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listado de poemas en audio por primeros versos letra m

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789 poemas con la letra "m"

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Mayo de Juan Vicente Piqueras
Mayo, mes que maduras el amor, las cerezas, las espigas. Mayo, mal mes que llevas en tu vientre de luz nuestra ceguera, en tus trigales tiernos y remotos nuestra niñez tumbada viendo pasar las nubes y los años. Y en tus manos de madre nuestro miedo al amor. Mayo, mes ...
Elogio de sus cosas, sus vestidos de Eliseo Diego
Me abismo en ti, contemplo las ropas que escogiste cuidadosa para ser tú en el hoy de esta mañana. Tu blusa admiro, tan sencilla y grácil, y alabo tus sandalias populares y el pañuelo que ciñe con su fiesta el cabello soleado. Y ese anillo retorcido y antiguo que va en tu mano...
Ceguera de Delmira Agustini
Me abismo en una rara ceguera luminosa, un astro, casi un alma, me ha velado la Vida. ¿Se ha prendido en mí como brillante mariposa, o en su disco de luz he quedado prendida? No sé... Rara ceguera que me borras el mundo, estrella, casi alma, con que asciendo o me hundo. ¡Dame tu luz ...
Glosa de Pilar de Valderrama
Me acompañó tu ausencia día a día en todas mis angustias interiores; en medio de amarguras y dolores llenó de tu nostalgia el alma mía. Al irte para siempre, no sabía tu corazón los arduos sinsabores que me acechaban, como negras flores de muerte, olvido y soledad...
A dieta de Amalia Bautista
Me acosté sin cenar, y aquella noche soñé que te comía el corazón. Supongo que sería por el hambre. Mientras yo devoraba aquella fruta, que era dulce y amarga al mismo tiempo, tú me besabas con los labios fríos, más fríos y más pálidos que nunca. Supongo que sería por la ...
Me acuerdo de las lágrimas de un día ... de Alfonso Quijada Urías (Kijadurías)
Me acuerdo de las lágrimas de un día demasiado hermoso, me acuerdo del icaco y de las nubes color de hoja de caimito, me acuerdo de aquella agua que bebía en el cuenco de viejas dulces manos. Limoneros y jiotes, qué bella era mi madre limpiándome en la frente ...
Milonga de Jacinto Chiclana de Jorge Luis Borges
Me acuerdo. Fue en Balvanera En una noche lejana Que alguien dejó caer el nombre De un tal Jacinto Chiclana. Algo se dijo también De una esquina y de un cuchillo; Los años nos dejan ver El entrevero y el brillo. Quién sabe por qué razón Me anda buscando ese nombre; Me gustaría ...
La casa de María Victoria Atencia
Me adentraba en ella -ante mí en la cubierta del libro-, en su planta cuadrada y un silencio en sus muebles que adivino o invento: podría pintarla como cuando era niña y abrir con una cuchilla sus ventanas, porque ella era mi mundo inserto en otro mundo de intimidad discreta ...
Letanía para decir cómo me amas de Carlos Bousoño
Me amas como una boca, como un pie, como un río. Como un ojo muy grande, en medio de una frente solitaria. Me amas con el olfato, los sollozos, las desazones, los inconvenientes, con los gemidos del amanecer, en la alcoba los dos, al despertar; con las manos atadas a la espalda ...
Safo a Cleis de Luz Méndez De La Vega
Me amo en ti y en tu figura, me miro, transformada con la forma de mi sueño. Al acariciarte es mi reflejo el que acaricio narciso en el espejo de tu cuerpo. Me miro, as? toda yo vuelta carne tuya,belleza que mo,seda que acaricioen tus mejillas.Sabor de tu pielen la blanca corolade tus senos ...
Cate de mi corazón de Alejandro Aura
Me arde la piel, soy más hachón que hombre un metro setentaiséis centímetros de lumbre con la cresta blanqueando enrojecida: ya no tengo remedio; ardo en la Ciudad de México. V Eran líquidos mis pies...
Contra la muerte de Gonzalo Rojas
Me arranco las visiones y me arranco los ojos cada día que pasa. No quiero ver ¡no puedo! Ver morir a los hombres cada día. Prefiero ser de piedra, estar oscuro, a soportar el asco de ablandarme por dentro y sonreír a diestra y siniestra con tal de prosperar con mi negocio. ...
El despojo de Rosario Castellanos
Me arrebataron la razón del mundo y me dijeron: gasta tus años componiendo este rompecabezas sin sentido. No hay más. Un acto es una estatua rota. Una palabra es sólo la imagen deformada en un espejo. ¿Qué vas a amar? ¿Un cuerpo que se pudre -ese pantano lento en que te ahogas- ...
Noche y nieve de José Emilio Pacheco
Me asomé a la ventana y en lugar de jardín hallé la noche enteramente constelada de nieve La nieve hace tangible el silencio y es el desplome de la luz y se apaga La nieve no quiere decir nada: Es sólo una pregunta que deja caer millones de signos de interrogación sobre el mundo ...
El extranjero de Roger Wolfe
Me asomo a la terraza. Una mujer se arregla el pelo delante de un espejo en el edificio de enfrente de mi casa. Estaba leyendo a Dostoyewski. Cierro el libro, lo dejo encima de la mesa, me siento y abro otra cerveza. Qué aburrido, Dostoyewski, la cerveza, las mujeres, ...
Nocturnos (3) de Oliverio Girondo
Me asomo a los ladridos. ¿Qué hace este árbol despierto? Las sombras no se apartan, se aprietan a sus cuerpos. No me agrada esta calma, este silencio muerto, sin carne, puro hueso. A través de la veta, mineral, de una nube, aparece la luna. Ya me lo sospechaba. ...
Todas las mañanas, cuando leo el periódico de Gabriel Celaya
Me asomo a mi agujero pequeñito. Fuera suena el mundo, sus números, su prisa, sus furias que dan a una su zumba y su lamento. Y escucho. No lo entiendo. Los hombres amarillos, los negros o los blancos, la Bolsa, las escuadras, los partidos, la guerra: largas filas de hombres cayendo ...
Antes de la luz de José Acosta
Me atormenta sobremanera esta casa tan oscura y más, el que no esté en mi destino encenderle una lámpara. He intentado arrojarle luciérnagas a sus espejos, guiar el alba hasta sus ventanas, atarla a otro horizonte fuera de la noche. Pero todo es trunco, vano... ...
Me atreví a archivarte... de Carmen Naranjo
Me atreví a archivarte y te archivé en la t de testimonio. Época de tu época respondona en silencios mezquina en altitudes valle de quehaceres para develar tiempos en que mejor es no hacer nada.
La tinta del blues de Marlon Meza Teni
Me basta acariciar la dentadura del piano para escuchar el grito de marfil que una manada de elefantes salvajes, acorralados en algún lugar de África, pudo refugiar de forma mítica entre el soplo de los ébanos del bosque Lo sé, y cuando a mi vez escapo de mis sombras interiores, ...
Me besaba mucho de Amado Nervo
Me besaba mucho; como si temiera irse muy temprano... Su cariño era inquieto, nervioso. Yo no comprendía tan febril premura. Mi intención grosera nunca vio muy lejos... ¡Ella presentía! Ella presentía que era corto el plazo, que la vela herida por el latigazo...
Declaración de quiebra de Eduardo Llanos
Me cansas, poesía, rumorosa felina, masa musitadora, golondrina fogosa. Pero aunque te niego, persisto en esta cosa de creer que un incendio se apaga con bencina. Me asomo a la ventana, descorro la cortina y creo verme pasar: voy a cavar mi fosa y a grabar mi epitafio ...
Dísticos de Ricardo Gómez López
Me cansé de pelear con los ególatras ¡Viva yo! * Cuando se juntan dos cobardes algo no va a ocurrir. * VANIDAD El que esté libre de culpa que no se mire al espejo. * ACCIDENTE NUMÉRICO Se creía la mujer 10 Soy el 1 que se fue de su lado. ...
Me canta el corazón de Enrique Azcoaga
Me canta el corazón como le canta la savia fiel al árbol florecido; me canta porque llego al presentido cendal de tu ternura. No quebranta la angustia mi canción, que nada espanta a un corazón que canta prometido. Me canta el corazón como invadido de la tibieza fresca que te encanta. ...
Me casó mi madre de Cancionero y Romancero Tradicionales I (siglo XI a siglo XV)
Me casó mi madre chiquitita y bonita, con unos amores que yo no quería. La noche de novios entraba y salía. Le seguí los pasos por ver dónde iba, y le veo entrar en ca su querida. Me puse a escuchar a ver qué decían, y oigo que le dice: - quotPalomita mía, a ti he de comparte sayas y mantillas, ...
Me casó mi madre de Cancionero y Romancero Tradicionales Ii(siglo XI a Siglo XV)
Me casó mi madre chiquitita y bonita, con unos amores que yo no quería. La noche de novios entraba y salía. Le seguí los pasos por ver dónde iba, y le veo entrar en ca su querida. Me puse a escuchar a ver qué decían, y oigo que le dice: - quotPalomita mía, a ti he de comparte sayas y mantillas, ...
Entre perro y lobo de Olga Orozco
Me clausuran en mí. Me dividen en dos. Me engendran cada día en la paciencia y en un negro organismo que ruge como el mar. Me recortan después con las tijeras de la pesadilla y caigo en este mundo con media sangre vuelta a cada lado: una cara labrada desde el fondo ...
Hombre en desgracia de Blas de Otero
Me cojiera las manos en la puerta del ansia, sin remedio me uniesen para siempre a lo solo, me sacara de dentro mi corazón, yo mismo lo pusiese, despacio, delante de los ojos. O si hablase a la noche con el labio enfundado y detrás de la nuca me tocasen de pronto unas manos ...
Hambre de Javier Heraud
Me comía los árboles de la avenida, que los ojos con los hombres ciegos querían devorar. Me comía los balcones, las tablas, los patios, las rejas, los jardines, que los arquitectos querían devorar. Me comía las emociones...
Puerta de golpe de Heberto Padilla
Me contaba mi madre que aquel pueblo corría como un niño hasta perderse; que era como un incienso aquel aire de huir y estremecer los huesos hasta el llanto; que ella lo fue dejando, perdido entre los trenes y los álamos, clavado siempre entre la luz y el viento.
Me contaron de Ernesto Cardenal
Me contaron que estabas enamorada de otro y entonces me fui a mi cuarto y escribí este artículo contra el Gobierno por el que estoy preso.
Angel caído de Rodrigo Carrillo
Me cortaré las alas derretidas y clavaré los pies sobre la tierra El cielo se me cae en la cabeza pues no hay más nubes en tu pecho El arcoiris lo puse en blanco y negro para que nadie llegue a tu tesoro Y la fama de bueno la perdí por consumir dos gramos de morfina
El cómplice de Jorge Luis Borges
Me crucifican y yo debo ser la cruz y los clavos. Me tienden la copa y yo debo ser la cicuta. Me engañan y yo debo ser la mentira. Me incendian y yo debo ser el infierno. Debo alabar y agradecer cada instante del tiempo. Mi alimento es todas las cosas. El peso preciso del universo, la humillación, ...
El becerro de Julio Iraheta Santos
Me cubrí la cabeza y el rostro con un gorro Navarone Bajé y el becerro hacía de las suyas con sus carnavales Me indigné tanto que lancé mis flores lacrimógenas El desparpajo fue brutal El becerro quedó solitario y con otros vagabundos lo asamos al carbón 1999
Me da lástima de las estrellas de Fernando Pessoa
Me da lástima de las estrellas luciendo hace tanto tiempo, hace tanto tiempo... Me da lástima de ellas. ¿No habrá un cansancio de las cosas, de todas las cosas, como de las piernas o de un brazo? Un cansancio de existir, de ser, sólo de ser, el ser triste brillar o sonreír... ¿No habrá, en fin, ...
Trilce (Poema XXVII) de César Vallejo
Me da miedo ese chorro, buen recuerdo, señor fuerte, implacable cruel dulzor. Me da miedo. Esta casa me da entero bien, entero lugar para este no saber dónde estar. No entremos. Me da miedo este favor de tornar por minutos, por puentes volados. Yo no avanzo, señor dulce, recuerdo valeroso, ...
Temor imaginado de Manlio Argueta
Me da miedo quererte, por eso me conformo con dibujar tu nombre con mi miel y mis ojos, navegar en las ondas de tu cuerpo de mar. Me da miedo llamarte. Cada palabra tuya a la distancia son tus labios que vuelan y tu celo que tiembla al ritmo de mi cuerpo. Me da miedo la música ...
La página en blanco de Eliseo Diego
Me da terror este papel en blanco tendido frente a mí como el vacío por el que iré bajando línea a línea descolgándome a pulso pozo adentro sin saber dónde voy ni cómo subo trepando atrás palabra tras palabra que apenas sé qué son sino son sólo fragmentos de mí mismo...
El jugador de dátiles de Félix De Azúa
Me dan los dados, dicen: ¿tiras o la muerte? con ellos juegas con su juego vives donde nace la fórmula te haces donde se rompe acabas. Y si te dan los dados te dirán: ¡juega la vida! porque los dados son la cara del insomnio y la pena y otros hasta...
Trueque de Mario Benedetti
Me das tu cuerpo patria y yo te doy mi río tú noches de tu aroma / yo mis viejos acechos tú sangre de tus labios / yo manos de alfarero tú el césped de tu vértice / yo mi pobre ciprés me das tu corazón ese verdugo y yo te doy mi calma esa mentira tú el vuelo de tus ojos / yo mi raíz...
Soneto de la rima pobre de Andrés Eloy Blanco
Me das tu pan en tu mano amasado, me das tu pan en tu fogón cocido, me das tu pan en tu piedra molido, me das tu pan en tu pilón pilado. Me das tu rancho en tu palma arropado, me das tu lecho en tu rincón sumido, me das tu sorbo, a tu sed exprimido, me das tu traje, en tu sudor sudado. ...
Tarjeta postal de Jorge Teillier
Me decías que no me enamorara de tu hermana menor, aquella que aún temía a los duendes que salen de los rincones a robar nueces. Y yo te contestaba que en el cielo podía leer tu nombre escrito por los pájaros y que las nubes flotaban como los gansos en el patio dominical de tu casa ...
La treceava revelación (Se me cayó la autoestima) de Esteban Charpentier
Me dejaste abajo de un farol Juan Gilberto Soy el premio menor, la equivocación manifiesta, el príncipe pálido, la pizza fría de tu pijama party, Soy el pelotazo en contra, el problema mismo, el garrón engangrenado, el último orejón del tarro sin dulce la resaca. Soy el separado, ...
Entrepierna de Walter Morán
Me dejo llevar por ese olor a jazmín. Profetiza la demencia que padeceré. Mientras me hundo en la caverna donde brotan rosas desnudas. (De: Flor profunda)
Junto al aire de junio de Fernando Sánchez Mayans
Me desnudó tu ausencia de palabras. De voces para llenar el día. O la noche. El papel igual que el corazón. Ángel. Sombra violenta. Por tu vuelo espiga de silencio creció en mi huerto viril y de caricias para dejarme inmóvil la garganta. Me detuvo la noche y me detuve como un nocturno...
Me desordeno, amor, me desordeno de Carilda Oliver Labra
Me desordeno, amor, me desordeno cuando voy en tu boca, demorada, y casi sin por qué, casi por nada, te toco con la punta de mi seno. Te toco con la punta de mi seno y con mi soledad desamparada; y acaso sin estar enamorada me desordeno, amor, me desordeno. Y mi suerte de fruta ...
Pesadilla de Marta Zabaleta
Me despertó en la noche tremenda pesadilla qué es lo que tengo, me dije, ¿ya no le quiero? Susurraba una lechuza se columpiaba una rama habían dos pescados y una manzana. La noche era callada los pescados no hablaban la noche era estrellada eran las seis moradas. ...
Despedida de Jorge Teillier
Me despido de mi mano que no pudo mostrar el paso del rayo o la quietud de las piedras bajo las nieves de antaño. Para que vuelvan a ser bosques y arenas me despido del papel blanco y de la tinta azul de donde surgían los ríos perezosos, cerdos en las calles, molinos...
En blanco y negro de Roger Wolfe
Me despierto y hay un vaso medio lleno de bourbon encima de la mesa, unas cerillas, un paquete de Winston en el que alguien ha garabateado su número de teléfono; son las siete y cinco minutos de la mañana, James Mason me contempla en blanco y negro desde el televisor, ...
Me destierro a la memoria... de Miguel de Unamuno
Me destierro a la memoria, voy a vivir del recuerdo. Buscadme, si me os pierdo, en el yermo de la historia, que es enfermedad la vida y muero viviendo enfermo. Me voy, pues, me voy al yermo donde la muerte me olvida. Y os llevo conmigo, hermanos, para poblar mi desierto. Cuando me creáis ...