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listado de poemas en audio por primeros versos letra l

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1102 poemas con la letra "l"

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Los besos de Jorge Cáceres
Los besos entre las hojas En recuerdo De los pájaros que encantaban las estrellas en el filo de sus alas Por cada grito picoteaban los guijarros del sol Los muros que les dan formas familiares Y gestos que reflejan el clima de los labios Sobre el camino de los últimos besos ...
Los buitres lanzan piedras de Lola Velasco
Los buitres lanzan piedras y la diosa madre se aferra al huevo de un avestruz. Lo protege. No olvida que el dolor deforma. Tiñe las uñas de sus pies y manos, y espera. Ha de rescatar esa imagen del polvo del desierto. Nada más allá de lo que ahora ve. El dolor abulta como un hijo no deseado. ...
Para cantar de Jorge Teillier
Los caballos se detienen. Los belfos de los caballos desordenan el agua y mezclan el rostro de las hojas. Hemos llegado cerca de un pueblo. La niebla rodea casas que apenas existen. Viajemos, antes que las aves den comienzo al verano, cuando vuelvan al estero ...
Labios del Poniente (6) de Jorge Ernesto Olivera
los caminos asolean cabezas de noche, nubes de niños, la distancia esconde olvidos, inigualable voz del recuerdo, la voz que muere en los oídos, y de los muertos, escucho solo una voz en la mente permanente, en la inviolable altura del cielo nocturno, en el palpitante sombrero negro ...
André Salmón de Harold Alvarado Tenorio
Los caminos del olvido son varios. Varia la cambiante faz de esta música que siempre soñó en tus carnes frágiles con tanta melodía antigua y bien olvidada. Los caminos de las ciudades que vieron tus ojos tristes son sonatas en viejos pentagramas. Estos poemas, más largos que ninguna vida, ...
La pura verdad de Gabriel Celaya
Los ciudadanos equis, los honrados tenderos, los amigos del alma, la portera, el banquero, no pueden perdonarnos el loco sentimiento: tu belleza, mi risa, nuestro pronunciamiento. No lo entienden. Nos miran y se cuentan los dedos. Se dicen: Están locos. Casi les damos miedo. ...
Los columpios de Fabio Morábito
Los columpios no son noticia, son simples como un hueso o como un horizonte, funcionan con un cuerpo y su manutención estriba en una mano de pintura cada tanto, cada generación los pinta de un color distinto (para realzar su infancia) pero los deja como son, no se investigan ...
La memoria, ese alcázar (V) de Santos Domínguez Ramos
Los cristales de plata del laúd de Ziryab restituyen tu infancia en los palacios de agua. Con una antorcha subes a los altos alcázares de la memoria y miras latir a la ciudad: los alminares negros, los patios, las hogueras de los amaneceres, el aljibe, el incierto astrolabio del lento mercader ...
El deseo era un punto inmóvil de José Ángel Valente
Los cuerpos se quedaban del lado solitario del amor como si uno a otro se negasen sin negar el deseo y en esa negación un nudo más fuerte que ellos mismos indefinidamente los uniera. ¿Qué sabían los ojos y las manos, qué sabía la piel, qué retenía un cuerpo de la respiración del otro, ...
Poema XIX de La montaña hendida de Eduardo Moga
Los cuerpos, esferas, se reúnen. Se unifica la saliva y circula desde la migraña hasta el glande, desde el sudor de la habitaciónhasta la flores más negras. Somos la saliva que gira en los miembros numéricos, la saliva acoplada al vértigo.Tu piel se adentra, se duplica, ...
Los vicios del mundo moderno de Nicanor Parra
Los delincuentes modernos Están autorizados para concurrir diariamente a parques y jardines. Provistos de poderosos anteojos y de relojes de bolsillo Entran a saco en los kioskos favorecidos por la muerte E instalan sus laboratorios entre los rosales en flor. Desde allí controlan a fotógrafos ...
María Tecun de Roque Dalton
Los días de leyenda en que me amabas sin hacer preguntas hicieron que la ciudad tomara la cara de un juguete como en los nacimientos al dejarte en las noches iba a mi casa alegre por calles de aserrín En el espejo tembloroso y tristón de los charcos me miraba la cara al lado de la luna ...
Los días de luto de Antonio Carvajal
Los días de luto dejan sabor de musgo en la boca y una nostalgia marchita de jazmines bajo sombras, sombra fría y recortada con negaciones de aurora: Sufrimos. Y no sabemos por qué la sangre arroja en cálices de silencio sin futuro y sin aroma, y buscamos ese instante ...
Suma de Jorge Boccanera
Los días no contaban para mí, bastaba la palabra. Yo escuchaba en cuclillas como alguna palabra conversaba con otra. No contaban los días. Pero extravié palabras y los días me siguieron de cerca con sus largos abrigos. Yo iba mirando el suelo. Ese no cuenta el cuento , vaticinaron unos. ...
Minimales (12) (Fragmento) de Juan Calzadilla
Los dioses de la zona tórrida llevaban macanas. Ahora llevamos macanas pero no somos dioses. La visita que a la pirámide Tikal iba a efectuar la comitiva concluye en el desastre aéreo donde todos los pasajeros de la nave perecen sin que ninguno de estos acertara a divisar desde el aire, ...
Noticias de la ciudad de Anahí Lazzaroni
Los dioses no se detuvieron en esta ciudad arisca y asesina. Antiguos como el mar más testarudos que una mula, recalaron con sus dones en otras tierras. Quien no lo sepa, quien intente negarlo, padecerá sus trampas. Poema seleccionado por la autora
Espacio (Fragmento) de Juan Ramón Jiménez
Los dioses no tuvieron más sustancia que la que tengo yo. Yo tengo, como ellos, la sustancia de todo lo vivido y de todo lo por vivir. No soy presente sólo, sino fuga raudal de cabo a fin. Y lo que veo a un lado y otro, en esta fuga, rosas, restos de alas, sombra y luz, es sólo mío, ...
Paestum de Guillermo Carnero
Los dioses nos observan desde la geometría que es su imagen. Sus templos no temen a la luz sino que en ella erigen el fulgor de su blancura: columnatas patentes contra el cielo y su resplandor límpido. Existen en la luz. Así sus pueblos bárbaros intuyen el tumulto de sus dioses grotescos, ...
El de las quinas de Fernando Pessoa
Los dioses venden cuando dan. Gloria se compra con desgracia. ¡Pobres felices, porque sólo son lo que pasa! ¡Baste a quien baste lo que bástale, lo que para bastarle basta! La vida es breve, vasta el alma; tener es tardar. Fue con desgracia y con vileza como al Cristo definió Dios: ...
Los domingos no llueve... de Elsa López
Los domingos no llueve. Me quedo como muerta detrás de los balcones y espero de la tarde cualquier cosa distinta. Pero no llegas nunca. Te olvidas de mi pelo y del vuelo ligero que emprende al contemplarte. Mis costas se te pierden y te olvidas del sur y de mi boca. ...
Del poeta a un pintor de Rafael Alberti
Los dos, buenos pilotos del aire, subiríamos sobre los aviones del sueño, al alto soto de la gloria, y al mundo, celestes, bajaríamos e! mirto y el laurel, la palmera y el loto. Descender ya ¡qué dulce!, ¡los héroes! coronados por los súbitos lampos, sobre el carro del trueno, con estrellas los jóvenes pechos ...
Llegar de Luis Alberto Crespo
Los encandilados que fuimos Nadas, sin volver del patio Sin la sombra sobre la cara, la sequedad Agarrados a los techos, distintos y no así, pálidos, sin aparecer, tocados de ceniza Selección: Eduardo Milán y Ernesto Lumbreras
Yo quería ser mariposa de Giovanna Pollarolo
los ensayos a las cinco, después de clase un ballet con música de Strauss que cerrará con broche de oro las fiestas del colegio argumento y coreografía son de mi invención cinco mariposas enamoradas de una flor dijo la señorita Leontina la flor es sólo un adorno, ...
Los azulejos de Alberto Blanco
Los espejos no cantan como antaño y el espacio no es más que una lágrima corriendo desde los ojos hasta el sueño cuando nos dan una mala noticia Como cuando se embarca la tristeza en una discusión sin más razón de ser que una súbita parvada de reflejos ...
Alicia en mi ciudad de Minerva Salado
Los espejos ocultos están frente al Paseo del Prado para que tú los atravieses. Del otro lado esperan todas las ilusiones las piedras en el centro de otro orden los rastros y los pasos. Los espejos descubren los caminos sin saber demasiado hacia dónde penetran en las estridencias ...
Los espejos de Eleazar Rivera
Los espejos vomitan utopías Las lágrimas caminan con imágenes en la espalda Las sombras buscan el reflejo de las imágenes que habitan los espejos
Extranjeros de Ramón Cote Baraibar
Los extranjeros tienen una forma de alejarse que muchas veces se parece al desprecio. La timidez de un vagón de la Western Pacific, pintado a propósito para filmar alguna película de vaqueros en el desierto de Almería, o el verde de Carruagems Portugueses ...
El romance de la princesa muerta de Emilio Carrere
Los faroles de Palacio ya no quieren alumbrar y solo luce la luna como un cirio funeral. Solo la luna lucía y en el triste jardín real una fontana plañía su elegía de cristal: -¡Oh Mercedes, lirio, estrella, que en mi espejo se miró: la Muerte la vio tan bella y en los ojos la besó! ...
Números de Esteban Charpentier
Los fragmentos del último papa asesinado, Y van... treinta y tres son expuestos simultáneamente en 66 paises del nuevo mundo La quincoagésima feria nacional del hambre ha tenido su máxima asistencia Ya se agregó el quinto carril de la ruta de acero que conduce a la Antártida ...
Hielo de Jaime Labastida
Los frescos de Botticelli arrancados a la Villa de Lemmi, la Victoria de Samotracia, con las alas unidas por alambres y una estaca de acero entre las nalgas: trofeos de guerra, pasto para la codicia de los reyes. El saqueo. Ticiano, el Veronés, el Bosco, el sarcófago asirio, las urnas de granito ...
Los garrobos de Manlio Argueta
Los garrobos crecían en los árboles pero llegaron los venenos. Las hojas amarillas comenzaron a morir. Cuelgan los frutos secos suspendidos en las ramas altas. Ríos sin agua. Tierra desolada. Los garrobos crecían en los árboles pero llegaron los venenos a destruirlo todo. ...
Los gatos de Johanna Godoy
Los gatos hacen el amor sobre mi cabeza. Se aman desaforados. Evento de madrugada suceso diz que en secreto cuando son arrumacos violentos. Permanezco insomne cuando miles de gatos vienen a casa y hacen el amor sobre mi cabeza.
Las sales enigmáticas de Roberto Sosa
Los Generales compran, interpretan y reparten la palabra y el silencio. Son rígidos y firmes como las negras alturas pavorosas. Sus mansiones ocupan dos terceras partes de sangre y una de soledad, y desde allí, sin hacer movimientos, gobiernan los hilos anudados a sensibilísimos mastines ...
Cita nocturna de Rodrigo Carrillo
Los geranios le pusieron rubor Ramas de buganvilla le trenzaron el cabello Peinada con miel de mangos se enrolló en corteza de manzana se ciñó el cinto con hojas y se contempló en el río Con piedritas del camino se inventó una pulsera se calzó con hojarasca y se perdió en ...
Los locos de Thelma Nava
Los he visto de cerca, solemnes y magníficos, poniéndose su cuerpo cada día mientras les duele el cráneo desvestido. Los he visto en la tierra, azotándose, gusanitos de Dios sin esperanza. Colgados de la vida, con su domingo a cuestas que tarda en regresar una semana.
Los he visto en el cine... de Jaime Sabines
Los he visto en el cine, frente a los teatros, en los tranvías y en los parques, los dedos y los ojos apretados. Las muchachas ofrecen en las salas oscuras sus senos a las manos y abren la boca a la caricia húmeda y separan los muslos para invisibles sátiros...
Los hechos son muy pocos... de Amable Sánchez Torres
Los hechos son muy pocos, pero bastan. Son suficientes para dar la talla de un hombre que no quiere acomodarse a los patrones prefijados. No comparto el refrán quien calla otorga . Quien calla tiene un nudo en la garganta y es un grito por dentro. Y nada otorgo a nadie. ...
Los hombres azules de Ricardo Yáñez
Los hombres azules en el agua brillante los hombres negros en el agua y los peces saltando en el aire por sus cabezas los peces de mercurio y plata (Del libro de reciente aparición Estrella oída, coeditado por El Aduanero y la UAM Azcapotzalco.)
Sueño de una noche de verano de Leopoldo María Panero
Los hombres del Viet son tan hermosos cuando mueren. El agua del río, lamiendo sus piernas, hacía más sexual su ruina.Luego vinieron las Grandes Lluvias, buscando la vagina hambrienta de la selva, y todo lo borraron. Quedó sólo en los labios la sed de la batalla, para nada, como baba que cae ...
Los hombres no saben morirse de Manuel del Cabral
Los hombres no saben morirse... Unos mueren no queriendo la muerte; otros la encuentran en un beso pero sin estatura... otros saben que cuando cantan no le verán la cara. Los hombres no se mueren completos, no saben irse enteros... Unos reparten en el viaje sus retazos de muerte; ...
Los Creadores de Luis de Lión
Los hombres sentimos envida de los dioses: ellos están en el cielo y nosotros, en la tierra, ellos vuelan sin necesidad de alas y nosotros tenemos que hacerlo sobre aviones, ellos hacen los milagros y nostros tenemos que adorarlos. Pero cuando tú y yo formamos la figura de un pájaro ...
Desengaño de Ibn Sara As-Santarini
Los hombres, ignorantes,glorifican al mundo, a sus ojos magnífico, siendo despreciable, y combaten por él unos con otros como los perros se pelean por un hueso. Recopilación y traducción de Teresa Garuldo, Universidad Complutense de Madrid
Los hongos nacen en silencio... de Marosa di Giorgio
Los hongos nacen en silencio; algunos nacen en silencio; otros con un breve alarido, un leve trueno. Unos son blancos, otros rosados, ése es gris y parece una paloma, la estatua a una paloma, la estatua a una paloma; otros son dorados o morados. Cada uno trae -y eso es lo terrible- la inicial ...
Los huesos de los muertos de Gabriela Mistral
Los huesos de los muertos hielo sutil saben espolvorear sobre las bocas de los que quisieron. ¡Y éstas no pueden nunca más besar! Los huesos de los muertos en paletadas echan su blancor sobre la llama intensa de la vida. ¡Le matan todo ardor! Los huesos de los muertos ...
Noche blanca del West Side de Rodolfo Häsler
Los huesos son tambores despojados por el peso de la danza. Es la larga noche de ritmo sincopado, la noche de la risa, de la extraña compañía, para presenciar la muerte de las horas con la boca pintada de papel secante. De: Danae, la ciudad
City Nights de Juan Daniel Perrotta
Los idiotas se siguen muriendo en las calles con sus frazadas agujereadas. Esteban Charpentier Nadie en la medianoche de la ciudad segura sólo idiotas de frazadas agujereadas arriba de cartones sólo pendejos sembrando con meadas de cerveza las paredes tenés diez centavos ...
Hambres (III) (A la luz) de Angel Crespo
Los inmortales toman su sustancia de tus cavernas infinitas, de tus abismos que se hunden como sube la hiedra por el tronco, por el aire baja el relámpago, ilumina y retorna a su flor; como el día se extiende en sus estancias sin puertas ni cúpulas que cierran todas las salidas y ...
Los invisibles átomos del aire... (Rima X) de Gustavo Adolfo Bécquer
Los invisibles átomos del aire en derredor palpitan y se inflaman el cielo se deshace en rayos de oro la tierra se estremece alborozada. Oigo flotando en olas de armonía rumor de besos y batir de alas, mis párpados se cierran... ¿Qué sucede? ¿Dime?... ¡Silencio!... ¡Es el amor que ...
Los jardínes de allá de Tomás Segovia
Los jardines allá contra el ocaso desnudan ya sus pies entre las sombras. Bajo el sol de la tarde yo distiendo mis miembros como un dulce animal oscurecido. Entre las altas hojas, la luz de las promesas; yo la miro volar, tranquilo como un rey. Un día seré pobre inexpresablemente, ...
Los jardines de Ibn Sara As-Santarini
Los jardines son novias que no ocultan el rostro para guardarse de los ojos de quienes las miran. La primavera es liberal con ellos cuando paga la dote y no escatima el peso de las arras Inclina el céfiro las manos de topacio de las ramas cuyas puntas se adornan con aljófar. ...