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listado de poemas en audio por primeros versos letra l

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1102 poemas con la letra "l"

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Beso I de Dina Posada
La idea más gustada se esconde detrás de mis labios para que tu lengua le dé alcance alzando la confusa sensación de una alianza recién abierta (Selección: Susan Rascon- traductora. Antología Voces sin fronteras, ...
Un hombre hermoso en mi boca de Etnairis Rivera
La idea permanece lozana de mis luces hacia adentro. No cambias la piel del deseo porque las líneas del ojo se marquen con rabia. Oh tiempo, dios ingrato, para mí, un hombre hermoso en mi boca. Lo demás es río que pasa De: El viaje de los besos
Llagado de su mano de Gilberto Owen
La ilusión serpentina del principio me tentaba a morderte fruto vano en mi tortura de aprendiz de magia. Luego, te fuiste por mis siete viajes con una voz distinta en cada puerto e idéntico quemarte en mi agonía. Lascivia temblorosa de las tardes de lluvia cuando tu cuerpo balbucía en Morse ...
La procesión de Marilina Rébora
La imagen del Señor va llegando de lejos sobre la muchedumbre la figura resalta; circuida por rayos de argentinos reflejos: se acerca sobre hombres de la intrépida Salta. Detrás, es como un río de vibrantes cortejos, los ojos en la Cruz, que el entusiasmo exalta, ...
Escrito de noche de Lauren Mendinueta
La impresión está llena de errores. Las palabras cojean sin llegar al final. Algunas frases se desmoronan Arruinándolo todo. Las manos manchadas de tinta Disecan recuerdos. El escritor busca aquello no escrito Que complete La página no iniciada del hombre.
Desde arriba de Mario Benedetti
La inagotable sangre que se vierte en los mitos los crímenes que amueblan las mejores sagas los parricidios los incestos los tormentos las erinneas las moiras ilustran las rabietas celestiales ¿qué se podía esperar de los humanos con ese mal ejemplo de los dioses? ...
Mi casa de Nora Méndez
La inauguro a diario Bajo la cascada y el gallo Cambiantes los vecinos Alguna vez fueron buenos Sin cajita para el gato Excéntrico pasea suelto Con las aspas del ventilador Y las colas de ardillas verdes Paredes modelando en blanco hueso Platicando con olores ...
Pueblo no plebe de Salomón de la Selva
La independencia fue para que hubiese pueblo y no mugrosa plebe: hombres, no borregos de desfile; para que hubiese ciudadanos; para que júbilo goce la infancia en decencia de hogares sin miseria; para que abunden los jardínes de recreo infantil; y los juguetes; y, [mejores que las flores, ...
Infancia 1942 de Manlio Argueta
La infancia era la noche especialmente, y pensar en el día que vendría mañana, mamás enfermas, papás que no llegaban nunca, hermanos que se iban olvidando a medida que ya no regresaban. Y era la muerte la mátalascallando, como si se enojara todo el tiempo. Iba y venía ...
La infancia es una gracia... de Yolanda Pantin
La infancia es una gracia que me fue desprendida. Aquello que se viene me devuelve persona con brío de reír. Ya no tengo memoria para el nombre del árbol y semilla tallada. Ni de aquel que resiste con caballos en las palmas y tiene a cada lado una rienda tejida. Lo cierto más oscuro, cuando divago ...
Umbral (VII) de Daniel Chirom
La infancia un jardín enloquecido. Mirra e incienso tu casa carmín y fuego tu reino. Telares del alba muerden tu deseo, la rosa negra te eleva entre las brumas y enciende las luces del alba. Oh fronteras irredentas hacia las playas corres para bordar las olas que surcarán los mares. ...
Huertos de Juan Pablo Riveros
La infinita descomposición de la luz en la cristalería del hielo. Barcos cargados de arcoiris y navegaciones en las que cualquier oro era nada. Como esas rorantes matas de zarzaparrilla con sus rútilas gotas de sangre sobre la nieve más sana, más pura, en el último rincón de la huerta ...
Stettin de Rodolfo Häsler
La inmensa planicie brumosa, húmeda, helada en su superficie, tierra y cielo solidificados por meses y meses, no entra el azadón, los enormes almácigos dispersos al borde de los canales indican la cercanía de las granjas, extensa granja de ladrillo y madera entrecruzada ...
Sed de Lucero Alanís de Gurrola
La inmensidad, la sed es la memoria. Luis Armenta Malpica Ya no juegan a ser los dioses de la lluviapiedras y varas en abandono Niños que añoran beber los quásares llevan en sus cactos las grietas del esfumado camino No duele más la sombra del otro que se va y sigue yéndose ...
MENG de Pilar González España
La insensatez de la juventud Me he conocido y me he dado cuenta de mi profundidad porque constato que estoy en mi superficie ¿Qué hago aquí? Nada Nado ¿Y al fondo? Todo Selección: Manuel Francisco Reina.
Booz ve dormir a Ruth de Gilberto Owen
La isla está rodeada por un mar tembloroso que algunos llaman piel. Pero es espuma. Es un mar que prolonga su blancura en el cielo como el halo de las tehuanas y los santos. Es un mar que está siempre en trance de primera comunión. Quién habitara tu veraz incendio rodeado de azucenas ...
La joven yace envuelta... de Rodolfo Häsler
La joven yace envuelta en una fina mortaja de hilo mientras Orfeo desciende a su encuentro, consumido por el fuego. La pasión resbala como basalto envenenado o agitado estuche de rubíes hasta la cintura. La fina tela, sostenida por la curva de su pecho plano y bellamente ...
Aquí fabla de la justicia de Pedro López de Ayala
La justicia, que es virtud atan noble e loada, que castiga a los malos e la tierra ha poblada, deven la guardar los reyes e ya la han olvidada seyendo piedra preciosa de la su corona onrada. Al rey que justicia amare, Dios siempre le ayudará, e la silla de su regno con Él firme estará; en el cielo ...
Drama o puerta cerrada de Luis Cernuda
La juventud sin escolta de nubes, Los muros, voluntad de tempestades, La lámpara, como abanico fuera o dentro, Dicen con elocuencia aquello no ignorado, Aquello que algún día débilmente Ante la muerte misma se abandona. Hueso aplastado por la piedra de sueños, ¿Qué hacer, ...
Miserere de José Domingo Gómez Rojas
La juventud, amor, lo que se quiere, ha de irse con nosotros. ¡Miserere! La belleza del mundo y lo que fuere morirá en el futuro. ¡Miserere! La tierra misma lentamente muere con los astros lejanos. ¡Miserere! Y hasta quizás la muerte que nos hiere también tendra su muerte. ¡Miserere! ...
Alegría de Soca Susana
La lámina segura del sueño que se quiebra ha partido la noche como un fruto redondo. En mitad de lo oscuro al extremo del ansia hubo una sombra, blando reverso de esplendores, memoria de una noche de Epifanía. Despertar en el túnel del más largo temblor aguardando ...
Juegos de dormitorio de Braulio Arenas
La lámpara reía a los ángeles sangrando por las narices la lámpara semejaba un cerezo (un cerezo no sé porqué) Yo abrí los brazos como quien cierra con prisa una ventana en un abrazo aprendí a nadar en un beso aprendí a vivir Yo dormía una bandada de palomas voló de súbito ...
Ecuación perfecta de Ana Ilce Gómez
La latitud del corazón la plenitud de una manzana las flores insolentes del jarrón, perfectas ecuaciones que desgrana el azar tropel de imágenes que llenan la estancia de una mujer que hilvana realidad o eternidad con los retazos que la vida le ofrece. ...
Miseria de la poesía de Felipe Benítez Reyes
La lenta concepción de una metáfora o bien ese temblor que a veces queda después de haber escrito algunos versos, ¿justifica una vida? Sé que no. Pero tampoco ignoro que, aun no siendo cifra de una existencia, esas palabras dirán que quien dispuso su armonía supo ordenar un mundo. ...
La lentitud de la destrucción... de José Ángel Valente
La lentitud de la destrucción, sus prolongados hilos húmedos, el odio con retráctiles pupilas amarillas, la corrupción de la memoria y las figuras revestidas de cera muerta en los salones de derrumba cal. Tanteas, tocas, palpas ciegos los residuos de ti. Sombrío cae el año hacia su muerte, ...
Media voz de Blanca Varela
la lentitud es belleza copio estas líneas ajenas respiro acepto la luz bajo el aire ralo de noviembre bajo la hierba sin color bajo el cielo cascado y gris acepto el duelo y la fiesta no he llegado no llegaré jamás en el centro de todo esta el poema intacto sol ineludible noche sin volver la cabeza ...
Pretexto de Alfonso Quijada Urías (Kijadurías)
La limonada a sorbos para limpiar la mugre de la garganta en la mañanita Con un libro que nunca entenderé, enjugando lágrimas Deslizándose sin saber. Los vecinos bailan con música de Teodorakis. Mañana escribiré una carta a un poeta que no conozco, luego hablaré ...
Dedicatoria de Cristina Peri Rossi
La literatura nos separó: todo lo que supe de ti lo aprendí en los libros y a lo que faltaba, yo le puse palabras.
Filiaciones (I) de María Eugenia Brito
La llaga de tu memoria, amor, escurre en mi boca el texto cómo no ha de sangrar entero este rasgado El prado te lloró el huerto te ha negado mi sombra te borró tu anhelo de morir me traspasa los dedos Nostalgia tu pasión heredero tu beso curva dura la espina de tus velos como un hacha ...
la llama viva de san juan... de Rogelio Guedea
la llama viva de san juan alumbra noches donde nada tuyo vi. la llama viva de san juan en mi cuartito frío alumbra. es una aurora donde te busqué. un sol caído en gajos o retazos que arden como las pajas del querer. adiós adiós decías llorando cuando la llama viva de san juan aún no ardía. ...
Del infante difunto de Rodolfo Hinostroza
La llamada de mi padre, alta como un penacho de plumas y al tacto como la pringamosa de aquellos baños. ¿Recuerdas? Las aguas ferrosas que calentaban tu cuerpo tenían colores, de serpiente plana, y la tierra se había descosido en sus espacios, y llevábamos nuestra infancia ...
Corona de Héctor Rosales
La llovizna partió. En el cuarto, viejo baúl de la noche, nicho, mi vida se amontonaba. (Allí, recuerdos de sol nunca llegaron). Nadé hasta la última sombra donde el nombre no soporta su ventura: esperar lo imposible despacio. Hallé una corona...
La lluvia de Luz Lescure
La lluvia a veces fluye a veces se congela sobre mi dermis fría regresa a mí, a mi origen volátil me arranca un poco de piel cada vez que me roza voy con ella hasta el fondo del mar a esa húmeda caverna que se eleva hasta el viento y luego se hace niebla -ese cosquilleo húmedo en mi cuerpo ...
El temblor de José Ángel Valente
La lluvia como una lengua de prensiles musgos parece recorrerme, buscarme la cerviz, bajar, lamer el eje vertical, contar el número de vértebras que me separan de tu cuerpo ausente. Busco ahora despacio con mi lengua la demorada huella de tu lengua hundida en mis salivas. Bebo, ...
La lluvia se prolongará... de Walter Morán
La lluvia se prolongará seguramente estaré despierto sintiendo como cada gota convierte mis ganas en cenizas Quien sabe si también mueras incendiada
Lluvia nueva de Efraín Huerta
La lluvia tejía su encaje plateado. Las nubes negrísimas sombreaban la noche morena. En el plano brillante de un charco intranquilo sorprendí tu forma gris. La inquietud de las gotas sonaba llevando el compás de tu paso ligero en la niebla. El encaje plateado moría con el frío ...
Proyecto de tren instantáneo entre Santiago y Puerto Montt de Nicanor Parra
La locomotora del tren instantáneo está en el lugar de destino (Puerto Montt) y el último carro en el punto de partida (Santiago) la ventaja que presenta este tipo de tren consiste en que el viajero llega instantáneamente a Puerto Montt en el momento mismo de abordar el último carro ...
El profeta de Eleazar Rivera
La locura del alfabeto muere en la boca del profeta Con una daga le extraigo el corazón a las cosas En la nausea de mi perro me rebelo contra las espinas de mis neuronas
Señales de Piedad Bonnet
La luna brilla con ese furor ciego que es señal inequívoca de que ha llegado el tiempo fértil del sacrificio. Huele a la piel rayada de los tigres, a orquídea que se abre, al humus que comienza a oscurecer la lluvia. En un sueño de ríos y serpientes naufraga la muchacha envuelta en llanto ...
Li po de Daniel Chirom
La luna callada canta en el valle. Nadie la escucha salvo Narciso que ha extraviado su lago y la mira.
Llegada de José García Nieto
La luna de agosto viene en hombros del Guadarrama. Tus tejados, Luisa Esteban, hace tiempo que la aguardan. La luna parce un río desbordado por Las Navas. quién me diera un San Cristobal que a la puerta de tu casa, con un pino por cayado, dulcemente me llevara. ...
Parto de Eleazar Rivera
La luna encela al pájaro que duerme en la idea del poeta El no conoce pájaros sino muchas lunas en que el sueño se evapora y los fantasmas no aparecen La idea pierde su cuerpo el poeta otra luna y la luna gana tiempo
POEMA CIV (La luna entre los platanales desgarrados) de Dulce María Loynaz
La luna entre los platanales desgarrados tiene esta noche una infinita tristeza. Es como si la palabra adiós, que nadie dijo, estuviera en el aire, o como si el niño que no nació, se hubiera muerto. Podríamos caminar hasta mañana y no llegar a ningún sitio; podríamos quedarnos inmóviles aquí, ...
Los amantes de Pompeya de Odette Alonso
La luna era distinta hace un segundo te iluminaba entraba por la hendija como un sorbo. Moriremos de amoramiga mía presiento que un tropel desciende de las cumbres siento su oleada tibia presionando mi espalda. Moriremos de amor todos los vientos llegan como una manotada ...
La luna es el día incendiado bajo el árbol de Gloria Young
La luna es el día incendiado bajo el árbol. El agua quema mi garganta sólo una palabra fresca inunda mi cuerpo y mi alma. Es la palabra que juntó nuestros pasos en cualquier esquina y tropezó entre sombras y adoquines y encontró el camino del mar perdido. Es la palabra amarrada a la muerte ...
Lilith de Daniel Chirom
La luna es nueva y el río ya no es el mismo pero tus ojos permanecen iguales; sólo quien viajara hacia el fondo de su mirada descubriría algo más que el paso del tiempo: un animal enfurecido contra la jaula del horizonte.
Thamar y Amnón de Federico García Lorca
La luna gira en el cielo sobre las tierras sin agua mientras el verano siembra rumores de tigre y llama. Por encima de los techos nervios de metal sonaban. Aire rizado venía con los balidos de lana. La tierra se ofrece llena de heridas cicatrizadas, o estremecida de agudos cauterios de luces ...
De que nada se sabe de Jorge Luis Borges
La luna ignora que es tranquila y clara Y ni siquiera sabe que es la luna; La arena, que es la arena. No habrá una Cosa que sepa que su forma es rara. Las piezas de marfil son tan ajenas Al abstracto ajedrez como la mano Que las rige. Quizá el destino humano De breves dichas y de largas penas ...
La luna de José Somoza
La luna mientras duermes te acompaña, tiende su luz por tu cabello y frente, va del semblante al cuello, y lentamente cumbres y valles de tu seno baña. Yo, Lesbia, que al umbral de tu cabaña hoy velo, lloro y ruego inútilmente, el curso de la luna refulgente dichoso he de seguir, ...
Luna entre mis manos de Elisa Huezo Paredes
La luna que se derrama anillos hace mis dedos y en el fulgor de su lumbre los deja presos. Bajo la parra de los jazmines miro mis manos y entre encajes de sombras y hojas se han transformado porque la luna los pinta de oro lunado. Con la luz de la luna me haré un vestido ...