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listado de poemas en audio por primeros versos letra e

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1790 poemas con la letra "e"

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A propósito de Dios de Sergio Badilla
Esta trama es un fragmento decoroso de una absoluta circunstancia: evoco la víctima hoy desde mi escondite la observo detenidamente como si estuviera inmediata a vista de ojos Está afligida pero holgada de calma. Sabe que la miro con rareza. El fuego prematuro me alertame turba ...
La tristeza pequeña de Dulce María Loynaz
Esta tristeza pequeña que podría guardarse en un pañuelo... Esta tristeza que podría echar con las flores marchitas. Que podría llevársela volando el viento. Y que no vuela. Y que no se echa. ¡Y que no cabe ya en mí toda!...
Relación de los hechos de José Carlos Becerra
Esta vez volvíamos de noche, los horarios del mar habían guardado sus pájaros y sus anuncios de vidrio, las estaciones cerradas por día libre o día de silencio, los colores que aún pudimos llamar humanos oficiaban en el amanecer como banderas borrosas. Esta vez el barco navegaba en silencio, ...
Seremos una muralla de Luis Antonio Chávez
Esta vez, amada mía cuando el sol despunte al horizonte trataré de retener el tiempo mandaré un mensaje con el viento para decirte cuanto te amo... Dialogaré en silencio con la brisa a sabiendas que en ella estás tú y así retendré tu silueta para sentir en mis labios ...
Hábitos de Armando Rubio Huidobro
Esta vieja costumbre en consecuencia de amanecer cansado cada día con la cara de siempre, el mismo aspecto -cordero estupefacto, ¡no hay derecho!-, la liturgia congénita de mirarme al espejo: descubrirme in fraganti con peineta y dentífrico -no asienta esa conducta en mansa bestia-; ...
Retrato de Eugenio Florit
Estaba allí, perfecta, bella, sin sombra en las pupilas verdes. El oro, de corona; el transparente nácar, de túnica; la sonrisa, de aureola. Bella, perfecta, en pura geometría de mármol y caricia de sol último. ¿Qué pensamienento, bajo la amplia frente? ¿Qué beso, al borde ...
In memoriam de Jorge Hübner Bezanilla
Estaba blanca, estaba pura, más que en el tiempo en que vivía; la envolvió con su gran dulzura la castidad de su agonía. Sus ojos fijos en el techo, ahondados en la gran visión, las manos puestas sobre un pecho limpio de humana sensación. Las manos que, en presión sutil, ...
Addio de Francisco Urondo
Estaba en un estado de ánimo sentimental; estuve sonámbulo. Alcohólico, desierto, fugitivo y tropecé con la cara de tu sonrisa que ocultaba la cara de tu rabioso dolor. Y nunca más pude resignarme a esa ladera y perdí tu sonrisa y te digo adiós, amore mío santo, que descanses, ...
Asombro de María en la Anunciación de Lope de Vega
Estaba María santa contemplando las grandezas de la que de Dios sería Madre santa y Virgen bella el libro en la mano hermosa, que escribieron los profetas, cuanto dicen de la Virgen. ¡Oh qué bien que lo contempla! Madre de Dios y virgen entera, ...
Paisaje de Yolanda Pantin
Estaba solo el día El guardián de la planta desalinizadora nos señaló el camino Desde el cementerio veíamos su camisa estridente y el vago gesto de sus manosEstas mujeres El agua y el aire habían desdibujado las inscripciones sobre las viejas lápidasRecuerdo de sus padres ...
Perro y mar de Alfonsina Storni
Estaba solo el mar y solo el cielo y era todo un espacio gris y frío, y yo no oía nada ni veía más que ese gris monótono y sin vida. Y a mi costado el perro, contra el viento aullaba; y sus ladridos sacudían las olas muertas; y en el aire de plomo su quejido abría rumbo; y las orejas tensas ...
Pera de Alejandro Aura
Estaba yo pelando una pera muy quitada de la pena, contenta de ir a servir de desayuno, cuando de pronto noté el poco pudor con que se dejaba eliminar la vestimenta y cómo soltó en humedad que me escurría por lo dedos un jugo lúbrico que me pedía cierto pudor ...
Pensamientos turbios de Cancionero y Romancero Tradicionales I (siglo XI a siglo XV)
Estábame yo en mi estudio estudiando la lición, y acordéme de mis amores: no podía estudiar, non. (Otero, Torregrosa: Antología de la lírica amorosa. Barcelona, Vincens Vives, 1990)
Pensamientos turbios de Cancionero y Romancero Tradicionales Ii(siglo XI a Siglo XV)
Estábame yo en mi estudio estudiando la lición, y acordéme de mis amores: no podía estudiar, non. (Otero, Torregrosa: Antología de la lírica amorosa. Barcelona, Vincens Vives, 1990)
Love story de Diana Bellessi
Estábamos tomando mate en su rancho bajo un mediodía de oro en las riberas, San Pedro era y ella doña Aurorita López Iban y venían tramos de vida con el amargo Los vecinos, la miseria, el que está en el río come, dijo, Dios y Evita y qué ojos tiene m 8242;hijita hasta que el relato ...
Masacre en el dormitorio de Manuel José Arce Leal
Estábamos tranquilos, dulces y agradecidos con nuestras simples vísceras que nos dieron pretexto para satisfacerlas. Y estábamos haciéndolo contentos. Y he aquí que de pronto, sin previo aviso y sin pedir permiso, todos ellos han venido a meterse en nuestra propia cama, aquí, ...
Semilla—cemento de Ricardo Gómez López
Estábamosen el campo y plantamosuna ciudad. Lástimaque no podamos podar los edificios. De: Poegramas (Ed. LiteratraAlternativa, 1990, e incluido en el CD Poemas de Ida y Regreso, Dúo Urbe-Provincia, Leutún, 2002).
Retrato de Manuel Altolaguirre
Estabas solo y alto. Yo miraba cómo todos los pájaros debajo de tu frente se escondían. ¡Qué ir y venir y qué volver! Cómo todas las cosas quedándose se iban a entrarse por tus ojos. Cómo yo mismo no sabía si estaba junto al árbol bajo aquel cielo tan azul, o si los verdes límites del parque ...
Ambigüedad del género de José Manuel Caballero Bonald
Estacionada en un recodo impávido de la penumbra, lo primero que hizo fue fruncir su boca violácea, de entreabiertos resquicios húmedos, y después sus ojos,y después sus ojos, un gran círculo de verde prenatal, un excitante fulgor de azogue desguazando la negrura común. ...
La piedra florecida de Luis Eduardo Rendón
Estad atentos porque florecerá una piedra. Florecerá una piedra y los reyes exigirán explicación no estaba determinado que fuera a florecer precisamente una piedra los periodistas peregrinarán hasta el lugar del fenómeno los creyentes dirán que el florecimiento de una piedra es una señal ...
Sueño de Alejandra Pizarnik
Estallará la isla del recuerdo. La vida será un acto de candor. Prisión para los días sin retorno. Mañana los monstruos del buque destruirán la playa sobre el vidrio del misterio. Mañana la carta desconocida encontrará las manos del alma.
Trilce (Poema LXVIII) de César Vallejo
Estamos a catorce de Julio. Son las cinco de la tarde. Llueve en toda una tercera esquina de papel secante. Y llueve más de abajo ay para arriba. Dos lagunas las manos avanzan de diez en fondo, desde un martes cenagoso que ha seis días está en los lagrimales helado. ...
Improvisados de Fabián Casas
Estamos abrazados en una cama improvisada en el piso. Tus ojos están cerrados; pero no sé si dormís. Este es tu cuarto de soltera, un lugar agradable, neutral. Por la ventana suben los ruidos de un día que empieza a moverse. La ropa permanece arrugada, ...
Noticias de casa de Ana Istarú
estamos bien al mediodía doy de comer añicos plateados y calientes beso tu sangre y tengo así la boca pintada y todo lo que digo me viene de tus venas yo voy bruñendo el aire por la casa voy frotando frotando frotando el relicario hirviente de tu nombre el dardo de Caín que me retuerce estamos ...
Estamos de Cira Andrés
Estamos en la orilla de la playa, tú me ignoras, seguro, porque estoy aquí. No veo caracoles, restos de la resaca que el mar arrastra y nos deja para convencernos de nuestra fragilidad. Estás tan feliz. Juegas. A los cinco años el mar era para mí la espalda de mi padre, ...
Ejercicios de soledad de Fernando Garavito
Estamos solos la mosca y yo en esta tarde de sábado. No intento sorprenderla como ella, que surge sin saber cómo mientras levanto la vista del libro donde leo de atardeceres y congojas. Lo más admirable de la mosca no es su vuelo geométrico ni su lenguaje de figuras, ...
Piedras blancas o negras de Saúl Ibargoyen
Están allí pueden ser vistas o imaginadas fuera de sus caminos o rumbos o carreteras o calles habituales o montañas o playas. Están allí con sus millones de décadas atrapadas en moléculas que giran en su propio vacío: hecho con la nada de incontables vacíos de innumerables universos fracasados...
Exilios de Ida Vitale
Están aquí y allá: de paso, en ningún lado. Cada horizonte: donde un ascua atrae. Podrían ir hacia cualquier grieta. No hay brújula ni voces. Cruzan desiertos que el bravo sol o que la helada queman y campos infinitos sin el límite que los vuelve reales, que los haría casi de tierra y pasto. ...
De los gusanos y otros bichos de Rodrigo Carrillo
Están en la manzana de la maestra en la fruta del poder se arrastran hacen caminos se entierran se esconden son alimento de aves rapaces Terminan en el extremo de un anzuelo
Los 613 de tu tránsito de Luisa Futoransky
Están los corazones inteligentes, los corazones ordinarios, los groseros, mezquinos, de pocas luces, híbridos, hediondos, con sarro. Los corazones arvejitas, los corazones hígado de pato. Los que se hacen la mosquita muerta, duermen la siesta, te observan de reojo ...
Tabaquería de Fernando Pessoa
ESTANCO No soy nada. Nunca seré nada. No puedo querer ser nada. Esto aparte, tengo en mí todos los sueños del mundo. Ventanas de mi cuarto, Del cuarto de uno de los millones del mundo que nadie sabe quién es (y de saberse quién es, ¿qué se sabría?), dais al misterio de una calle cruzada ...
Escala de amor de Jorge Manrique
Estando triste, seguro, mi voluntad reposaba, cuando escalaron el muro do mi libertad estaba. A escala vista subieron vuestra beldad y mesura, y tan de recio hirieron, que vencieron mi cordura. Luego, todos mis sentidos huyeron a lo más fuerte, mas iban ya mal heridos con sendas llagas de muerte; ...
Estoy cansado de Luis Cernuda
Estar cansado tiene plumas, Tiene plumas graciosas como un loro, Plumas que desde luego nunca vuelan, Mas balbucean igual que loro. Estoy cansado de las casas, prontamente en ruinas sin un gesto; Estoy cansado de las cosas, Con un latir de seda vueltas luego de espaldas. ...
Acontecimientos de Gioconda Belli
Estar como una ola encrespada en el suave murmullo de tu sangre. Dormitar prendida de tus bordes acurrrucado pelo derramado en tu hombro sostenido en la caricia de tu mano. Decir sin hablar cosas ...
Estaré de Gioconda Belli
Estaré dilucidando nubes. Tratando de ponerle a mi corazón la mancha grande del amor. Llevándome en un saco la lluvia junto con mis lágrimas y los poemas que buscan mi medida, la tuya, y están sentados al borde de la acera esperando que yo los recoja, que pueda sacarle ...
Sueño de Griselda Álvarez Ponce de León
Estás bajo mi lámpara dormido y en sueños luchas, gimes, te retardas, estás bajo mi lámpara y te guardas como si bien despierto fueras ido. Huyes quizá, tu pecho está vencido, pero buscas mi mano y te resguardas, respiras hondo y el aliento tardas como en rotunda vocación de olvido. ...
Estás cansado de Nadia Consolani
Estás cansado, viejo tigre. La casta te sirvió no del todo. Tardaste mucho en comprender la vida, el tiempo se te quiebra en las garras pero sigues sin darte por vencido. Lamen las tardes tus heridas. Más leve ya el dolor de la floresta, a tu último trecho te recoges. ...
Estas certidumbres... de Haroldo Shetemul
Estas certidumbres vienen a cada momento Tal pareciera ser lo único que puede suceder Otra vez saqué el diccionario busqué la palabra precisa rondó una mariposa rojaoscura en la cama apagué la luz y me puse a dormir (De: Columnas de fuego) Fuente: Rodrigo Carrillo
Epigrama votivo (Antología palatina, libro VI, y en imitación de Góngora) de Jaime Gil de Biedma
Estas con varia suerte ejercitadas en áspero comercio, en dulce guerra,armas insidiosas-oh reina de la tierra, señora de los dioses y las diosas-, ya herramientas melladas y sin filo,en prenda a ti fiadas, hoy las acoge tu sagrado asilo, Cipris, deidad de la pasión demótica. Bajo una nueva ...
Los días de guardar de Alvaro García
Estás en el estante con la mirada fija en nadie, imagen íntegra, fotogénico amor de mi desvelo. Ya no miro a diario esta fotografía, ni otras como ésta. Aquel año llevabas lacio el pelo. (La nueva poesía 1975-1992) Antología de poesía española Selección: Miguel ...
Intimidad de Xavier Abril
Estás en mí tan lenta que parece agua continua. Te veo caer /en mis últimos sueños, en blancos espacios de soledad. A la distancia/mínima del deseo y la belleza. Oigo la música de tu cuerpo en la yema de mis dedos. (De: Difícil trabajo, antología 1926-1930)
Intima de Elías Nandino
Estás en mí, como latido ardiente, en mis redes de nervios temblorosos, en mis vetas de instintos borrascosos, en los mares de insomnios de mi frente. Estás fuera de mí, como corriente de voces imprecisas, de sollozos, de filos de secretos tenebrosos. de roces de caricia inexistente. Me cubres ...
Lied de Eliana Navarro
Estás en mí. Desde mis ojos miras estas suaves colinas en que flota la niebla. Ausencia. Soledad. Cae la tarde. Desnudo vaso tuyo: va tu sangre en mis venas. Cruza el río el paisaje como un adiós, cansada voz eterna. Como un río en mi sangre va tu sangre. Juntos volvemos ...
Pergaminos de Floriano Martins
Estás en tu ausencia. Ni cerca ni distante, en camino al bien y al mal. Tampoco importa lo que te espera. Ningún dolor mal afirmado. Formas despedazadas en el vientre y en la llama de un mirar perdido. Apenas formas, debilitadas mas no del todo ajenas. Evidencias que comunican ...
Estamos de Cintio Vitier
Estás haciendo cosas: música, chirimbolos de repuesto, libros, hospitales, pan, días llenos de propósitos, flotas, vida, con tan pocos materiales. A veces se diría que no puedes llegar hasta mañana, y de pronto uno pregunta y sí, hay cine, apagones, lámparas que resucitan, calle mojada ...
La ciudad de Blanca Wiethüchter
Estás hecha de luz y de montaña, de jirones de piedra y ríos que te trenzan al descender. Estás hecha de nombres caídos de barrios desalentados de feos monumentos que buscan tus raíces más allá de toda certidumbre. Eres oscura y constante en tu destierro, ...
Mis manos de Isabel de los Ángeles Ruano
Estas manos mías conocen la ascención suprema y la más burda ignominia. Son como dos relámpagaos audaces o como dos humildes golondrinas cautivas. Se entrecruzan en una plegaria o aman con santidad o con delirio y se asustan del fuego y chocan contra el rostro. ...
Mis manos de Isabel de los Ángeles Ruano
Estas manos mías conocen la ascención suprema y la más burda ignominia. Son como dos relámpagos audaces o como dos humildes golondrinas cautivas. Se entrecruzan en una plegaria o aman con santidad o con delirio y se asustan del fuego y chocan contra un rostro. Estas manos mías. ...
Desnudez de Luis Antonio Chávez
Estas manos que tantas veces te han recorrido acuden a ti a cada esquina de tu cuerpo retornan al frente de batalla para decirte con fiereza que la palabra nace trémula cuando tú desdices la fidelidad de la oruga y sólo crees que la luna sabe acogerte a la hora del unicornio... ...
Estas manos de José García Nieto
Estas manos que tienen aún memoria, que alojan la pasión y han provocado un bosque, un fuego, un viento arrebatado ¿que són sino temblor, cárcel y escoria...? Una tierra adelantan, una orilla del arrabal, del terraplén oscuro; arañan azucenas en un muro de cal donde se asoma ...