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listado de poemas en audio por primeros versos letra t

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849 poemas con la letra "t"

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Plegarias contra el miedo (II) de Antonio Armenteros Álvarez
Temo no ser el que querían. Madre me palmotea suavemente: Pero hijo esa obsesión por las palabras . Cristo me ve ríe en toda su imagen alguna vez él y yojugamos a des-clavarnos escupir frente a las cruces no ser infinitamente normales. Ahora temo que el reloj se quiebre la arena ...
Temo que el infierno de Andrea Cote Botero
Temo que el Infierno sea tan largo como el silencio de Dios que su tiempo esté habitado por el frío de los templos. Temo que el silencio sea silencio afuera de la muerte que luego del tiempo aún conservemos la memoria Temo no dormir...
Escrito junto a una flor azul de Pablo Antonio Cuadra
Temo trazar el ala del gorrión porque el pincel no dañe su pequeña libertad. Anote el poderoso esta ley del maestro cuando legisle para el débil. Escuche este adagio del alfarero la muchacha cuando mis labios se acerquen.
Niágara de José María Heredia
Templad mi lira, dádmela, que siento En mi alma estremecida y agitada Arder la inspiración. ¡Oh! ¡cuánto tiempo En tinieblas pasó, sin que mi frente Brillase con su luz...! Niágara undoso, Tu sublime terror sólo podría Tornarme el don divino, que ensañada Me robó del dolor la mano impía. ...
La estación de los nortes de José María Heredia
Témplase ya del fatigoso estío El fuego abrasador: del yerto polo Del septentrión los vientos sacudidos, Envueltos corren entre niebla oscura, Y a Cuba libran de la fiebre impura. Ruge profundo el mar, hinchado el seno, Y en golpe azotador hiere las playas: Sus alas baña Céfiro en frescura, ...
Lo que yo más amo de Marta Zabaleta
Tendí las arenas en tu playa para que por tus venas pasaran mis misterios. Tendí en mi cama las sábanas para escuchar el ritmo de tu cuerpo. Tendieron las velas los barcos solitarios se estrellaron las olas en su cansancio Y cuando nieva el río se silencia y vuelve escarcha ...
Mujer de María Cristina Orantes
Tendida bajo el ala de la vida, De par en par abierta la mirada, Bebiéndose de un sorbo la jornada Que en el tiempo dejara suspendida. Vuelta sombra la piel estremecida, Mariposa que yace traspasada, Blanca vela que ondea desplegada En la quieta llanura humedecida. Abeja laboriosa ...
Guitarra de Nicolás Guillén
Tendida en la madrugada, la firme guitarra espera: voz de profunda madera desesperada. Su clamorosa cintura, en la que el pueblo suspira, preñada de son, estira la carne dura. ¿Arde la guitarra sola? mientras la luna se acaba; arde libre de su esclava bata de cola. Dejó al borracho en su coche, ...
Tendida y desgarrada de Octavio Paz
Tendida y desgarrada, a la derecha de mis venas, muda; en mortales orillas infinita, inmóvil y serpiente. Toco tu delirante superficie, los poros silenciosos, jadeantes, la circular carrera de tu sangre, su reiterado golpe, verde y tibio. Primero es un aliento amanecido, ...
Relámpago en reposo de Octavio Paz
Tendida, piedra hecha de mediodía, ojos entrecerrados donde el blanco azulea, entornada sonrisa. Te incorporas a medias y sacudes tu melena de león. Luego te tiendes, delgada estría de lava en la roca, rayo dormido. Mientras duermes te acaricio y te pulo, hacha esbelta, ...
Nocturno en Al-Mansurâh de Alvaro Mutis
Tendido en un jergón de la humilde moradadel escriba Fakhr-el-Din, Luis de Francia, noveno de su nombre,ausculta la noche del delta.Los pies descalzos de los centinelaspisan el polvo del desierto que llega con el viento.Insomne, el prisionero ha vigilado paso a paso la invasiónde las sombras. ...
Viento negro (Fragmento III) de César Brañas
Tendido estás, isla inmóvil Ya en la densa mar del tiempo. Los riachuelos azules de tus venas Se desperezan sin rumor por los cauces de piedra de la muerte, húmeda lava de la muerte. Sobre tu pecho, pálidas manos decaídas, sin voluntad de alas, custodian las puertas del sueño. ...
Los novios de Octavio Paz
Tendidos en la yerba una muchacha y un muchacho. Comen naranjas, cambian besos como las olas cambian sus espumas. Tendidos en la playa una muchacha y un muchacho. Comen limones, cambian besos como las nubes cambian sus espumas. Tendidos bajo tierra una muchacha ...
El verano de Josela Maturana
Tendrán que venir los ojos del estío, ojos perfilados al horizonte como lunas o albercas turbias de espejos más recientes. Tendrán que venir con los vivos y los desconocidos, con los abandonados por la brasa de agosto y el metálico juicio de un cuerpo al que yo amé al calor que hoy ...
Tendré que volverme de regreso... de Eloísa Sánchez Barroso
Tendré que volverme de regreso, reclamando nada... Y las vides se agostan en mis brazos, y los pámpanos marchitos se aferran a mis pechos. Y un extraño pájaro en su garganta herido entre mis dedos se muere, se muere, se muere... Mujeres de carne y verso. ...
Libertad de Otto Rene Castillo
Tenemos por ti tantos golpes acumulados en la piel, que ya ni de pie cabemos en la muerte. En mi país, la libertad no es sólo un delicado viento del alma, sino también un coraje de piel. En cada milímetro de su llanura infinita está tu nombre escrito: libertad. En las manos torturadas. En los ojos, ...
La barca de Caronte de Rodolfo Serrano
Tenemos que quedar alguna tarde. Hablar de aquellos años, cuando éramos lo mejor de cualquier generación que hubiera habido nunca en estas tierras. Yo sigo igual. Lo mismo. Aunque los hijos no me dejen vivir con esa vida de noches locas. Yo no sé qué quieren. ...
Poema de Ricardo Yáñez
Tenemos que rodear este tiempo de pájaros, dijo la prima Eva, que sabía de la inutilidad de todo esfuerzo, por lo cual -ella agónica- me sorprendió. ¿Te acuerdas que reía?, musitó como en fiebre y fue cuando el relámpago partió en dos su árbol. Partía ella hacia el fondo de sí, hacia la sangre ...
Tener 30 años de Carmen Ollé
Tener 30 años no cambia nada salvo aproximarse al ataque cardíaco o al vaciado uterino. Dolencias al margen nuestros intestinos fluyen y cambian del ser a la nada. He vuelto a despertar en Lima a ser una mujer que va midiendo su talle en las vitrinas como muchas preocupada por el vaivén ...
Batalla al borde de una catarata de César Moro
Tener entre las manos largamente una sombra De cara al sol Tu recuerdo me persiga o me arrastre sin remedio Sin salida sin freno sin refugio sin habla sin aire El tiempo se transforma en casa de abandono En cortes longitudinales de árboles donde tu imagen se disuelve en humo ...
Sullivan Street de José María Fonollosa
Tener hijos es cosa de mediocres, ineptos sensualmente, analfabetos sexuales o de gente irresponsable. O es un pobre y mezquino agarradero para dejar constancia de su paso por el tiempo de la vida. A través de otros. La adopción de este medio deshonesto delata su estulticia ...
Memorandum de Dina Posada
Tener memoria es desgajarse por las calles en noche silenciosa. Recordar es triturar algo ácido con las manos heridas Evocar a veces es morir irremediablemente.
Fiel amor de David Escobar Galindo
Tener tus manos en mi pecho unidas como las fuerzas del poder sagrado, para que no haya pozo del pasado que aprisione las aguas de otras vidas. Tener tus labios sobre mis heridas como el ungüento del amor confiado, para que no haya fuego desvelado que le imponga al presente ...
Tener un hijo hoy de Gloria Fuertes
Tener un hijo hoy... para echarle a las manos de los hombres -si fuera para echarle a las manos de Dios. Tener un hijo hoy, para echarle en la boca del cañón, abandonarle en la puerta del Dolor, tirarle al agua de la confusión. Tener un hijo hoy, para que pase hambre y sol, para que no escuche mi voz, ...
Mediodía de Jaime Torres Bodet
Tener, al mediodía, abiertas las ventanas del patio iluminado que mira al comedor. Oler un olor tibio de sol y de manzanas. Decir cosas sencillas: las que inspira el amor... Beber un agua pura, y en el vaso profundo ver coincidir los ángulos de la estancia cordial. Palpar, en un durazno, ...
La pareja de Leopoldo de Luis
Tenerte cerca. Hablarte. Y besarte en silencio. Y sentir el contacto caliente de tu cuerpo. Sentir que vives, trémula, aquí, contra mi pecho. Que mis brazos abarcan tus límites perfectos. Que tu piel electriza las yemas de mis dedos. Que la vida se ahoga en el hilo de un beso. ...
Diccionario de Amada Libertad
Tenés razón al ponerme cien palabras que me recuerden la dicción de mi tierra pero te pido comprendas que las hojas no entienden de sacramento ni raza, que estos caminos lo único que saben es de sacrifico y miseria y eso no necesita ortografía. Eso necesita de la mano que dicta una consigna ...
Yo soy rebelde porque el mundo me hizo así de Esteban Charpentier
Tengo 40 años, bueno... 43, pretendo no pasar por un hombre serio He tenido mis fracasos pero no por eso practicaría yoga, soy un bebedor social, lo malo es que casi nunca ando solo y no es que no sea un solitario ...Ud. me entiende ya no voto a nadie, dicen que está mal hacer eso, ...
Tengo a la muerte de Edmundo Retana
Tengo a la muerte esperándome en la sala desde hace tiempo espera con gesto grave mirándose las manos no tiene prisa cuenta con todo el tiempo del mundo y yo finjo no saberlo Selección: Adriano Corrales Arias
Tengo a los dioses cerca de mí de Gustavo Osorio
Tengo a los dioses cerca de mí. De nuevo estoy entre mis cosas, entro en su posesión. Sin embargo, aguardo a que alguien me traiga mi mejor vestido; y que hasta el fin multiplique su sabiduría para conocerme y sepultar lo viviente. Como el adúltero que espía en la noche y dice: ...
Trilce (Poema XLVIII) de César Vallejo
Tengo ahora 70 soles peruanos. Cojo la penúltima moneda, la que suena 69 veces púnicas. Y he aquí, al finalizar su rol, quémase toda y arde llameante,llameante, redonda entre mis tímpanos alucinados. Ella, siendo 69, dase contra 70; luego escala 71, rebota en 72. Y así se multiplica ...
Compromisos antiguos de José García Nieto
Tengo algunos antiguos compromisos de los que quisiera liberarme ahora recordando. Por ejemplo aquel con el niño pobre y no sé si mi amigo de Covaleda solo y rubio y ralo de pelo atento ante la nieve y nuestra puerta haciéndome envidiar su rueda fresca con la llanta de corteza ...
La nueva ciudad de Susana Reyes
Tengo dos meses de poemas esperándote en la mesa, un chorro de sueños pendientes en mi almohada la soledad más grande que pudo sentir la casa sin vos. Tengo también las últimas noticias, el reloj con la hora afilada, la cama que se encorva para evocarme tu silueta, la geografía ...
Tengo el alma quemada de José Saramago
Tengo el alma quemada Por saliva de sapo Fingiendo que descubro Tapo La palabra me infecta Bajo la piel de apariencia Pongo remedio seguro Paciencia En esta mal no se vive Pero tampoco se muere Cuando el ave no vuela Corre Quien no llega a las estrellas Las puede ver desde la tierra ...
Tengo el caballo a la puerta de Manuel Benítez Carrasco
Tengo el caballo a la puerta, ¿te quieres venir conmigo?. Yo no te obligo. Sólo te brindo ocasión de darte en mi soledad una casa, un corazón y un cariño de verdad. ¿Qué no quieres...? Allá penas. Mientras yo tenga en mis venas sangre de piropo y ronda; mientras, por mas que se esconda, ...
No me pregunten de Pablo Neruda
Tengo el corazón pesado con tantas cosas que conozco, es como si llevara piedras desmesuradas en un saco, o la lluvia hubiera caído, sin descansar, en mi memoria. No me pregunten por aquello. No sé de lo que están hablando. No supe yo lo que pasó. Los otros tampoco sabían ...
Presentimiento de Alfonsina Storni
Tengo el presentimiento que he de vivir muy poco. Esta cabeza mía se parece al crisol, purifica y consume, pero sin una queja, sin asomo de horror. Para acabarme quiero que una tarde sin nubes, bajo el límpido sol nazca de un gran jazmín una víbora blanca que dulce, ...
Presentimiento de Alfonsina Storni
Tengo el presentimiento que he de vivir muy poco. Esta cabeza mía se parece al crisol, Purifica y consume. Pero sin una queja, sin asomo de horror, Para acabarme quiero que una tarde sin nubes, Bajo el límpido...
Tengo... de Haroldo Shetemul
Tengo el tiempo luctuoso petrificado en las venas en anaqueles y fantoches La orfebrería de sus continentes renace y se va en cada paso de día que languidece entre los árboles del cielo Tengo el hambre de luz grabado en la arcilla y levanto los adoquines para encontrar aunque sea ...
Las cartas secuestradas de Juan Gonzalo Rose
Tengo en el alma una baranda en sombra. A ella, diariamente, me asomo matutino, a preguntar si no ha llegado carta; y cuántas veces la tristeza celebra con mi rostro sus óperas de nada. Una carta. Que me escriba una carta la que me hizo los ojos negros y la letra gótica, que me escriba...
La forma de tu voz de César Miró
Tengo en las manos el eco de tu cuerpo Como guarda mi oído la forma de tu voz Y la rosa y la estrella se confunden en mi alma Y la flor se hace llama y la luz se hace flor. Tengo en las manos el eco de tu cuerpo Que en silencio florece con un nuevo color; Y al fondo de mis ojos tus ojos...
Nocturno de Julio Cortázar
Tengo esta noche las manos negras, el corazón sudado como después de luchar hasta el olvido con los ciempiés del humo. Todo ha quedado allá, las botellas, el barco, no sé si me querían y si esperaban verme. En el diario tirado sobre la cama dice encuentros diplomáticos, ...
Tengo estos huesos hechos a las penas... de Miguel Hernández
Tengo estos huesos hechos a las penas y a las cavilaciones estas sienes: penas que vas, cavilación que vienes como el mar de la playa a las arenas. Como el mar de la playa a las arenas, voy en este naufragio de vaivenes, por una noche oscura de sartenes redondas, pobres, tristes y morenas. ...
Tengo frío junto a los estandartes... de Julia Otxoa
Tengo frío junto a los estandartes, el rumor de sus himnos hiela mi corazón como la negra memoria de una guerra perpetua. Poema seleccionado por la autora
Tengo frío junto a los manantiales... de Antonio Gamoneda
Tengo frío junto a los manantiales. He subido hasta cansar mi corazón. Hay yerba negra en las laderas y azucenas cárdenas entre sombras, pero, ¿qué hago yo delante del abismo? Bajo las águilas silenciosas, la inmensidad carece de significado. De: El libro del frío
La lenta muerte llega de Manuel José Arce Leal
Tengo ganas de un poco de entusiasmo que no siento hace tiempo. No sé por qué no sabe a nada vivo ni el mes, ni la avenida, ni la luz,ni el orgasmo. En realidad también tengo la culpa y me declaro honestamente reo de una gris negligencia que por todo mi cuerpo se pasea ...
Al oído del tiempo de Vicente Huidobro
Tengo grandes sueños que acumulan tesoros en las raíces de los árboles Tengo ese oficio que hace morir al mar Voy andando en semejanza de cosa alada A veces canto porque las lágrimas se hacen demasiado gruesas El universo viene a picotear en mis manos Los que no saben lo espantan ...
Tengo la boca amarga de Antonio Gala
Tengo la boca amarga y no he mordido; el alma, atroz, y la canción, tronchada. No sé qué fuerza traigo en la mirada, ni qué traigo en mi cuello, de vencido. No sé ni cómo ni por qué he venido. Esto es todo: llegué; no sé más nada. No me importa el quehacer ni la jornada, ...
Riqueza de Gabriela Mistral
Tengo la dicha fiel y la dicha perdida: la una como rosa, la otra como espina. De lo que me robaron no fui desposeída: tengo la dicha fiel y la dicha perdida, y estoy rica de púrpura y de melancolía. ¡Ay, qué amante es la rosa y qué amada la espina! Como el doble contorno ...
Reflexión sobre mis pies de Daisy Zamora
Tengo los pies de mi padre: delgados, largos, pálidos pies de venas azulosas; huesudos pies de hombre distintos de los pies de mis hermanas redondos, suaves, leves pies de mujer. Mis pies estrechos como espátulas que usaron calcetines y zapatos escueleros traficaron corredores, ...