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listado de poemas en audio por primeros versos letra e

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1807 poemas con la letra "e"

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Fronda adentro de Ramón Dachs
e como un potro na planície nua em ti entreiEugénio de Andrade 1. En plena selva oscura, a media andada, ¿de quién sino de ti, gentil amiga, de trato siempre amable y buen semblante, recibiría gloria tan cumplida? 2. Atravesando llanos, montes, ríos, por sendas, valles, puertos, ...
Tercer tiempo: la voz de la plegaria de Rogelio Sinán
E vidi lume in forma di rivera fulvido di fulgore, intra due rive dipinte di mirabel primaveraDante: Paradiso. __¡Qué demasiado tarde se han abierto los ríos de la alborada! __¡Qué musical torrente ha penetrado por todas las heridas! __¡Qué suave y retardada esta caricia del agua redentora! ...
Evocación de Silves (Poema arabigoandaluz) de Mutamid de Sevilla (rey)*
Ea, Abu Bakr, saluda mis lares en Silves y pregúntales si, como pienso, aún se acuerdan de mí.nbspSaluda al Palacio de las Barandas, de parte de un doncel que siente perpetua nostalgia de aquel alcázar.nbspAllí moraban guerreros como leones y blancas gacelas, y ¡en qué bellas selvas ...
Ebrio de trementina... (Poema IX ) de Pablo Neruda
Ebrio de trementina y largos besos, estival, el velero de las rosas dirijo, torcido hacia la muerte del delgado día, cimentado en el solido frenesí marino. Pálido y amarrado a mi agua devorante cruzo en el agrio olor del clima descubierto. aún vestido de gris y sonidos amargos, y una cimera triste . ...
Canto por el hombre que bebía música de Eduardo Langagne
Ebrio viene el hombre nuestro En sus piernas arrastra el secreto de Dios Tropieza con el aire como un pájaro ciego Las palabras de su lento alcohol las entienden los niños y los árboles Agoniza entre muros de la ciudad ajena bajo el cielo plomizo de un amor extraviado ...
Poema LXXVIII (Echa tu red) de Dulce María Loynaz
Echa tu red en mi alma. Tengo también debajo de la sal y de la sombra mi temblor de escamas plateadas y fugaces. De: Poemas sin nombre
Al desconfiado de Dulce María Loynaz
Echa tu red en mi alma: Tengo también, debajo de la sal y de la sombra, mi temblor de escamas plateadas y fugaces.
Mujer y mar de Dulce María Loynaz
Eché mi esperanza al mar y aún fue en el mar, mi esperanza verde-mar Eché mi canción al mar: y aún fue en el mar, mi canción cristal... Luego eché tu amor al mar... y aún en el mar fue tu amor, sal...
Ensueños de Guillermo Prieto
Eco sin voz que conduce El huracán que se aleja, Ola que vaga refleja A la estrella que reluce; Recuerdo que me seduce Con engaños de alegría; Amorosa melodía Vibrando de tierno llanto, ¿qué dices a mi quebranto, qué me quieres, quién te envía? Tiende su ala el pensamiento ...
Estética (Fragmentos) de Pablo de Rokha
Ecuación 1 Al poema, como al candado, es menester echarle llave; al poema, como a la flor, o a la mujer, o a la ciudad, que es la entrada del hombre; al poema, como al sexo, o al cielo. 2 Que nunca el canto se parezca a nada, ni a un hombre, ni a un alma, ni a un canto. ...
Segundo tiempo: la voz de la agonía de Rogelio Sinán
Ed ecco a poco apoco un fummo ; arsi verso di no^ come la notte scuro.Dante: Purgatorio. -¡Dame tu brisa, mar, tu brisa pura para saciar mi voz y mis entrañas! -¡Dame, Señor, tu gracia y tus pulmones para amarrar el aire con mis venas! ___¡Mi sangre no respira! ...
Poema del infiel de Julieta Valero
Edén es un paso apetecible de las horas, cólera a la pereza primera de vivir. Peinabas crin de espejo y yo tengo blancas manos que, es cierto, reflejan la miseria y al tiempo aventuran cosechas de estirpe entusiasta. Pero no hay Paraíso sin desahucio ni culpa. Por tu gracia ...
Con el dolor de la mortal herida... de Sor Juana Inés de la Cruz
Efecto muy penoso de amor, y que no por grandes se igualan con las prendas de quien le causa Con el dolor de la mortal herida, de un agravio de amor me lamentaba, y por ver si la muerte se llegaba procuraba que fuese más crecida. Toda en el mal el alma divertida, pena por pena ...
Sonetos bíblicos (III) Ruth de Concha Urquiza
Ego dormio el cor meum vigilat Cant., V, 2 La quieta soledad, el lecho oscuro De inmortales tinieblas coronado, El silencio en la noche derramado, Y el cerco de la paz, ardiente y puro. Ruth detiene el aliento mal seguro, Descubre el rostro de dolor turbado, Y por largos anhelos agitado . ...
el 24 de agosto de 1976... de Juan Gelman
el 24 de agosto de 1976 mi hijo marcelo ariel y su mujer claudia, encinta, fueron secuestrados en buenos aires por un comando militar. como decenas de miles de otros casos, la dictadura militar nunca reconoció oficialmente a estos desaparecidos . habló de los ausentes para siempre . ...
Relatos (III) de Jorge Teillier
El abandono silba llamando a sus amigos. La noche y el sueño amarran sus caballos frente a las ventanas. El dueño de casa baja a la bodega a buscar sidra guardada desde el año pasado. Se detiene el reloj de péndulo. Clavos oxidados caen de las tablas. ...
Diálogo de Blanca Varela
Él abre la boca es roja por dentro ella abre los ojos su córnea es blanca como la luna se está quieta la córnea luna iluminando apenas la bienamada encía adentro con silencio a boca cerrada a oscuras habitan ambos Selección: Guido Ferrer
Medidas de Juan Gelman
El abuelo me mira desde la foto de siempre, me mira desde el fondo de Rusia y otras desgracias. Desde el ghetto me mira. Dicen que escribió una carta a Dios para que inundara las casas de trigo, de vino y de pan ázimo en Pascua, y ató la carta a la pata de un pájaro que voló de país en país ...
El acento me pende del zapato... de César Vallejo
El acento me pende del zapato; le oigo perfectamente sucumbir, lucir, doblarse en forma de ámbar y colgar, colorante, mala sombra. Me sobra así el tamaño, me ven jueces desde un árbol, me ven con sus espaldas ir de frente, entrar a mi martillo, pararme a ver a una niña y, al pie ...
En el fondo forestal del día de Vicente Gerbasi
El acto simple de la araña que teje una estrella en la penumbra, el paso elástico del gato hacia la mariposa, la mano que resbala por la espalda tibia del caballo, el olor sideral de la flor del café, el sabor azul de la vainilla, me detienen en el fondo del día. Hay un resplandor ...
Dificultad de Rafael Cadenas
El actor destruye todo lo que pueda reflejarlo. En vez de la vía directa prefiere el interminable rodeo. Vive entre dilaciones, aguzando su capacidad de perder de vista, pasando por alto, mirando oblicuamente, escondiendo pruebas, alterando los hechos, elaborando versiones, ...
Poema 2 de Magali Alabau
El agua callada ladra quietamente, los ojos, serenos guardas, vigilan soledades errantes. Un perro husmea la nieve dura y seca. (Voces viajeras -Poetisas cubanas de hoy- Selección: Carlota Caulfield)
Imagen al amanecer de Coral Bracho
El agua del aspersor cubría la escena como una niebla, como una flama blanquísima, dueña de sí misma, de su brotar cambiante, de su pulso ritual y cadencioso. Un poco más allá y más allá hasta tocar las rocas. Lienzos de sol entre la cauda humeante; lluvia de cuarzo; interno oleaje silencioso. ...
El agua es bella... de Pedro Piccatto
El agua es bella aunque no tenga flores. Lo piensa el mar pero su sueño es otro. Vivo andar de amapolas perseguidas sueña que le retiene una sirena. Y cada ola quebrándose en la espuma le hace gozar la rosa azul deseada. (JARDÍN Y MAR, XII) De: Las anticipaciones
El agua lenta... de César Moro
El agua lenta el camino lento los accidentes lentos Una caída suspendida en el aire el viento lento El paso lento del tiempo lento La noche no termina y el amor se hace lento Las piernas se cruzan y se anudan lentas para echar raíces La cabeza cae los brazos se levantan ...
El fuego y la poesía IV de César Moro
El agua lenta el camino lento los accidentes lentos Una caída suspendida en el aire el viento lento El paso lento del tiempo lento La noche no termina y el amor se hace lento Las piernas se cruzan y se anudan lentas para echar raíces La cabeza cae los brazos se levantan El cielo de la cama ...
El fuego y la poesía VI de César Moro
El agua lenta las variaciones mínimas lentas El rostro leve lento El suspiro cortado leve Los guijarros minúsculos Los montes imperceptibles El agua cayendo lenta Sobre el mundo Junto a tu reino calcinante Tras los muros el espacio Y nada más el gran espacio navegable El cuarto sube y baja ...
Canción pornográfica de Luis García Montero
El agua pide orillas donde apoyar la frente, la noche busca sueños para entrar en las casas, la luz se hace murmullo y los países juegan a las cartas. Juegan como el silencio con sus ruidos para pensar que existen en un orden certero. Como los rayos de la luna, ...
1985/2002 (El tonto comprende poco, el necio comprende mal) de Luis Chaves
El aguacero que nos bañó, la blusa del uniforme empapada, la cornucopia de sus tetitas de quince años, la música tonta que mi memoria agrega como banda sonora. Adultos, hoy, nos saludamos sin ocultar las miradas de desprecio. Vos porque no soy de tu clase, yo porque te juzgo superficial. ...
Linterna china de Leopoldo María Panero
El agujero que ha muerto se despliega como una sábana para no poder dormir -yo, al fondo de él, habiéndome olvidado- mi cadáver será un signo -En la pared sombras de sapos van, una a una, pasando pensando -no poder dejar de pensar -en la pared desfilan lentas las sombras ...
Niebla de Julie Sopetrán
El aire de la huída sacudía las ramas Chocaba con la lluvia, con los árboles secos Las hadas empañaban el cristal de mis ojos La desnudez del llanto desvestía el silencio Y en marea de grises cual ritual iniciático Empañado de sueños, a ritmo vacilante Mi corazón perplejo latía su flaqueza ...
Argumento de Coral Bracho
El aire es denso para mí como el agua. Mi vuelo es real porque mi sensación del aire es real, y la cercanía del piso lo hace factible.
Samain diría de Pablo Mora
el aire es quieto y de una contenida tristeza Vallejo dice hoy la Muerte está soldando cada lindero a cada hebra de cabello perdido desde la cubeta de un frontal donde hay algas toronjiles que cantan divinos almácigos en guardia Nunca sino ahora supe que existía una puerta otra puerta y el canto ...
Aire de Xavier Villaurrutia
El aire juega a las distancias: acerca el horizonte, echa a volar los árboles y levanta vidrieras entre los ojos y el paisaje. El aire juega a los sonidos: rompe los tragaluces del cielo, y llena con ecos de plata de agua el caracol de los oídos. El aire juega a los colores: tiñe con verde de hojas ...
La que pasea de Orfila Bardesio
El aire la recibe cuando anda, el cielo la posee, los árboles la besan, la ama el mar. Sus pies no pertenecen a su cuerpo, sino al camino. Sus piernas le obedecen como columnas a la Música. Sus pasos desprendidos del tobillo no caen en el silencio como sonidos huérfanos....
El aire de Mercedes Durand
El aire se alistó de marinero con boina de muchacho vagabundo, un barco lo condujo por el mundo soplándole el blancor de su velero. El aire se cansó de aventurero y quiso conocer el mar fecundo, un buzo le enseño de lo profundo corales encendidos al viajero. ...
La deseada de David Escobar Galindo
El aire se deshace entre mis labios, azúcar sideral o pluma de rocío, y el sabor queda vivo y tiene nombre, nombre indeleble de mujer, se llama: (De: Cornamusa)
El aire... de Pedro Piccatto
El aire, enorme ala se duerme bajo la claridad de la flor. De ahí viene ese afán de quietud que tienen los jardines. En el fino relámpago de un beso se tocan, noche a noche,estrella y flor. De ahí viene ese afán de amor que tienen los jardines. (MIEL ESTÉRIL, IX) De: Las ...
Se oyen los pájaros de José Agustín Goytisolo
El alba. Se oyen los pájaros como perdidos en la niebla; el silencio sube sus cantos a la penumbra de la estancia. Él percibe un temblor muy tenue que estremece la piel que ama dulce en su ensueño. Muy despacio la va cubriendo con la sábana por evitar que se desvele. ...
El aleteo... de Ricardo Yáñez
El aleteo de la flor del cardo entre espinasde viento (Del libro de reciente aparición Estrella oída, coeditado por El Aduanero y la UAM Azcapotzalco.)
Tríada de Jorge Luis Borges
El alivio que habrá sentido César en la mañana de Farsa- lia, al pensar: Hoy es la batalla. El alivio que habrá sentido Carlos Primero al ver el alba en el cristal y pensar: Hoy es el día del patíbulo, del co- raje y del hacha. El alivio que tú y yo sentiremos en el instrante que prece- ...
Buenos Aires, 1899 de Jorge Luis Borges
El aljibe. En el fondo la tortuga. Sobre el patio la vaga astronomía Del niño. La heredada platería Que se espeja en el ébano. La fuga Del tiempo, que al principio nunca pasa. Un sable que ha servido en el desierto. Un grave rostro militar y muerto. El húmedo zaguán. La vieja casa. ...
Tu y yo de Estanislao del Campo
El alma del que sufre es noche triste: Toldada está por el pesar sombrío, Y las amargas lágrimas que vierte Son, Lucila, sus gotas de rocío Halla quien nace bajo estrella amiga, Florida primavera en su existencia, Y hasta el cielo, propicio, le sonríe Del eter tras la clara transparencia. ...
El alma se demora… de David Escobar Galindo
El alma se demora en las gimnasias pródigas del cuerpo. El cuerpo se solaza en los juegos homéricos del alma. La intimidad, por ello, se vuelve una metáfora perpetua en la que el aire inmemorial transpira perlando los espejos desvelados. Y entonces la agonía se despliega como una mariposa ...
El alma tenías de Pedro Salinas
El alma tenías tan clara y abierta, que yo nunca pude entrarme en tu alma. Busqué los atajos angostos, los pasos altos y difíciles... A tu alma se iba por caminos anchos. Preparé alta escala soñaba altos muros guardándote el alma pero el alma tuya estaba sin guarda de tapial ni cerca. ...
El vuelo de Pablo Neruda
El alto vuelo sigo con mis manos: honor del cielo, el pájaro atraviesa la transparencia, sin manchar el día. Cruza el oeste palpitando y sube por cada grada hasta el desnudo azul todo el cielo es su torre y limpia el mundo con su movimiento. Aunque el ave violenta busque sangre en la rosa ...
Café Beach Café de Harold Alvarado Tenorio
El amargo sabor de los sueños volverá para darte una muchacha con el pelo suelto contando recibos del paso del día. Desnúdate de ti y ella vendrá a vestirse con las caderas, los ojos y los gestos que hubo en tu camino ese verano del ochenta y dos
El arca de los sueños (26) de Juana Rosa Pita
El amor de unos ojos se mide en años luzen universos y sin embargo quién puede sostener un loco abrazo tan siquiera una vida Fatalmente los brazos caen del sueño como pájaros de agua y allí quedan los ojos centinelas cautivos de ese hermoso durmiente de los siglos: ...
Alta fragata en el arrabal de la memoria de Guillermo Pilía
El amor del río traía peces y camalotes sobre el agua profunda, la resaca de las islas. La playa se colmaba de silencio y de sombras y era como si compartiéramos la cena con los muertos queridos. Aquella noche una alta fragata encendió sus jarcias llenas de fanales en el arrabal del cielo. ...
El amor empieza... de Roberto Juarroz
El amor empieza cuando se rompen los dedos y se dan vuelta las solapas del traje, cuando ya no hace falta pero tampoco sobra la vejez de mirarse, cuando la torre de los recuerdos, baja o alta, se agacha hasta la sangre. El amor empieza cuando Dios termina Y cuando el hombre cae, ...