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listado de poemas en audio por primeros versos letra e

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1790 poemas con la letra "e"

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Espíritu sin nombre... (Rima V) de Gustavo Adolfo Bécquer
Espíritu sin nombre, indefinible esencia, yo vivo con la vida sin formas de la idea. Yo nado en el vacío del sol tiemblo en la hoguera, palpito entre las sombras y floto con las nieblas. Yo soy el fleco de oro de la lejana estrella; yo soy de la alta luna la luz tibia y serena. Yo soy la ardiente nube ...
Cántico espiritual de San Juan de la Cruz
ESPOSA:¿Adónde te escondiste, Amado, y me dejaste con gemido?Como el ciervo huístehabiéndome herido; salí tras ti clamando, y eras ido.Pastores, los que fuerdes allá por las majadas al otero,si por ventura vierdesaquél que yo más quiero, decidle que adolezco, peno y muero. ...
Deseos de martirio de Luisa de Carvajal y Mendoza
Esposas dulces, lazo deseado, ausentes trances, hora victoriosa, infamia felicísima y gloriosa, holocausto en mil llamas abrasado: Di, Amor, ¿por qué tan lejos apartado se ha de mí aquella suerte venturosa y la cadena amable y deleitosa en dura libertad se me ha trocado? ¿Ha sido por ventura, ...
La hija de Jairo de Rogelio Sinán
Esquirlas afiebradas de aguacero, ululando, desataron la muerte sobre yerba y hormiga. Fusilada la rosa, decapitado el nardo, ¿qué anegado colapso sufrió la Sensitiva? Dolorosa de nichos y aterida de llanto, su congelado espectro suena savias de vida. Oh Sol, tanto cadáver merecería ...
Desencuentro de José Manuel Caballero Bonald
Esquiva como la noche, como la mano que te entorpecía, como la trémula succión insuficiente de la carne; esquiva y veloz como la hoja ensangrentada de un cuchillo, como los filos de la nieve, como el esperma que decora el embozo de las sábanas, como la congoja de un niño ...
La lluvia lenta de Gabriela Mistral
Esta agua medrosa y triste, como un niño que padece, antes de tocar la tierradesfallece. Quieto el árbol, quieto el viento, ¡y en el silencio estupendo, este fino llanto amargocayendo! El cielo es como un inmenso corazón que se abre, amargo. No llueve: es un sangrar lentoy largo. ...
Esta barca sin remos es la mía... de Carlos Pellicer
Esta barca sin remos es la mía. Al viento, al viento, al viento solamente le ha entregado su rumbo, su indolente desolación de estéril lejanía. Todo ha perdido ya su jerarquía. Estoy lleno de nada y bajo el puente tan sólo el lodazal, la malviviente ruina del agua y de su platería. ...
Está bien lo que está de Dulce María Loynaz
Está bien lo que está: Sé que todo está bien. Sé el Nexo. Y la Razón. Y hasta el Designio. Yo lo sé todo, lo aprendí en un libro sin páginas, sin letras y sin nombre... Y no soy como el loco que se quema los dedos trémulos por separar la llama rosa de la mecha negra...
Tiempo definido de Maruja Vieira
Está bien que la vida de vez en cuando nos despoje de todo. En la oscuridad los ojos aprenden a ver más claramente. Cuando la soledad es el vacío intenso del cuerpo y de las manos, hay caminos abiertos hacia lo más profundo y hacia lo más distante. En el silencio las amadas voces ...
Está bien. Seré dulce. de Julia Prilutzky
Está bien. Seré dulce y obediente o lo pareceré. Te da lo mismo: Necesita, de pronto, tu egoísmo que yo me quede así, sumisamente, Sin sufrir, sin dolor, sin aliciente, sin pasiones al borde del abismo, sin mucha fe ni un gran escepticismo, sin recordar la esclusa ni el torrente. ...
Meditación al atardecer de Oscar Hahn
Esta calle que baja dura una eternidad Aquí se cuecen vivos los grandes pensamientos Ha llegado la hora del descanso en que no se descansa Cuando los perros creen en santas y en fantasmas En este punto mi madre y mi hermana preguntaron sin voz ¿Y qué sabes tú de todo ...
Esta casa estuvo dedicada a la labranza y la muerte... de Antonio Gamoneda
Esta casa estuvo dedicada a la labranza y la muerte. En su interior cunden las ortigas, pesan las flores sobre las maderas atormentadas por la lluvia. De: El libro del frío
La casa de José Hierro
Esta casa no es la que era. En esta casa había antes lagartijas, jarras, erizos, pintores, nubes, madreselvas, olas plegadas, amapolas, humo de hogueras... Esta casa no es la que era. Fue una caja de guitarra. Nunca se habló de fibromas, de porvenires, de pasados, de lejanías. ...
Esta casa surge despacio... de Yolanda Pantin
Esta casa surge despacio en el agua de la lluvia que caía por los muros y olía a yerba y a todo eso. Antes salían ellos, los siempre vestidos, y uno se quedaba mirando por detrás de las puertas toda esa agua que irrumpía por los muros y las ventanas abarrotadas. Siempre el gesto ...
Escrito en la corteza de una ceiba de José Coronel Urtecho
Esta ceiba que da sombra a mi casa es propiamente heráldica. Sería el emblema perfecto de tu escudo si esto que grabo aquí fuera tu lema: Ella no sabe de lo que de ella escribo pues ser lo que es y no saberlo es ella.
Sonata triste para la luna de Granada de Luis García Montero
Esta ciudad me mira con tus ojos, parpadea, porque ahora después de tanto tiempo veo otra vez el piano que sale de la casa y me llega de forma diferente, huyendo del salón, abordando las calles de esta ciudad antigua y tan hermosa que sigue solitaria como tú la dejaste, cargando con sus plazas, ...
Inventario de Gonzalo Osses – Vilches
Esta ciudad sin Dios, este amorío, estos versos inspirados por el alcohol, el día que llegué y tu te habías ido, tus compactos y los libros, que dejaste en el cajón. El cruel naufragio de todas mis creencias, los pecados que nunca voy a contar, la redención que entre tus piernas buscaba, ...
Fuerteza de Claudia Lars
Esta colina de girasoles convertida en zompopero humano; estos hombres amargos con desafiantes niños sin ropas; esta sequía veranera y estas humedades que cultivan fiebres; estas muchachas morenitas jugando a ser mujeres antes del tiempo; estas madres de quince partos y diez hijos ...
Cenicienta de Guillermo Carnero
Esta dama ironiza en las implicaciones de su beso. Huella el patio de armas con el Príncipe Azul, y al ingeniar fruición lo escuchamos croar en su inquieto regazo. Y si ella es portadora del hechizo, ¿dónde hallar escarpín para su zarpa?
Dama de Miguel Arteche
Esta dama sin cara ni camisa, alta de cuello, suave de cintura, tiene todo el temblor de la hermosura que el tiempo oculta y el amor desliza. Esta dama que viene de la brisa y el rango lleva de su propia altura, tiene ese no sé qué de la ternura de una dama sin fin, bella y precisa. ...
Esta danza que salvan las liturgias de Federico Hernández Aguilar
Esta danza que salvan las liturgias Este concepto inoculado hoy Esta perpetuación de la inminencia Este andar sin las huellas necesarias Este pedir que se contagie un alce Esta oportunidad de ser pequeño Este imaginar párpados gigantes Esta mancha de amor en las costillas ...
Criaturas para la recién casada (La higuera) de Jorge Esquinca
Está desde siempre. Antes que la casa fuese siquiera un pensa- miento. Ha crecido desmadejada y aérea, nutriéndose de linfas sub- terráneas. Como una madre vegetal, una madre joven, sibilina, fecunda, ampara el gorjeo sexual de los gorriones en un rincón del patio ...
Narcisiana de Jorge Zalamea
Ésta era otra casa. La de los muchos patios: el patio de las ceremonias y los grandes; el patio de los huéspedes bienvenidos; el patio de los niños; el patio de las criadas; el patio de los lavaderos y los bebederos; el patio de las caballerizas; el patio de las aves de corto vuelo; ...
Casa cautiva de Elvio Romero
Esta es la casa; es nuestra. Esta es su música; las exigencias todas de la vida pasaron por sus habitaciones, por el ascua quemante de sus fronteras; la locura de quienes emprendieron una empresa más ancha que sus fuerzas, el sueño que los fue desgarrando, ...
Fragmento VIII /2 de La marcha de 150.000.000 de Enrique Falcón
Esta es la comarca donde dieron tu cuerpo a la llanura donde tú, tus caderas erais agua y volteo de matanzas, mano meciendo el hambre, tú loca canción. Dame un nombre con el que acusarte ahora en que te tiemblo ante la tumba: ésta, la comarca tu furia tierna en los delirios, ...
El deseo de Isla Correyero
Ésta es la enfermedad cruel del deseo. La ruta de los pájaros sonámbulos en vuelo breve bajo las tormentas. Conozco sus libreas y sus máculas Y las motrices ansias eternales, demasiado bien lo conozco. Desciende azotándome hasta el cauce y arranca blancas prendas con su apremio. ...
esta es la guerra de Sabeli Ceballos Franco
esta es la guerra amor esta es la guerra dijiste en ese entonces cuando el amor te dio el par de botas con que llegaste a mí pateando fronteras por aeropuertos aquí vengo aquí vengo decías con las suelas adoloridas de profecías fermentadas no se me ocurrió pensar entonces que eras tan solo ...
Café, tabaco y caña de José Santos Chocano
Esta es la historia de tres princesas, que parece una fábula de esas en que se impone verso español... ¡Esta es la historia o el cuento de Hadas de tres princesas enamoradas a un mismo tiempo las tres del Sol! La una es negra, de ojos ardientes y labios rojos, en que los dientes jáctanse de una risa ...
Bestiario de Lourdes Vázquez
Esta es la historia de una mujer en su habitación. De noche un enorme insecto se dedica a vigilarla. La mujer confusa, la mujer irritada, por tan insignificante animal. La mujer atemorizada huye de esquina en esquina, más sus sentidos le indican que el animal se encuentra cerca. ...
Lafayette Street de José María Fonollosa
Esta es la mujer mía. Pueden verla, no tengan pena, de perfil, de frente. Pueden acariciarla con los ojos. Está desnuda bajo su vestido. Es hermosa, ¿verdad? Todos lo dicen. Ella también lo sabe. Es muy hermosa. Mírenla de perfil, de frente. Desde la uña del pie al cabello es muy hermosa. ...
La patria de los robles de Eleazar Rivera
Esta es la patria de los robles aquí olvidaron su guitarra los grillos y en ellas nacieron ciudades y memorias Esta ciudad es grande los muros que la protegen están construidos de huesos y sombreros Aquí no hay sol y llueven piedras cuando alguien quiere verlo La noche se prolonga ...
Topografía de Luis Palés Matos
Ésta es la tierra estéril y madrastra en donde brota el cacto. Salitral blanquecino que atraviesa roto de sed el pájaro; con marismas resecas espaciadas a extensos intervalos, y un cielo fijo, inalterable y mudo, cubriendo todo el ámbito. El sol calienta en las marismas rojas el agua ...
Marilyn Monroe que estás en el cielo de Alfonso Alcalde
Esta es la triste historia de una de las mujeres más hermosas de todos los tiempos y que los negociantes bautizaron con el nombre de Marilyn Monroe. Parcelaron su cuerpo y su alma, trataron de cerrarle la boca y su inteligencia y abrir su escote... hasta lo imposible. ...
Retrato de Manuel Machado
Esta es mi cara y ésta es mi alma: leed. Unos ojos de hastío y una boca de sed... Lo demás, nada... Vida... Cosas... Lo que se sabe... Calaveradas, amoríos... Nada grave, Un poco de locura, un algo de poesía, una gota del vino de la melancolía... ¿Vicios? Todos. Ninguno... ...
Ciudad: San Salvador de Claudia Herodier
Ésta es mi ciudad. Hay olor de gente por todos lados. Un olor atropellante que galopa sobre las aceras -y, aunque no haya aceras, galopa lo mismo-. Olor que crece sin decrecer nunca y va en su ascenso dejando rastro. Olor que asume para sí mismo un especial olfato. ...
Elegía con un poco de amargura de Eliseo Diego
Ésta es otra elegía, pero dedicada a un hombre desagradable, vecino mío, que nunca quiso saludarme. No sé, por tanto, cómo se llamaba. Cara de limón, cara de perro malo, jamás se rebajó a mirarme siquiera. Vivíamos los dos en la misma calle. Un día tras otro nos desencontrábamos. ...
Oráculo de Octavio Armand
Está escrito que los que no tienen futuro no pueden conocer su futuro. Por piedad los que no tienen futuro no pueden conocer su futuro. Pero tú no eres un desheredado, tú tienes futuro, tú ya sólo tienes futuro. Entre los dioses se derraman los granos de sal, las nubes se dispersan ...
Poema a ciegas de Silvia Favaretto
Está faltando la luz y escribo el poema a ciegas en la hoja de un viejo calendario. Por primera vez me doy cuenta que las palabras son vanas y vano es nuestro entendimiento si en la noche la tinta no logra desprenderse de la oscuridad del cielo y mi poema no logra iluminarme ...
Esta flor de Salvador Novo
Esta flor en mis manos, repentina alba en mi noche estrellada de mi sueño nacida ¿me atreveré a tocarla? ¿mereceré siquiera profanar con mis ojos la luz que la revela? El aire desolado de la espera vacía, el aire en que no estaba ¡respiré tantos años! El agua que era muerta ...
Primera incomunión de Mario Benedetti
Esta historia poco sagrada de aquí abajísimo esta nada eucarística amenaza bomba lustral hongo piadoso última cena con doce judas y ningún pobre salvador este bochorno calculado este loquísimo escupitajo en las dos cara de la oscuridad tienen su parte en mi desrezo. ...
A Rosario de Manuel Acuña
Esta hoja arrebatada a una corona que la fortuna colocó en mi frente entre el aplauso fácil e indulgente con que el primer ensayo se perdona. Esta hoja de un laurel que aún me emociona como en aquella noche, dulcemente, por más que mi razón comprende y siente que es un laurel que el mérito ...
Preñez de Daisy Zamora
Esta inesperada redondez este perder mi cintura de ánfora y hacerme tinaja, es regresar al barro, al sol, al aguacero y entender cómo germina la semilla en la humedad caliente de mi tierra.
Esta llave rota de Héctor Rosales
Esta llave rota en el velero. El agua, tromba mutilante. Evocadoras nubes derramadas. Talado trayecto. Esta cerradura de mi alma...
Llagas de amor de Federico García Lorca
Esta luz, este fuego que devora. Este paisaje gris que me rodea. Este dolor por una sola idea. Esta angustia de cielo, mundo y hora. Este llanto de sangre que decora lira sin pulso ya, lúbrica tea. Este peso del mar que me golpea. Este alacrán que por mi pecho mora. Son guirnalda de amor, ...
Autocríticas uno de Rodrigo Lira
Está mal hecha La Mujer está mal hecha dice la letra de una cumbia colombiana. ESPANTOSA SENSACIÓN cuando te consta y es evidente que esa poesía que escribiste hace no mucho también está malhecha La Poesía está mal hecha.
Un cierto despertar de Hjalmar Flax
Esta mañana de metales mórbidos la brisa duerme. El humo de las fábricas inserta el horizonte de inmensas rosas malvas deshojadas. Pero mi corazón está tranquilo. La noche le rindió sus apagadas distancias, sus luceros iluminaron besos y miradas. Se levantan los ruidos. ...
El zócalo de Harold Alvarado Tenorio
Esta mañana he visto una España Imperial desconocida, no imaginada por Felipe Segundo. Hernán Cortés supo que fundaba en Tenochtitlán, la Nueva España, la única heredera de Isabel y Fernando. La inmortal y corrupta España vive en México y el zócalo es su espejo y memoria. ...
El naufragio de Gilberto Owen
Esta mañana te sorprendo con el rostro tan desnudo que temblamos; sin más que un aire de haber sido y sólo estar, ahora, un aire que te cuelga de los ojos y los dientes, correveidile colibrí, estático dentro del halo de su movimiento. Y no hablas. No hables, que no tienes ya voz de adivinanza ...
Esta mano de Eugenia Domínguez
Esta mano que hoy coge la pluma como si fuera llave del futuro o conociera la voz de mi pasado ha de ser mañana hueso desnudo, inmóvil para siempre, solitario. Y más tarde será menos: polvo con calcio, mudo, amarillento. Esta mano que escribe obediente palabras, silencios, ...
A una mesa de Ana Ilce Gómez
Esta mesa fue de mi abuelo. Sobre ella más de una vez reclinó su cabeza y durmió largas siestas donde se mezclaban vía crucis tormentas toques de queda y mujeres furtivas que se marchaban a la nada. Esta mesa fue de mi padre. Sobre ella pintaba pájaros y vírgenes y naturalezas vivas ...