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listado de poemas en audio por primeros versos letra l

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1191 poemas con la letra "l"

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Adán es tu ceniza de Jorge Luis Borges
La espada morirá como el racimo. El cristal no es más frágil que la roca. Las cosas son su porvenir de polvo. El hierro es el orín. La voz, el eco. Adán, el joven padre, es tu ceniza. El último jardín será el primero. El ruiseñor y Píndaro son voces. La aurora es el reflejo del ocaso. ...
Pobre Desdémona de Eduardo Lizalde
La espalda de esta luz son esos sueños tuyos, amada, que duelen al soñarse y que hacen florecer las prímulas y azahares en tus flancos. Y caen del lecho moras de grueso jugo, cuando sueñas; y zarzarrosas crecen bajo el cojín de pluma; y tiernos gansos pican, bajo el tálamo, ...
El mañana efímero de Antonio Machado
La España de charanga y pandereta, cerrado y sacristía, devota de Frascuelo y de María, de espíritu burlón y alma inquieta, ha de tener su mármol y su día, su infalible mañana y su poeta. En vano ayer engendrará un mañana vacío y por ventura pasajero. Será un joven lechuzo y tarambana, ...
Vía (2) de Juan Vicente Piqueras
La espera es espiral, el remolino de la paz que va a pique aun sin caballos. La espera es una danza inmóvil y desnuda como un desierto que echara de menos sus oasis, su sed, sus espejismos. Es un planeta exhausto que gira alrededor de una promesa, una torre que es faro, minarete, ...
Choques de Juan Gelman
La espera se pega al cuerpo como un papel mojado donde no hay piedad ni respiro. El desastre quiere luz y buscamos la envoltura de la razón y es una bestia más para el corral tan lleno. De: Valer la pena Volumen CDLXXVIII de la colección Visor de poesía VISOR LIBROS ...
La esperanza de que los inéditos... de Eduardo Milán
La esperanza de que los inéditos sean mejores –aun los anónimos, no para siempre- que los éditos no nos niega, no nos hunde en lo ya hecho, en la culpa de la posibilidad cuajada, en los que murieron no leídos –eso es cierto, el olvido de lo cierto-, en el vaciado de palabras...
Territorio de la esperanza de Carlos Trujillo
La esperanza desde hoy deja de ser una palabra La esperanza es un territorio que no aparece en los mapas físicos ni políticos de los países ni en los de Marte ni en los de las más lejanas constelaciones La esperanza como el alma no aparece tampoco en las láminas del cuerpo humano La esperanza...
Ulises de Américo Ochoa
La estatua de un héroe sin laurel se pudre en la bandera que no existe. Tras el tul la damisela se ensueña con barcazas y corazones de papel. Busca agua en el pozo obcecado y lleva pan a los palomares vacíos Más allá de la música un ángel toca violín desnudo en mi ataúd. ...
Homenaje de Rafael Juárez
La estatua que te erijan, poderosa y tenue amada del desgarro, tenga, en homenaje a tanto amor, corona de espumas combatientes, manto de agua detenida y azul, túnica roja. Una mano en el vientre sobre el vuelo corto de un blanco pájaro, la otra, en homenaje a tanto amor, ...
Magdalena de Rogelio Sinán
La estrella vespertina, fatalmente risueña, suspira ensimismada tras el mito solar, ungiendo, mariposa, la traslúcida huella con grito de cristales y pupila de sal. Cuando, rumbo al helado sepulcro de las olas, la sangre iluminada tina celajes, ella salpicará el tocado de las nubes piadosas ...
Magdalena de Rogelio Sinán
La estrella vespertina, fatalmente risueña, suspira ensimismada tras el mito solar, ungiendo, mariposa, la traslúcida huella con grito de cristales y pupila de sal. Cuando, rumbo al helado sepulcro de las olas, la sangre iluminada tina celajes, ella salpicará el tocado de las nubes piadosas al deshacerse ...
Balada de lo que el viento dijo de Rafael Alberti
La eternidad bien pudiera ser un río solamente, ser un caballo olvidado y el zureo de una paloma perdida. En cuanto el hombre se aleja de los hombres, viene el viento que ya le dice otras cosas, abriéndole los oídos y los ojos a otras cosas. Hoy me alejé de los hombres, y solo, ...
Eternidad de Enriqueta Ochoa
La eternidad mece, ondula, abre de par en par su túnica de viento; en el espacio de su seno esplende una constelación de luz acumulada. El Padre la detiene. Un instante mete su mano turbulenta hasta la entraña y la abre sobre la piel del mundo. Un alud de semillas caen, ...
Sola y su diálogo de Enrique Fierro
La exigente doctrina abolió toda música, el aire con gorriones y límpido de la tarde,la luz de nuestro patio: sola quedó la poesía y su diálogo en silencio tenaz. Selección: Eduardo Milán y Ernesto Lumbreras
Vientos propicios de Tilo Wenner
La experiencia presenta su lado de aventura. Lanzarse en las entrañas de la vida. Gozar de todas las primicias. Tocar, acariciar las partes dulces de las cosas, perderse en las avenidas entre las multitudes. Llenar el tiempo en conversaciones con desconocidos. ...
la familia espera en la cuerda floja... de Jacqueline Goldberg
la familia espera en la cuerda floja en el vientre acicalado de una sala de emergencias espera una retahíla quejumbrosa para luego desarmarse tantos días fraguando el dolor el terco dolor y el enfermo que no muere ni mejora ni desespera De: La salud Selección de la ...
la familia resiste en la cuerda floja... de Jacqueline Goldberg
la familia resiste en la cuerda floja no ya en la duda ni en la variación del miedo no en la lágrima ni en el temblor de los hombros hundidos su tibieza ha alcanzado el pudor el hermoso rostro de quienes claudican para luego reconfortarse en el olvido nunca fue en vano la espera el regreso ...
Geografía familiar de Enzia Verduchi
La familia sólo coincide en bodas o entierros, los parientes se reparten estrechos abrazos, retoman una conversación nunca concluida: las mismas preguntas, las mismas respuestas; como si el domingo hubieran compartido la mesa o el miércoles se prestaran el hilo dental. ...
Texto de Enrique Noriega
La fantasía del niño remitida A una realidad es inagotable Como un escepticismo Soy digamos un muñeco (o un zompopo) Un niño sabe hablar a sus criaturas Darles de comer curarlos corregirlos Si hay que hacerlo da golpes de estado Suspende garantías ametrallando ...
De la propensión a los olvidos de Consuelo Tomas
La felicidad- me dijeron- es asunto de poetas ebrios. Útiles solo para cabalgar la luna con todo y sus acólitos nocturnos. Escóndete tras la puerta me dijeron. No cruces la línea que separa al ahorcado de su mediodía. Huye del espejo y sus engaños únete más bien a una legión ...
Nocturno de Alvaro Mutis
La fiebre atrae el canto de un pájaro andrógino y abre caminos a un placer insaciable que se ramifica y cruza el cuerpo de la tierra. ¡Oh el infructuoso navegar alrededor de las islas donde las mujeres ofrecen al viajero la fresca balanza de sus senos y una extensión de terror en las caderas! ...
El Suplicio de Leopoldo María Panero
La fiebre se parece a Dios. La locura: la última oración. Largo tiempo he bebido de un extraño cáliz hecho de alcohol y heces y vi en la marea de la copa los peces atrozmente blancos del sueño. y al levantar la copa, digo a Dios, te ofrezco este suplicio y esta hostia nacida de la sangre ...
La Zarza de Moisés (Normas novísimas) de Pedro Jesús de la Peña
La fiel caballería fue invitada, casi en bloque, al gran baile de la duquesa rusa. Al repicar del alba, los húsares y ulanos se armaron confiados para la cruenta lucha. Coraceros y dragones les envolvieron por sorpresa en una escaramuza sagaz como la niebla. Relinchaban los potros, ...
La inmortalidad de Guillermo Prieto
La flor encantadora y delicada que sobre esbelto tallo se mecía, la vio ufana la luz de un solo día, luego desapareció. De ese arbusto marchito y derribado, ayer tal vez hermoso y floreciente, hoy arranca sus hojas el ambiente que ufano le halagó. Y al alto muro y orgullosa torre, que sola en el espacio ...
La fortuna de Nicanor Parra
La fortuna no ama a quien la ama: esta pequeña hoja de laurel ha llegado con años de retraso. Cuando yo la quería para hacerme querer por una dama de labios morados me fue negada una y otra vez y me la da ahora que estoy viejo. Ahora que no me sirve de nada. ...
Madrigal de Mujer de María Monvel
La fortuna te dió un escaso privilegio. Van sus cadenas áureas a tus manos prendidas tornándote más bello su extraño sortilegio ... ¡Y tu ambición recela que es poco aun, mi vida!. Los honores doblaron en reverencia grave su multitud de frentes a tu valer rendidas. Besó tus pies la gloria ...
Retrato de mi padre de Andrés Trapiello
La foto fue tomada en un estudio pueblerino y de feria. El decorado es de escayola y él está de lado, arrogante y feliz. Fue su preludio. Luego herido en Teruel. Duras batallas si dura fue la guerra. Aún en los ojos lleva un botín de miedo y de despojos que guarda en una caja de medallas. ...
Ulises regresa de José Carlos Becerra
La frase que no hemos dicho, cierta respiración de la boca en el apetito del sueño, el silencio que comienza como una bandada de pájaros; yo he depositado esa frase en el plato donde nos sirven la cabeza del Bautista. Estoy aquí después de extraviar mi mejor ofrecimiento, ...
Definición de Evaristo Ribera Chevremont
La frente, el ojo, el cuello y el cabello. Fúlgidos oros el cabello exuda. En luz desnuda el cuello se desnuda. En luz desnuda se desnuda el cuello. No sé que gracias a su gracia anuda el semblante elegido, que no hay sello que no sea de gracia en cuanto es bello en la belleza sin posible muda. ...
Definición de Evaristo Ribera Chevremont
La frente, el ojo, el cuello y el cabello. Fúlgidos oros el cabello exuda. En luz desnuda el cuello se desnuda. En luz desnuda se desnuda el cuello. No sé que gracias a su gracia anuda el semblante elegido, que no hay sello que no sea de gracia en cuanto es bello en la belleza sin posible muda. . ...
Los Oscuros de Matilde Casazola
La fruta estaba hecha para que la gustáramos, para olerla y gozar su lozanía. Pero nosotros no podíamos comprarla. El sol estaba hecho para amar nuestra piel, estremecer la vida de todo nuestro cuerpo. Pero a nuestra guarida el sol no entraba. El pan de cada día, en fin, ...
Mala praxis de Héctor Urruspuru
La fruta que en tu boca se vuelve uva y en tu entrepierna se vuelve alcohol esas cosas bebo yo. Hace una semana que están matando gente y nosotros nos amamos. ...Es cuestión de tiempo dijo Costeau y tenés tu mejilla derecha apretada contra el espejo. Mala praxis hacen mis poemas ...
Coplas que hizo teniendo el amor en el estrecho que aquí dize de Pedro de Cartagena
La fuerza del fuego que alumbra, que ciega mi cuerpo, mi alma, mi muerte, mi vida, do entra, do hiere, do toca, do llega, mata y no muere su llama encendida: pues ¿qué haré, triste, que todo m ofende? Lo bueno y lo malo me causan congoxa; quemándome el fuego que mata, qu enciende, ...
De paso de Eduardo Zambrano
La genética del alma: el destino. Al más puro sentido clásico regreso. Me lleva el vientoy en esa circunstancia se revuelcan también mis sentidos. Hoy alcanzo a balbucear razones. Pero más allá de las razones estoy yo, hoja del árbol de la vida que ven pasar los perros y los puercos, ...
Calles de Juan Gelman
La gente está sentada en el café desprovista de teorías. Una vieja vende cigarros en un carrito con un misterio mal atado. Bajo el sol otoña su sombra incesante. ¿Quién será ella para sus manos deformadas? Se vacía en lo que ha muerto ya. La calle limita con la distracción, ...
El pan nuestro de Vilma Vargas
La gente se amotina de una ventana a otra. El último sol cae en la calle como un perro. La ciudad arde, se arrastra encendida hasta la noche. ¿Cómo vas a ganarte la vida? Llaga la calle con tu alma que va rodando, pero muéstrale los dientes al plumaje del mundo. ...
Naturaleza muerta de Rafael Mendoza
La gente se detiene a ver Televisores en los escaparates A comprar golosinas O a matar el tiempo Mientras los oradores Desde el monumento a la libertad Se esfuerzan en explicar Los problemas nacionales. Después la gente va a sus casas A comer y a comentar Lo que se puede hacer ...
La verdad de José Antonio Ramos Sucre
La golondrina conoce el calendario, divide el año por el consejo de una sabiduría innata. Puede prescindir del aviso de la luna variable. Según la ciencia natural, la belleza de la golondrina es el ordenamiento de su organismo para el vuelo, una proporción entre el medio y el fin, ...
Retornelo de Luis Llorens Torres
La golondrina mansa del recuerdo se ha posado en mi torre de poeta. Viene de las difuntas lejanías... Del lado allá de las aradas sendas... Del sequedal escueto del olvido... De ti, La amada de una noche bella... ¡Aquella noche! ... La montaña. El valle... La echadez de la casa solariega, ...
Ala del sur de Efraín Bartolomé
La gran selva dormida: gritos bramar de monos crujir de ramas leves y un silencio magnífico después Desde la fronda un billón de ojos miran el estrellado cielo: su reflejo El ancho río fluye como una vena dulce en la espesura La densa noche tropical y su vaho amoroso...
Suenan las III de Francisco González Léon
La grande habitación que el grande espejo agranda más. Sobre la antigua consola, el viejo reloj de bronce bajo el fanal de cristal; y penumbras y friolencias en que la poquedad de mi lámpara, no basta a evaporar el frío de mi soledad. Escenas y efemérides vacías; ...
La Grotesca de Luis Raúl Calvo
La Grotesca sufre en las piedras de cianuro. Arrojadas al fuego, abatidas por la furia de cerebros desahuciados son el polvo de la bruma. La mansedumbre abraza los cabellos del ángel besa sus alas de ciruela y se recuesta en las costillas del demonio. De tanto en tanto nos vemos ...
La guitarra de Max Jara
La guitarra tiene el alma de una niña de ojos claros. En su caja guarda un nido tembloroso de gorjeos. A jardín por primavera su cordaje yo comparo: la tonada es una fuga de nostálgicos deseos que susurran los ensueños de la niña de ojos claros. Es un alma que ve rojo, ...
Paradisaea papua de Aníbal Núñez
La hembra no tiene nada de notable sus plumas pasan del blanco al beige por gradaciones suaves Ni por todo el oro del mundo me tomaría la molestia de examinar al macho y cuándo llega a toda su belleza. Prefiero a este respecto fiarme del testimonio de los nativos fieles ...
Escrituras visibles de Edel Morales
La hermosa memoria de un día en el mar. Figuras que sumerges hacia un brazo de agua más tranquilo y limpio, más intenso que la imagen o la palabra fuego, tantas veces igualada por ti a la idea de la libertad. Es todo lo que puedes hacer. Mira el dolor tatuado...
Tumba de pájaro de Amalia Iglesias Serna
La hierba fulgura más verde que anteayer y me he acercado. Al abrigo de los matorrales un pequeño jardín se sabe dulce alegoría de la muerte. Como entonces se escucha un sonido encandilado de élitros y el viento norte pasa diciendo que no hay nadie. Veo ahora una niña antigua, ...
Ensemble/semblanza de Rogelio Saunders
La hija acompañando a la madre cuya primavera ha pasado, es como el verano acompañando al invierno. El calor y el frío dialogando. Policromos vasos de vidrio con vuelos de holanda y tersuras de pollock. El hosco Cernunnos en la corteza del árbol. El rizoma lucíneo apaciguado ...
La hija del diablo se casa... de Marosa di Giorgio
La hija del diablo se casa. No sabíamos si ir o no ir. En casa resolvieron no ir. Ella paseaba con la trenza brillando como un vidrio al sol. Vestido celeste. Y las pezuñas delicadísimas, cinceladas y de platino. Con los ojos un poco redondos, insondables, se paraba frente a cada uno, ...
E. L. L. V de Rogelio Saunders
La historia de una mujer está en sus labios. Mira la cabeza de Jannine contra el muro ciego del patio. Su cara ennegrecida por la luz. Sus ojos cercados por la sombra: a sombrados, sin conciencia de ser bellos o cualquiera de esas magníficas e inexistentes cosas idio sincrásicas.. ...
El hilo de Ariadna de Miguel Huezo Mixco
La historia ha sido mal contada No soy Teseo el héroe mi nombre es otro Después de la guerra de los centauros bajé a los infiernos pero conseguí huir a los turbiones salobres ultramarinos Yo traía un casco reluciente como el de un motociclista Sin medallas ni condecoraciones ...