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listado de poemas en audio por primeros versos letra m

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789 poemas con la letra "m"

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Caja romana de Carlos López Degregori
Me trajeron de Roma una caja vacía. Para que encierres milagros, me dijeron, camaleones quizás te ayuden a cambiar porque deben ustedes saber que siempre he sido cruel y desertor y anodino. Pesaba. La cerradura era de sangre. Las esquinas reforzadas de perfecto metal. ...
Oda a los calcetines de Pablo Neruda
Me trajo Mara Mori un par de calcetines, que tejió con sus manos de pastora, dos calcetines suaves como liebres. En ellos metí los pies como en dos estuches tejidos con hebras del crepúsculo y pellejos de ovejas. Violentos calcetines, mis pies fueron dos pescados de lana, ...
Me vas a dejar triste otra vez como anoche... de Carlos Edmundo de Ory
Me vas a dejar triste otra vez como anoche Y a ti te gusta estar pálida como anoche El viento ulula ladran los perros como anoche Ves que pongo en tu vientre mis manos como anoche Hágase la locura dijo una voz anoche Pero este viento no es el mismo que el de anoche No preguntes ahora ...
El pobre de Rosario Castellanos
Me ve como desde un siglo remoto, como desde un estrato geológico distinto. Del idioma que algunos atesoran le dieron de limosna una palabra para pedirle su pan y otra para dar gracias. Ninguna para el diálogo. El domador, con látigo y revólveres, le enseña a hacer piruetas divertidas, ...
Sitio de Olga Acevedo
Me veo aún, asegura de la mano de un ángel, liviana, livianísima, como sobrevolando por extraños follajes. Me perseguía un viento negro de cuchillos y lágrimas. Volaban por el aire mis camelias deshechas. Y con horrible estruendo se abrieron cráteres y abismos poblado del duro ...
Hundido a mi silencio de Yanira Soundy
Me vestiré sin prisa, mientras tu luz anida en el gemido de mi pecho, encadenada a tus surcos, tus barrancos y tus selvas. Me vestiré sin prisa con la piel solitaria, hecha colina virgen y volcán en llamas. Tendré la sangre en celo encadenada a tu batalla, y tú serás vertiente y filo en el temblor ...
Presea del recuerdo de Ariel Montoya
Me viene tu recuerdo desde las esquinas y los semáforos me sale al paso cuando salgo del baño o cuando entro a la oficina, me persigue hasta la estación más cotidiana de mis quehaceres me arrincona en delirantes sótanos de tristeza, me desparpaja el alma ...
Me viene, hay días, una gana ubérrima... de César Vallejo
Me viene, hay días, una gana ubérrima, política, de querer, de besar al cariño en sus dos rostros, y me viene de lejos un querer demostrativo, otro querer amar, de grado o fuerza, al que me odia, al que rasga su papel, al muchachito, a la que llora por el que lloraba, al rey del vino, ...
Me vino un deseo misterioso de ver fruta... de Marosa di Giorgio
Me vino un deseo misterioso de ver fruta, de comer fruta; y salí a la selva de la casa. Cacé una manzana, un membrillo malvarrosa, una ciruela y su capuchón azul. Asé, ligeramente, una dalia, y la comí, tragué una rosa; vi duraznos y su vino ocre, uvas rojas, negras, blancas; los...
Desamor de Rosario Castellanos
Me vio como se mira al través de un cristal o del aire o de nada. Y entonces supe: yo no estaba allí ni en ninguna otra parte ni había estado nunca ni estaría. Y fui como el que muere en la epidemia, sin identificar, y es arrojado a la fosa común. De: Poesía no eres tú
Me visitó una nube... (Poesía Vertical V - 51) de Roberto Juarroz
Me visitó una nube y me dejó al marcharse su contorno de viento. Me visitó una sombra. Y me dejó al marcharse el peso de otro cuerpo. Me visitó una ráfaga de imágenes. Y me dejó al marcharse la irreligión del sueño. Me visitó una ausencia. Y me dejó al marcharse mi imagen en el tiempo. ...
Me visto para la luna... de Teresa Agustín
Me visto para la luna que influye sobre mi único enamorado. Me visto y salgo a su encuentro deslizándome por entre las ruinas que el sol ha hecho visibles durante el día, escalo para lograr un encuentro y canto mi miedo a los ríos salvajes que crecen bulliciosos mientras fluye la noche. ...
Exiliada de ti de Carolina Escobar Sarti
Me voy de tu tierra de tus raíces de la patria de tu amor porque quiero vivir con las alas extendidas y la sonrisa puesta. Me voy de tu vida buscando la mía. Dicen que el exilio es infierno y nostalgia. ¿No es acaso de donde estoy partiendo?
Milenario de Alberto Rubio
Me vuelvo esa persona demorosa, confusa, cuya prisa más la atrasa cuando sale; no sabe qué le pasa. ¿Las redes o tejidos? ¡Buena cosa! Los huertos y jardines, tanta rosa, fruta, alfalfar, viñedo, bestias, casa; riegos, siembras, cosechas -labores a sus horas y en sus fechas-, ...
Naufragio óptico de Rodrigo Carrillo
Me zambullí en el verde bosque de tu mirada creí que era navegable solté mi velero para llegar a la otra orilla Desde entonces me he quedado en la isla negra de tu pupila en espera de un rayo que me parta Me zambullí en el verde bosque de tu mirada creí que era navegable solté mi velero ...
Alerta de Vicente Huidobro
Media noche En el jardín Cada sombra es un arroyo Aquel ruido que se acerca no es un coche Sobre el cielo de París Otto Von Zeppelín Las sirenas cantan Entre las olas negras Y este clarín que llama ahora No es un clarín de la Victoria Cien aeroplanos Vuelan en torno de la luna Apaga Tu Pipa ...
Medianoche de Concha Méndez
Medianoche. Canción negra. ¡Y canta mi única estrella!... ¡Que rompan ese reloj y quede a solas con ella! (Fuente: Jill Robbins-Estados Unidos)
Niño Jesús de Jesús Munárriz
Medio siglo después el recuerdo persiste: niño de cinco años en colegio de monjas, algo le sienta mal en la comida, a descansar le acuesta una novicia que le mediodesviste, le masajea el estómago, el vientre y acaba acariciándole el incipiente sexo, tan de niño Jesús. Joven, hermosa, cree...
Paisaje con pescadores de Eduardo Mileo
Mediodía de lunes. En la costanera los pescadores disfrutan del sosiego. Soleado como Dios el día los arrulla. Les da la bienvenida. Nada desafina pues nadie canta. Los diamantes del sol caídos en el agua reflejan el deseo del sin trabajo. El hilo de su luz lo va llevando. Lo aleja...
Mediodía perfecto de Mercedes Escolano
Mediodía perfecto en Egipto. Antínoo duerme. Diríase barbilampiño, algo rubio de sienes, hábilmente depiladas sus piernas para hacer más lenta y reiterada la caricia de Adriano. Su cuerpo, apenas un botón de miel salvaje, un cervatillo de oro bajo la faz del sol. Entre los cuernos de Isis ...
Canto de Eugenio de Nora
Mediodía terrestre! He visto catedrales, he visto derruidos castillos de septiembre, cadenas casi rotas trepando entre rosales, y niños con fusiles... ¡Mediodía celeste! España, España, España. Dos mil años de historia no acabaron de hacerte. ¡Cómo no amar sufriendo, el perdido...
Cul de Sac Valley (III) de Derek Walcott
Mediodía. Las secas cigarras gimen como los pedales oxidados de la máquina de su madre, de repente se detienen. Pétalos de lima vuelan a la deriva como retales en el silencio hilvanado; como el polen, su abundancia es su provisión. El mediodía perfila a un limero con una sombra irregular; ...
La Zarza de Moisés (La muerte de Dios) de Pedro Jesús de la Peña
Medito a veces al recordarte vivo sobre la cruel naturaleza de la muerte. Seis años ya, y aún permanece tu rostro sereno y sonriente en la fotografía que adorna mi despacho. Nada ha desmenuzado esa sabia apariencia de la felicidad de un fugitivo instante. ...
Mano de Griselda Álvarez Ponce de León
Mejor el agua que en tu cuenco tomas, mejor la lumbre si por ti se enciende o el ruto que contigo se desprende o el seno que en tus dedos empalomas. Mucho mejor el pan si en él asomas, mejor la piedra que por ti se hiende o el campo cultivado en que trasciende el tacto vegetal...
Estruendo de la rosa de Vilma Vargas
Mejor levantarse a tiempo, antes que los poemas y la vieja música de la infancia. No se ve el otro brazo del sol. El día empieza como una marcha de soldados, caen al suelo blancos de papel los amigos. Vámonos por las calles donde nadie es intruso, pisando nuestros dolores, ...
Mejor no quiero verte de José Angel Buesa
Mejor no quiero verte... sería tan sencillo cruzar dos o tres calles... Y tocar en tu puerta. Y tú me mirarías con tus ojos sin brillo sin poder sonreírme con tu sonrisa muerta. Mejor no quiero verte... porque va a hacerme daño pasar por aquel parque de la primera cita. Y no sé si aún florecen ...
El retorno maléfico de Ramón López Velarde
Mejor será no regresar al pueblo, al edén subvertido que se calla en la mutilación de la metralla. Hasta los fresnos mancos, los dignatarios de cúpula oronda, han de rodar las quejas de la torre acribillada en los vientos de fronda. Y la fusilería grabó en la cal de todas las paredes ...
Mujer sola de Mónica Albizúrez Gil
Mejor signo de libertad no encuentro que esta noche a solas sin miedo al teléfono babeando deliciosamente la almohada la pierna atravesada el camisón enrollado oscuridad total como me gusta y la seguridad de que nadie perturbará mis sueños hasta que yo misma lo determine noche autónoma ...
Avestruz de César Vallejo
Melancolía, saca tu dulce pico ya; no cebes tus ayunos en mis trigos de luz. Melancolía, basta! Cuál beben tus puñales la sangre que extranjera mi sanguijuela azul! No acabes el maná de mujer que ha bajado; yo quiero que de él nazca mañana alguna cruz, mañana que no tenga...
Melodía de darnos... de Pedro Piccatto
Melodía de darnos... la sagrada melodía de darnos. Ese es el gran acierto de las almas. Es llevar para siempre en nuestra vida el esplendor abierto de una fruta. (ÁNGEL AMARGO, VI) De: Las anticipaciones
Melodía de darnos… de Pedro Piccatto
Melodía de darnos… la sagrada melodía de darnos. Ese es el gran acierto de las almas. Es llevar para siempre en nuestra vida...
Ruinas de Salomé Ureña de Henríquez
Memorias venerandas de otros días, soberbios monumentos, del pasado esplendor reliquias frías, donde el arte vertió sus fantasías, donde el alma expresó sus pensamientos. Al veros ¡ay! con rapidez que pasma por la angustiada mente que sueña con la gloria y se entusiasma ...
Un encuentro secreto de Floriano Martins
Mendigo los pétalos de tu sabia desilusión, algún verso escrito, el rostro disipado de mi lívido engaño. El tiempo nos tiene por dos entretelas de sus capas. Anhelas la valija de encantos de lo que supone mi vago mirar. Prontas mis formas aún, mas en tus manos, ¿lo que serán? ...
Desvelos al pie del laberinto de Eduardo Espina
Menos la mónada de los himnos al hado dando holgada la verdad con edad de libro y ludibrios al revés de las circunstancias en que otra lengua toca tu bezo y yo me desmenuzo al lamer el mar que moja el fundillo de la inoportuna vestimenta con su vislumbre por el bidet, ...
Menos que el circo ajado de tus sueños... de Roberto Juarroz
Menos que el circo ajado de tus sueños y que el signo ya roto entre tus manos. Menos que el lomo absorto de tus libros y que el libro escondido de páginas en blanco. Menos que los amores que tuviste y que el tizne que alarga los amores. Menos que el dios que alguna vez fue ausencia ...
Menos tu vientre de Miguel Hernández
Menos tu vientre todo es confuso. Menos tu vientre todo es futuro fugaz, pasado baldío, turbio. Menos tu vientre todo es oculto, menos tu vientre todo inseguro, todo es postrero polvo del mundo. Menos tu vientre todo es oscuro, menos tu vientre claro y profundo.
Trilce (Poema LI) de César Vallejo
Mentira. Si lo hacía de engaños, y nada más. Ya está. De otro modo, también tú vas a ver cuánto va a dolerme el haber sido así. Mentira. Calla. Ya está bien. Como otras veces tú me haces esto mismo, por eso yo también he sido así. A mí, que había tanto atisbado si de veras llorabas, ...
Autorretrato de Carmen Matute
Mentira: el perfume la voz el encaje la mujer de plástico flor y ángel. Verdad: esqueleto y piel angustia pensamiento eterna herida inacabada. (Selección: Luz Méndez de la Vega)
Erratas fundamentales de Francisco Pino
Méquina dalicada máquina delicada lo infernal celestial el arúspice el nilo de donde viene todo adonde corre todo el error el milagro la espuma esa simiente Justamente lo justo la poesía siembra cien mil niños un viejo Sal la sal esa gracia ¡Dos erratas! ¿Edén? un azul esa noche ...
Paisajes de Manuel José Othón
Meridies Rojo, desde el cenit, el sol caldea. La torcaz cuenta al río sus congojas, medio escondida entre las mustias hojas que el viento apenas susurrando orea. La milpa, ya en sazón, amarillea, de espigas rebosante y de panojas, y reveberan las techumbres rojas en las vecinas casas de la aldea. ...
Meriendo algunas tardes de Angel González
Meriendo algunas tardes: no todas tienen pulpa comestible. Si estoy junto a la mar muerdo primero los acantilados, luego las nubes cárdenas y el cielo escupo las gaviotas , y para postre dejo las bañistas jugando a la pelota y despeinadas. Si estoy en la ciudad meriendo tarde a secas: ...
Lamentación de amor de Bartolomé de Torres Naharro
Mete las armas, traidora, vuelve tus ojos vellidos, oye mis llantos agora, quita las manos, señora, con que arapas los oídos. Tus deseos son cumplidos y mis días, ora harás alegrías si alguna pasión te daba el gran despecho que habías cuando de mí conoscías que en verte resucitaba. ...
Granada de Manuel Benítez Carrasco
Mexicana para cantar tu canción sueño a Granada. Para cantar tu canción Granada se pondrá un día sus ríos como zarcillos de menuda platería, Taxcos filigranas de la morería. Antes de cantar ha de probarse la voz en la Alhambra con el arroyo y el ruiseñor. Como un mariachi lorquiano ...
México canta en la ronda de mis canciones de Jaime Torres Bodet
México está en mis canciones, México dulce y cruel, que acendra los corazones en finas gotas de miel. Lo tuve siempre presente cuando hacía esta canción; ¡su cielo estaba en mi frente, su tierra en mi corazón! México canta en la ronda de mis canciones de amor, y en la guirnalda con la ronda ...
Credo de Ricardo López Méndez
México, creo en ti, Como en el vértice de un juramento. Tú hueles a tragedia, tierra mía, Y sin embargo, ríes demasiado, A caso porque sabes que la risa Es la envoltura de un dolor callado. México, creo en ti, Sin que te represente en una forma Porque te llevo dentro, sin que sepa Lo que tú eres...
Rencor al olvido de Jaime Augusto Shelley
Mezclado al aire tibio y sosegado con que duermes resuena el eco de otro aliento, tembloroso en la distancia mas fresco en el hurgar de mi memoria cavilante al filo de un amanecer que se retrasa al compás de manecillas tercas que van dejando caer, sobre las cosas que más quieres; ...
Dolor de Enrique González Martínez
Mi abismo se llenó de su mirada, y se fundió en mi ser, y fué tan mía, que dudo si este aliento de agonía es vida aún o muerte alucinada. Llegó el Arcángel, descargó la espada sobre el doble laurel que florecía en el sellado huerto... Y aquel día volvió la sombra y regresé a mi nada. ...
Neblina y Oro de Jorge Galán
Mi abuela iba y venía por el andén lluvioso, sostenía en las manos una flor sin aroma, en su pechola nochebesaba una paloma. Entonces era extraña como un jardín brumoso. Tenía el pelo oscuro, liso, largo, brioso, y los ojos inmensos, juveniles, distantes. Mi abuela iba y venía con sus pasos ...
Mi abuela no me dejó... de Regina José Galindo
Mi abuela no me dejó una muñeca una joya un te quiero me dejó -en cambio- muchos rencores envueltos en un pañuelo rojo que decía: personal e intransmisible
El lazarillo de José García Nieto
Mi abuelo estaba ciego. ¿Era noviembre...? Pensaba yo en el árbol que él oía en una contemplación desorbitada, cuando alteraban los pájaros las ramas chirriantes, había sido árbol en su vida, árbol en su juventud. Salíamos siempre juntos. Sube , decía yo, al llegar a los escalones ...