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listado de poemas en audio por primeros versos letra e

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579 poemas con la letra "e"

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En el hidrante las gotas caen... de Juan Rulfo
En el hidrante las gotas caen una tras otra. Uno oye, salida de la piedra, el agua clara caer sobre el cántaro. Uno oye. Oye rumores; pies que raspan el suelo, que caminan, que van y vienen. Las gotas siguen cayendo sin cesar. El cántaro se desborda haciendo rodar el agua sobre un suelo mojado...
Llamas vino de Francisco Caro
En el móvil la luz de tu llamada, dices: mi cuarto frío sé de un par de cuerpos leña que se anhelaron, ¿arde en la tuya mi boca recordada? Te respondo que ya, que acudo en nada, que derrito el asfalto de la tarde, que ni un hueco en la mía que no guarde ascuas, ¿sigue la tuya en llamarada?...
Ronda de la ceiba ecuatoriana de Gabriela Mistral
En el mundo está la luz, y en la luz está la ceiba, y en la ceiba está la verde llamarada de la América! ¡Ea, ceiba, ea, ea! Árbol-ceiba no ha nacido y la damos por eterna, indios quitos no la plantan y los ríos no la riegan...
En el negro callejón... de José Martí
En el negro callejón Donde en tinieblas paseo, Alzo los ojos, y veo La iglesia, erguida, a un rincón.¿Será misterio? ¿Será Revelación y poder? ¿Será, rodilla, el deber De postrarse? ¿Qué será? Tiembla la noche: en la parra Muerde el gusano el retoño; Grazna, llamando al otoño La hueca...
Cuerpo del delfín (fragmento) de Fayad Jamís
En el palacio de la memoria, en el humo del cuerpo, una palpitación extraña, un remoto aleteo: la sombra roja de un delfín entra suavemente. ¿Qué importa la marca del arpón? ¿Qué importa si el nombre del barco es Little Fish o Cheval ? ¿Qué importa el rostro encendido del...
Identidad de Octavio Paz
En el patio un pájaro pía, como el centavo en su alcancía. Un poco de aire su plumaje se desvanece en un viraje. Tal vez no hay pájaro ni soy ése del patio en donde estoy. De: Días hábiles
Canción de Sergio Stepansky de León de Greiff
En el recodo de todo camino la vida me depare el bravo amor: y un vaso de aguardiente, ajenjo o vino, de arak o vodka o kirsch, o de ginebra; un verso libre -audaz como el azor-, una canción, un perfume calino, un grifo, un gerifalte un búho, una culebra... (y el bravo amor, el bravo...
En el rigor del vaso que la aclara... (Muerte sin fin) de José Gorostiza
En el rigor del vaso que la aclara, el agua toma forma ciertamente. Trae una sed de siglos en los belfos, una sed fría, en punta, que ara cauces en el sueño moroso de la tierra, que perfora sus miembros florecidos, como una sangre cáustica, incendiándolos, ay abriendo en ellos]...
Cuerdas de mi guitarra de Manuel Benítez Carrasco
En el río blanco y negro de notas negras y blancas desembocan los seis ríos pequeños de la guitarra, los ríos por los que pueden correr a gusto las lágrimas, irse a pique los flamencos y a deriva las palabras, porque más que ríos son seis gargantas por las que pasan seis ríos...
Los días de la Inocencia de Marita Troiano
En el sesentidos éramos pocos en Chincha La moral era clara Nos conocíamos todos por nombres apellidos Por signos Por orígenes Algunos viejos rechazaban la costumbre de vivir Y otros iban lento por las horas Con sus libros cabalgando en los bolsillos Con retazos de sol entre las manos...
A Irene García de Federico García Lorca
En el soto, los alamillos bailan uno con otro. Y el arbolé, con sus cuatro hojitas, baila también. ¡Irene! Luego vendrán las lluvias y las nieves. Baila sobre lo verde. Sobre lo verde, verde, que te acompaño yo. ¡Ay cómo corre el agua! ¡Ay mi corazón! En el soto, los alamillos bailan uno con otro...
El temblor de Eduardo Langagne
En el sueño los ruidos eran ciertos y crujían las paredes. En los ojos abiertos al espanto el espejo movía su mundo reflejado. Por eso fue el impulso de salir de aquel sueño hacia otro sueño, rezar bajo los marcos de las puertas el consejo empolvado en la memoria...
Ecuación de primer grado con una incógnita de José Emilio Pacheco
En el último río de la ciudad, por error o incongruencia fantasmagórica, vi de repente un pez casi muerto. Boqueaba envenenado por el agua inmunda, letal como el aire nuestro. Qué frenesí de sus labios redondos, el cero móvil de su boca. Tal vez la nada o la palabra...
Ángel de sombras (fragmentos) de Clara Janés
En el umbral oscuro la copa destelló y en mi mirada se adentró la filigrana de la plata. Bebe ,dijo su portador: Y bebí sus ojos en el vino. Y bebí el vino en sus labios. Y él bebió sus labios en los míos. Y encendí las velas. (Fragmento) La llama viva rasgó el aire, unió las cabezas en purpúreo gesto...
El balcón de Silvina Ocampo
En el verano de un balcón, en Francia, mirábamos los cedros extranjeros y un demasiado azul en la distancia lago, lejos de ceibos y jilgueros. Nos gustaba una patria más vacía: no hay aquí una palmera, yo decía, no nos despierta el canto de las aves con las aguas barrosas, con las...
Rescoldos de sentir de Gilberto Owen
En esa frente líquida se bañaron Susanas como nubes que fisgaban los viejos desde las niñas de mis ojos púberes. Cuando éramos dos sin percibirlo casi; cuando tanto decíamos la voz amor sin pronunciarla; cuando aprendida la palabra mayo la luz ya nos untaba de violetas; cuando...
MCMLXXXIII/5 de José Antonio Cedrón
En esta casa alguien vivió antes, y antes. Dejó clavos de punta en las paredes la forma de sus manos en un viejo jabón olores a tabaco, en el lavadero sucio. Huellas poco confiables. Vivió esperando un ruido que lo llame desde el amanecer? Lo imaginó esperando? Lloró también de...
Horas altas de José Emilio Pacheco
En esta hora fluvial hoy no es ayer y aún parece muy lejos la mañana Hay un azoro múltiple extrañeza de estar aquí de ser en un ahora tan feroz que ni siquiera tiene fecha ¿Son las últimas horas de este ayer o el instante en que se abre otro mañana? Se me ha perdido el mundo y no...
A Federico García Lorca, poeta de Granada de Rafael Alberti
En esta noche en que el puñal del viento acuchilla el cadáver del verano, yo he visto dibujarse en mi aposento tu rostro oscuro de perfil gitano. Vega florida. Alfanjes de los ríos, tintos en sangre pura de las flores. Adelfares. Cabañas. Praderíos. Por la sierra, cuarenta salteadores...
Oración al Cristo del Calvario de Gertrudis Gómez de Avellaneda
En esta tarde, Cristo del Calvario, vine a rogarte por mi carne enferma; pero, al verte, mis ojos van y vienen de tu cuerpo a mi cuerpo con vergüenza. ¿Cómo quejarme de mis pies cansados, cuando veo los tuyos destrozados? ¿Cómo mostrarte mis manos vacías, cuando las tuyas están llenas de heridas?...
Tierra por cárcel de Vilma Vargas
En esta tierra donde debemos vivir otra alucinación vendrá después. Falta de cobijo, nuestra vida insepulta. Un pueblo calla sus muertos bajo la fuerza de algún resucitado. En está ciudad aguzada en la espera no debemos morir, en esta ciudad de cal nuestras manos se aferran al sol,...
Reparación de Amado Nervo
En esta vida no la supe amar! Dame otra vida para reparar, ¡oh Dios!, mis omisiones, para amarla con tantos corazones como tuve en mis cuerpos anteriores; para colmar de flores, de risas y de gloria sus instantes; para cuajar su pecho de diamantes y en la red de sus labios dejar presos los enjambres de besos que no le di en las horas ya perdidas...
Tus calles de Saúl Ibargoyen
En estas calles hay plumas deshojándose de gorriones antiguos y un cauce polvoroso de lluvias desterradas. Están ahí para el uso de tus pies con su firme tendón enternecido: para el apoyo a lo frágil de la hembredad de toda tu sombra: para el saltante sonido del eco que tu boca evocada desata: para el espacio de maderas verticales donde la avidez de tu silencio se levanta...
Los asesinos de Saúl Ibargoyen
En estas calles ya no hay visitas de asesinos: solamente aquella sangre que sin apuro envejece. Dedos de gatos reverdecidos estallan contra las duras telas de una acacia o jacaranda. Y plumas estériles saltan de la estrechez de cada hueco. Una boca mira la falta de sombra de este cuerpo solo...
En este asunto del amor... de Carlos Pellicer
En este asunto del amor, que a veces, uno quisiera que no acabara nunca de empezar, parece que alguien dice: ¿Dios es eternamente joven? Es tanta la alegría, que uno ignora catástrofes y duelos. Usted dice que sí a toda la enorme y tan humana tontería. Sólo hay un pensamiento, sólo...
Poema en tiempo vegetal de Carlos Pellicer
En este bosque en que los árboles tienen historia y se acompañan espaciosos a tiempo en luz, a tiempo en sombra, saqueo al aire los flautines en que los pájaros devoran la soledad húmeda y viva de la raíz y la memoria. Sonoramente en cuerpo y alma siento el calor con que de enérgicas prisiones, la luz solar se liberó...
Palabras II de Circe Maia
En este cuarto me rodean muebles que no conoces: tengo puesto ahora este vestido que no has visto y miro ¿hacia adentro, hacia afuera? No lo sabes. Pero ahora y aquí y mientras viva tiendo palabras puentes hacia otros. Hacia otros ojos van y no son mías no solamente mías...
Museo de Héctor Rosales
En este espacio quedó el dolor citado, en esta misma arruga cultivó la muerte su itinerario. Aquel cuadro pertenece al Suicidio, el famoso pintor que vivió en tantos estados. Si miran a la derecha encontrarán la cocina del pánico: un ojo donde arden almanaques...
El devoto de José Watanabe
En este profundo depósito de catedral, hieráticos como una triste cuadrilla de obreros de yeso los santos esperan al restaurador. En un altar y otro fueron deteriorándose, atacados por las moscas, las polillas y los abusos de la fe. Aquí ya no son San Francisco, San Valentín, San...
Retrato de niño de Salvador Novo
En este retrato hay un niño mirándome con ojos grandes; este niño soy yo y hay una fecha: 1906. Es la primera vez que me miré atentamente. Por supuesto que yo hubiera querido que ese niño hubiera sido más serio, con esa mano más serena, con esa sonrisa más fotográfica. Esta...
El himno de los bosques de Manuel José Othón
En este sosegado apartamiento lejos de cortesanas ambiciones, libre curso dejando al pensamiento, quiero escuchar suspiros y canciones. ¡El himno de los bosques! Lo acompaña con su apacible susurrar el viento, el coro de las aves con su acento, con su rumor eterno la montaña...
Nocturno del Mississippi de Efraín Huerta
En estos precisos momentos todo momento es bello. Por ejemplo: que los jóvenes negros se amen a la orilla del río, bajo el ruinoso techo del Heads Bridge, y que su risa sea del color de la carne y de su espesa piel. Que se amen larga y estrechamente al amparo del cielo, como se...
Canción de los dos mundos de William Ospina
En Europa es de día pero es de noche en África. Al norte del mar está el tiempo, pero está al sur la eternidad. Los blancos pueblos industriosos construyendo la gloria del hombre. Las negras lanzas nervadas custodiando la roja luna. Las blancas piedras con forma de ninfas...
Una cena jocosa de Baltasar del Alcázar
En Jaén, donde resido, vive del Lope de Sosa, y diréte, Inés, la cosa más brava dél que has oído. Tenía este caballero un criado portugués... Pero cenemos, Inés, si te parece, primero. La mesa tenemos puesta; lo que se ha de cenar...
Fundación o nacimiento de Saúl Ibargoyen
En la caja de papel hemos puesto las palabras de cobre. La mesa tomada de la sustancia ciega del laurel o del cedro está simplemente debajo del ligero cofre que ahora balbucea como un pulmón de hombre cotidiano. Debajo de las patas sin uñas que contienen la dirección de los rumbos...
Canción amarga de Luis García Montero
En la cara lleva tres años perdidos y el frío de las seis de la mañana. Van a partirte el corazón. De pronto la luz apagada, los pasillos turbios, la puerta que clava su ruido en la espalda. Van a partirle el corazón. Y arrastra una cadena oscura de pasiones heladas, ese frío que...
En la cárcel de ayer, de que me evado... de Salvador Novo
En la cárcel de ayer, de que me evado a la muerta distancia del olvido; con polvo, en el sendero recogido: con astillas, del tiempo desgajado; con el canto y la flor, apasionado, su perfume en el viento fallecido; con atisbos del sueño desistido, con arenas del mar nunca surcado...
Frida cumple cien años de Maruja Vieira
En la Casa Azul de Coyoacán están los zapatos gigantescos de Diego Rivera. Hay montones de faldas, collares, cintas, los terribles corsés metálicos y Fridas, muchas Fridas que no necesitan de los pies para bailar en el aire. Esta noche hay fiesta en la Casa Azul...
Muerte de la petenera de Federico García Lorca
En la casa blanca muere la perdición de los hombres. Cien jacas caracolean. Sus jinetes están muertos. Bajo las estremecidas estrellas de los velones, su falda de moaré tiembla entre sus muslos de cobre. Cien jacas caracolean. Sus jinetes están muertos. Largas sombras afiladas vienen...
Canto de primavera de Nezahualcóyotl
En la casa de las pinturas comienza a cantar, ensaya el canto, derrama flores, alegra el canto. Resuena el canto, los cascabeles se hacen oír, a ellos responden nuestras sonajas floridas. Derrama flores, alegra el canto. Sobre las flores canta el hermoso faisán, su canto despliega en...
La ciudad sin Laura de Francisco Luis Bernárdez
En la ciudad callada y sola mi voz despierta una profunda resonancia. Mientras la noche va creciendo pronuncio un nombre y este nombre me acompaña. La soledad es poderosa pero su cumbre ante mi voz enamorada. No puede haber nada tan fuerte como una voz cuando esa voz es la del alma...
En la clave del arco mal seguro... (Rima XLV) de Gustavo Adolfo Bécquer
En la clave del arco mal seguro cuyas piedras el tiempo enrojeció, obra de un cincel rudo, campeaba el gótico blasón. Penacho de su yelmo de granito, la hiedra que colgaba en derredor daba sombra al escudo, en que una mano tenía un corazón. A contemplarlo en la desierta plaza nos...
Discurso sobre los cangrejos de José Emilio Pacheco
En la costa se afirma que los cangrejos son animales hechizados y seres incapaces de volverse para mirar sus pasos. De las tercas mareas aprendieron la virtud del repliegue, el ocultarse entre rocas y limo. Caminantes oblicuos, en la tenacidad de sus dos pinzas sujetan al vacío que penetran sus ojillos feroces como cuernos...
Hay que buscarlo de Oliverio Girondo
En la eropsiquis plena de húespedes entonces meandros de espera ausencia enlunadados muslos de estival epicentro tumultos extradérmicos excoriaciones fiebre de noche que burmúa y aola aola aola al abrirse las venas con un pezlampo inmerso en la nuca del sueño hay que buscarlo al...
Noche del trópico de José Juan Tablada
En la fúnebre bóveda no brillan las estrellas, y sin embargo estriado de tenebrosas huellas sobre el profundo abismo la luz es móvil nata do apenas un Erebo de sombra se desliza, y en esa temblorosa película de plata en perlas se deshace la ola que se riza...
Las feas palabras de Roque Dalton
En la garganta de un beodo muerto se quedan las palabras que despreció la poesía. Yo las rescato con manos de fantasma con manos piadosas es decir ya que todo lo muerto tiene la licuada piedad de su propia experiencia. Furtivamente os las abandono: feas las caras sucias bajo el...
En la imponente nave... (Rima LXXVI) de Gustavo Adolfo Bécquer
En la imponente nave del templo bizantino, vi la gótica tumba, a la indecisa luz que temblaba en los pintados vidrios. Las manos sobre el pecho, y en las manos un libro, una mujer hermosa reposaba sobre la urna, del cincel prodigio. Del cuerpo abandonado al dulce peso hundido, cual...
Viajes y cavernas del subsuelo de André Cruchaga
En la lluvia reconozco el lugar de donde vengo; El agua apaga este amor feroz, incandescente, Que le tengo a las campanas cuando tocan las raíces De mis músculos y el vino de mi sangre. La vida ha de irse, es la única condición que compartimos Cuando vemos partir todo lo que amamos...
El fuego de José Emilio Pacheco
En la madera que se resuelve en chispa y llamarada luego en silencio y humo que se pierde miraste deshacerse con sigiloso estruendo tu vida Y te preguntas si habrá dado calor si conoció alguna de las formas del fuego si llegó a arder e iluminar con su llama De otra manera todo habrá...
El ángel de Orfila Bardesio
En la madrugada cuando todos descansan, se levanta del lecho una voz suave, musita una lejana estrella, en el silencio frío interrumpe las sombras, el aliento humilde de una lámpara: te agradecemos como a una flor, hijita de un instante . Dormir después como el niño en su cuna...