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listado de poemas en audio por primeros versos letra m

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789 poemas con la letra "m"

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Delante del fuego de Floriano Martins
Mi padre envejecido delante del fuego, árbol no más resguardado en temblores. Oh dulce tiniebla, ¿tu edad se extingue para siempre? ¿Qué oscuro cántico separa al hombre del júbilo de su muerte? Tierra y hombre delante del fuego, niebla la voz de las cenizas. La lengua no puede ...
Dones de Luis G. Urbina
Mi padre fue muy bueno: me donó su alegría ingenua; su ironía amable: su risueño y apacible candor. ¡Gran ofrenda la suya! Pero tú, madre mía, tú me hiciste el regalo de tu suave dolor. Tú pusiste en mi alma la enfermiza ternura, el anhelo nervioso e incansable de amar; las recónditas ansias ...
Cuaderno de bitácora de Juan Domingo Argüelles
Mi padre ha abierto el libro de su corazón y me habla de la furia y el resplandor del mar. Yo lo escucho y el cuarto en la noche del sueño se llena de las olas más inmensas; las gaviotas no duermen, lo sé yo que, a punto de dormirme, oigo sus gritos en los riscos. Mi padre...
Almendro mío de Juan Vicente Piqueras
Mi padre plantó un almendro. Y dijo que era mío. Lo vi crecer. Como mi padre a mí. Asistí emocionado a su primera floración. En febrero se atrevió a dar al frío sus flores. No se helaron. Hasta el mes de septiembre en que ya están maduras ...
Nombres de Juan Gelman
Mi padre se llamaba José. ¿Por qué José? ¿Por qué se llamaba José? Tengo que detenerlo en esta pregunta: ¿por qué te llamabas José? Ahí va mi verte como si no quisieras tener alma conmigo. La palabra es una falta de palabra en el rostro de tu mujer. La he visto en los desfiles del error. ...
Mi padre siempre trabajó en lo mismo... de Fabio Morábito
Mi padre siempre trabajó en lo mismo. Él tan voluble, que entró y salió de tantas compañías, toda la vida trabajó en el plástico, tal vez porque nació donde no había montañas, en un país que no era el suyo, y lo sedujo una materia así, desmemoriada de su origen, que sabe regresar...
Sólo sueñan cuando duermen de Héctor Rosales
Mi padre tiene mil años que reverdecidos se posan en mi hombro. Yo soy mi hijo y he nacido un poco más tarde. Acabamos de llegar a la sustancia vivificadora del invierno, al reducto de arroz que impulsa nuestro vuelo alimentándolo. No reposamos...
Pobre lenguaje de Roque Dalton
Mi país es el mundo pero el mundo está que jode loco de sordera funeral agorero como un golpe una pedrada en vez de desayuno San Pablo era más héroe que yo somos antiguos panes vanidosos peregrinos de una misma torre supuran ya los tragos que tomé Amo rebelde de una orquesta de agua ...
mi país es más pequeño que tu cuerpo... de Rogelio Guedea
mi país es más pequeño que tu cuerpo. mujer. mi país no cobija como tus manos. realmente no incendia o alborota. no hay sombras como las que te beso. no hay una colina para ver el mar. desde ti yo puedo ver el mar o el alma. desde ti yo puedo combatir. en ti me riego. me despeño. ...
Pertenencia de Juana Rosa Pita
Mi país es un árbol de lluvia isla de fuego en flor un pequeño Infinito cantor de arcanos y alegrías. Mi país es tu abrazo tu palabra tu fantasía tu sueño tu presencia señor de la tormenta, mi país en ti despierto, duermo y vivo. El puerto de mis manos y mis rosas mar abierto ...
Post-Card de Manlio Argueta
Mi país, tierra de lagos, montañas y volcanes. Pero no vengas a él mejor quedas en casa. Nada de mi país te gustará. Los lirios no flotan sobre el agua. Las muchachas no se parecen a las muchachas de calendarios. El hotel de montaña se cuela como una regadera. Y el sol ¡ah, el sol! . ...
Silencios de Mónica Albizúrez Gil
mi palabra es de pronto el vacío la inhóspita biblioteca por las tardes los corredores hondos del metro las esperas con asepsia de martirio y la pantalla negra spéculum inconfundible de un tiempo para siempre perdido
Compás de espera de Elena Tamargo
Mi pasado está invadido y lloro lentamente. Me ha llenado de miedo una noche en el Neva me ha llenado de fe una tarde en Bakú. Se quedó Samarcanda como alguna promesa y la calle de Arbat para soñar a Eszenin siempre, siempre. Erré como torcaz aplastada en la calle por un caballo ...
Juego de Eduardo Langagne
Mi pequeño Pablo sonríe con el niño del espejo al descubrirlo. Agita los brazos y grita ante la perfecta copia de su imagen. No sabe nada del reflejo, no adivina que el pequeño a quien sonríe pudiera ser él mismo. Por su parte, el Pablo reflejado en el espejo se mira en los ojos...
Quimeras de Luis Antonio de Villena
Mi perfecto, mi ídolo de noche, provocación de mis gozos solitarios mentales... Te pienso, déjame que te piense. Me dirán inmaduro, idealista, incapaz de amor. Déjame suponerme entre tus piernas (qué bien nos veo) coronarte de hiedras africanas en idilios fingidos, ...
Mi perro ha muerto de Jorge Meretta
Mi perro ha muerto en el jardín y por su lengua se desombra a otro amanecer. Cuando se muere un perro el silencio es humo de un tren de aullidos que descarrilan en la tierra y lo que sigue es frío para temblar con él desocupado de piel, descobijado de casa. Oigo a los muertos...
Canción (III) de Alvaro de Luna
Mi persona siempre fue et assí será toda ora, servidor de una senyora la qual yo nunca diré. Ya de Dios fue ordenado, quando me fizo nacer, que fuesse luego ofrecer mi servicio a vos de grado. Tomat, senyora, cuidado de mí, que soy todo vuestro, pues que me fallaste presto al tiempo ...
Evidencia de Lina Zerón
Mi piel nunca será cercada frontera ni apacible galaxia ni éxodo de golondrinas... Será flama que asciende, desciende y asfixie tu piel en llamaradas. Nuestras danzantes lenguas rojas cuerpo abajo rodaránhasta sucumbir a voraces caricias.
Bowery Street de José María Fonollosa
Mi placer te creó. Cuando naciste te destiné ya un hombre. El apropiado para que él y tú fuerais muy felices. Modelé tu figura como un barro precioso, tiernamente, con esmero. Y forjé tus costumbres con cuidado artesanal, aislándote del medio. Vigilé cada día tu sonrisa. ...
Asalto al sol 2 de Heddy Navarro Harris
Mi planta sofoca los bordes aplasta el granito se hunde asomo pies helados en turbias aguas no he de ahogarme
Mi pueblo no es de María Emilia Cornejo
mi pueblo no es un mapa de veinticuatro colores quiero decir una selva verde una costa blanca una sierra ocre; y digo mi pueblo no es un mendigo en su banco de oro ni un paraíso perdido; mi pueblo...
Sandunguera de Jorge Boccanera
Mi rostro en el espejo de tu lengua viaja, canta, va de aquí para allá, se compone o disuelve según el calendario de tu sed. Alguna vez mis animales pastaron bajo los soles negros de tus tetas, cuando movías tus vidrios de colores al son de Sandunguera, te me vas por encima del nivel . ...
Mi sed agradece un vaso de agua... de Antonio Porchia
Mi sed agradece un vaso de agua, no un mar...
La cazadora de José Coronel Urtecho
Mi señora, tan luego se levanta va a cazar un venado matutino, sin miedo a los colmilos del zaíno, ni al mortal topetazo de la danta. Entra con ojo alerta y firme planta en la espesura donde no hay camino, y de los matorrales, repentino, salta un venado que su paso espanta. Ella rápida apresta ...
Bosque de música de Vicente Gerbasi
Mi ser fluye en tu música, bosque dormido en el tiempo, rendido a la nostalgia de los lagos del cielo. ¿cómo olvidar que soy oculta melodia y tu adusta penumbra voz de los misterios? He interrogado los aires que besan la sombra, he oido en el silencio tristes fuentes perdidas, y todo eleva ...
Masculino femenino de Tomás Segovia
Mi ser gris te redime De tu bella cadena de contrastes Mi lenta fuerza gris Mi fluido peso extenso Tu vida que se atrasa Cosechando tus huellas Belleza cuesta arriba Y teje para luego Tu vida y yo cuchicheamos Un escalón abajo de tus ritos Soy la alegría de una luz de un gris ...
Lejanía de Alejandra Pizarnik
Mi ser reventando sentires. Toda yo bajo las reminiscencias de tus ojos. Quiero destruir la picazón de tus pestañas. Quiero rehuir la inquietud de tus labios. ¿Porqué tu visión fantasmagórica redondea los cálices ...
Mi soledad de Ricardo Castrorrivas
Mi soledad es una virgen desnuda. En la niña de sus ojos se refleja mi nudez de ermitaño. Mi soledad me sirve café y tabaco de húmicas promesas. Me eleva en aromadas volutas y me acaricia con cualquier pretexto. Oficia un santo silencio cuando empiezo a cantar y cuando callo ...
Separación de Manuel Altolaguirre
Mi soledad llevo dentro, torre de ciegas ventanas. Cuando mis brazos extiendo abro sus puertas de entrada y doy camino alfombrado al que quiera visitarla. Pintó el recuerdo los cuadros que decoran sus estancias. Allí mis pasadas dichas con mi pena de hoy contrastan. ¡Qué juntos...
Islas invitadas de Manuel Altolaguirre
Mi soledad llevo dentro, torre de ciegas ventanas. Cuando mis brazos extiendo, abro sus puertas de entrada y doy camino alfombrado al que quiera visitarla. Pintó el recuerdo los cuadros que decoran sus estancias. Allí mis pasadas dichas con mi pena...
Sonsonate de Roxana T. E. Beltrán Velásquez
Mi Sonajero Cuanto te quiero! Mi son son-ido Mi son son-oro Mi son son-risa Mi son son-rojo Cuarenta fones cuarenta fones Son. Son. Son. late Que yo te ate A mil cocoteros Para besarte Amor entero Cuarenta fones...cuarenta fones Son. Son. Son. Late Cacao bálsamo negro ...
Poemas (I) de Rosalía Vallejo
Mi sueño es de madera combustible y frágil como el beso Percibo su resplandor entre los muslos de mi amante pececito de plata o sorda tempestad de hierba inmensa. Alto muy alto habita mi nenúfar de hielo brujo paisaje sobre ciervos detenido afiladas cumbres Allí donde limita ...
Vete de Manuel Altolaguirre
Mi sueño no tiene sitio para que vivas. No hay sitio. Todo es sueño. Te hundirías. Vete a vivir a otra parte tú que estás viva. Si fueran como hierro o como piedra mis pensamientos, te quedarías. Pero son fuego y son nubes, lo que era el mundo al principio cuando nadie en él vivía. ...
Táctica y estrategia de Mario Benedetti
Mi táctica es mirarte aprender como sos quererte como sos mi táctica es hablarte y escucharte construir con palabras un puente indestructible mi táctica es quedarme en tu recuerdo no sé como, ni sé con qué pretexto pero quedarme en vos. Mi táctica es ser franca y saber que sos franco ...
Mi tiempo, padre... de Víctor Sandoval
Mi tiempo, padre: Himnos de guerra y tableteo de metralletas. Lo estoy viviendo apenas pero lo estoy viviendo. Soy el aire del arquero y su brazo. Te veo escribiendo tus poemas, como éste, padre, como éste. ¿Para qué, para quiénes? ¿Para quiénes abres tu cartapacio, tu horrenda máquina ...
Bandera de Tomás Segovia
Mi tienda siempre fuera de los muros. Mi lengua aprendida siempre en otro sitio. Mi bandera perpetuamente blanca. Mi nostalgia vasta y caprichosa. Mi amor ingenuo y mi fidelidad irónica. Mis manos graves y en ellas un incesante rumor de pen- samientos. Mi porvenir sin nombre. ...
Soneto de Orlando Fresedo
Mi tristeza se inicia con los trenes. Es la vida un adiós con estaciones. La noche ha recogido sus vagones. Todo se torna tren cuando tú vienes... Me dejas con tu paso en el desvelo. No paras aunque agite las banderas. Llenaste con tu nube mis ojeras y he quebrado las cruces del pañuelo... ...
A mis hijas de Juan de Dios Peza
Mi tristeza. es un mar; tiene su bruma que envuelve densa mis amargos días; sus olas son de lágrimas; mi pluma está empapada en ellas, hijas mías. Vosotras sois las inocentes flores nacidas de ese mar en la ribera; la sorda tempestad de mis dolores sirve de arrullo a vuestra edad primera. ...
Poemas (I) de Ana María Navales
Mi ventana se asoma a Regent 8242;s Park. Soy esa piedra que nace junto al hombre, un ojo tras otro por el camino de luciérnagas estériles. Gotea su llanto sobre el césped oscuro de mi piel, y muere en la curva del día a las puertas del infierno. Perdidos estamos en la mirada ...
Habla la nieve de Max Jara
Mi vida cristalina es azahar y mortaja. Yo soy la inaccesible peregrina que muere cuando baja. Soy un silencio grave, soy ala en agonía. No hay quién la hiel de mi pureza lave. Soy la melancolía. Soy la única, la sola, condenada a posar sobre la cumbre cuya serenidad augusta viola, ...
Mi vida es como un lago de Salvador Novo
Mi vida es como un lago taciturno. Si una nube lejana me saluda, si hay un ave que canta, si una muda y recóndita brisa inmola el desaliento de las rosas, si hay un rubor de sangre en la imprecisa hora crepuscular, yo me conturbo y tiendo mi sonrisa. ¡Mi vida es como un lago taciturno! ...
Mi vida es el silencio de una espera... de Francisco Villaespesa
Mi vida es el silencio de una espera... Se escapa de mis ojos la mirada, ansiando contemplar la sombra amada que en otros tiempos a mi lado viera. La mano palpa, cual si presintiera negrear en la atmósfera callada la seda tibia de su destrenzada, profusa y olorosa cabellera. ...
Destierro de Alaíde Foppa
Mi vida es un destierro sin retorno. No tuvo casa mi errante infancia perdida, no tiene tierra mi destierro. Mi vida navegó en nave de nostalgia. Viví a orillas del mar mirando el horizonte: hacia mi casa ignorada pensaba zarpar un día, y el presentido viaje me dejó en otro puerto de partida. ¿Es el amor, ...
Mi vida es un erial... (Rima LX) de Gustavo Adolfo Bécquer
Mi vida es un erial: flor que toco se deshoja; que en mi camino fatal, alguien va sembrando el mal para que yo...
El arca de los sueños (39) de Juana Rosa Pita
Mi vida se reduce a un descamino: sangre y voz en pos del sueño que se escapa de la punta de mi pluma siguiendo el túnel de mi brazo al corazón del silencio Mi vida es un pez conmovido torpemente por la angustia de la arena: a pura sangre y voz mi vida es la palabra impronunciable ...
Explicación precisa de Francisco Morales Santos
Mi vida son historias de pueblo trasplantado pueblo al que le cortaron de tajo el cordón umbilical con insolencia. Son ficciones basadas en recortes de cartas coloniales y crónicas sangrientas. Mi vida son historias de población desarbolada en mil e cuatro cientos noventa y dos, ...
Insisto de Miguel D´Ors
Mi vida: tantos días que no estuve en El Cuzco ni en Siena ni en Grenoble, tantos aviones rubricando el cielo en los que yo no iba, tantas voces cuyo calor jamás tocó mi corazón. Sólo el tiempo, vacío, sólo el tiempo, esta estepa desesperada, sólo ver los martes, los miércoles, los jueves, ...
Claroscuro de Waldina Mejía Medina
Mi vientre atrapa fragmentos de universo y los convierte en luz. Crece el hijo y grita por los vientos ¡Heme aquí, convoco la mañana! Busco desesperadamente algún empleo. Pan y leche seguros para el niño casa, cama el amor que deviene de la tranquilidad de una labor digna. ...
Sonetos postreros de Carlos Pellicer
Mi voluntad de ser no tiene cielo; sólo mira hacia abajo y sin mirada. ¿Luz de la tarde o de la madrugada? Mi voluntad de ser no tiene cielo. Ni la penumbra de un hermoso duelo ennoblece mi carne afortunada. Vida de estatua, muerte inhabitada sin la jardinería de un anhelo. Un dormir...
Niño Que Se Contempla En Una Fuente Oscura. de Jorge Galán
Mi voz es el murmullo de las estrellas, lo sé por algún motivo que desconozco. Me complace saberlo. Uno debería de amarse alguna vez a pesar de sí mismo; por eso digo, mi voz es el murmullo de las estrellas, lo sé y no sé cómo lo sé, sería impropio de lo hermoso comprender su hermosura. ...