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listado de poemas en audio por primeros versos letra e

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1790 poemas con la letra "e"

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El cuerpo esplende en el zaguán profundo... de Antonio Gamoneda
El cuerpo esplende en el zaguán profundo, ante la trenza del esparto y los armarios destinados a los membrillos y las sombras. De pronto, el llanto enciende los establos. Una vecina lava la ropa fúnebre y sus brazos son blancos entre la noche y el agua. ...
Diluvio de Jaime Sabines
El cuerpo mantiene la memoria de la sal, del agua, de la harina. (Siempre será un consuelo ver jugar a los niños en las resbaladillas, o a los adultos en las casas de juego.) Lo lógico es que llueva de esta manera. ¿Para qué quiere el desierto que llueva?...
Techo bajo de Vilma Vargas
El cuerpo quiere rendirse y no sé como aguardas todavía en vez de maldecir. Nada pasa. Se mueven algunos tallos; un silbido entra por la ventana. Tienes que aprender a alejarte y no digas después dónde estuviste. Cómo podrían entender Los que no han aruñado las paredes. ...
Siquiera este refugio (II) de Angel Campos Pámpano
El cuerpo se acomoda a la secreta lascivia de las cosas, a su pobreza más íntima. Su morada es lugar de nacimiento, fulgor del día, voz inicial que se entreabre al sol de la mañana. La casa fue siempre el encuentro de la tierra y el agua, un fruto que germina con la luz y como el árbol ...
Calor de Leopoldo Castilla
El cuerpo se antigua: se le enfermó la muerte. Transpira desconocido como un deseo dentro de un santo. El aire mira como un mudo. No saben dónde irse las ventanas. El espesor del presente se ha emocionado con tus huesos. Tus nervios brillan afuera. Al final salta la sed como un escorpión ...
El deseo... de Silvia Tomasa Rivera
El deseo: pájaro negro en la noche, abre sus alas y golpea. Muerta el alma el deseo la hace espuma, los caballos del mar ya no están quietos, se exaltan y pierden. El hombre se mueve, en esa marea ahoga sus sentidos. El deseo, no es un sentir apenas, yo lo he visto enrojecer ...
i- (de Urca*) de Graciela Cros
El desterrado sin ayer sabe que la memoria es el espacio donde ocurren las cosas por la segunda vez Sabe que memoria es verdad que verdad no es olvido y espera -grito atado con trapos- aprende a esperar desnudo, sin edad, recorre el camino hacia atrás para reunir bajo la luz de los Jardines ...
La canción resuena siempre de Diana Bellessi
El destino común es aquello que vuelve, a veces es la fe quien va adelante o es filo de la razón que hiere pero otorga un soberbio estado de claridad que aquieta, controla horror y sueño mas su destino es caer tocada por su propio filo y el desorden que nunca es presa, es trampa el orden, ...
Débil del alba de Pablo Neruda
El día de los desventurados, el día pálido asoma con un desgarrador olor frío, con sus fuerzas en gris, sin cascabeles, goteando el alba por todas partes: es un naufragio en el vacío, con un alrededor de llanto. Porque se fue de tantos sitios la sombra húmeda, callada, de tantas cavilaciones en vano, ...
Fin del mundo de Jorge Teillier
El día del fin del mundo será limpio y ordenado como el cuaderno del mejor alumno. El borracho del pueblo dormirá en una zanja, el tren expreso pasará sin detenerse en la estación, y la banda del Regimiento ensayará infinitamente la marcha que toca hace veinte años en la plaza. ...
Pax de Saúl Ibargoyen
El día es nuestro Señor: han llegado el reposo de la espada la quietud de la flecha la inocencia del misil el frío de los fusiles el crujido de la ceniza el cansancio de todas las banderas. Señor es nuestro el día: en la sangre mezclada de mujeres y gallinas de infantas y muñecas ...
Maelstrom (Fragmento) de Luis Cardoza y Aragón
El día no quiere despertar en ti mis sueños se prolongan lo real imaginario vivo despierto en tu diluvio trébol de tiempo de una sola hoja de ti a mi sueño no hay distancia te había soñado pero eras real como un vilín germinando como un surtidor de cimitarras como una catedral ardiento ...
Epitafio de Gonzalo Osses – Vilches
El día que me mate, los trenes llevarán minutos de retraso, el tiempo justo para recoger mi cuerpo de las vías. Y la ciudad se abrirá, desvencijada y pujante, sobre la olvidad trocha de sus tranvías. No sé qué rumor acunó mi amor por sus veredas, pero es como si fuera ayer ...
Borrada de Alfonsina Storni
El día que me muera, la noticia Ha de seguir las prácticas usadas, Y de oficina en oficna al punto. Por los registros seré yo buscada. Y allá muy lejos, en un pueblecito Que está durmiendo al sol en la montaña, Sobre mi nombre, en un registro viejo, Mano que ignoro trazará una raya. ...
El día que me quieras de Amado Nervo
El día que me quieras tendrá más luz que junio, la noche que me quieras será de plenilunio con notas de Beethoven vibrando en cada rayo sus inefables cosas, y habrá juntas más rosas que en todo el mes de mayo. Las fuentes cristalinas irán por las laderas saltando cantarinas, el día que me quieras. ...
De la esperanza de Reina María Rodríguez
el día se está perdiendo azul tecleo y tecleo pero no salen las ganas de verte ni la mosca profetiza tu llegada. me aguantodesespero y no te llamo porque bueno la tácticala astucia qué sé yo. cómo recoger mis impulsos si mañana un gusano me va a comer el sueño la memoria. por eso no hay ...
Amanecer de Ernesto Langer Moreno
El día se levanta Las cortinas se abren Se despiertan los objetos Mi vecina cuelga sus prendas en el patio trasero de su casa La ciudad se estira y reaparece. El tiempo se despierta La claridad busca su hueco. Expanden las calles sus cuerpos Los trabajadores nocturnos bostezan ...
El día tiene el don... de Blanca Andreu
El día tiene el don de la alta seda, pétalos desandados por el pie de la noche, monedas en corolas, eso dije. Pero se izó la nube de magnolia hasta llegar al núcleo ahogado, estambre eléctrico y pistilo triturado de amor, monedas deshojadas por el terrible cheque templario, ...
La puerta infranqueable de Gustavo Osorio
El día, Arco cerrado, lleno de palpitaciones, de paredes, de armas diversas, de respiración. El día de hoy Como una inexplicable estatua en medio del desierto, Un día. Y separadamente, la potencia libre y arbitraria de SER, gran río de aceite entre la lámpara inicial y cualquier dolor ...
El diablo en el cuerpo de Odette Alonso
El diablo se ha metido en mi cabeza viene con su correo de fantasmas que me llaman. Yo perforo mi frente hasta el delirio trato de no mirarlos de no encontrar su imagen en mi espejo y acabo disfrazándome detrás de los armarios. Soy un ángel que llega con su lámpara y danzo sin pensarlo ...
El diablo y yo nos entendemos... de Jaime Sabines
El diablo y yo nos entendemos como dos viejos amigos. A veces se hace mi sombra, va a todas partes conmigo. Se me trepa a la nariz y me la muerde y la quiebra con sus dientes finos. Cuando estoy en la ventana me dice ¡brinca! detrás del oído...
Respuesta de Catalina de Zúñiga
El diligente deseo podría se de placer por el dulce devaneo; mas la fineza dél, creo que está puesta en padecer, porque aunque poder cumplille en servidio del amado es el bien más estimado, lo que cuesta el diferille hace el mérito doblado Mayor deudo con lo feo no sabiendo el negro color, ...
Poema (fragmentos) de Myriam Moscona
El dios hijo cordero lobo en aguas de fondo inmenso calamar el dios del soplo man in black el dios de estar en cavidades donde el negro es primario ningún color El dios llameante negro marfil sube al cúmulo de mí seremos eco en sus porciones sólo fragmentos ...
El elegido de Dios de Odette Alonso
El dios levanta el dedose incorpora y no hay voz que le llegue a la cintura. Él preside su gloria él elige su séquito de ciegos él dilata a su gusto la trompeta. Una escalera revuelve otros motivos las razones buscan sitio en la asamblea y él aplasta con su bota el desacuerdo. ...
Dogma de Sergio Badilla
El dolor al pecho me hace olvidarte unos momentos: evito la muerte me arrepiento. Es sólo la digna esencia de la materia: la duda la razón invadida que conoce el miedo He visto una alondra deflagrarse en el crepúsculo esta mañana. Nuestros huesos tienen aún identidad son parte importante ...
Baldón de Mario Benedetti
El dolor es una desértica provincia donde no cabe nadie más una parcela tierra oscura tú no lindas con él tú estás a salvo pobre de ti baldón que no peligras. De: Inventario
La vigilia del tiempo de Beatriz Hernanz Angulo
El dolor escoge sus ciudades, el asedio aplaca sus heridas, el amor persigue sus batallas. En el feudo de tus manos, -crisol de cenizas y llantos-, perdura el olvido y sus cautelas, languidecen augurios delicados. Dilapido ausencias, transijo con la nada. ...
El dolor no se explica... de Román Luján
EL DOLOR NO se explica, hunde noches en témpanos de vaho, apila vendavales. No hagas ruido. Pájaros sanguíneos merodean, acechan la carroña de un silencio. Milagros seminales colapsan el drenaje. ¿Qué finjo si no puedo abrazarme? Se hincha un capullo hirviente. ...
La voluntad imposible de Lola Velasco
EL DOLOR, como el deseo, es una estatua de polvo. ABRO la boca, y te golpeo. Abro la boca, y me pides el aire de un grito. Mi VOZ es el sueño de la muerte, la escritura sobre un cuenco de sangre. Mujeres de carne y verso. Antología poética femenina en lengua española del siglo XX. ...
Dormir que hace el poema de Alberto Girri
El dormir que lleva al poema, no toca los ojos,entrecerrándose hasta no distinguir el verde del azul, el blanco del rojo, no se detiene en sueños, de sobresaltos, expectativas,los hermosos, falsos por hermosos,los desagradables, veraces por desagradables,los de cruzarse ...
Canción del tiempo y el espacio de Porfirio Barba Jacob
El dulce niño pone el sentimiento entre la pompa de jabón que fía el lirio de su mano a la extensión. El dulce niño pone el sentimiento y el contento en la pompa de jabón. Yo pongo el corazón -¡pongo el lamento! entre la pompa de ilusión del día, en la mentira azul de la extensión. ...
La hoja en blanco de Francisco Antonio Gavidia
El Duque: ¿Cuál fue su historia? Vila: Una hoja en blanco, Alteza: no revel?jamás su amor..... ................................................. ...Y en negra, pálida pesadumbre, asemejábase a la paciencia sentada sobre un sepulcro y sonriendo al dolor... La noche de reyes, Shakespeare ...
Trilce (XXXV) de César Vallejo
El encuentro con la amada tanto alguna vez, es un simple detalle, casi un programa hípico en violado, que de tan largo no se puede doblar bien. El almuerzo con ella que estaría poniendo el plato que nos gustara ayer y se repite ahora, pero con algo más de mostaza; el tenedor absorto, ...
De mala muerte de Sergio Badilla
El enladrillado conducía al castillo de alcurnia En el interior del atriorecuerdo - una escultura desnuda de una princesa alelada Más lejos eran la primeras luceslos menoscaboslos tiras y aflojas de intemperantes y proxenetas Era junio - dicen - alguien me confirma ...
El caballero de la yerbabuena de José Juan Tablada
El erudito habla del pasado y la chica loca-de-su-cuerpo..., del futuro. Un beluario de peces de colores ansía gozar del instante de azogue que le escurre entre las manos... En la más sincopada de las rumbas préndeme tu vacuna, oh marihuana, universalizando el incidente ...
Sherezade de Elina Wechsler
El es mi insomnio de silencio, los ojos del león en la noche del desierto. Tiene ruinas, rupias, monumentos. Delirios amarillos. Toneladas de agua en las entrañas. Pura tierra huracanada. Lienzos. Tiene la mustia sensación de haber vivido, de no vivir más, de haberse muerto. ...
Profanación de Susana Giraudo
El escabro carcome la lozanía del árbol. Como esos días de roídos bordes que duelen y profanan los secretos rincones donde se escuchan himnos de dulzura infinita. ___________________ Profanazione La scabbia rode la gagliardia dell albero. Come quei giorni di orli rosicchiati ...
Papeles con música de Claudia Herodier
El esconderse siempre de lo otro, y mostrar el celofán que cubre nuestra cáscara, es tarea cotidiana en la mentalidad pueblerina del siglo veinte. Vamos! Estamos invitados a reventar nuestra primer piñata... Diciembre 15/77 S.S. (Del libro inédito: Siglo XX, Parte I) Poema proporcionado por la ...
El escritor está solo de Yolanda Pantin
El escritor está solo solo ante él solo ante el mundo solo ante la persona que ama Esto último lo aterra ¿cómo solo? Trata de poner en orden sus pensamientos -la persona amada tiene los ojos color miel- El escritor tiene un gran miedo ¿qué diferencia este amor del otro? ...
El escritor sufre considerablemente de Yolanda Pantin
El escritor sufre considerablemente ¿Qué significa esta sed partida? ¿Este rectángulo interior entre puntos y líneas? Debe resignarse ante la duda La muerte empolla un huevo con gran lisura Todo es atropello piensa miedo a secas Odia la escritura ...
Magia de Roberto Obregón
El escultor no hace más que llamar, con el cincel y a golpe de martillo, a los guerreros que duermen en las espesuras del mármol.
Música de agua de Jaime Siles
El espacio -debajo del espacio- es la forma del agua en Chantilly. No tú, ni tu memoria. Sólo el nombre que tu lenguaje escribe en tu silencio: un idioma de agua más allá de los signos.
Milagro de Roberto Obregón
El espacio entre los dos resbaló como harina entre los dedos. Ya sólo en el mundo un lugar habitado -tú y yo. Tu cuerpo refugiado en mis manos. Mis ojos disueltos en tu mirada, y la húmeda rama de tu voz palpitando su sombra en el silencio, la última traza de lumbre se extinguió bajo el alero. ...
Siquiera este refugio (V) de Angel Campos Pámpano
El espejo prolonga el enigma inicial de la mirada. La figura reconoce la soledad del que llega, de quien busca adentro una coartada para seguir, de quien sabe que el espejo no es sino la imagen de otra imagen, un espacio irreal, confuso, como la propia vida. Su sombra adopta ...
Los hombres- XVI- (El fatigado, el huérfano) de Pablo Neruda
El fatigado, el huérfano de las multitudes, el yo, el triturado, el del cemento, el apátrida de los restaurantes repletos, el que quería irse más lejos, siempre, no sabía qué hacer en la isla, quería y no quería quedarse o volver, el vacilante, el híbrido, el enredado en sí mismo ...
El fin de la avenida está en el sable... de Agustín Labrada Aguilera
El fin de la avenida está en el sable de Calixto García, que a caballo se aquieta con la espuma. Yo lo contemplo acostado en el muro, que escinde la ciudad del universo, y alucino el jazz y las mujeres de aquellos trasatlánticos, apenas dibujados por sus luces. Hace dos horas ardió un viñedo ...
De la mano de un dios de Lucero Alanís de Gurrola
El fin es el lugar del que partimosT.S. Eliot De la mano de un dios asistimos a nuestro propio parto en la cuna luminosa del sepulcro Por el azul las aves ofrendarán los cirios en permuta de carroña y desde el coro de plañideras el bautismo del sobreviviente Tan pocas sombras ...
Nochebuena de Matilde Alba Swann
El fósforo, en la temblorosa manecita sucia, enciende la hoguera de un cohete travieso.Chispas... Chispas...Chispas... conmueven las latas, y agitan y avivan la carne yacida de un suelo de sombras. Una madre mustia de trabajo y miedo, y un padre que fuma, que escupe y blasfema. ...
Impresiones de Nancy Morejón
El frío cala los pies y esta premura de la rosa nos conmueve, al nacer. Estamos en una presa de trentaidós kilómetros y los papeles del universo giran ante esas hojas de flamboyán que dan sombra en verano. Los enamorados se tumban en el sol sobre el suelo de un yate, ...
A Marina Tsvietaieva de Damaris Calderón
El frío de un terrón de azúcar en la lengua de una taza de té de un pan que salta en rebanadas sangrientas. El oficio de lavaplatos, las genuflexiones y las manos que todavía se sumergen con cierta cordura. Los rojos los blancos los cabezas rapadas y los cosacos podrán echar ...