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listado de poemas en audio por primeros versos letra t

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680 poemas con la letra "t"

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Llámame de Roger Wolfe
Tu padre se está metiendo coca, tu madre no te deja estar, y ahora que por fin habías decidido desechar otros vicios que no fueran el condenado tabaco y el café. Llegas a casa, enciendes la T.V. Trasplantes de hígado, qué comemos, tensión en Pakistán. Las enfermedades del recto. ...
Tu padre, según creí... de Francisco de la Torre
Tu padre, según creí, cuando te engendró, es preciso que procrearte no quiso, sino recrearse en sí. Si al intento, en quien dar vi, más que al don, se ha de atender, y dar, no es dar, sin querer, a tu padre, a mi juzgar, pues no te le quiso dar, no le deberás el ser. ...
Un corazón de primera de Verónica Pedemonte
Tú pasas por la vida sin rozarla, que no te toque el hierro del esclavo que con cualquier limosna se alimenta. Tu vida es un convite para nadie, tu corazón un bote salvavidas sólo para pasajes de primera. Tu cuerpo amante vive hipotecado sobre cualquier prebenda medieval, ...
Ayer y hoy de Homero Aridjis
Tu paso, como una sombra, era difícil de seguir, y al perderte en una esquina sólo quedaba en mí, como en la calle, un vago sentimiento de vacío. Tu cimbreo, tu cintura me estremecían y el jardín parecía tener más rosas y el verano calor, pues en mis labios de niño aún no había la palabra ...
Cabellera de Otoniel Guevara
Tu pelo bien sería la risa de los árboles si no fuese por su loca manía de enredarse en los labios Tu pelo es como un grito de ternura tratando de volar de tu cabeza tu pelo es una inmensidad abierta tu pelo es la guarida donde cierne travesuras mi soledad tu pelo es corazón de seis oídos ...
Tu pene rueda de Ana Istarú
Tu pene rueda hasta el sueño como una margarita azul en donde posa sus redes la tienebla. La paz es una seda oscura tras el amor.
Piel de Griselda Álvarez Ponce de León
Tu piel madura, festival al tacto, como llovida en plenitud te envuelve, si a veces en follaje se resuelve, con la aridez en otras hace pacto. Camino de la seda tu contacto en bengalas de sol se desenvuelve porque magnética, termal, devuelve las corrientes oscuras de lo abstracto. ...
Erótica de Cristina Peri Rossi
Tu placer es lento y duro viene de lejos retumba en las entrañas como las sordas sacudidas de un volcán dormido hace siglos bajo la tierra y sonámbulo todavía Como las lentas evoluciones de una esfera en perpetuo e imperceptible movimiento Ruge al despertar despide espuma ...
Venus suspensa de Rafael López
Tu presencia en mi sombra se divulga como el vuelo de un pájaro escarlata con el que un pardo atardecer comulga. Y tu alegría matinal desata un sonoro esplendor sobre mi vida; es una esquila de cristal y plata que, en silencio de muerte sacudida, me lleva del pavor del Viernes Santo ...
Tu pupila es azul, y cuando ríes... (Rima XIII) de Gustavo Adolfo Bécquer
Tu pupila es azul, y cuando ríes, su claridad suave me recuerda el trémulo fulgor de la mañana que en el mar se refleja. Tu pupila es azul, y cuando lloras, las transparentes lágrimas en ella se me figuran gotas de rocío sobre una violeta. Tu pupila es azul, y si en su fondo como un punto de luz radia ...
Al Popocatépetl de José María Heredia
Tú que de nieve eterna coronado Alzas sobre Anahuac la enorme frente, Tú de la indiana gente Temido en otro tiempo y venerado, Gran Popocatepetl, oye benigno El saludo humildoso Que trémulo mi labio te dirige. Escucha al joven, que de verte ansioso Y de admirar tu gloria, abandonara ...
Trapecio de Carmen Alardín
Tú que estabas, estás y vas conmigo por la vuelta inconclusa de las horas cuéntame qué tan hondo vacío el de la cuerda ¡y en la red protectora qué silencio! Que silenciosa urdimbre de arañas cuidadosas que tejen con recuerdos de dolor, salvación. Y qué débil el hilo ...
Avernus de Julio Herrera y Reissig
Tú que has entrado en mi imperio como feroz dentellada, demonia trasnasolada con romas garras de imperio, ¡infiérname en el cauterio voraz de tus ojos vagos y en tus senos que son lagos de ágata en cuyos sigilos vigilan los cocodrilos réprobos de tus halagos! Consustanciados en fiebre, amo, ...
Para un esteta de José Hierro
Tú que hueles la flor de la bella palabra acaso no comprendas las mías sin aroma. Tú que buscas el agua que corre transparente no has de beber mis aguas rojas. Tú que sigues el vuelo de la belleza, acaso nunca jamás pensaste cómo la muerte ronda ni cómo vida y muerte agua y fuego ...
Buscaremos a los dioses de Alfonso Calderón
Tú que sabes del tibio acento de las plumas y del calor infinito escondido en la nieve trata de penetrar en este vago porvenir de sueños en prodigio de savia o rosa adolescente. Recuerda que aún debajo del laurel está la axila resplandeciente de un cuerpo lejano; y encima del labio hay un sonido ...
El don de los imbéciles de Juan Daniel Perrotta
Tú que te crees poeta descubres un día lo aburrido de releer por enésima vez el arte poética de Gelman y te acuerdas de Tolkien buscando su humus Ya no hay sustancia que sorber de esos viejos huesos No encuentras alimento para que crezcan sanos y fuertes tus poemas El mundo ...
A mi padre de Jorge Luis Borges
Tú quisiste morir enteramente. La carne y la gran alma. Tú quisiste Entrar en la otra sombra sin el triste Gemido del medroso y del doliente. Te hemos visto morir con el tranquilo Ánimo de tu padre ante las balas. La roja guerra no te dio sus alas, La lenta parca fue cortando el hilo. ...
Tu recuerdo se enreda a mi alrededor de Gioconda Belli
Tu recuerdo se enreda a mi alrededor como una manta cobijándome del frío, brilla con mi cuerpo en el silencio mojado de esta tarde en la que te escribo, en la que puedo hacer nada más que pensarte y decir tu nombre en secreto, para dentro de mi boca envolviéndolo ...
El rostro de Ana de Alvaro Rodríguez Torres
Tu rostro, aire que comienza y mirada que no termina sólo en la mente o la profundidad del corazón. Nada parecer amenguar tu rostro que vive, ni los días que pasan ni el tiempo que muere lejos del sol. Tu rostro, tan cerca de ti pero más cerca del alma incomprensible, ...
Tú sabes que nunca tuve edad... de Jorge Castillo Fan
Tú sabes que nunca tuve edad sólo latidos para anunciar todo el rocío que escancia tu cuerpo sobre el último lirio del deseo Sólo este canto que a flor de sed creciente subraya mi destino Sólo este nave insomne que vara en ti sin que lo sepas. De: Revólver del Amor, ...
Poema XI de Unánime fuego de Eduardo Moga
Tu sexo sabe a corzo, igual que tu tristeza. Antes lo oía como un regato indeciso, como un niño que rebulle entre las sábanas. Se acercaba sin haber comulgado, todavía en su colmena, iniciándose en la mirada, con recuerdos improbables, con hábitos apenas míos, ...
El crítico y la margarita de Roger Wolfe
Tú sí tú no tú sí tú no tú sí tú no tú sí tú no tú sí tú no... y en cuanto a ti no sé mejor será que espere a ver qué dice la competencia, no vaya a ser que a estas alturas me coma algún marrón. (De: Cinco años de cama)
Hora absurda de Fernando Pessoa
Tu silencio es una nave con todas las velas llenas... Blandas, las brisas juegan en las flámulas, tu sonrisa... Y tu sonrisa en tu silencio es la escalera y las andas con que me finjo más alto y junto a cualquier paraíso... Mi corazón es un ánfora que cae y que se quiebra... ...
Soneto de Luis Rosales
Tu soledad, Abril, todo lo llena. Colma de luz la espuma y la corriente. Aurora niña con la piel reciente. Todo en golpe de mar sobre la arena. ¿Qué sueño de varón te hizo serena isla de fiebre de mirada ausente? ¡Ay, búscame sin ti, convaleciente, revocando de cal fachada y pena! ...
Danza de Medianoche de Walter Morán
Tu sombra me posee cuando evoco el origen del placer. Johanna Godoy Sudor y jadeos cabalgan esta danza. Me quiebro buscando soles de medianoche libando pistilos. Astuto abejorro eriza tus estambres. Gravedad cero fusión atómica entre cuatro paredes al final de la casa. ...
Nombre entregado de José Manuel Caballero Bonald
Tú te llamabas Carmen y era hermoso decir una a una tus letras, desnudarlas, mirarte en cada una como si fuesen ramas distintas de alegría, distintos besos en mi boca reunidos. Era hermoso saberte con un nombre que ya me duele ahora entre los labios, ...
Consonancias de Salvador Díaz Mirón
Tu traición justifica mi falsía aunque lo niegues con tu voz de arrullo; mi amor era muy grande, pero había algo más grande que mi amor, mi orgullo. Calla, pues. Ocultemos nuestro duelo, la queja es infecunda y nada alcanza; agonicemos contemplando el cielo ya que el cielo es nuestra ...
Cantiga nuestra de Lil Picado
Tú venías de la muerte, yo de la fuente. Tú traías en las manos mi primera mirada de flor silente; yo tenía cantarcillos de musgo sobre la frente. El tiempo lo ha soñado, ¡ay bosque verde! Ay soledad de piedra que se sorprende del corazón de liquen que la acomete. ...El tiempo ...
Tú venías de Ana Inés Bonnin
Tú venías. Sobre un mar infinito de lumbre venias soñando. Y en tus ojos, despierta, venia la flor en su nieve. Tantos pájaros eran contigo, que arpegios gozosos imantaron la seca llanura, ¡y todo fue vuelo! Fue en el aire canción de azucena tejiendo su encaje. Fue una danza de luz ...
Cantares de Antonio Brañas
tú vives en mi mente... Antes de las estrellas inminentes Antes del fuego diseminado Antes de la luz reconstruida Antes de las voces calladas Antes de la rosa en la lluvia Antes de su mano olvidada Antes de los corazones en la carta de amor Antes de la tarde inmóvil bajo el árbol Antes ...
La voz a ti debida (I) de Pedro Salinas
Tú vives siempre en tus actos. Con la punta de tus dedos pulsas el mundo, le arrancas auroras, triunfos, colores, alegrías: es tu música. La vida es lo que tú tocas. De tus ojos, sólo de ellos, sale la luz que te guía los pasos. Andas por lo que ves. Nada más. Y si una duda te hace señas ...
Voz de Elsa Cross
Tu voz contra el atardecer. El viento empuja sobre el cristal las ramas de los altos encinos. Tu voz llena el espacio. Y no hay instrumentos para tu canto. Tu voz dibuja signos en el viento La noche va bordeando en silencio ese núcleo donde la luz se detiene todavía mientras tu voz, ...
Tu voz habla amorosa de Fernando Pessoa
Tu voz habla amorosa... Tan tierna habla que me olvido de que es falsa su blanda prosa. Mi corazón desentristece. Sí, así como la música sugiere lo que en la música no está, mi corazón nada más quiere que la melodía que en ti hay... ¿Amarme? ¿Quién lo creería? Habla con la misma voz ...
El poeta habla por teléfono con el amor de Federico García Lorca
Tu voz regó la duna de mi pecho en la dulce cabina de madera. Por el sur de mis pies fue primavera y al norte de mi frente flor de helecho. Pino de luz por el espacio estrecho cantó sin alborada y sementera y mi llanto prendió por vez primera coronas de esperanza por el techo. ...
El poeta habla por teléfono con el amor de Federico García Lorca
Tu voz regó la duna de mi pecho en la dulce cabina de madera. Por el sur de mis pies fue primavera y al norte de mi frente flor de helecho. Pino de luz por el espacio estrecho cantó sin alborada y sementera y mi llanto prendió por vez primera coronas de esperanza por el techo. ...
Tu voz... de Mariana Bernárdez
Tu voz Vibración de espacio sellado no me ata a la luz de la noche Nada dice del viajepor los siete cielos ni sobre los círculos del mar Distante como erupción de diáspora batalla para unir las puntas de la hora Los pies no se han desprendido pero los ojos hace mucho pisaronlas arenas de Odiseo ...
Tu voz de Romeo Murga
Tu voz, eso es lo que amo, más que tu corazón y casi más que a ti; esa cosa invisible que sale de tus labios, y junto a mis oídos, triste, viene a morir; esa cosa tan dulce con que tú me respondes y con que aquella tarde me dijiste que sí. Tu voz, eso es lo que amo. ¡qué bonita es tu voz! ...
Compañera de Juan Guzmán Cruchaga
Tu voz, viajera de muchos siglos, llegó apoyándose en un sueño. En ningún país la reconocían. No cabía en ningún recuerdo. No sigas. Quédate. Eres mía. Lo sé desde el alba del tiempo. Tus ojos perseguidos todavía tiemblan de miedo. Oscuras jaurías de angustia los acosaban. ...
Presencia de Eliodoro Aillón Terán
Tú vuelves en la espuma del torrente, cuando el sol gira sus raíces al fondo de las aguas. Tú vuelves en las noches de niebla, cuando la vida persiste junto a la ventana en las gotas de llovizna. Salpicada de ríos lejanos, tú vienes de la voz más antigua de la tierra. ...
Insomnio de Gerardo Diego
Tú y tu desnudo sueño. No lo sabes. Duermes. No. No lo sabes. Yo en desvelo, y tú, inocente, duermes bajo el cielo. Tú por tu sueño y por el mar las naves. En cárceles de espacio, aéreas llaves te me encierran, recluyen, roban. Hielo, cristal de aire en mil hojas. No, no hay vuelo que acerque hasta ti ...
Tú y yo nos encontramos... de María Sanz
Tú y yo nos encontramos en Washington Square. Me invitaste a cenar en un club, y la orquesta tocó para nosotros Indian summer... Bailamos inmersos en la noche neoyorquina. Más tarde, mi vestido brillaba abandonado sobre el suelo de aquel apartamento, ...
Madrigales (III) de Lil Picado
Tú yo sentados a cada lado del río frente a frente, con los pies metidos en el agua para siempre.
Asedio de José Miguel Ullán
Tú, cadáver, camina con madura amenaza de albor, fúnebre risa y ojos cerrados para darte prisa en deslizar el pie quebrado. Ay, jura por la capilla donde yacen dura cucarda, cetro, banderín, incisa boca de luto, patriarcal camisa. (A tiro hecho, la legión murmura.) Auxilio y brecha de lo Ausente. ...
Asedio de José Miguel Ullán
Tú, cadáver, camina con madura amenaza de albor, fúnebre risa y ojos cerrados para darte prisa en dslizar el pie quebrado. Ay, jura por la capilla donde yacen dura cucarda, cetro, banderín, incisa boca de luto, patriarcal camisa. (A tiro hecho, la legión murmura.) Auxilio y brecha ...
Pozo vertical de crecimiento de Françoise Roy
Tú, comulgando bajo las dos especies de la claridad de lo opaco Jean-Clarence Lambert Crecí tanto dentro del pozo que puedo tocar al mismo tiempo el fondo y el boquete que da claridad. El sol luce en lo alto, brillo de verano, fácula rodeada de azul. Hacia abajo, ...
Tú, del sur de José Luis Appleyard
Tu, del sur, de esa tierra que huyendo de los trópicos se sumerge en el río; de allá donde se borran las fronteras del alba, de allá donde florece la arena en la simiente, de allá trajiste, niña, tus ojos de agua y malva. En las manos de espuma del viento sur crispado tú viniste, pequeña; aún están ...
Poema del otoño de Rubén Darío
Tú, que estás la barba en la mano meditabundo, ¿has dejado pasar, hermano, la flor del mundo? Te lamentas de los ayeres con quejas vanas: ¡aún hay promesas de placeres en los mañanas! Aún puedes casar la olorosa rosa y el lis, y hay mirtos para tu orgullosa cabeza gris. ...
Nueva oración por el ebanista de Jorge Carrera Andrade
Tú, que ibas con tu padre carpintero a la altura, Señor, a cortar abedules y hacías con tus ojos parpadear los mil ojos diminutos del hacha y con tus tiernas manos llorar a las cortezas, ten piedad por este hombre que hizo plana su vida como una mesa humilde de madera olorosa. No conoció del mundo ...
Quinteto en La menor de Eliana Navarro
Tú, voz fugaz, soledad, adiós. Dentro, pura, la llama se consume. Asciende, lento, el mar su extraña música. La lágrima quemante, su perfume. En el cristal los ojos de la lluvia. De: La flor de la montaña Selección: Guido Ferrer
Tú, yo mismo de Salvador Novo
Tú, yo mismo, seco como un viento derrotado que no pudo sino muy brevemente sostener en sus brazos una hoja que arrancó de los árboles ¿cómo será posible que nada te conmueva que no haya lluvia que te estruje ni sol que rinda tu fatiga? Ser una transparencia sin objeto ...