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listado de poemas en audio por primeros versos letra m

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789 poemas con la letra "m"

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Romance de hombre nocturno de Oscar Castro
Mi yegua subía, lenta con firmes pasos de bronce. La noche de crucifijos fulgía sobre los montes. Andaba el agua desnuda En claras conversaciones Con los grillos y las piedras Y las huidas cancionesEs mala la noche amigo, y en el monte andan ladrones ¡Buen viejo!, me lo decía ...
Mía de nadie de Mía Gallegos
Mía gallegos. Mía de nadie. Mía de mí. Sin una biografía. Tierna. Casi ácida. Con un destino trazado en una cruz. Mía Gallegos. Mía de nadie, de nadie, nadie, nadie, nadie. Aferrada a la ternura como único pan que no consuela. Mía de nadie. Mía de mí. Sin aire. Umbría. ...
Mía de Rubén Darío
Mía: así te llamas. ¿Qué más armonía? Mía: luz del día; mía: rosas, llamas. ¡Qué aromas derramas en el alma mía, si sé que me amas, ¡oh Mía!, ¡oh Mía! Tu sexo fundiste con mi sexo fuerte, fundiendo dos bronces. Yo, triste; tú, triste... ¿No has de ser, entonces, mía hasta la ...
El gato bandido de Rafael Pombo
Michin dijo a su mamá...
Filtri d’amore de Carlota Caulfield
miel en todos los panes miel en todas las bocas miel en ti, amado mío, con una pizca de canela, y una cucharadita de vainilla.
La vejez de Vicente Riva Palacio
Mienten los que nos dicen que la vida Es la copa dorada y engañosa Que si de dulce néctar se rebosa Ponzoña de dolor guarda escondida. Que es en la juventud senda florida Y en la vejez, pendiente que escabrosa Va recorriendo el alma congojosa, Sin fe, sin esperanza y desvalida. ¡Mienten! ...
Cartas interdimensionales (2) de Juana Rosa Pita
Mientras aguardo ante el papel en blancola precisa intuición que inaugure el desfile de palabras, un arqueólogo en Lima saca a luz una pareja que duró milenios hasta mostrarnos su soñar gemelo. Rollizos como infantes más vestidos al uso de la gente. Y aquí me ves cavando ...
La jornada perdida de Gustavo Osorio
Mientras camino, con mis manos desgarradas por sus muchos furores, Voy viendo los muertos que se ocultaban en mi pelo. Voy viendo sus sombras lineales que se descuelgan sobre mis huesos, Sus entreabiertos costados Por los que se escapa una luz húmeda. Pesan mis dedos ...
Quisqueyana de Gastón Fernando Deligne
Mientras combate hermano contra hermano, la savia tropical fecunda amores, y cuaja frutos y burila flores, sin aprensión de invierno ni verano. Mientras riega la sangre loma y llano, espíranse de valles y de alcores voluptuosos arrullos gemidores que no interrumpe el grito del milano. Y cuando para ...
Mientras como este pan de Eliseo Diego
Mientras como este pan que me aprovecha porque en Cuba se fue al exilio el hambre con su madre avaricia de la mano —pues la doña no escucha otro argumento sino el alto clamor de la metralla— pienso en aquel que fui no sé ni cuándo y en el otro que soy en otra parte comiendo a gusto...
La plaza de Cé Mendizábal
Mientras cruzo la plaza, la noche queda estática. De aquí y de allá viejas risas salen al encuentro como animales conocidos y fieles. Un puñado de sombras persigue alegre una pelota que rebota lenta e incansable hasta perderse en lo hondo. La memoria se abre en un abanico: ...
Mientras desciende el sol... de Félix Grande
Mientras desciende el sol, lento como la muerte, observas a menudo esa calle donde está la escalera que conduce a la puerta de tu guarida. Dentro se encuentra un hombre pálido, cumplida ya, remota la mitad de su edad; fuma y se asoma hacia la calle desviada; ...
Tragaluz inédito (10) de David Escobar Galindo
Mientras dormimos enlazados, los caudales del ser forman un solo río. Y al despertar volvemos a estar solos ante el mismo océano. (De: El jardín sumergido)
No existe más oasis que tu cuerpo de Agustín Labrada Aguilera
Mientras dura el relámpago, ardemos lluviosos en su aroma que ilumina tu cama hasta volverla un bote, donde está la pasión tras el diluvio. Mientras dura el relámpago -cuyas águilas roen nuestro ayer-, somos bajo su lumbre el cuchillo y la fruta repitiendo un milagro en pos del alba. ...
Desiertos y ángeles (6) de Belkys Arredondo Olivo
mientras el día suavemente alumbra y los pájaros despiertan no hay un motor metálico que suene y yo amanezco De: Desiertos y ángeles
Mientras haces cualquier cosa... de Roberto Juarroz
Mientras haces cualquier cosa, alguien está muriendo. Mientras te lustras los zapatos, mientras odias, mientras le escribes una carta prolija a tu amor único o no único. Y aunque pudieras llegar a no hacer nada, alguien estaría muriendo, tratando en vano de juntar todos...
Confianza de Pedro Salinas
Mientras haya alguna ventana abierta, ojos que vuelven del sueño, otra mañana que empieza. Mar con olas trajineras mientras haya trajinantes de alegrías, llevándolas y trayéndolas. Lino para la hilandera, árboles que se aventuren, mientras haya y viento para la vela. Jazmín, clavel, ...
Epístola joco-seria (Al Editor) de Salvador Díaz Mirón
Mientras haya en ciudad y cortijo gallineros que ostenten su rijo; y por calles, y en lúbricos tratos, ardentías de perros o gatos; y en el aire y el muro y el suelo moscas tiernas, a pares, en celo; mi librillo en palacios y chozas ha de ser inocente a las mozas. Pero quise pecar de discreto; ...
Nota en un libro de historia de José Coronel Urtecho
Mientras hojeo historiadores y toma notas un pajarito canta entre las hojas de una rama y su canto un silbido, tal vez una llamada me saca de la Historia.
Sagrada materia de Josela Maturana
Mientras la condición humana nos inquiete, mientras capacitados para la conmoción y el trance, este avance difuso, esta maraña de barrio ignorado donde ahora vivimos sin hallarnos siquiera mitad de lo que fuimos en aquel paraíso. Mientras acuciados y convulsos, y aún doliendo la tarde, ...
De éstos hablo de Juan Domingo Argüelles
Mientras los buitres trazan círculos alrededor del sol, como planetas, los poetitas con sus versos tiernas romanzas acompasan; buscan el más elaborado de los silencios y ordenan a sus tripas que no gruñan; los buitres no quisieran comer carne tan flaca, tan desabrida como yeso, ...
Mientras los niños crecen y las horas nos hablan... de Jaime Sabines
Mientras los niños crecen y las horas nos hablan tú, subterráneamente, lentamente, te apagas. Lumbre enterrada y sola, pabilo de la sombra, veta de horror...
Algo sobre la muerte de Mayor Sabines (parte final) de Jaime Sabines
Mientras los niños crecen, tú, con todos los muertos, poco a poco te acabas. Yo te he ido mirando a través de las noches por encima del mármol, en tu pequeña casa. Un día ya sin ojos, sin nariz, sin orejas, otro día sin garganta, la piel sobre tu frente agrietándose...
Mientras los niños crecen, tú... de Jaime Sabines
Mientras los niños crecen, tú, con todos los muertos, poco a poco te acabas. Yo te he ido mirando a través de las noches por encima del mármol, en tu pequeña casa. Un día ya sin ojos, sin nariz, sin orejas, otro día sin garganta, la piel sobre tu frente...
Abril de Jorge Esquinca
Mientras nosotros escribimos la vida pasa fuera con su lámpara Mientras nosotros amamos todo lo escrito carece de importancia Mientras bebemos y cantamos el amor nos traspasa sin herirnos Mientras estamos aquí algo sucede Tal vez abril
Mientras penetro en ti... de Tomás Segovia
Mientras penetro en ti Sonámbula Dentro de ti está un yo Penetrando una tú Los veo claramente...
Mientras por competir con tu cabello… (Soneto XLIV) de Luis de Góngora y Argote
Mientras por competir con tu cabello, oro bruñido, el sol relumbra en vano; mientras con menosprecio en medio el llano mira tu blanca frente al lilio bello; mientras a cada labio, por cogello, siguen más ojos que al clavel temprano, y mientras triunfa con desdén lozano, del luciente...
La partida inconclusa de Floridor Pérez
Mientras reflexionaba su séptima jugada un cabo gritó su nombre desde la guardia. —¡Voy!— dijo pasándome el pequeño ajedrez magnético. Como no regresó en un plazo prudente anoté, en broma: Abandona. Solo cuando el diario EL SUR la semana...
Problemas del oficio de Fayad Jamís
Mientras te quitas los zapatos piensas en la poesía, sabes que alguna vez escribirás algo parecido a un gran poema, pero sabes que de nada sirve acumular materias primas para cuando llegue la ocasión. Puedes ponerte de pie y gritarle a tu propio fantasma que es hora de poner manos a la obra. ...
También de amor debe hablar el poeta (8) de Alejandro Jodorowsky
Mientras tu carne envejece te has quedado fija padeciendo el goce de una eterna Anunciación Tú haces que en el cielo formen los pájaros la primera letra de una nueva Biblia y tejes con la sangre del Hijo otro universo donde cualquier mujer por humilde que sea puede andar cada día ...
Mientras tú existas de Angel González
Mientras tú existas, mientras mi mirada te busque más allá de las colinas, mientras nada me llene el corazón, si no es tu imagen, y haya una remota posibilidad de que estés viva en algún sitio, iluminada por una luz cualquiera... Mientras yo presienta que eres y te llamas así, ...
Mientras tú de Bessy Reyna
Mientras tú llega a la casa, abres una cerveza, observas la televisión mintras tú te acomodas en tu sillón de siempre comentas lo duro que se pasa en la oficina ocultas la veces que le propusiste a la secretaria una cita las veces que con tus compañeros en el café piropeaste ...
Conversaciones II de Nadia Contreras
Mientras tú, Olga Lucía, Lavabas tu ropa adolescente, Yo vivía entre muñecas Y te nombraba en mis adentros. Ineludible el destino nos reunirá Veinte años después. De: Primeras líneas sobre Olga Lucía Poema proporcionado por la autora
Renunciando al amor y a la poesía lírica con motivo de la muerte de Filis de José Cadalso
Mientras vivió la dulce prenda mía, Amor, sonoros versos me inspiraste; obedecí la ley que me dictaste, y sus fuerzas me dio la poesía. Mas ¡ay! que desde aquel aciago día que me privó del bien que tú admiraste, al punto sin imperio en mí te hallaste, y hallé falta de ardor a mi Talía. ...
El arca de los sueños (81) de Juana Rosa Pita
Mientras yo me perdono una vez más la vida y tú peinas tus rebeldes ideas mientras ellos se llenan los bolsillos o siembran puños y líneas divisorias la poesía se mira en el espejo y se sonríe: se vislumbra con su madera de alas ya umbría partida en dos y al borde del abismo inaccesible casi: ...
Correspondencia del fuego de Tilo Wenner
Mientras yo te miro, tú muestras tu alma. Tus detalles más pequeños me conmueven; por ejemplo, un cabello sobre tu frente, un lunar en tu vientre. Todos los días te descubro y describo; al día siguiente vuelves a ser la desconocida. Nunca faltaré a tus citas. Nada me parece inútil en ti. ...
Migrar de Tatiana Oroño
Migrar Expulsada de mi matriz de aquellaantigua acequia alhambra jardín de pariciones / alforjas de alhucema de alhelí caí en cuerpo trasero. magro solar / trastierra. Echada fuera de mi útero extirpadodesnací. De: Morada móvil
Soneto a Don Alonso de Ercilla de Leonor de Iciz
Mil bronces para estatuas ya forjados, mil lauros, de tus obras premio honroso, te ofrece España, Ercilla generoso, por tu pluma y tu lanza tan ganados. Hónrese tu valor entre soldados envidie tu nobleza el valeroso, y busque en ti el poeta más famoso lima para sus versos más limados. ...
Sin palabras de Adelardo López de Ayala
Mil veces con palabras de dulzura esta pasión comunicarte ansío; mas, ¿qué palabras hallaré, bien mío, que no haya profanado la impostura? Penetre en ti callada mi ternura, sin detenerse en el menor desvío, como rayo de luna en claro río, como aroma sutil en aura pura. Ábreme el alma ...
Aún de Julio Flórez
Mil veces me engañó; más de mil veces abrió en mi corazón sangrienta herida; de los celos la copa desabrida me hizo beber hasta agotar las heces. Fue en mi vida, con todas sus dobleces, la causa de mi angustia -no extinguida- aunque, ¡pobre de mí! toda la vida su mentiroso amor... ...
Mil veces me engañó... de Julio Flórez
Mil veces me engañó; más de mil veces abrió en mi corazón sangrienta herida; de los celos la copa desabrida me hizo beber hasta agotar las heces. Fue en mi vida, con todas sus dobleces, la causa de mi angustia —no extinguida— aunque, ¡pobre de mí!, toda la vida su mentiroso...
Nocturno de David Huerta
Milímetros de ti convergen ahogándose, bajo la noche, la fantasía de toda la transparencia empozada en el cuarto. Tu mirada oscila con un cerrado esplendor, y en tu saliva surgen pedazos de nombres, alas de quemaduras: la noche resuena en tu paladar con paso lentísimo ...
Milonga para los orientales de Jorge Luis Borges
Milonga que este porteño dedica a los orientales, agradeciendo memorias de tardes y de ceibales. El sabor de lo oriental con estas palabras pinto; es el sabor de lo que es igual y un poco distinto. Milonga de tantas cosas que se van quedando lejos; la quinta con mirador y el zócalo de azulejos. ...
Cantar de los cantares (fragmento IX) de Almafuerte (Pedro B. Palacios)
Minarete de alabastro,- Torrecilla de alabastro cimbradora Cual pedúnculo vibrátil, -¡es tu cuello! Si tu cuello, Hija mía, madre mía, novia mía, Es la blanca columnita cimbradora Que se yergue balancea Que se yergue columpiando la presea ¡de tus rizos de tus ojos de tu faz encantadora! ...
Mínimamente y esencial de Matilde Alba Swann
Mínimamente y esencial, quería su hora de amor. Como Dios la suya de creación, como Luzbel la suya de maldad. Unica, que le configuraría, recién, definitivo. Terminar de hacerse, clausurar ese estar abierto, y arriesgado a cualquier final. Todavía inmaduro, todavía mera línea de puntos ...
Como espadas en desorden de Alvaro Mutis
Mínimo homenaje a Stéphane Mallarmé Como espadas en desorden la luz recorre los campos. Islas de sombra se desvanecen e intentan, en vano, sobrevivir más lejos. Allí, de nuevo, las alcanza el fulgor del mediodía que ordena sus huestes y establece sus dominios. El hombre nada sabe ...
Continuidad de Julieta Valero
Minúsculos corazones van y toman estratégicos páramos en mi cuerpo para latir y latiendo dejar que me marche. Pero siempre vuelvo, siempre siempre he de volver. Y es la costumbre del retorno lo más parecido a una firma. Por tanto: ¡Hambre sin tregua y sin fuente, curiosidad! ...
El destierro del Cid (fragmento) de Anónimo
Mio Çid movió de Bivar pora Burgos adeliñado, assí dexa sus palaçios yermos e desheredados. De los sos ojos tan fuertemientre llorando, tornava la cabeça i estávalos catando. Vio puertas abiertas e uços sin cañados, alcándaras vázias sin pielles e sin mantos e sin falcones ...
Alianza de mis manos de Ricardo Bogrand
Mío este cuadro, este sueño, esta verdad de polen. Cruzas sobre mi abierta herida en la trunca esperanza en esta tarde de ostracismo. He visto al mundo desde el plano del mundo, desde un peldaño más abajo del mundo, desde ninguna floración de trinos. Le he visto con estos ojos ...
Para destruir a la enemiga de Olga Orozco
Mira a la que avanza desde el fondo del agua borrando el día con sus manos, vaciando en piedra gris lo que tú destinabas a memo- ria de fuego, cubriendo de cenizas las más bellas estampas prometi- das por las dos caras de los sueños. Lleva sobre su rostro la señal: ese color de invierno ...