciudad callada y sola mi voz despierta una profunda resonancia. Mientras la noche va creciendo pronuncio un nombre y este nombre me acompaña. La soledad es poderosa pero sucumbre ante mi voz enamorada. No puede haber nada tan fuerte como una voz cuando esa voz ...