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listado de poemas en audio por primeros versos letra t

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680 poemas con la letra "t"

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Te encuentras entre letras... de Eleonora Requena
Te encuentras entre letras para ahogar mermado don en compañía y distracción la vida se acompasa clarea tu desdény arrecia sin embargo en un minuto probo paladeas el matiz de tus ausenciastu opción hacer contigo paces o hacer guerra ...
Madre de Yanira Soundy
Te encuentro lejanamente ausente, húmeda en silencios. Abriendo la memoria al viejo sillón desocupado de mi padre, con el alma perdida, amando lo que no está, lo que se ha ido. Yo que te busco para hacer frente a mis problemas, para estar cerca de ti, en las noches de viento, ...
A Dorila de José María Blanco White
Te engañas, mi Dorila, si juzgas que rendido de amar sin esperanza se verá el pecho mío; que no, no es tan tirano, cual dicen, el Dios niño, y sabe aun con las ansias dar premios exquisitos. Son necios los amantes que llaman su dominio cruel, y que maldicen sus cadenas y grillos. Dorila, yo te adoro; ...
Algo sobre la muerte del Mayor Sabines (VI) de Jaime Sabines
Te enterramos ayer. Ayer te enterramos. Te echamos tierra ayer. Quedaste en la tierra ayer. Estás rodeado de tierra desde ayer. Arriba y abajo y a los lados por tus pies y por tu cabeza está la tierra desde ayer. Te metimos en la tierra, te tapamos con tierra ayer...
Te enterramos ayer... de Jaime Sabines
Te enterramos ayer. Ayer te enterramos. Te echamos tierra ayer. Quedaste en la tierra ayer. Estás rodeado de tierra desde ayer. Arriba y abajo y a los lados por tus pies y por tu cabeza está la tierra desde ayer. Te metimos en la tierra, te tapamos con tierra ayer...
Carta con pétalos de David Escobar Galindo
Te envío un breve sobre en el que cabe apenas el aroma que se atreve adentro hay un cristal que ayer fue nieve, y ahora es un sutil rumor sin llave. La página doblada es una nave que transporta el soneto de ala breve. Anhelante favor que el pulso mueve, retenido en la cruz que ya se sabe. ...
Carta de Elvio Romero
Te escribiré mi amor, desde un sonido de tierra apretujada, desde un hondón, de pie, desde un frondoso confín de llamaradas, desde donde sus pétalos la Rosa de los vientos deslava; de allá te escribiré, a la luz profunda de una estrella lejana, desde donde me encuentres ...
Carta de Roma de Meira Delmar
Te escribo, amor, desde la primavera. Crucé la mar para poder decirte que, bajo el cielo de la tarde, Roma tiene otro cielo de golondrinas, y entre los dos un ángel de oro pasa danzando. La cascada de piedra que desciende por Trinitá dei Monti hasta la plaza, se detuvo de pronto . ...
Poema XIV de El corazón, la nada de Eduardo Moga
Te esperaba en el alambre del día, comiendo latidos, sofocando el grito de los huesos. A veces, sin embargo, cuando las poleas levantaban relámpagos y la noche sabía a almacén, callaba. Recordaba entonces las cosas pequeñas: la luna húmeda que encendía nuestros pasos ...
Angel en mí de Raúl Contreras
Te estoy hablando bajo, muy bajito, Sin voz, como se le habla a los querubes. Pero sé que me entiendes y que subes Del fondo de mi sangre hasta mi grito. ¿Grito? ¿Por qué? Si mi dolor contrito Se percibe sonriendo entre las nubes. ¡Si estoy aguardando a que te incubes En la sed ...
Congratulation de Julio Iraheta Santos
Te felicito hijo, porque juegas en rincones y hablas con arañas. Es bueno acostumbrarse a lo húmedo y oscuro. Es bueno. Puede ser que mañana alguien venga a romper tus arcoiris. Te felicito, y te juro que al principio me extrañó tu juego, pero hoy comprendo tu viveza, ...
Andenes de Jorge Teillier
Te gusta llegar a la estación cuando el reloj de pared tictaquea, tictaquea en la oficina del jefe-estación. Cuando la tarde cierra sus párpados de viajera fatigada y los rieles ya se pierden bajo el hollín de la oscuridad. Te gusta quedarte en la estación desierta cuando no puedes abolir ...
Suceso de Nadia Contreras
Te gusta mirar el sol en mitad de la luna Antes del asombro hay silencio Recuerdo Luego la oscuridad Hasta el cuarto donde tu madre Aguarda el momento El alfiler en la falda del vestido La protege Tu hermano está a punto de nacer Del libro inédito: Valle de espejos ...
Inscripción 178 de Raúl Zurita
Te hablan ahora las rompientes de tu vida Te cuentan de las falsas Itacas, del naufragio en costas remotas de tu cansancio doblándote hacia las olas Te dicen que más allá está el final de la tierra que allí el mar se derrumba, que tu mar amado se derrumba y que los barcos nunca han vuelto ...
Sonámbulos de José Manuel Arango
Te hablo y mis palabras se rompen en el borde de tu sueño, se entretejen con él, se mudan. Me das la mano y no recibo tu mano en mi sueño, porque allí no penetra tu mano que se hace otra para ser mía. Alguien dice algo según su sueño y alguien otro lo oye desde el suyo. Alguien entrega algo ...
Que ahorita vuelve de Coral Bracho
Te hace una seña con la cabeza desde esa niebla de luz. Sonríe. Que sí, que ahorita vuelve. Miras sus gestos, su lejanía, pero no la escuchas. Polvo de niebla es la arena. Polvo ficticio el mar. Desde más lejos, frente a ese brillo que lo corta te mira, te hace señas. Que sí, que ahorita vuelve. ...
Difunto solo de Roque Dalton
Te han llevado a enterrar casi a empujones bajo un cielo de plata manchado de palomas. Todo el mundo contento: en adelante ibas a ser problema de la tierra, larga semilla, sótano de la grama. Con el apuro no alcanzó para cruz, pues este duro leño con cuernos no remeda una cruz. Y el girasol salvaje ...
Todavía en silencio de José García Nieto
Te han nacido los ojos con preguntas, y sin cesar me asedias preguntando. Y yo sin contestar... Hija ¿ hasta cuando mudos tú y yo: dos ignorancias juntas? ¿ Hasta cuándo en silencio irán las yuntas de tu asombro y mi amor; de mí, temblando, y de tí, poco a poco, ...
Viajes de Penélope (27) de Juana Rosa Pita
Te has dado a la pasión de los espejos quijote de los mares: echas tu vida a pique por la fama te das brillo en los hombros y crees que los gigantes se convierten en rústicos delfines Se te detiene el tiempo en los palacios donde cantan tus glorias y lloras a luz viva los recuentos de olvido: ...
Sátira primera (A Rufo) de Jon Juaristi
Te has decidido, Rufo, a probar suerte en un certamen de provincias donde ejerzo casualmente de jurado, y encuentro razonable que me llames, al cabo de diez años de silencio, preguntando qué pasa con mi cátedra, qué fue de aquella chica pelirroja con quién ligué el ochenta en Jarandilla, ...
Te has ido... de Ada Salas
Te has ido como el sol. Una boca de tierra te había comulgado. Luego sólo la llama enmudecida. (De: La sed)
La estación de los pájaros (III) de Nora Méndez
Te he amado En ti y en otros amantes Bajo cada piel Encontré un carrusel de manos Una sed de mar en los costados Y los sonidos Esos pájaros tempranos En el amor tocados Armonía jadeante Brotando de una flor Y un tallo Ha sido mi amor Un amor itinerante Amigo de la Veranera ...
Te he buscado en la entraña de tu nombre de Margarita Carrera
Te he buscado en la entraña de tu nombre Guatemala. He buscado tu génesis y tus dioses de maíz y de vegetales alientos. Te he buscado en tu distancia y en mi ausencia en tu súbito llanto y en tu sangre derramada. Te he buscado en tu dolor moreno y en tu recia mirada de obsidiana. ...
Libres hasta de nosotros mismos de Marco Antonio Valencia Calle
Te he dicho cosas horribles que te hieren toda, desde los huesos hasta la dignidad, y resistes sin morir porque eres joven y te faltan historias de amor por escuchar. Mis argumentos son que todo pasa porque el destino tiene sus hilos y la silueta del barco sus rutas en el mar. ...
Ars Amandi (12) de José de Jesús Martínez
Te he escrito estos versos para que otros puedan amar en otras a ti. Para poder seguir amándote después de muerto. Para poder seguir amándote después de que ya no te ame. Para poder seguir amándote después de que te pudras en el tiempo. Para que los leas cuando estés vieja ...
Animal a cuatro patas de Nadia Contreras
Te he mentido Olga Lucía. Ahora que tú me escuchas desde el espejo En que te contemplo desnuda Quiero decirte que para ti la vida no ha sido Tan mala. También fui yo la que se quedó sola. No el dolor entre las piernas Pero sí el abandono como una mina estallando Mi cuerpo. ...
Te he querido, tu bien lo sabes. de Elsa López
Te he querido, tu bien lo sabes. Te he querido y te quiero a pesar de ese hilo de luto que me hilvana al filo de la tarde. Y tengo miedo. De la lluvia, del pájaro de nubes, del silencio que llevo conmigo a todas partes. Tengo miedo a la noche, a quedarme encerrada entre alambres del sueño, ...
La oruga de José Watanabe
Te he visto ondulando bajo las cucardas, penosamente, trabajosamente, pero sé que mañana serás del aire. Hace mucho supe que no eras un animal terminado y como entonces arrodillado y trémulo te pregunto: ¿sabes que mañana serás del aire? ¿te han advertido que esas dos molestias ...
Marina de Blanca Andreu
Te he visto, océano te he galopado a lomos de un violín de madera pulida de un potro alabeado del color del cerezo y eras, océano un prado de hierba azul en movimiento. Como si fueras el propio olvido te he visitado océano emperador de las aguas espejo profundo del cielo y he visto en tus eternas ...
Cuerpo de José Antonio Cedrón
Te hicieron enemigo del que llevas. Dos siglos de enseñanzas contra tu voluntad la mía. Dos mil años. Ese extraño, mi cuerpo, era la sombra intrusa que castigan los dioses del cielo y de la tierra. El otro, oculto. Nos ha llevado tiempo conocernos separar del silencio ...
Un muchacho Andaluz de Luis Cernuda
Te hubiera dado el mundo, muchacho que surgiste al caer de la luz por tu Conquero, tras la colina ocre, entre pinos antiguos de perenne alegría. Eras emanación del mar cercano? Eras el mar aún más que las aguas henchidas con su aliento, encauzadas en río sobre tu tierra abierta, ...
Onanística de Luis Alvarenga
Te imagino saliendo recién parida húmeda de una quebrada que sólo yo sé el cabello apenas en el lunar dos lunas líquidas de pronto endurecidas Te sabés acosada por las pandillas del deseo los niños de la bala aún no se han quitado los pasos Te sabés acosada por los poetas ...
Nada de Andrés Trapiello
Te imagino, lector, dentro de muchos años leyendo estas palabras. En tu mesa una luz de bujía y una rosa anunciarán el sueño, un cuerpo, nada. Es inútil que busques. En la ceniza hay brasas que podrías tener entre las manos sin quemarte. En tu pulso, avisos, aprensiones, también nada. ...
Invitación de José María Gabriel y Galán
Te invito desde el destierro. Sin despecho, sin rencores. En este risueño encierro, hospital de mis dolores, estoy cantando el entierro de nuestros muertos amores. ¡Prevista estaba la suerte! Inquietos y casquivanos, y puestos entre tus manos, murieron de mala muerte, que no hay cosa. ...
Conjuros para el primer viento de Raquel Huerta - Nava
Te invoco ahora después de tanto tiempo de todas las derrotas de la carne en los grises pasillos de hospital donde los blancos sueños de la muerte desfilan como el fuego de san Telmo(hospicios de escritura) Te llamo ahora después de tanto tiempo gradación de intensidades ...
La lengua de las mareas (7) de Christian Formoso Bavich
Te irás con la rapidez que sucede a los años de guerra, y con la languidez que precede al músculo agónico murmuraré palabras claras de despedida a tu cadáver, a tu cuerpo desnudo. Interminablemente, algo me espera sobre el andén. ...
Terceras referencias (VII) Epigra / fe de Galvarino Plaza
Te levantas / eres aún ese niño idiota corriendo ciega- Mente tras extendidas manos nunca ami- gas / con el mismo amor o su esperanza caes en el sue- ño / das la nota en los lugares / cerca o lejos irrum- Pes en el inconformismo de las grandes ceremonias /La poesía ha sido ...
Porvenir de Angel González
Te llaman porvenir porque no vienes nunca. Te llaman: porvenir, y esperan que tú llegues como un animal manso a comer en su mano. Pero tú permaneces más allá de las horas, agazapado no se sabe dónde. ¡Mañana! Y mañana será otro día tranquilo un día como hoy, jueves , ...
Es melancolía de Eduardo Carranza
Te llamarás silencio en adelante. Y el sitio que ocupabas en el aire se llamará melancolía. Escribiré en el vino rojo un nombre: el tu nombre que estuvo junto a mi alma sonriendo entre violetas. Ahora miro largamente, absorto, esta mano que anduvo por tu rostro, que soñó ...
Sueño de Emilio Prados
Te llamé. Me llamaste. Brotamos como ríos. Alzáronse en el cielo los nombres confundidos. Te llamé. Me llamaste. Brotamos como ríos. Nuestros cuerpos quedaron frente a frente, vacíos. Te llamé. Me llamaste. Brotamos como ríos. Entre nuestros dos cuerpos, ¡qué inolvidable ...
Te quiero de Luis Cernuda
Te lo he dicho con el viento, jugueteando como animalillo en la arena o iracundo como órgano impetuoso; Te lo he dicho con el sol, que dora desnudos cuerpos juveniles y sonríe en todas las cosas inocentes; Te lo he dicho con las nubes, frentes melancólicas que sostienen el cielo, ...
Te mando ahora a que lo olvides todo de Carilda Oliver Labra
Te mando ahora a que lo olvides todo: aquel seno de nata y de ternura, aquel seno empinándose de un modo que te pudo servir de tierra dura; aquel muslo obediente pero fiero, que venía de sierpes milenarias; aquel muslo de carne y de me muero convocado en las tardes solitarias; ...
La lengua de las mareas (8) de Christian Formoso Bavich
Te miraba. Fuiste un espía luminoso, el reflejo de un ángel cayendo despacio. Te miraba, y a pesar de mis lágrimas al tocar tierra te desvaneciste. De: La lengua de las mareas Selección: Guido Ferrer
Te miro mirarte en mi cuerpo... de Luis Alberto Arellano
Te miro mirarte en mi cuerpo, ser el eco de mis miembros. Atrevo el contorno de tu sexo. Nada puede vencer la crudeza del silencio. Nada puede el fragor de la carne ni el húmedo roce, nada la memoria del estruendo. Nada puede el silencio en contra del silencio. Es esta la materia del ...
Pérdida de inocencia de Nora Murillo
Te molesta el retoñar de mis ramas las flores que me brotan lo verde de mis hojas Estás con miedo porque va desapareciendo esa triste palidez que te gustó al conocerme Me ves como sombra que opaca tus deseos esos... los que de niño aprendiste y ahora no te permiten ...
Arte mayor (V) de Margarita Arroyo
Te necesito, amor con tus metales. Agrio tu aliento de tabaco y cerveza. Tu pecho por mi espaldatobogán que maduraen húmedos carbones. Te necesito a trancos galopando en mi nuca. Mujeres de carne y verso. Antología poética femenina en lengua española del siglo XX. ...
Después de Amado Nervo
Te odio con el odio de la ilusión marchita. ¡Retírate! He bebido de tu cáliz, y por eso mis labios ya no saben dónde poner su beso; mi carne, atormentada de goces, muere ahíta. Safo, Crisis, Aspasia, Magdalena, Afrodita, cuanto he querido fuiste para mi afán avieso. ¿En dónde hallar espasmos, ...
Te pido todo menos el corazón de José María Cuéllar
Te ofrezco este ramo de rosas Para que tu mirada se lo vaya comiendo poco a poco Porque llegarán los días En que no podrás luchar más conmigo Y tendrás que ceñirte Tú sola la corona Pero Te pido todo Menos el corazón que dejo a quienes honren tu nombre Y se sienten a tu mesa ...
Ofrenda de Matilde Alba Swann
Te ofrezco la serena languidez de mi pena, la tristeza que acaso no di a nadie a mi paso. El supremo pecado En virtud sublimado. Agua clara en el jarro que es mi cuerpo de barro un ciclón hecho brisa por tu sola sonrisa. (Canción y grito, 1955)
Maldición de María Mercedes Carranza
Te perseguiré por los siglos de los siglos. No dejaré piedra sin remover Ni mis ojos horizonte sin mirar. Dondequiera que mi voz hable Llegará sin perdón a tu oído Y mis pasos estarán siempre Dentro del laberinto que tracen los tuyos. Se sucederán millones de amaneceres y de ocasos, ...