☰ menú
 


listado de poemas en audio por primeros versos letra m

a-b-c-d-e-f-g-h-i-j-k-l-m-n-o-p-q-r-s-t-u-v-w-x-y-z

789 poemas con la letra "m"

. < 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 > .

Trilce (Poema XLV) de César Vallejo
Me desvinculo del mar cuando vienen las aguas a mí. Salgamos siempre. Saboreemos la canción estupenda, la canción dicha por los labios inferiores del deseo. Oh prodigiosa doncellez. Pasa la brisa sin sal. A lo lejos husmeo los tuétanos oyendo el tanteo profundo, ...
El regreso de Manuel Magallanes Moure
Me detuve en la entreabierta puerta de mi oscuro hogar y besó mi boca yerta aquella bendita puerta que me convidaba a entrar. Mi corazón fatigado de luchar y de sufrir, cuando escuchó el sosegado rumor del hogar amado de nuevo empezó a latir. Fue como el lento regreso de la muerte hacia la vida, ...
Me dice la espera... de Eleonora Requena
Me dice la espera no me aguardes no sabrás por donde vengo ni a cual hora en menoscabo de tus noches Ayer tuve los ojos quebrantados inaudita madurez contemplativa y no ver nada yo me duermo con los ojos encendidos llega De: Sed Seleccionado por la autora
Gusto: Belleza conciente de Juan Ramón Jiménez
Me dicen estos y aquellos, movidas sombras de otros yoes en mí mismo: ¿A qué ese afán, esa insistencia, ese dinámico éstasis en tu obra?Desde los cuarenta años tienes ya, en este mil novecientos veinticinco, cuarenta y tres y pico , la vida jira deprisa por su órbita y, ...
Pensándolo bien de Jaime Sabines
Me dicen que debo hacer ejercicio para adelgazar, que alrededor de los 50´s son muy peligrosos la grasa y el cigarro, que hay que conservar la figura y dar la batalla al tiempo, a la vejez. Expertos bien intencionados y médicos amigos me recomiendan dietas...
Me dices que dices no dices que te deje en paz... de Angela Ibáñez
Me dices que dices no dices que te deje en paz Que quieres que no quieres quererme O tal vez deseas que no deseas dejar de verme Piel y guerra de palabras en la piel Que breve se desliza Entre los dos sin rumbo y sin descanso Continuidad lasciva que discontinua mueve ...
Septiembre, 22 de Vicente Gallego
Me dices que es absurdo el universo, que la vida carece de sentido. Pero no es un sentido lo que busco, cualquier explicación o una promesa, sino el estar aquí y a la deriva: una simple botella que en la playa aguarda la marea. Sí, la palabra justa es abandono: una dulce renuncia ...
Dulce amiga lejana de Maruja Vieira
Me dices que me aguarda tu clara ciudad lenta, que me aguardan sus calles, su río, sus violetas. Dulce amiga lejana, gracias por tus palabras, por tu risa callada, por tus manos fraternas. Gracias por tu recuerdo que me acompaña, tímido, silencioso y seguro como el alma del agua. Por decirme, ...
Opción de Griselda Álvarez Ponce de León
Me dieron a escoger: hogar o gloria, y en mis manos pusieron el mandato seis años nada más que es un buen rato para abrirme las puertas de la historia. No sé si fue una pírrica victoria que ahora reflexiono y aquilato: metí amor y familia en un retrato y fue el poder la línea...
Para ser mujer de Ana Istarú
Me dieron mis dos brazos de mujer y no me dijeron como romper los cerros. Y ahora que he aprendido a volar entre sus flancos de animal herido me quitan el único par de manos que llevo. Si algún día yo pudiera caminar por las calles libremente, sin catecismos ni prejuicios de herrumbre, ...
Forajida de Vilma Vargas
Me dijeron: “Escribe un poema con duende”. Un poema ameno para un festival. Yo no soy un figurón. Desvarío como una forajida. Una salvaje sobre la alfombra roja y su sopa...
Infancia del Pan nuestro (13) de Juana Rosa Pita
Me dijo un ángel hoy: Filo de Alejandría hace tres siglos vio a un radiante extranjero misterioso: sin conocerte supo que eras Tú. Y se fugó después de regalarle a mi Madre un ramo de cañas y una suntuosa rama de palmera. Se alegraron los párpados del tiempo. ...
Canciones de Manuel Machado
Me dijo una tarde de la primavera: Si buscas caminos en flor en la tierra, mata tus palabras y oye tu alma vieja. Que el mismo albo lino que te viste, sea tu traje de duelo, tu traje de fiesta. Ama tu alegría y ama tu tristeza, si buscas caminos en flor en la tierra. Respondí a la tarde ...
Me doy cuenta de que me faltas de Jaime Sabines
Me doy cuenta de que me faltas y de que te busco entre las gentes, en el ruido, pero todo es inútil. Cuando me quedo solo me quedo más solo solo por todas partes y por ti y por mí. No hago sino esperar. Esperar todo el día hasta que no llegas. Hasta que me duermo...
De puño y letra de Mario Trejo
Me doy por vencido. La religión la mafia la política y el fútbol el ejército y la moda mueven más gente que yo. Son millones o pocos pero totalmente decididos al todo por el todo. Yo sólo tengo que ver con las pequeñas multitudes de un cine de trasnoche con la soledad de los jugadores ...
Me doy vuelta hacia tu lado... (Poesía Vertical X - 44) de Roberto Juarroz
Me doy vuelta hacia tu lado, en el lecho o la vida, y encuentro que estás hecha de imposible. Me vuelvo entonces hacia mí y hallo la misma cosa. Es por eso que aunque amemos lo posible, terminaremos por encerrarlo en una caja, para que no estorbe más a este imposible ...
Me duele el siglo... de Víctor Sandoval
Me duele el siglo recién muerto, con sus ojos nostálgicos y su mirada letal de adormidera, la semilla en el viento, sus restos de holanda envilecida. Esta flor que no cabe en su inocencia, la morbidez que a tantos obsesiona. Solo levedad de horas y delirio en contumancia, ...
Épica de José Carlos Becerra
Me duele esta ciudad, me duele esta ciudad cuyo progreso se me viene encima como un muerto invencible, como las espaldas de la eternidad dormida sobre cada una de mis preguntas. Me duelen todos ustedes que tienen por hombro izquierdo una lágrima, ese llanto es una ...
Mural sin tregua de Carmen Alardín
Me duele verte vivir sentir el río de tu cuerpo lleno de barcos y arrecifes. Me duele ver que te desangras lejos de la virtud de los geranios, lejos de las encinas que todavía no plantamos. Me duele verte encender las luces de Bengala sólo para alumbrar los siete mares y sentir cómo organizas ...
Me dueles de Jaime Sabines
Me dueles. Mansamente, insoportablemente, me dueles. Toma mi cabeza, córtame el cuello. Nada queda de mí después de este amor. Entre los escombros de mi alma búscame, escúchame. En algún sitio mi voz, sobrevive, llama, pide tu asombro...
Circus orbis de Rossana Estrada Búcaro
Me elevo en un crespón azul sobre la realidad juego con la fantasía el vuelo es acrobático, mágico mi oficio de poeta pierde solemnidad la vida me guiña el ojo es una pelota rodando en sus colores sobre la cual bailo desde un baile primitivo caníbal hasta un ritmo tecnoaunque ...
Embriaguez de Dámaso Alonso
Me embriago de aromas. Qué delicia, campo recién llovido castellano. Qué embriaguez, tocar, tocar...: mi mano febrilmente las cosas acaricia. No se sacia la vista que se envicia en color, embriagada, oh mi verano. Embriaguez de oír: ruiseñor, piano, mar, selva, viento, ...
Tumulto de Gabriel Zaid
Me empiezan a desbordar los acontecimientos (quizá es eso) y necesito tiempo para reflexionar (quizá es eso). Se ha desplomado el mundo. Toca el Apocalipsis. Suena el despertador. Los muertos salen de sus tumbas, mas yo prefiero estar muerto.
La salvación de Gonzalo Rojas
Me enamoré de ti cuando llorabas a tu novio, molido por la muerte, y eras como la estrella del terror que iluminaba al mundo. Oh cuánto me arrepiento de haber perdido aquella noche, bajo los árboles, mientras sonaba el mar entre la niebla y tú estabas eléctrica y llorosa bajo la tempestad, ...
Me encanta Dios de Jaime Sabines
Me encanta Dios. Es un viejo magnífico que no se toma en serio. A él le gusta jugar y juega, y a veces se le pasa la mano y nos rompe una pierna o nos aplasta definitivamente. Pero esto sucede porque es un poco cegatón y bastante torpe con las manos...
Cantata sombría de Olga Orozco
Me encojo en mi guarida; me atrinchero en mis precarios bienes. Yo, que aspiraba a ser arrebatada en plena juventud por un huracán de fuego antes de convertirme en un bostezo en la boca del tiempo, me resisto a morir. Sé que ya no podré ser nunca la heroína de un rapto fulminante, ...
De la inmortalidad del cangrejo de Gonzalo Osses – Vilches
Me encontré de repente, casi sin darme cuenta por el viejo y nunca terminado camino de los recuerdos. Recuerdos que alguna vez fueron pasos en mis zapatos; ilusiones en mi alma, lágrimas en mis ojos. Recuerdos que son sonrisas de niño, esas mismas que uno siempre...
Hallazgos de Gabriela Mistral
Me encontré este niño cuando al campo iba: dormido lo he hallado en las espigas... O tal vez ha sido cruzando la viña: buscando los pámpanos topé su mejilla... Y por eso temo, al quedar dormida, se evapore como la helada ...
Te lo ruego de Concha García
Me encontré tan menuda, tan encogida, ovillada en eso que la taquicardia auguró. Doce o trece horas de amor desmedido maldita sea hoy, cómo avanzaba la sabandija entre mi letargo haciéndome diminuta el tiempo crecía. Me puso las manos encima y me queda ese temblor. ...
Lecciones de las cosas de Rosario Castellanos
Me enseñaron las cosas equivocadamente los que enseñan las cosas: los padres, el maestro, el sacerdote pues me dijeron: tienes que ser buena. Basta ser bueno. Al bueno se le da un dulce, una medalla, todo el amor, el cielo. Y ser bueno es muy fácil. Basta abatir los párpados y no ver y no juzgar ...
Me entregué... de Cecilia Podestá
me entregué a los que llamaban desde el ruido o el latido de un muro. me buscan los parques y sus bancas de cemento frío. no me buscas tú, perdiste las manos en el cabello que cubría mi locura amarilla extendida sobre tu falda de paño y tu olor. perdiste la voz y el llanto...
Poema que es otro de Juan Vicente Piqueras
Me equivoqué de vida y la que llevo está escrita por nadie en una lengua que yo no comprendo. Cierro el libro y los ojos. No quiero ver la luz de lo negado. Como quien se equivoca de tren en otro libro me he equivocado de vida y no sé adonde me lleva esta sucesión...
Desexilio de Diógenes de Rogelio Saunders
Me escapé del interminable cañaveral, y ahora estoy mirando la oigopa de antiguos parapetos, los pastos verdes sin fin bajo los cuales sin duda fluyen también el silencio el olvido y la sangre. Nada cesa aquí donde todo de algún modo ha muerto. Hay un pueblo invisible bajo los rieles. ...
El amigo ido de Salvador Novo
Me escribe Napoleón: El Colegio es muy grande nos levantamos muy temprano hablamos únicamente inglés te mando un retrato del edificio... Ya no robaremos juntos dulces de las alacenas, ni escaparemos hacia el río para ahogarnos a medias y pescar sandías sangrientas. ...
El amigo ido de Salvador Novo
Me escribe Napoleón: El Colegio es muy grande, nos levantamos muy temprano, hablamos únicamente en inglés, te mando un retrato del edificio... Ya no robaremos juntos dulces de las alacenas, ni escaparemos hacia el río para ahogarnos a medias y pescar sandías sangrientas. ...
El llamamiento de Julio Iraheta Santos
Me está llamando el ángel pendenciero y debo encender en la consola de mi corazón solitario la lámpara de noche que me acompaña en las vigilias que compara el canto de los gallos con un embudo roto en el pubis de la madrugada Me está provocando el insolente bribón y él sabe ...
Me estaba reservando lo que a nadie... de Marosa di Giorgio
Me estaba reservando lo que a nadie. “Voy a ver brillar los bichos”. De noche, azules y rosados, color caramelo, clavelina. Iban despacio, cambiándose señales; u otros muy grandes, de capa negra y lunares blancos, (o blancas y lunares negros), que al chocar en algo firme, se deshacían...
Berceuse (2) de María Monvel
Me estoy durmiendo poco a poco, me estoy durmiendo sobre el mar. Un hierro sólo me separa de su viscosa inmensidad y yo me duermo poco a poco con blando y dulce cabecear. ¿vendrá el naufragio si me duermo?. ¿ Me tragará dormida el mar?. ¿Morderé perlas, algas, conchas en un futuro ...
Muerte natural de Jorge Pimentel
Me estoy muriendo mordí el anzuelo, caí en las trampas estúpidamente, y ahora me contradigo con facilidad, me extravío, me pierdo, y con la luz de un lamparín cruzo puentes rústicos donde nadie me espersa, donde no hay lugar preciso para mi cara que ya dejó de ser columpio ...
Me duermo de Fernando Gril
me estoy quedando dormido entre tanto imbécil reaccionario tanta reivindicación petulante tanto puritanismo me duermo entro lo frágil que permanece entre lo que no rompemos entre estas flores que refutan nuestro salto al vacío me estoy quedando dormido entre los llantos guardados ...
Espesura de Tomás Segovia
Me fui yendo Adelantando un poco Y otro poco Pensando cada vez que era el último trecho Que ahora ya volvería Me fui alejando sin sentir De donde estaban todos No sé por qué ni adónde Ni menos todavía para qué Me fui yendo sin saber sin ganas Lento inconstante bobo Nada tenía que buscar ...
Montañas (II) de Antonio Arráiz
Me gusta acariciarlas siguiendo con los ojos morosamente sus líneas abruptas, mientras en sus dorsos la luz de modo imperceptible va del verde al azul al violeta. Me gusta acariciarlas con los ojos, como acaricio
Me gusta andar de noche... de Concha Méndez
Me gusta andar de noche las ciudades desiertas, cuando los propios pasos se oyen en el silencio. Sentirse andar, a solas, por entre lo dormido, es sentir que se pasa por entre un mundo inmenso. Todo cobra relieve: una ventana abierta, una luz, una pausa, un suspiro, una sombra... ...
Consejos a una niña tímida o en defensa de un estilo de Marco Antonio Montes de Oca
Me gusta andarme por las ramas. No hay mejor camino para llegar a la punta del árbol. Por si no bastaran, me da náuseas la línea recta; prefiero el buscapiés y su febril zigzag enflorado de luces. Y cuando sueño, veo frontones apretujados de joyas donde vegetaciones de relámpagos...
Dos de Efraín Huerta
Me Gusta Beber Dignamente Acompañado Es decir Solo Y Mi alma
El poema no escrito de Guillermo Carnero
Me gusta contemplarte al salir de la ducha, como a Susana los ancianos bíblicos. Por la puerta entornada te acecho cuando envuelves en la toalla el muslo o el tobillo, el pecho rebosante tras la línea del brazo: odasliscas de Ingres, pastoras de Boucher cálidas, sosegadas, inocentes, ninfas de ...
Color hueso 1 de Ramiro Oviedo
Me gusta el color hueso -el único que se ha comido la lengua- humano hasta la médula vive sin brújula sin nudos en los pies. Buscando algún rincón, un hueco, alguna página Un segmento de algo para tatuar su sombra, el artista Halla una calavera –un cráneo...
En esta tierra redonda y plana (XL) de Carmen Naranjo
Me gusta estar con vos me está gustando es más creo que sin vos se angosta el espacio y falta aire en rincones íntimos qué lata me estás gustando y ese gustar tiene aspecto de levantarse temprano con ojeras y lágrimas
Canto a la escoba de Margarita Carrera
Me gusta la escoba en la soledad de mis manos en su silencioso barrer de muerte en su ocultarse -cual niña solitaria- tras la puerta dormida. Sí. Me gusta la escoba en canto de limpieza por su pelo entretejido su cuerpo de espiga y porque, loca, va siempre patas arriba.
Caza de Ana María Ardón
Me gusta verte desde lejos acecharte discretamente provocarte Reinventar cada encuentro adivinarte Sigilosa encenderte disfrutar el placer de enamorarte y como leona echada verte llegar a mí muy lentamente (DE: Cristal cortado)