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listado de poemas en audio por primeros versos letra e

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1790 poemas con la letra "e"

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A Francia de Jorge Luis Borges
El frontispicio del castillo advertía: Ya estabas aquí antes de entrar y cuando salgas no sabrás que te quedas. Diderot narra la parábola. En ella están mis días, mis muchos días. Me desviaron otros amores y la erudición vagabunda, pero no dejé nunca de estar en Francia y estaré en Francia ...
El fuego de Humberto Ak´Abal
El fuego acuclillado apaga la tristeza del leño cantándole su ardiente canción. Y el leño lo escucha consumiéndose hasta olvidar que fue árbol.
Lluvia de luz de Raquel Huerta - Nava
El fuego armonioso de los astros sigue las huellas palabras del agua desprendida escritas en el vuelo custodio de la miel y sus placeres. De: Tramontana Poema proporcionado por la autora
Nuevas amistades de Raúl Henao
El fuego hacía presa del marco tallado de las nuevas amistades que siempre caminan del brazo del primer desconocido que pasa bajo un paraguas. Los últimos días de abril tenían la dureza de la reja de arado. Manos enviadas por telégrafo, besos con empaque dentífrico, ...
La salvaja (fragmento) de Carmen Boullosa
El fuego, otra vez fuego, el fuego junto a la lumbre, en el piso, subiendo por los sillones, cruzando las ventanas, y tras él el fuego, solamente el fuego. El fuego otra vez, ¿No lo ven? ¡No lo ven! Es el fuego. Les parezco una mujer sentada. Quiero vestirme. La ropa interior ...
Beppo de Jorge Luis Borges
El gato blanco y célibe se mira en la lúcida luna del espejo y no puede saber que esa blancura y esos ojos de oro que no ha visto nunca en la casa son su propia imagen. ¿Quién le dirá que el otro que lo observa es apenas un sueño del espejo? Me digo que esos gatos armoniosos, ...
El general a veces nos decía de Eliseo Diego
El general a veces nos decía extendiendo sus manos transparentes: así fue que lo vimo aquel día en la tranquila lluvia indiferente sobre el negro caballo memorable . Suavizaba la sombra del alero su camisa de nieve irreprochable y el arco duro del perfil severo. ...
El golpeteo de las mesas de Edmundo Retana
El golpeteo de las mesas, las risas, no decían que algo no andaba bien en el fondo del salón donde llegamos ya tarde con la idea de bailar un poco. El escarceo de sus risas nos puso en guardia, era de nosotros que reían, de nuestros torpes gestos de adolescentes, olorosos a alcohol, ...
El fuego de Mercedes Durand
El gozo de la joven panadera Brotó de las caricias matinales Del fuego que convierte a los trigales En panes de morena caballera. El rojo crepitar de la madera Quemó las inclemencias invernales; La lumbre de los soles tropicales Doró la juventud de la pradera. El fuego atardecido ...
Contrapunto del sueño de Jorge Ortega
El grifo mal cerrado es un ejemplo de vigilia sin fisura. Certifica el tambor del fregadero con puntualidad repetitiva. Ya no reloj de arena: clepsidra; estalactita derritiéndose, gotera, abrasión por la que huye el espíritu del hielo. Las doce campanadas ...
Yo soy el gran blasfemo de León Felipe
El grito suena bien en el vientre de la cueva, el salmo bajo el mediodía de los templos y la canción en el crepúsculo... El grito es el primero. Hay un turno de voces: yo grito, tú rezas, él canta... El grito es el primero. Y hay un turno de bridas: él las lleva, tú las llevas, yo las llevo. ...
Poemas (II) de Rosalía Vallejo
El hada de las horas dispone suave quedamente sus agujas; el lenguaje de las gemas la obsesión irresistible de aquel rostro el discurrir sangrante mar adentro... Ella encuentra en el olvido la exacta proporción de leche y llanto las semillas necesarias de distancia para gustar la tristeza ...
Noche de reyes de Juan Gelman
El hilo de la infancia tiene muchos hilos dentro. Se confunden en los animales grandes, se tejen y destejen una y otra vez. Quién sabe si mirándolos no dejamos de verlos. Ese país nos pertenece tardíamente. Parece algo escuchado cuando el sol cubre el árbol de enfrente, la nube que pasa. ...
El hombre del mar de Jacobo Fijman
El hombre de los ojos atormentados, que ha mirado mil auroras del mar desde las grandes proas, tiene el secreto de las neblinas, las compactas y húmedas neblinas; tiene el secreto de las claridades, de las muy anchas, de las ilimitadas claridades que estallan como granizadas sobre los barcos ...
El hombre es un animal... de Raquel Jodorowsky
El hombre es un animal que ríe o es un animal que llora pero ¿cuándo es un hombre que piensa? Pues así como vamos harán de este mundo la arquitectura del fin. Los partidos políticos que levantan pedestales de un movimiento sí y de otro no. ¡Poetas tuertos! ...
Creación de Alfonso Gumucio Dagron
El hombre es una creación de Dios, un animal que sufre que recuerda en un parque, alimenta palomas huecas, lleva la mano al bolsillo pelusa confirma con las yemas una mancha de cera una carta amarga y el frío oscuro del metal con el que desafiará a Dios creación del hombre. ...
El hombre imaginario de Nicanor Parra
El hombre imaginario vive en una mansión imaginaria rodeada de árboles imaginarios a la orilla de un río imaginario De los muros que son imaginarios penden antiguos cuadros imaginarios irreparables grietas imaginarias que representan hechos imaginarios ocurridos en mundos ...
El hombre que despierta y ve su imagen... de Víctor Sandoval
El hombre que despierta y ve su imagen reflejada en el fondo del espejo, retorna de otro mundo; es un resucitado entre los muertos. Resurge de la cama destruyendo los montes de las sábanas; el sueño se desploma de un último aletazo, los elásticos muslos generan nuevamente antiguos ...
Raíces de Julio Llinás
El hombre que habla y devora sus palabras, teje una fábula en su Tierra. Y el aire invade los verbos de su raza. Así cayó esta zarpa en mi inocencia. Así creció mi orgullo en este mundo.
El hombre que resiste de María Sanz
El hombre que resiste es menos infeliz, acusa poco la llegada del mal a sus dominios, ignorando si hay viento de levante o poniente, o si en sus tentaciones ha crecido la hierba. Cuántas veces el cuerpo está llagado hasta el punto de ansiar la sepultura. Pero nada termina por derrotar ...
La mano izquierda en el pecho izquierdo de Marco Antonio Valencia Calle
El hombre que te ama puedo ser yo mismo en otro cuerpo y cuando mi cuerpo te ama puede ser ese otro hombre en mi yo que te desnuda y te besa y se inclina hasta tu alma y lame de tu intimidad como si fueras un ser sagrado y puro al que se tiene que venerar porque eres única y fiel. ...
Flor caída de Víctor Redondo
El hombre que yo era empeñado en demostrar la imbecilidad de vivir la piel desnuda flor seca ambulaba por el mundo. Tomaba un ritmo del aire, una flor del éxtasis en el placer caía en el humo. La flor de la hez de la palabra. El hombre que yo erahilo de espuma vuelto de la aniquilación ...
Respiración de Saúl Ibargoyen
El hombre respira con su pecho de alambre: arterias de cobre como fuego joven venas de fierro adelgazadas por el oxígeno negro de la asfixia tubos obturados por mantecas de sangre espinas huecas con su mensaje de ácidos gases pelos de acero oscurecidos por las flemas ...
Hombre esperando de Saúl Ibargoyen
El hombre se acuesta con sus mudas palabras trepándole por la boca. Hay miedo en esas palabras miedo en esa lengua miedo en la espalda enterrándose entre las vaciedades de la sábana miedo en el cuerpo que no encuentra ahora la suave sombra carnal que lo sustente ...
Sueña Alonso Quijano de Jorge Luis Borges
El hombre se despierta de un incierto sueño de alfanjes y de campo llano y se toca la barba con la mano y se pregunta si está herido o muerto. ¿No lo perseguirán los hechiceros que han jurado su mal bajo la luna? Nada. Apenas el frío. Apenas una dolencia de sus años postrimeros. ...
Ser ante los ojos (Al amanecer III) de Gerardo Guinea Diez
El hombre, creyéndose niño, camina a la orilla del precipicio y se lanza en pos del viento, el que tiene forma de barrilete, ¿está en Santiago Sacatepéquez? No, está instalado en el tiempo duro, infatigable, rebelde. Está otra vez en la frontera del ser y el estar. En la eternidad del recuerdo, ...
Los lugares prohibidos de Carlos López Degregori
El horno porque allí guardan los zapatos de mi padre. La cama porque hay duendes debajo y han cavado una mina sólo para extraer respiración. Con el sol hallaba sus restos, sus guijarros y aprendí que el placer y la arena son metáforas. Un guisado de coles que mi hermana envenenó. ...
Tradicional de José María Gabriel y Galán
El huerto que heredé de mis mayores no tiene bellas flores de efímero vivir ni tenues frondas; tiene hiedra sagrada de hojas perennes y raíces hondas; fresca niñez y ancianidad honrada. Una bíblica higuera lo llena todo con su copa oscura, y una fuente con rica regadera, que música me da, ...
La casa de Doña Juana Nepomucena de Francisco González Léon
El huerto umbroso, y aquel rosal que se alcanzaba, desde la sala de la casita a divisar. La viejecita que allí vivía; la viejecita que me contaba mientras bordaba, mientras tejía, vidas de santos, raros portentos, y tantos cuentos de encantamientos y brujería. Y las toronjas junto a las rosas: ...
Poema inconcluso de Pedro Enríquez
El humo el fuego las venas del verso sobre el taburete las prendas de las miradas ven los dientes hablan el lóbulo herido una vez más el dedo entre los labios castiga mis miedos la sombra de las cejas bebe el agua saliva oceánica la ola de la lengua pasan los pájaros la primavera vigilan ...
De la noche (1) de Raquel Huerta - Nava
El humo fatuo en el espejo velo de la sombra cubre los ojos del que duerme los habitantes del sueño nos llevan con ellos para mostrarnos el eterno follaje de la vida. De: Tramontana Poema proporcionado por la autora
El iba solo... de Pedro Garfias
Él iba solo tambaleándose... Borracho de amor, borracho de hambre, borracho de alcohol, quién sabe. Él iba solo tambaleándose.
El instante congelado de Javier Payeras
el instante congelado de voces extrañas el siglo doloroso que habitamos el ruido que anduvimos noche rápida donde olvidamos el sueño pelearemos los objetos arrebatados por los años breves la palabra estará más sola que nunca De:LA HORA DE LA RABIA (1999)
Libertad-igualdad de César Moro
El invierno recrudece la melancolía de la tortuga ecuestre El invierno la viste de armiño sangriento El invierno tiene pies de madera y ojos de zapato La esmeralda puede resistir la presencia insólita del tigre Acoplado a la divina tortuga ecuestre Con el bramido de la selva llorando por el ojo ...
Noticias de la ciudad (2) de Anahí Lazzaroni
El invierno se acaba, la gente está loca, esa desmesura produce discusiones tribales. Se retira el invierno desaparece la nieve. Algunos permanecerán alterados. Poema seleccionado por la autora
Poema de invierno de Jorge Teillier
El invierno trae caballos blancos que resbalan en la helada. Han encendido fuego para defender los huertos de la bruja blanca de la helada. Entre la blanca humareda se agita el cuidador. El perro entumecido amenaza desde su caseta al témpano flotante de la luna. ...
El ir... de Antonio Porchia
El ir derecho acorta las distancias y tambíen la vida.
Soledad del poeta de Enrique González Martínez
El iris de las alas bajo el manto; en la pálida sien, lauro y encina, rubor de rosa y de púrpura de espina... Rompió a cantar, y nadie oyó su canto. Vagó por los infiernos del espanto y ascendió por la escala diamantina; llevó hasta el mar la planta peregrina, se echó a llorar, y el mar bebió su llanto. ...
La flor de izote de Ricardo Castrorrivas
El izote, a que llaman bayoneta, ¿Qué anuncia o qué defiende Con su explosión de espadas? Francisco Gavidia Catedral de marfil petalecido, campanularia emerges entre espadas... Triunfo de la blancura, tus nevadas corolas que el rocío ha bendecido... Territorio de albura protegido ...
Comienzo de Miguel Arteche
El jardín se ha posado en mi jardín. Toda su galaxia resplandece a medianoche. Los árboles destellan, las flores fulgen. Tiene el césped una tersura de nimbo. Bajan los Transparentes y de sus cuerpos surgen peldaños de escala. Los Radiantes me llaman con sus cristales. Mis años descienden ...
Consejos a un joven poeta (1) de Adriano Corrales
El joven poeta alucina con alcanzar la cumbre y avanza engancha pisa despotrica arrasa copia versifica plagia concursa se excusa se emborracha vomita aspira abraza a medias arruga el rostro rechaza hasta que al fin comprende que la cumbre no es más que la medida de nuestro propio ego ...
Naranjas de Margarito Cuéllar
El jugo de una naranja es dulce y su cáscara amarga. Todo mundo lo sabe, pero nadie es capaz de probar que la cáscara de una naranja es amarga. Hablemos de las semillas: piedra y alumbramiento. Una naranja es una constelación o una herida en el pecho. ¿Qué dicen del color? ...
El juicio se acerca... de René Chacón Linares
El juicio se acerca, hay mansedumbre en los cuadros, mis imperfecciones están en alerta, y mí culpa de vivir quiere asilo, o al menos esconderse en el infinito, con su jarra de vino y su locura mañanera.
Romance de barco y junco de Oscar Castro
El junco de la rivera y el doble junco del agua, en el país de un estanque donde el día se mojaba, donde volaban, inversas, palomas de inversas alas. El junco batido al viento -estrella de seda y plata- le daba la espalda al cielo y hacia el cielo se curvaba, como un dibujo ...
El lagarto está llorando de Federico García Lorca
El lagarto está llorando. La lagarta está llorando. El lagarto y la lagarta con delantalitos blancos. Han perdido sin querer su anillo de desposados. ¡Ay, su anillito de plomo, ay, su anillito plomado! Un cielo grande y sin gente monta en su globo a los pájaros. El sol, capitán redondo, ...
Nombras de Cé Mendizábal
El lenguaje del polvo al retornar a las superficies, tras los delirios del vuelo El baile de la luz al quebrarse en la enjaulada caligrafía de la arboleda En un rincón minúsculo del cuarto tinieblas y resplandores juegan y se persiguen hasta engendrar la noche y el día con su rosario de amaneceres ...
Poema póstumo de Lauren Mendinueta
El libro que estoy escribiendo Es una tumba anticipada. Si hiciera una lista de aquello Que no me queda Sería esta: NO ME QUEDA CUERPO. Tal vez escribir un poema fue lo mejor Aunque la poesía no sirve de nada. A veces creí Estar fuera de la historia ¡Maldita ilusión Para escapar de un tiempo ...
El loco, el triste de Julio Torres Recinos
El loco, el triste, habla de maravillas, de verdades llanas con severa convicción. El loco, el triste, habla, sonríe, sus labios tienen del mar los laberintos. Entiende, escrutina, salta de juicio en juicio sin poder los ojos detener, sin acordarse. El loco, el triste, no tiene nombres, títulos; ...
El sueño del domingo (por la tarde) de Giovanna Pollarolo
El locutor atropella sus palabras cada jugada anuncia el gol que no llega Inca Kola la bebida de sabor nacional ¿Arde su carro ? Llévelo a Automotriz Rivarde antes de que sea tarde. Domingos por la tarde : él echado en su cama sin zapatos en bividí la radio a todo volumen ella plancha ...
La memoria, ese alcázar (VIII) de Santos Domínguez Ramos
El lugar de la luz en la alcazaba inmóvil bajo la media luna. Perdida la memoria, tener la indiferencia mineral del lagarto, la madurez cansada de la granada abierta y, como los profetas, el don de obrar milagros. De: Cuaderno de Abul Qasim Selección del autor