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listado de poemas en audio por primeros versos letra o

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8 poemas con la letra "o"

1

Enumeración de la patria de Silvina Ocampo
Oh, desmedido territorio nuestro, violentísimo y párvulo. Te muestro en un infiel espejo: tus paisanos esplendores, tus campos y veranos sonoros de relinchos quebradizos, tus noches y caminos despoblados y con rebaños de ojos constelados...
Canto al más puro mar de Alvaro Figueredo
Oh, rojo mar en ristre ¡qué aguas altas y fuertes te arrancas desde el seno trágico y desvelado para volcar tus pulsos sobre estas arduas muertes y estas ciudades negras! Y sobre el oxidado diente de las estrellas, y sobre las llanuras donde la sangre llora ¡Oh joven mar airado...
Oí tu voz en mi ventana... de Juan Gelman
Oí tu voz en mi ventana mi ventana no da a tu voz apenas si da al mundo ¿cómo vino tu voz? un pájaro nevado come trigo en el murmullo del sol...
Oídos con el alma... (fragmento final) de Octavio Paz
Oídos con el alma, pasos mentales más que sombras, sombras del pensamiento más que pasos, por el camino de ecos que la memoria inventa y borra: sin caminar caminan sobre este ahora, puente tendido entre una letra y otra. Como llovizna sobre brasas dentro de mí los pasos pasan hacia…
Bellísima de Eduardo Lizalde
Oigame usted, bellísima, no soporto su amor. Míreme, observe de qué modo su amor daña y destruye. Si fuera usted un poco menos bella, si tuviera un defecto en algún sitio, un dedo mutilado y evidente, alguna cosa ríspida en la voz, una pequeña cicatriz junto a esos labios de fruta en movimiento...
Otras partes (fragmento) de Juan Gelman
oíste/ corazón?/ nos vamos con la derrota a otra parte/ con este animal a otra parte/ los muertos a otra parte/ que no hagan ruido/ callados como están/ ni se oiga el silencio de sus huesos/ sus huesos son animalitos de ojos azules/ se sientan mansos a la mesa/ rozan dolores sin querer...
Otras bestias de Eduardo Lizalde
Otras bestias declinan siempre al oro del alba, al mediodía furioso, nunca en la noche de augurios persistentes y toses de rifleros suicidas. Ostentosas, diurnas, claras bestias vivientes, se quiebran, pierden pie, se apagan o se oxidan y oscurecen. Y alrededor del que las mira, el que las piensa, caza...
Oye Señor mi causa justa (Salmo 16) de Ernesto Cardenal
Oye Señor mi causa justa atiende mi clamor Escucha mi oración que no son slogans Júzgame tú y no sus Tribunales Si me interrogas de noche con un reflector con tu detector de mentiras no hallarás en mí ningún crimen...