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listado de poemas en audio por primeros versos letra l

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1102 poemas con la letra "l"

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Lloro mientras el sol alumbra de Francisco de Quevedo
Lloro mientras el sol alumbra, y cuando descansan en silencio los mortales torno a llorar; renuévanse mis males, y así paso mi tiempo sollozando. En triste humor los ojos voy gastando, y el corazón en penas desiguales; solo a mí, entre los animales, no me concede paz de Amor el bando. ...
Apuntes sobre la fobia. I de María Eugenia Caseiro
Lloró una melodía sin conocerla; no era ya suya la voz escapándose a inventar cualquier boca siniestra en el embate contra los espejos. La vida colgaba en la pared, los monstruos de los pies pastaban su humedad emparentada al miedo allí donde crecieron cangrejos a los dedos conque ...
Diluvio de Silvia Elena Regalado
Lloveme cuarenta días y cuarenta noches colmame de humedad hasta la transparencia Que no hayan faros para marcar el rumbo del existir salvaje ni islas que contengan la plenitud arrasante de las aguas. Conjurá los ríos que un día se petrificaron en mi pelo y desbordémonos. ...
Aquaria de Juana Castro
Llovía largamente por todos los rincones. Gotas dulces llovían por su espalda, miel de venas azules el cabello, arco ciego del mar. Nalga rosa perdida, húmeda luz, la clara porosidad de nieve de sus pómulos. Arroyos, mar, cascadas inundando los brazos y las cuevas, golondrina en el borde ...
El lugar de los hechos (II) de José Antonio Cedrón
Llovieron muchos años de este lado y la humedad signando la suerte de los vientos que se dejan mecer en la trampa del agua. Las gotas amanecen sobre el filo del vidrio rajado en la ventana. Atrás del muro, larguísimo, humean los carbones quemados por el tiempo como antiguos ladrillos ...
La gotera de Francisco González Léon
Llovió toda la noche. La llovizna final aún parpadea un húmedo rumor en la azotea; archivo de hojas que moviera el viento. La oscuridad del ámbito se duerme desvelada dentro del aposento. La lluvia ha hecho que se filtre el agua y se traspase el techo destilando metódica . ...
Cantos de agua 2 de Rossana Estrada Búcaro
Lloviznó sueños sobre la ciudad se amaron libres los gatos flotaron besos enamorados la gente común tuvo prisa la noche sintió miedo de ser etiquetada se alejó de los conceptos y detuvo la vida dibujó estrellas en el suelo bebiéndose un dolor rosado para no llorar ...
Marineros de Rossana Estrada Búcaro
Llueve amor mío y los anhelos se vuelven agua me gusta nuestra ciudad mojada y fresca como hoja de un gran árbol de misterios si pudiera parar el tráfico bajar a la gente de sus autos convencerla de jugar con barcos de papel las avenidas serían océanos inmensos ...
Estación de María Eugenia Caseiro
Llueve de grises esperpentos en la estación a oscuras donde las horas parten. Llueve desasosiego sin que el tediodesmienta a los viajeros rubricados por la marcha. La urgencia o la inmovilidad de los que nunca partieron hoy es un matasellos Olvidados fantasmasbajo el óxidodel agua. ...
Haydee Thompson de Clara Fernández Moreno
llueve el toldo verde las cartas los retratos se mezclan están los hijos y los hijos una mujer mira todo reduce la ciudad para poder decirla no hay dimensiones no hay distancias el techo de jazmines del gran patio del pasado abre la vida de la mujer ahí está en los grandes resplandores ...
Mi lengua se adormece de Isabel Quiñones
Llueve en el cuarto en la playa de telas desoladas llueve sobre las sábanas blanquísimas sobre mi carne que puede ser tan dulce Más allá de la ventana puedo vertey me consumo aquí donde relampaguea relumbran los gatos empapados míralos encenderse irse en fuego ...
llueve en la mañana del cielo... de Rogelio Guedea
llueve en la mañana del cielo. la hormiga y la arañita discuten las últimas noticias de mi porvenir. nadie sabe adónde partió el calcetín que rentaba mi buró. adónde mis camisas arrugadas. el aire me borró de tus fotografías. mi paraguas está caído. bajo mi cama el moribundo sol. ...
Llueve de Yolanda Blanco
Llueve en Teotecacinte, Cusmapa en Tepesomoto, Cuspire, Saslaya. Grandes charcos cubrieron los caminos del Sinecapa, el Tule, Yaoya y Mayales. Si vas a Limay llevá capote; y también llueve en el Macuelizo en Ciminguasca y Alcayán. Todo es verdecito en Tisey, ...
Domingo en Santa Cristina de Budapest y frutería al lado de Antonio Cisneros
Llueve entre los duraznos y las peras, las cáscaras brillantes bajo el río como cascos romanos en sus jabas. Llueve entre el ronquido de todas las resacas y las grúas de hierro. El sacerdote lleva el verde de Adviento y un micrófono. Ignoro su lenguaje como ignoro el siglo en que fundaron este templo. ...
Lluvia de Julia Prilutzky
Llueve otra vez. Llueve de nuevo. Llueve: siempre el amor me llega con la lluvia. Sobre la calle una llovizna breve y aquí en mi corazón, cómo diluvia... Llueve. Y el agua cae sin relieve sobre las piedras, ávidas de lluvia. Aquí en mi corazón, cómo remueve; aquí en mi corazón, ...
Canción a una muchacha ajedrecista muerta de Miguel Arteche
Llueve sobre el verano del tablero. En blanco y negro llueve sobre ti. Nadie controla tu reloj: te espero para jugar allí. ¿Tú mueves o yo muevo? Quién lo sabe. Quién sabe si allá juega o juega aquí. De pronto tu tablero es una nave que te lleva y nos lleva hacia un jardín. ...
Infancia de Hugo Mujica
Llueve y al árbol le pesan sus hojas, a los rosales sus rosas. Llueve y el jardín huele a infancia,a cercanía de todos los milagros, a ausencia de todas las memorias. De: Hugo Mujica Poesía completa
Para alguien que aún no regresa en el tiempo II de Alvaro Rodríguez Torres
Llueve, y mientras el agua me arrulla, recuerdo y escucho. ¿Escucho lo recuerdo? En ese caso te estaría oyendo: tu voz suena como un coro, no una sino muchas veces. De: de El Viento en el puente (1990) Selección: Liliana Pallares Fontalvo
A traves de la lluvia de Manuel José Othón
Llueve. Del sol glorioso los rayos fulgurantes refléjanse en el agua, cual sobre níveo tul. Topacios encendidos y diáfanos brillantes destilan temblorosos, rayando el cielo azul. El oro de la tarde bañado por la lluvia, inunda todo el éter, espléndido y triunfal; sacude sobre el campo su cabellera rubia, ...
Los jardines de Afrodita (XI) de Francisco Villaespesa
Llueve... En el viejo bosque de ramaje amarillo y grises troncos húmedos, que apenas mueve el viento, bajo una encina, un sátiro de rostro macilento, canciones otoñales silba en su caramillo. De vejez muere... Cruzan por sus ojos sin brillo las sombras fugitivas de algún presentimiento, ...
Noche de Lluvia de Juana de Ibarbourou
Llueve... Espera, no duermas, estáte atento a lo que dice el viento y a lo que dice el agua que golpea con sus dedos menudos en los vidrios. ¡Cómo estará de alegre el trigo ondeante! ¡Con qué avidez se esponjará la hierba! ¡Cuántos diamantes colgarán ahora del ramaje profundo de los pinos! ...
Soldaditos de cristal de Francisco González Léon
Lluvia del aguacero, lluvia de agujas de acero, lluvia llena de olores y de ruidos que me mueves el alma y los sentidos. Qué lejana visión en ti se afina: Cuando eras citadina... Cuando eras pueblerina... Cuando eras campesina... La urbe episcopal, vieja y lontana... mi pueblo... ...
Lluvia de Matilde Alba Swann
Lluvia, hoy no te siento. Hoy no eres nada mas que agua vertical. Apenas si te escucho golpear el pavimento y llamar con tu clave sobre mi ventanal Lluvia, hoy no eres nada para mi desaliento nocturno y abismal. Cuando era niña hallaba en tu cancion un cuento, y ya en mi adolescencia ...
Oración para un extranjero (IV) de Jorge Boccanera
Lluvia, somos dos extranjeros, mi nombre como el tuyo es una travesía, un deambular por puertas cerradas para siempre. La gente entra en mi sueño como por otra casa y tus breves colores se deshacen contra el olvido, pero ya lo sabemos, no hay nada que tratar con su navaja, ...
Oración (Para un extranjero) (VI) de Jorge Boccanera
Lluvia, somos dos extranjeros. Mi nombre-como el tuyo-es una travesía, un deambular por puertas cerradas para siempre. La gente entra en mi sueño como por otra casa y tus revés colores se deshacen contra el olvido. Pero ya lo sabemos: no hay nada que tratar con su navaja,
Romance de Sor Juana Inés de la Cruz
Lo atrevido de un pincel, Filis, dio a mi pluma alientos: que tan gloriosa desgracia más causa corrió que miedo. Logros de errar por tu causa fue de mi ambición el cebo; donde es el riesgo apreciable ¿qué tanto valdrá el acierto? Permite, pues, a mi pluma segundo arriesgado vuelo, ...
Poema a la Virreina de Sor Juana Inés de la Cruz
Lo atrevido de un pincel, Filis, dio a mi pluma alientos: que tan gloriosa desgracia más causa corrió que miedo. Logros de errar por tu causa fue de mi ambición el cebo; donde es el riesgo apreciable ¿qué tanto valdrá el acierto? Permite, pues, a mi pluma segundo arriesgado vuelo, ...
Recuerdos de juventud de Nicanor Parra
Lo cierto es que yo iba de un lado a otro, A veces chocaba con los árboles, Chocaba con los mendigos, Me abría paso a través de un bosque de sillas y mesas, Con el alma en un hilo veía caer las grandes hojas. Pero todo era inútil, Cada vez me hundía más y más en una especie de jalea; ...
Lo cuerdo es montar en rabia... de Juan Carlos Lemus
Lo cuerdo es montar en rabia salir a la calle y gritar a todo galillo que es más indecente el mundo y el más perverso de todos mis actos Como el pirata que navega en tina y tiene un pato de hule como enemigo mi vida es farsante el más hiriente de mis fracasos echa raíz profunda ...
Abril en Cipango de Josu Landa
Lo demás es palabra Palabra que palpita en esa cumbre en aquella brizna en la vana música del gorrión y en la techumbre donde posa palabra que me llama y me asiste en el renglón de este trazo pasajero No importa cuan lejos esté el mar porque está aquí la palabra mar y su sirena ...
Baladas del dulce Jim (Fragmentos) de Ana María Moix
Lo descubrí con la frente apoyada en el escaparate de la pastelería y en los ojos blancos, increíbles, le reconocí: era Dios y estuve a punto de decírselo: Te ves más viejo desde la última vez. Pero me pareció tan triste que hice como si no lo conociera. * Un pájaro azul y el horizonte lejos. ...
No eres lo que dices de Iván Tubau
Lo descubrí hace años en Ibiza: no eres la que habla conmigo como las profesoras, la que dice palabras como estratigrafía, sobredimensionar y propósitos lúdicos, sino la que recorre mis recovecos tibios con una mano sabia y amable siempre húmeda, la que impregna mi lengua con sus zumos ...
Expedición del tiempo de Mahfud Massís
Lo despistado, lo roto, me sigue detrás como un caballo muerto. Lo que cayó en el paño de las indecisiones, el agua terca, y quedó tirado en el camino. En este vaso con un perro adentro, y que bebo solitario en esta noche, frente a resoluciones quemadas, a un ángel ...
Lo dice, repite y repite una voz... de Aurora de Albornoz
Lo dice, repite y repite una voz, garganta, entrañas de mujer que dulcemente se desgranan en sílabas, dulces palabras de mujer que dicen, gustan y regustan que por siempre llevarás sabor a mí. Tus labios llevarán sabor a mí. Y la memoria va desperezándose, ...
La mujer del cuadro de José Carlos Becerra
Lo empiezas a saber, tu amor va enseñando sus sales de baño, sus fiestas de guardar, sus cenas sin nadie; a veces, el esqueleto de tu ángel de la guarda baila en tus ojos, ciertas avecillas silvestres amanecen temblando en tus manos, ya el tufo de la crucifixión ...
Mi libro de Pedro Valle
Lo escribo con el calendario de los árboles y con los pasos de salvajes inocencias y con un canto primigenio hecho de semillas y miel Tiene hojas donde un río cabalga mis andares y ortografías inventadas en la palabra amor Tiene entierros madurando nuevos sueños ...
lo espera tras la puerta... de Olvido García Valdés
lo espera tras la puerta, el pelo corto, a oscuras, brazos del cuerpo separados, aguarda su llegada tras el cristal y corre hacia la puerta cuando lo ve venir, quieta espera a que la abra, casi le asusta, era broma, dice, hace un tiempo que no evita esos gestos, se desliza ...
Duelo de Eduardo Zambrano
Lo frío del metal como una extraña fiebre alimentada por la ofensa. Su peso de venganza lo acomodé en mis manos y a la vieja usanza di siete pasos antes de voltear. No había nadie, ni señas del patán que arruinó mi vida; por eso disparé contra mi pecho, ...
Milonga del muerto de Jorge Luis Borges
Lo he soñado en esta casa entre paredes y puertas. Dios le permite a los hombres soñar cosas que son ciertas. Lo he soñado mar afuera en unas islas glaciales. Que nos digan lo demás la tumba y los hospitales. Una de tantas provincias del interior fue su terra. ...
Injusticias de Aída Elena Párraga
Lo injusto no son estas paredes, tan asquerosamente limpias de ventanas, ni la blancura estridente que las cubre. No son los pocos barrotes que adornan las cornisas, ni este colchón sin resortes ni sábanas. Lo injusto es esta carne, esta piel que me detiene, esta espalda incapaz ...
El olor de tu mirada de Carolina Escobar Sarti
lo llevo en mi frente y en mi sexo. Es olor de piel humedecida con lengua de gato negro. El olor de tu mirada espía perdigueramente mi deseo. Es olor de pan caliente hecho en horno de leña que se enreda en mi cabello recorre mis senos y me hace temblar el presagio del vuelo. Ese olor ...
Slow de Luisa Futoransky
Lo más atroz de la infancia es la sumisión. Casi al filo de lo irreparable.
Otra vez de Juan Domingo Argüelles
Lo mejor del amor es la distancia y el encuentro otra vez, cuando ya nada tengo que decirte y los dos recordamos aquellos años que se han ido, aquel tiempo feroz que temblaba en tus manos y esa imagen de ayer (recordarla es vivirla) marcada para siempre en la memoria, ...
Florido laude de Salvador Novo
Lo menos que yo puedo para darte las gracias porque existes es conocer tu nombre y repetirlo. Si brotas de la tierra, hostil de espinas, ávida de cielo, en vigoroso impulso y ofreces un capullo a la caricia leve del viento y cálida del día, sé que abrirás a la mañana bruja tu perfección efímera en la Rosa. ...
La bella palabra de Luis Raúl Calvo
Lo mítico: aura ignorada de los sabios. Tanta belleza cavada en las profundidades de las ostras. En tus manos, hay palabras que interrogan. No toda respuesta conduce a lo siniestro. Van Gogh amurado entre calaveras que no sangran. Una cría de monjas hacinadas en el sepulcro. ...
Tercer Oriente (83) de David Escobar Galindo
Lo natural es que resucitemos. Nuestra vida es un eco de las puntuales estaciones. La disciplina crepritante del día y de la noche. La alianza inmemorial de la tormenta con el arco iris. Y la alternancia fiel de los deseos y de las renuncias. Por eso más allá del dogma sacro-- lo natural ...
carta del suicida de Jorge Boccanera
lo poco que he vivido me ha hecho perder demasiado tiempo (Selección: Juan Daniel Perrotta)
El castillo de Noni Benegas
Lo poco que sé se oculta con un disfraz que le regalaron a mi madre hace infinitos años y que provenía de SiamMe presenté a la fiesta con él y pronto descubrí lo raído y miserable que era Se pensó que en ello residía el estilo(siempre que no se distingue el estilo se lo supone ...
Los letrados de Gonzalo Rojas
Lo prostituyen todo con su ánimo gastado en circunloquios. Lo explican todo. Monologan como máquinas llenas de aceite. Lo manchan todo con su baba metafísica. Yo los quisiera ver en los mares del sur una noche de viento real, con la cabeza vaciada en el frío, ...
Mar de la tarde (III) (Los cuatro mares) de Enrique González Rojo
Lo que antes era fino concierto, hoy es una sinfonía: cobre de los intrumentos en las cuerdas de oro del día. La marcha heroica de la tarde los sones del mar armonizan; mas la batuta del sol desaparece y la confución se inicia los sonidos falsos de rocas-oboes y apresuramiento ...