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listado de poemas en audio por primeros versos letra m

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624 poemas con la letra "m"

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El beso de Safo de Efrén Rebolledo
Más pulidos que el mármol transparente, más blancos que los blancos vellocinos, se anudan los dos cuerpos femeninos en un grupo escultórico y ardiente. Ancas de cebra, escorzos de serpiente, combas rotundas, senos colombinos, una lumbre los labios purpurinos, y las dos cabelleras ...
Más que la muerte de Alan Mills
Más que la muerte el miedo. (Mujeres vestidas de negro, vacunadas de amnesia. Son tristes. No olvidan). Un muerto, más que un muerto el miedo de ser sangre corriendo, de ser una sombra vaciada de vida. Más que la muerte estar solo, terriblemente solo como un poderoso que no sabe amar ...
Más solitario pájaro de Francisco de Quevedo
Más solitario pájaro ¿en cuál techo se vio jamás, ni fiera en monte o prado? Desierto estoy de mí, que me ha dejado mi alma propia en lágrimas deshecho. Lloraré siempre mi mayor provecho; penas serán y hiel cualquier bocado; la noche afán, y la quietud cuidado, y duro campo de batalla el lecho. ...
Las frutas de Cuba de Manuel Justo de Rubalcava
Más suave que la pera en Cuba es la gratísima guayaba, al gusto lisonjera, y la que en dulce todo el mundo alaba, cuya planta exquisita divierte el hambre y áun la sed limita. El marañon fragante, más grato que la guinda si madura, el color rozagante, ¡Oh! Adonis en lo pálido figura; árbol, ¡oh maravilla! ...
Abuelos (VIII) de José Antonio Cedrón
Más tarde nos pusieron en la fila del medio y esperamos el turno en los pañuelos (a los que no podían le arrimaron la cara). Quise pensar su piel como una fruta como el rostro de Ana temblándome en la espalda y no un pueblo perdido que se iba apretado en el frío de sus ...
Carnicería de Jorge Luis Borges
Más vil que un lupanar la carnicería rubrica como una afrenta la calle. Sobre el dintel una ciega cabeza de vaca preside el aquelarre de carne charra y mármoles finales con la remota majestad de un ídolo.
Barcos hacia Judea de Rogelio Sinán
Mastín amilanado por espadas y cruces, helada sed de estrellas hace morder arenas al caserío marino nutrido de ola y nube. Su iglesia hecha de cera con peces y cadáveres define un viejo mástil que en travesía macabra proyecta sus faroles sobre la noche obscura. ¡Barquichuelos de nácar, ...
Destino de Rosario Castellanos
Matamos lo que amamos. Lo demás no ha estado vivo nunca. Ninguno está tan cerca. A ningún otro hiere un olvido, una ausencia, a veces menos. Matamos lo que amamos. ¡Que cese ya esta asfixia de respirar con un pulmón ajeno! El aire no es bastante para los dos. Y no basta la tierra ...
Anatomía de un crímen confusamente premeditado de Mario Meléndez
Matar a la paloma por la espalda es un acto abominable Mejor lo intentas con somníferos me recomienda mi mejor amigo Así nadie sospechará de nadie Pero yo veo a la paloma recostada en una tumba y es esa misma paloma la que recorre las plazas tras el abuelo muerto ...
Mariposa de obsidiana de Octavio Paz
Mataron a mis hermanos, a mis hijos, a mis tíos. A la orilla del lago Texcoco me eché a llorar. Del Peñon subían remolinos de salitre. Me cogieron suavemente y me depositaron en el atrio de la Catedral. Me hice tan pequeña y tan gris que muchos me confundieron con un montoncito de polvo. ...
Balance de Marco Antonio Montes de Oca
Maté la nube de mis pensamientos, cedí terreno a los pensamientos de la nube. Predije con Apollinaire las nuevas artes, advertí en un claro del bosque otras manchas verdeclaras, ardientes zonas en que pude establecer una pausa encastillada, labios que sonríen ...
Sueño de Federico García Lorca
Mayo de 1919 Mi corazón reposa junto a la fuente fría.(Llénala con tus hilos,araña del olvido.) El agua de la fuente su canción le decía.(Llénala con tus hilos,araña del olvido.) Mi corazón despierto sus amores decía.(Araña del silencio,téjele tu misterio.) El agua de la fuente lo escuchaba sombría. ...
Mayo hundió treinta y un garfios en mi espalda... de Román Luján
MAYO HUNDIÓ TREINTA y un garfios en mi espalda Cómo explicarlo: el mundo solía esperarme a la vuelta de la esquina deseable por lejano inmerecido futuro aún en su cáscara justo antes de pudrirse Pero una tarde certeza de lo inmóvil el hastío del mismo ocaso mismo puño ...
Ceguera de Delmira Agustini
Me abismo en una rara ceguera luminosa, un astro, casi un alma, me ha velado la Vida. ¿Se ha prendido en mí como brillante mariposa, o en su disco de luz he quedado prendida? No sé... Rara ceguera que me borras el mundo, estrella, casi alma, con que asciendo o me hundo. ¡Dame tu luz ...
A dieta de Amalia Bautista
Me acosté sin cenar, y aquella noche soñé que te comía el corazón. Supongo que sería por el hambre. Mientras yo devoraba aquella fruta, que era dulce y amarga al mismo tiempo, tú me besabas con los labios fríos, más fríos y más pálidos que nunca. Supongo que sería por la ...
Me acuerdo de las lágrimas de un día ... de Alfonso Quijada Urías (Kijadurías)
Me acuerdo de las lágrimas de un día demasiado hermoso, me acuerdo del icaco y de las nubes color de hoja de caimito, me acuerdo de aquella agua que bebía en el cuenco de viejas dulces manos. Limoneros y jiotes, qué bella era mi madre limpiándome en la frente ...
Milonga de Jacinto Chiclana de Jorge Luis Borges
Me acuerdo. Fue en Balvanera En una noche lejana Que alguien dejó caer el nombre De un tal Jacinto Chiclana. Algo se dijo también De una esquina y de un cuchillo; Los años nos dejan ver El entrevero y el brillo. Quién sabe por qué razón Me anda buscando ese nombre; Me gustaría ...
La casa de María Victoria Atencia
Me adentraba en ella -ante mí en la cubierta del libro-, en su planta cuadrada y un silencio en sus muebles que adivino o invento: podría pintarla como cuando era niña y abrir con una cuchilla sus ventanas, porque ella era mi mundo inserto en otro mundo de intimidad discreta ...
Letanía para decir cómo me amas de Carlos Bousoño
Me amas como una boca, como un pie, como un río. Como un ojo muy grande, en medio de una frente solitaria. Me amas con el olfato, los sollozos, las desazones, los inconvenientes, con los gemidos del amanecer, en la alcoba los dos, al despertar; con las manos atadas a la espalda ...
Safo a Cleis de Luz Méndez De La Vega
Me amo en ti y en tu figura, me miro, transformada con la forma de mi sueño. Al acariciarte es mi reflejo el que acaricio narciso en el espejo de tu cuerpo. Me miro, as? toda yo vuelta carne tuya,belleza que mo,seda que acaricioen tus mejillas.Sabor de tu pielen la blanca corolade tus senos ...
Contra la muerte de Gonzalo Rojas
Me arranco las visiones y me arranco los ojos cada día que pasa. No quiero ver ¡no puedo! Ver morir a los hombres cada día. Prefiero ser de piedra, estar oscuro, a soportar el asco de ablandarme por dentro y sonreír a diestra y siniestra con tal de prosperar con mi negocio. ...
El despojo de Rosario Castellanos
Me arrebataron la razón del mundo y me dijeron: gasta tus años componiendo este rompecabezas sin sentido. No hay más. Un acto es una estatua rota. Una palabra es sólo la imagen deformada en un espejo. ¿Qué vas a amar? ¿Un cuerpo que se pudre -ese pantano lento en que te ahogas- ...
Noche y nieve de José Emilio Pacheco
Me asomé a la ventana y en lugar de jardín hallé la noche enteramente constelada de nieve La nieve hace tangible el silencio y es el desplome de la luz y se apaga La nieve no quiere decir nada: Es sólo una pregunta que deja caer millones de signos de interrogación sobre el mundo ...
El extranjero de Roger Wolfe
Me asomo a la terraza. Una mujer se arregla el pelo delante de un espejo en el edificio de enfrente de mi casa. Estaba leyendo a Dostoyewski. Cierro el libro, lo dejo encima de la mesa, me siento y abro otra cerveza. Qué aburrido, Dostoyewski, la cerveza, las mujeres, ...
Nocturnos (3) de Oliverio Girondo
Me asomo a los ladridos. ¿Qué hace este árbol despierto? Las sombras no se apartan, se aprietan a sus cuerpos. No me agrada esta calma, este silencio muerto, sin carne, puro hueso. A través de la veta, mineral, de una nube, aparece la luna. Ya me lo sospechaba. ...
Todas las mañanas, cuando leo el periódico de Gabriel Celaya
Me asomo a mi agujero pequeñito. Fuera suena el mundo, sus números, su prisa, sus furias que dan a una su zumba y su lamento. Y escucho. No lo entiendo. Los hombres amarillos, los negros o los blancos, la Bolsa, las escuadras, los partidos, la guerra: largas filas de hombres cayendo ...
Antes de la luz de José Acosta
Me atormenta sobremanera esta casa tan oscura y más, el que no esté en mi destino encenderle una lámpara. He intentado arrojarle luciérnagas a sus espejos, guiar el alba hasta sus ventanas, atarla a otro horizonte fuera de la noche. Pero todo es trunco, vano... ...
Me atreví a archivarte... de Carmen Naranjo
Me atreví a archivarte y te archivé en la t de testimonio. Época de tu época respondona en silencios mezquina en altitudes valle de quehaceres para develar tiempos en que mejor es no hacer nada.
La tinta del blues de Marlon Meza Teni
Me basta acariciar la dentadura del piano para escuchar el grito de marfil que una manada de elefantes salvajes, acorralados en algún lugar de África, pudo refugiar de forma mítica entre el soplo de los ébanos del bosque Lo sé, y cuando a mi vez escapo de mis sombras interiores, ...
Declaración de quiebra de Eduardo Llanos
Me cansas, poesía, rumorosa felina, masa musitadora, golondrina fogosa. Pero aunque te niego, persisto en esta cosa de creer que un incendio se apaga con bencina. Me asomo a la ventana, descorro la cortina y creo verme pasar: voy a cavar mi fosa y a grabar mi epitafio ...
Dísticos de Ricardo Gómez López
Me cansé de pelear con los ególatras ¡Viva yo! * Cuando se juntan dos cobardes algo no va a ocurrir. * VANIDAD El que esté libre de culpa que no se mire al espejo. * ACCIDENTE NUMÉRICO Se creía la mujer 10 Soy el 1 que se fue de su lado. ...
Me canta el corazón de Enrique Azcoaga
Me canta el corazón como le canta la savia fiel al árbol florecido; me canta porque llego al presentido cendal de tu ternura. No quebranta la angustia mi canción, que nada espanta a un corazón que canta prometido. Me canta el corazón como invadido de la tibieza fresca que te encanta. ...
Me casó mi madre de Cancionero y Romancero Tradicionales I (siglo XI a siglo XV)
Me casó mi madre chiquitita y bonita, con unos amores que yo no quería. La noche de novios entraba y salía. Le seguí los pasos por ver dónde iba, y le veo entrar en ca su querida. Me puse a escuchar a ver qué decían, y oigo que le dice: - quotPalomita mía, a ti he de comparte sayas y mantillas, ...
Me casó mi madre de Cancionero y Romancero Tradicionales Ii(siglo XI a Siglo XV)
Me casó mi madre chiquitita y bonita, con unos amores que yo no quería. La noche de novios entraba y salía. Le seguí los pasos por ver dónde iba, y le veo entrar en ca su querida. Me puse a escuchar a ver qué decían, y oigo que le dice: - quotPalomita mía, a ti he de comparte sayas y mantillas, ...
Entre perro y lobo de Olga Orozco
Me clausuran en mí. Me dividen en dos. Me engendran cada día en la paciencia y en un negro organismo que ruge como el mar. Me recortan después con las tijeras de la pesadilla y caigo en este mundo con media sangre vuelta a cada lado: una cara labrada desde el fondo ...
Hombre en desgracia de Blas de Otero
Me cojiera las manos en la puerta del ansia, sin remedio me uniesen para siempre a lo solo, me sacara de dentro mi corazón, yo mismo lo pusiese, despacio, delante de los ojos. O si hablase a la noche con el labio enfundado y detrás de la nuca me tocasen de pronto unas manos ...
Puerta de golpe de Heberto Padilla
Me contaba mi madre que aquel pueblo corría como un niño hasta perderse; que era como un incienso aquel aire de huir y estremecer los huesos hasta el llanto; que ella lo fue dejando, perdido entre los trenes y los álamos, clavado siempre entre la luz y el viento.
Me contaron de Ernesto Cardenal
Me contaron que estabas enamorada de otro y entonces me fui a mi cuarto y escribí este artículo contra el Gobierno por el que estoy preso.
Angel caído de Rodrigo Carrillo
Me cortaré las alas derretidas y clavaré los pies sobre la tierra El cielo se me cae en la cabeza pues no hay más nubes en tu pecho El arcoiris lo puse en blanco y negro para que nadie llegue a tu tesoro Y la fama de bueno la perdí por consumir dos gramos de morfina
El cómplice de Jorge Luis Borges
Me crucifican y yo debo ser la cruz y los clavos. Me tienden la copa y yo debo ser la cicuta. Me engañan y yo debo ser la mentira. Me incendian y yo debo ser el infierno. Debo alabar y agradecer cada instante del tiempo. Mi alimento es todas las cosas. El peso preciso del universo, la humillación, ...
El becerro de Julio Iraheta Santos
Me cubrí la cabeza y el rostro con un gorro Navarone Bajé y el becerro hacía de las suyas con sus carnavales Me indigné tanto que lancé mis flores lacrimógenas El desparpajo fue brutal El becerro quedó solitario y con otros vagabundos lo asamos al carbón 1999
Me da lástima de las estrellas de Fernando Pessoa
Me da lástima de las estrellas luciendo hace tanto tiempo, hace tanto tiempo... Me da lástima de ellas. ¿No habrá un cansancio de las cosas, de todas las cosas, como de las piernas o de un brazo? Un cansancio de existir, de ser, sólo de ser, el ser triste brillar o sonreír... ¿No habrá, en fin, ...
Trilce (Poema XXVII) de César Vallejo
Me da miedo ese chorro, buen recuerdo, señor fuerte, implacable cruel dulzor. Me da miedo. Esta casa me da entero bien, entero lugar para este no saber dónde estar. No entremos. Me da miedo este favor de tornar por minutos, por puentes volados. Yo no avanzo, señor dulce, recuerdo valeroso, ...
Temor imaginado de Manlio Argueta
Me da miedo quererte, por eso me conformo con dibujar tu nombre con mi miel y mis ojos, navegar en las ondas de tu cuerpo de mar. Me da miedo llamarte. Cada palabra tuya a la distancia son tus labios que vuelan y tu celo que tiembla al ritmo de mi cuerpo. Me da miedo la música ...
Soneto de la rima pobre de Andrés Eloy Blanco
Me das tu pan en tu mano amasado, me das tu pan en tu fogón cocido, me das tu pan en tu piedra molido, me das tu pan en tu pilón pilado. Me das tu rancho en tu palma arropado, me das tu lecho en tu rincón sumido, me das tu sorbo, a tu sed exprimido, me das tu traje, en tu sudor sudado. ...
Tarjeta postal de Jorge Teillier
Me decías que no me enamorara de tu hermana menor, aquella que aún temía a los duendes que salen de los rincones a robar nueces. Y yo te contestaba que en el cielo podía leer tu nombre escrito por los pájaros y que las nubes flotaban como los gansos en el patio dominical de tu casa ...
La treceava revelación (Se me cayó la autoestima) de Esteban Charpentier
Me dejaste abajo de un farol Juan Gilberto Soy el premio menor, la equivocación manifiesta, el príncipe pálido, la pizza fría de tu pijama party, Soy el pelotazo en contra, el problema mismo, el garrón engangrenado, el último orejón del tarro sin dulce la resaca. Soy el separado, ...
Entrepierna de Walter Morán
Me dejo llevar por ese olor a jazmín. Profetiza la demencia que padeceré. Mientras me hundo en la caverna donde brotan rosas desnudas. (De: Flor profunda)
Me desordeno, amor, me desordeno de Carilda Oliver Labra
Me desordeno, amor, me desordeno cuando voy en tu boca, demorada, y casi sin por qué, casi por nada, te toco con la punta de mi seno. Te toco con la punta de mi seno y con mi soledad desamparada; y acaso sin estar enamorada me desordeno, amor, me desordeno. Y mi suerte de fruta ...
Pesadilla de Marta Zabaleta
Me despertó en la noche tremenda pesadilla qué es lo que tengo, me dije, ¿ya no le quiero? Susurraba una lechuza se columpiaba una rama habían dos pescados y una manzana. La noche era callada los pescados no hablaban la noche era estrellada eran las seis moradas. ...