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listado de poemas en audio por primeros versos letra e

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1790 poemas con la letra "e"

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Carta a la esposa de Adriano Corrales
Estoy sentadito en un banco de niebla pensándote conversándote extraviado conversándome pensándome cautivo separado de vos por la lluvia el enjambre de cipresesla punzada de la tarde aquí reiventándome la fantasmagoría de las palabras la magia del trance vértebra tras vértebra a ...
Estoy de David Escobar Galindo
Estoy sentado frente a un vaso de agua. Es igual que sentarse ante un océano. La eternidad se ahoga en una gota, pero el tiempo es un pálido velero. Sentado en popa miro el sol que nace. Sentado en proa miro el sol que muere. ...
Voz de mis soledades (I) de Elías Nandino
Estoy solo en el grito inesperado que lanzo en mi sabor de oscuridades para llenar de voz mis soledades y revivir mi ser deshabitado. Mi cuerpo se atormenta, desolado, en una larga sombra de crueldades y el pensamiento rueda en tempestades de presencia de infierno exasperado. ...
Saudade de Manuel Maples Arce
Estoy solo en el último tramo de la ausencia y el dolor hace horizonte en mi demencia. Allá lejos, el panorama maldito. ¡Yo abandoné la Confederación sonora de su carne! Sore todo su voz, hecha pedazos entre los tubos de la música! En el jardín interdicto -azoro unánime- ...
Soledad, otoño de Romeo Murga
Estoy solo en la vasta soledad de la tarde, solo entre todo el mundo; junto a la vida, solo. Caen sobre el camino polvoriento del parque las hojas de oro. Tú cruzas el camino, como yo, solitaria, envuelta en una pálida claridad otoñal. Inevitablemente, se hallan nuestras miradas, ...
Invitación al hogar de Baldomero F. Moreno
Estoy solo en mi casa, ya lo sabes, y triste como siempre, Me canso de leer y de escribir, y necesito verte. Ayer pasaste con tus hermanitas por mi puerta; tú, seria, ellas alegres. Irías a comprar alguna cosa... Ganas tenía yo de detenerte, tomarte despacito de la mano y decírte después, ...
Siempre de Vicente Aleixandre
Estoy solo Las ondas playa escúchame De frente los delfines o la espada La certeza de siempre los no-límites Esta tierna cabeza no amarilla esta piedra de carne que solloza Arena arena tu clamor es mío Por mi sombra no existes como seno no finjas que las velas ...
Callarse de Idea Vilariño
Estoy temblando está temblando el árbol desnudo y en espejos cantando y cantando está la luna riendo sin silencios la lírica y romántica flauta y en cielo en hoz por vez primera se abren su luz cereza y el estiércol. No se pueden quejar ni las mañanas ni el ardiente sopor que por lo estéril no canto ...
Estoy triste de Nezahualcóyotl
Estoy triste, me aflijo, yo, el señor Nezahualcóyotl. Con flores y con cantos recuerdo a los príncipes, a los que se fueron, a Tezozomoctzin, a Quaquauhtzin. En verdad viven allá en donde de algún modo se existe. ¡Ojalá pudiera yo seguir a los príncipes, llevarles nuestras flores! ¡Si pudiera ...
Territorios de un cuerpo (IV) de Jenaro Talens
ESTOY tumbado al borde de tu claridad, en la suntuosidad de una batalla donde ninguno es vencedor,y hasta el olor del cuarto, donde rugen insomnes, tu apetito y mi sed, florece sin saberlo, como un musgo surgido de mi humedad tan tuya, de un sendero que nos conduce hasta ese mar sin olas, ...
Hermosura de la dialéctica de Gioconda Belli
Estoy viva como fruta madura dueña ya de inviernos y veranos, abuela de los pájaros, tejedora del viento navegante. No se ha educado aún mi corazón y, niña, tiemblo en los atardeceres, me deslumbran el verde, las marimbas y el ruido de la lluvia hermanándose con mi húmedo vientre, ...
Independencia de Mónica Albizúrez Gil
Estrangulada entre dos tiempos ella frente a la puerta el cordón umbilical revirtiéndose impredecible vínculo femenino atando fuertemente como nunca antes
Interrogación (?...) de José Asunción Silva
Estrellas que entre lo sombrío, de lo ignorado y de lo inmenso, asemejáis en el vacío, jirones pálidos de incienso, nebulosas que ardéis tan lejos en el infinito que aterra que sólo alcanzan los reflejos de vuestra luz hasta la tierra, astros que en abismos ignotos derramáis resplandores vagos, ...
Al Niño Divino que llora en Belén... (Villancico II) de Sor Juana Inés de la Cruz
Estribillo Al Niño divino que llora en Bélen, ¡déjen-lé, pues llorando mi mal, consigo mi bien! 1.- ¡Déjen-lé, que a lo Criollito yo le cantaré! 2.- ¡Le, le, que le, le le! Coplas 1.- Sed tiene de penas Dios, y es bien le den sus ojos el agua, el barro mi ser: ¡déjen-lé! 2.- Dejen que el Sol llore; ...
Pues mi Dios ha nacido... (Villancico V) de Sor Juana Inés de la Cruz
Estribillo 1.- Pues mi Dios ha nacido a penar, déjenle velar. 2.- Pues está desvelado por mí, déjenle dormir. 1.- Déjenle velar, que no hay pena, en quien ama, como no penar. 2.- Déjenle dormir, que quien duerme, en el sueño se ensaya a morir. 1.- Silencio, que duerme. 2.- Cuidado, que vela. ...
Ciudad y pájaros de Jaime Labastida
Estruendo de humo y trenes. Edificios que giran en su exacto equilibrio. Pequeño sol agónico, apenas un recuerdo. Máquinas que danzan a una velocidad domesticada por la mano. Trópico que la altura y la ciudad amancebaron. Y jardines, jaulas donde encerramos nísperos, dalias o nogales: ...
No hay señales de Héctor Rosales
Estuve barriendo los emblemas del otoño en la antesala de este lunes. Aroma de un clima tuyo agrupaba hojas en orquesta. Ocres letanías a la manera de un destierro. Le crecían barrotes al jardín donde te amé. ¿Quién permanece en el jadeo que la fuente rememora?...
Oda al ancla de Pablo Neruda
Estuvo allí, un pesado fragmento fugitivo, cuando murió la nave la dejaron allí, sobre la arena, ella no tiene muerte: polvo de sal en su esqueleto, tiempo en la cruz de su esperanza, se fue oxidando como la herradura lejos de su caballa, cayó el olvido en su soberanía. La bondad ...
Nacimiento de Rosario Castellanos
Estuvo aquí. Ninguno (y él menos que ninguno) supo quién era, cómo, por qué, adónde. Decía las palabras que los otros entienden las suyas no llegó a escucharlas nunca -; se escondía en el lugar en que los otros buscan, en su casa, en su cuerpo, en sus edades, y sin embargo ausente ...
Estuvo ella tan cerca de Alberto Ángel Montoya
Estuvo ella tan cerca, su cuerpo junto al mío, que entreverle los senos era amarla dos veces. Iba el río cantando porque el agua del río el cuerpo de la niña le inventaba los peces. Era tan bello el cuerpo y el cuerpo era tan mío, que yo supe ser río jugando con sus peces. ...
Libro VI de Tilo Wenner
Eterno como un perfil negro con rayas blancas El cura de la valija negra camina por la pared del Salón de los Pasos Perdidos Sus piernas de molinete amansador de bestias. Servicio completo: restaurant de los amantes. Ella no funciona a engranajes sino a pequeños saltos vibratorios. ...
Vencimiento (I) de Filoteo Samaniego
Evidencia y muerte en la eternidad que me niegan tus armas de polvo, tus caminos de humo. He aquí el compromiso: transar con el otoño vagabundo; elegir el consentimiento del junco vencido; asir la mano del alba cuando, temblorosa, se anida en los muslos locos, y amar la carne ...
Rendición de Julio Herrera y Reissig
Evidenciaban en moderna gracia tu fina adolescencia de capullo, el corpiño y la falda con orgullo ceñidos a tu esbelta aristocracia. Henchíase tu alma de la audacia de la Naturaleza y del murmullo erótico del mar, y era un arrullo el vago encanto de tu idiosincracia... Lució la tarde, ufana de tu moño, ...
Soledades de Piedad Bonnet
Exacto y cotidiano el cielo se derrama como un oscuro vino, se agazapa a dormir en los zaguanes, endurece los patios, los postigos, enciende las pupilas de los gatos. En las mezquinas calles minuciosos golpean los pasos de la frágil solterona que sabe que no hay luz en su ventana. ...
Clase práctica de Floriano Martins
Excavar por todo el arte. En busca de las víctimas de la prestidigitación y del azar. Dilatar el paisaje de los cuerpos hasta que se tenga la medida más impropia de los desastres. ¿Cuántas son las muertes que se repiten en cada tumba violada? Objetos devorados por la ausencia de sombras, ...
Excelente lenguaje, excelente... de Eduardo Milán
Excelente lenguaje, excelente, puro, blanquísimo, una flor: azucena. Los pájaros cantan en pájaro. Los castores comen en castor. Los humanos hablan en humano, mano a mano, tocan sus voces en la conversación. ¿Brillante? Se dice brillante. New York se dice New York. Lenguaje de plata ...
Caricia ajena de Alfonso Reyes
Exhalación clara que anhelas a no perturbar un temblor por iluminar si desvelas, por dormir si enciendes amor. Desde el hombro donde reposas, caricia ajena, ¿cómo puedes regar todavía mercedes en complacencias azarosas? Tu fidelidad sobrenada en vaga espuma de rubor, y te vuelves ...
Definición de Lourdes Casal
Exilio es vivir donde no existe casa alguna en la que hayamos sido niños; donde no hay ratas en los patios ni almidonadas solteronas tejiendo tras las celosías. Estar quizás ya sin remedio en donde no es posible que al cruzar una calle nos asalte el recuerdo de cómo, ...
Shenandoah de Ramón Cote Baraibar
Existe en medio del bosque un árbol elegido que maduro de verano da la señal. Allí se inicia el otoño de toda una nación, un árbol altoquizás un arce o un roble se revela del bosque con toda su tripulación alzando sus sables dorados. Es un abordaje desapercibido. ...
Con tu dedo de Françoise Roy
Existe en nosotros varias memorias.El cuerpo y el espíritu tienen cada uno la suya.Honoré de Balzac Lo has tocado con tu dedo. No tu dedo carnal. Tu dedo que nadie ve salvo tú que vuelas, sentado en la proa de esa alfombra de Dios donde se embarcaron contigo. ...
Caja de herramientas de Augusto Massi
Exploro la caja de crueldades y la ternura que cada una carga y concentra. He aquí mis herramientas: los diarios de Kafka, los dibujos de Klee, la sagrada leica de Kertész, los cabiers de Valéry la mirada irónica de Suevo, la elipsis de Erice las hipótesis de Murilo, ...
Exilio de Jorge Boccanera
Expulsados de la selva del sur de Sumatra por los hombres que vienen a poblarla, 130 elefantes emprendieron hoy una larga marcha de 35 días hacia la nueva ciudad que les fue asignada. (AFP. 18/11/82 No hay sitio para los elefantes. Ayer los expulsaron de la selva en Sumatra, ...
Exquisita prudencia de Almudena Guzmán
Exquisita prudencia la de mi boca y la suya por ese dedo abeja que libó entre murmullos y distensiones golosas, las sucesivas floraciones e mi anémona nocturna. (Selección: Miguel García-Posada)
Extrañeza, fulgor... de Antonio Gamoneda
Extrañeza, fulgor: el gavilán inmóvil, y la melena del carrizo, y, sobre el agua, mis manos ante las zarzas polvorientas. Pongo los frutos negros en la boca y su dulzura es de otro mundo como mi pensamiento arrasado por la luz.
Carlos Gardel de Francisco Urondo
Extranjero del silencio en el mundo arrasado; vertiente de la extrema melancolía y del coraje y de la velocidad del amor y del miedo. Dueño de la ciudad, de su memoria blanda y de la madrugada hambriente y sin sentimientos y de la suprema cordura de los vagos. ...
Peregrinos del alba de Miguel Barnet
Extranjero, tú que no pudiste ver los ahorcados, abuelos, padres, alucinados alguna vez, constructores, del marfil en Ifé o Benin, príncipes amurallados Tú que no puedes imaginar este mar lleno de muertos Este país como una obscena laguna, como un umbral de maliciosos recuerdos ...
Reflexión ante el espejo de Roque Dalton
Extranjero: Has hecho correr en demasía el corazón, no lo has aligerado de la carga de tus costumbres. Ella no era, lo que se dice, una virgen, pero podrás jurar que no ha tenido trotes excesivos: no obstante, anota frente a tus ojos fuertemente esta sentencia: en la primera borrachera ...
El argumento de la obra de Juan Luis Panero
Extraño amigo y tormentosa amistad, risas y gritos, cuyo eco apenas ya resuena, aliento de alcohol, noches de juventud. Tu doloria sonrisa displicente, la terca idolatría de la inteligencia, aquella voz oscura y un disco de Edith Piaf. Vieja canción de entonces, remota promesa de otro día mejor, ...
Extraño no decirlo y hablar ... de Blanca Andreu
Extraño no decirlo y hablar hidras pensadas o hacer poesía y cálculo, extraño no contarte que el cianuro Cifran viene sobre las diez, o viene Rilke el poeta a contarme que sí, que de veras tú pasas a mi sangre pero de qué nos sirve. Veneno y sombra extraña, extraño no decirlo, ...
Arcángel de Lucero Alanís de Gurrola
Extravió el ángel su arca en una botella una botella guarda muchas vidas en su mar de arena moluscos remotos que escriben historias en caminos de sal sal en grano de ella misma que adormecen en sus cristales al hombre sin memoria hombre hecho hombra de su costilla ...