☰ menú
 


listado de poemas en audio por título letra e

a-b-c-d-e-f-g-h-i-j-k-l-m-n-o-p-q-r-s-t-u-v-w-x-y-z

579 poemas con la letra "e"

. < 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 > .

Canciones del pozo sin agua (5) de Jaime Sabines
Esta noche vamos a gozar. La música que quieres, el trago que te gusta y la mujer que has de tomar. Esta noche vamos a bailar. El bendito deseo se estremece igual que un gato en un morral, y está en tu sangre esperando la hora como el cazador en el matorral...
Esta noche yo te siento apoyada en la luz... de José Carlos Becerra
Esta noche yo te siento apoyada en la luz de mi lámpara, yo te siento acodada en mi corazón; un ligero temblor del lado de la noche, un silencio traído sin esfuerzo al despertar de los labios. Siento tus ojos cerrados formando parte de esta luz; yo sé que no duermes como no duermen ...
Taube de Fernando Ruiz Granados
Esta paloma no conoce diluvios No sabe de Arcas Ni de altares de piedra y holocaustos Esta paloma ignora el naufragio de la luz La imposibilidad de la palabra Los signos escritos y borrados por el viento Los pasos perdidos de la arena Sabe de los raudales de claridad del día ...
Patria de Jaime Torres Bodet
Esta piedad profunda es tierra mía. Aquí, si avanzo, lo que toco es patria: presencia donde siento a cada instante el acuerdo del cuerpo con el alma. Esta voz es mi voz. Pero la escucho en bocas diferentes. Y aunque nada de cuanto dice pueda sorprenderme, oírla me cautiva ...
Ansia de Oscar Oliva
Está por anunciarse, está por surgir, está por preguntarse, está por llegar. Todos saben que va a suceder. Nadie sabe cómo ni cuándo. Está derrumbando las puertas, está pateando estas palabras, está en la mano y en el lápiz. Está dentro de esta página y tiene el rostro...
Esta tarde, mi bien... de Sor Juana Inés de la Cruz
Esta tarde, mi bien, cuando te hablaba, como en tu rostro y tus acciones vía que con palabras no te persuadía, que el corazón me vieses deseaba; y Amor, que mis intentos ayudaba, venció lo que imposible parecía: pues entre el llanto, que el dolor vertía, el corazón deshecho ...
En qué satisface un deseo con la retórica del llanto de Sor Juana Inés de la Cruz
Esta tarde, mi bien, cuando te hablaba, como en tu rostro y tus acciones vía que con palabras no te persuadía, que el corazón me vieses deseaba; Y Amor, que mis intentos ayudaba, venció lo que imposible parecía: pues entre el llanto, que el dolor vertía, el corazón deshecho destilaba. Baste ya ...
Esta tierra que piso... de Rosario Castellanos
Esta tierra que piso es la sábana amante de mis muertos. Aquí, aquí vivieron y, como yo, decían: Mi corazón no es mi corazón, es la casa del fuego. Y lanzaban su sangre como un potro vehemente a que mordiera el viento y alrededor de un árbol danzaban y bebían canciones ...
Relación de los hechos de José Carlos Becerra
Esta vez volvíamos de noche, los horarios del mar habían guardado sus pájaros y sus anuncios de vidrio, las estaciones cerradas por día libre o día de silencio, los colores que aún pudimos llamar humanos oficiaban en el amanecer como banderas borrosas. Esta vez el barco navegaba en silencio, ...
Esta vez, caro amigo... de Salvador Novo
Esta vez, caro amigo, mi saludo de Navidad y para el Año Nuevo que en humildad hasta su puerta llevo, inicio apenas, terminarlo dudo. Mi invalidez en procurarlo escudo; con intentarlo, la esperanza elevo que de aferrarme a perdurar atrevo frente a la vida, de palabras mudo. Dos...
Pera de Alejandro Aura
Estaba yo pelando una pera muy quitada de la pena, contenta de ir a servir de desayuno, cuando de pronto noté el poco pudor con que se dejaba eliminar la vestimenta y cómo soltó en humedad que me escurría por lo dedos un jugo lúbrico que me pedía cierto pudor ...
Sueño de Griselda Álvarez Ponce de León
Estás bajo mi lámpara dormido y en sueños luchas, gimes, te retardas, estás bajo mi lámpara y te guardas como si bien despierto fueras ido. Huyes quizá, tu pecho está vencido, pero buscas mi mano y te resguardas, respiras hondo y el aliento tardas como en rotunda vocación de olvido. ...
Intima de Elías Nandino
Estás en mí, como latido ardiente, en mis redes de nervios temblorosos, en mis vetas de instintos borrascosos, en los mares de insomnios de mi frente. Estás fuera de mí, como corriente de voces imprecisas, de sollozos, de filos de secretos tenebrosos. de roces de caricia inexistente. Me cubres ...
En que describe racionalmente los efectos irracionales del Amor de Sor Juana Inés de la Cruz
Este amoroso tormento que en mi corazón se ve, sé que lo siento y no sé la causa porque lo siento. Siento una grave agonía por lograr un devaneo, que empieza como deseo y para en melancolía. Y cuando con más terneza mi infeliz estado lloro, sé que estoy triste e ignoro la causa de ...
De amor y de discreción de Sor Juana Inés de la Cruz
Este amoroso tormento que en mi corazón se ve, sé que lo siento, y no sé la causa porque lo siento. Siento una grave agonía por lograr un devaneo, que empieza como deseo y para en melancolía. Y cuando con más terneza mi infeliz estado lloro, sé que estoy triste e ignoro la causa ...
Ritmo de viaje de José Carlos Becerra
Este cuerpo que yo acaricio lentamente extendiendo la noche, este cuerpo donde yo he penetrado en mi propia distancia, en mi sofocamiento de sombra. Este vientre donde el amor abarca a la noche, estos senos donde la luz altera los signos, este cuerpo al que ahora me entrelazo, ...
Imagen cotidiana de Lina Zerón
Este desánimo eterno y pegajoso, esta intransigente búsqueda perfecta de ti. Ya no hay lunes malhumoradosni eufóricos viernesni domingos depresivos. Ni siquiera soy simétrica como los miércolesni me parezco al aburrido jueves. Debería inventar otros nombres a los días, ...
Estancia de Francisco A. de Icaza
Este es el muro, y en la ventana que tiene un marco de enredadera, dejé mis versos una mañana, una mañana de primavera. Dejé mis versos en que decía con frase ingenua cuitas de amores; dejé mis versos que al otro día su blanca mano pagó con flores. Este es el huerto, y en la arboleda, ...
Oración en la entraña quemada de un sabino de Efraín Bartolomé
Éste es mi territorio más secreto: he amado a la Diosa. Fui Acteón y soy el corzo ya. Huyo entre matorrales y mi propia manada me persigue: hiere mi amante piel. Con ladridos aún, pero mi entraña sabe que no tardarán mucho en darme alcance...
El perro de Eduardo Lizalde
Éste es un perro. Una creiatura que se ignora. No sabe que pertenece a una clase -de cosa o bestia-, ignora que la palabra perro no lo designa a él en especial: cree que se llama perro, cree que se llama hombre, cree que se llama ven , cree que se llama muerde .
Este fácil soneto cotidiano de Salvador Novo
Este fácil soneto cotidiano que mis insomnios nutre y desvanece, sin objeto ni dádiva, se ofrece al nocturno sopor del sueño vano. ¡Inanimado lápiz, que en mi mano mis odios graba o mis ensueños mece! En tus concisas líneas, aparece la vida fácil, el camino llano. Extinguiré la luz. ...
Fado de Maricruz Patiño
Este hueco de lágrimas transparente y salvaje como una estalactita Olas del cielo desde el horizonte azul de tu mirada tumulto fiero el de tus ojos celta y sarraceno tu nombre que se abre como una flor de sangre en mi garganta Tú, puñal en el pecho Incandescencia sorda de un amor ...
Este idioma… de Marco Antonio Montes de Oca
Este idioma brutalmente virgen y no catequizado que sin pasar por la palabra salta del aullido hasta el canto; este aire tan delgado que avanza por los rulos del sibarita sin tocarlos, este aire tan ancho como el aire es mi tropa de esquiroles, mi batallón de choque, mi sonaja...
Tzintzuntzan (Visión desde las yácatas) de Efraín Bartolomé
Este íntimo tono de plácida dulzura en que la luz deambula desnuda por la tierra El sol niño que asoma su rostro sobre el lago Los millares de flores amarillas danzando A lo lejos la leve línea azul de las colinas: ala del cielo añil lamiendo el agua...
La muchacha ebria de Efraín Huerta
Este lánguido caer en brazos de una desconocida, esta brutal tarea de pisotear mariposas y sombras y cadáveres; este pensarse árbol, botella o chorro de alcohol, huella de pie dormido, navaja verde o negra; este instante durísimo en que una muchacha grita, gesticula y sueña por una virtud ...
Eso me basta de Amado Nervo
Este libro tiene muchos precedentes, tantos como gentes habrán sollozado por un bien amado, desaparecido, por un gran amor extinguido. Tal vez muchos otros lloraron mejor su dolor que yo mi inmenso dolor, quizá (como eran poetas mayores) había en sus lágrimas muchos más fulgores... ...
Este perfume intenso de tu carne de Salvador Novo
Este perfume intenso de tu carne no es nada más que el mundo que desplazan y mueven los globos azules de tus ojos y la tierra y los ríos azules de las venas que aprisionan tus brazos. Hay todas las redondas naranjas en tu beso de angustia sacrificado al borde ...
Este perfume de Salvador Novo
Este perfume intenso de tu carne, no es nada más que el mundo que desplazan y mueven los globos azules de tus ojos, y la tierra y los ríos azules de las venas que aprisionan tus brazos. Hay todas las redondas naranjas en tu beso de angustia, sacrificado al borde de un huerto ...
Poema del film de Eduardo Langagne
Este poema no es un film. Por eso no ven la playa ni una adolescente que se moja los pies. Ni su piel asoleada, morena. No es un video. Por ello no está grabada la sonrisa de la madre que cuida a su pequeño en la arena. No verán la carrera de esos dos jovencitos hacia el sol. Sólo...
Pentagónico (Fragmento V) de Román Luján
Este poema no está sucediendo La memoria tendría que ser más lenta archivar sin delirio mohosamente cuando rebanaras las nubes de otra despedida y la nostalgia interpusiera sus cristales entre tu piel y mi lujuria No está sucediendo La distancia me ardería en los dedos ...
Este poeta exprime su riñón... de Eduardo Lizalde
Este poeta exprime su riñón, aquel nos habla de sus calcetines escaleras arriba y de su nuez de Adán, escaleras abajo —que la hormiga no estorbe la visión del hormiguero ni el hormiguero el bosque de la hormiga—. Pero hay otros, los vándalos atroces de sí mismos, los rascacielos...
Presa fácil de Eduardo Zambrano
Este que ahora ven militante de corbata y saco, líder de proyectos y otros fantasmas del deber en las nimias batallas de escritorio: Polvo que también fue animal de mil lecturas en las más largas noches del espíritu; solitario y solidario se bebió la juventud en esa rara mezcla de licores. ...
Desayuno de trabajo de Alejandro Aura
Éste que sale del baño no soy el que entré en la regadera. Era otro. Tenía un topacio en cada ojo. Venía de ver la verdad escueta y la trenzada hilatura de los sueños. Era un yo mismo mucho más potente, capaz de salir de sí, de su piyama y ponerse en la tierra de los otros, con la mirada...
A su retrato ( Soneto CXLV ) de Sor Juana Inés de la Cruz
Este que ves, engaño colorido, que, del arte ostentando los primores, con falsos silogismos de colores es cauteloso engaño del sentido; éste, en quien la lisonja ha pretendido excusar de los años los horrores, y venciendo del tiempo los rigores triunfar de la vejez y del olvido, ...
Planto de dársenas (II) de José Luis Rivas
Esteros y canales mezclan su cenagosa sanguaza a la linfa que fluye de los rastros mientras la chema y los lagartos de la bocana se espabilan lentamente... Y el viejo Capitán, como un osario zarandeado a dos manos, busca el ademán preciso con que hará frente ...
Estos caminos... de Lucero Alanís de Gurrola
Estos caminos han extraviado su mapa las venas de los hemisferios agotaron su cauce abiertos los montes sus entrañas sangran irrumpen los tumores de piedras entre el magma que aborta y se dirige a los espejos de ojos invisibles y volveré entre los humos del mapa que fue antes de mi extravío ...
Donación de órganos: las cosas que yo he visto de Eduardo Langagne
Estos ojos han visto cosas que me han plomeado la pupila, han mirado otras más que sofocan el iris o alteran su atónita respuesta ante la luz. Estos ojos diluidos por algunos libros, sorprendidos por escenas que los cines de provincias censuraban, he de donarlos para que desde...
Prólogo al lector de Sor Juana Inés de la Cruz
Estos versos, lector mío, que a tu deleite consagro, y sólo tienen de buenos conocer yo que son malos, ni disputártelos quiero ni quiero recomendarlos, porque eso fuera querer hacer de ellos mucho caso. No agradecido te busco: pues no debes, bien mirado, estimar lo que yo nunca juzgué ...
Estos vientos de marzo y febrero... de Enriqueta Ochoa
Estos vientos de marzo y febrero, ¡ay, estos vientos!, estos vientos espesos de vida que fecundan el vientre de la primavera, me han traído noticias que derrumbaron con seco trueno los muros...
Estoy acostada en la misma cama... de Juan Rulfo
Estoy acostada en la misma cama donde murió mi madre hace ya muchos años; sobre el mismo colchón; bajo la misma cobija de lana negra con la cual nos envolvíamos las dos para dormir. Entonces yo dormía su lado, en un lugarcito que ella me hacía debajo de sus brazos. Creo sentir...
Silencio cerca de una piedra antigua de Rosario Castellanos
Estoy aquí, sentada, con todas mis palabras como con una cesta de fruta verde, intactas. Los fragmentos de mil dioses antiguos derribados se buscan por mi sangre, se aprisionan, queriendo recomponer su estatua. De las bocas destruidas quiere subir hasta mi boca un canto, ...
Border line de Margarito Cuéllar
Estoy de este lado de la línea un paso más y la sherif del condado me recibe a balazos. ¿Por qué tanta violencia? Yo sólo tengo sed un poco de agua de tus labios no estaría nada mal: prefiero morir envenenado que con el cuerpo lleno de agujeros.
Entre la espuma, sal en mi lengua, gota en mi cuello (I) de Jaime Reyes
Estoy dondequiera a la hora del desastre porque contigo estoy, porque sin ti no estuviera. Nada más a ti te amo, n estoy para los demás, en nadie estoy si no estoy en ti, raíz de miedo, agua derramada. Yo soy el hilo de agua que ata las esquinas, los rincones, las puertas de los que babeantes ...
Modesto desahogo de Tomás Segovia
Estoy más triste que un zapato ahogado estoy más triste que el polvo bajo los petates estoy más triste que el sudor de los enfermos estoy triste como un niño de visita como una puta desmaquillada como el primer autobús al alba como los calzoncillos de los notarios triste triste triste ...
Voz de mis soledades (I) de Elías Nandino
Estoy solo en el grito inesperado que lanzo en mi sabor de oscuridades para llenar de voz mis soledades y revivir mi ser deshabitado. Mi cuerpo se atormenta, desolado, en una larga sombra de crueldades y el pensamiento rueda en tempestades de presencia de infierno exasperado. ...
Saudade de Manuel Maples Arce
Estoy solo en el último tramo de la ausencia y el dolor hace horizonte en mi demencia. Allá lejos, el panorama maldito. ¡Yo abandoné la Confederación sonora de su carne! Sore todo su voz, hecha pedazos entre los tubos de la música! En el jardín interdicto -azoro unánime- ...
Estoy triste de Nezahualcóyotl
Estoy triste, me aflijo, yo, el señor Nezahualcóyotl. Con flores y con cantos recuerdo a los príncipes, a los que se fueron, a Tezozomoctzin, a Quaquauhtzin. En verdad viven allá en donde de algún modo se existe. ¡Ojalá pudiera yo seguir a los príncipes, llevarles nuestras flores! ¡Si pudiera ...
Al Niño Divino que llora en Belén... (Villancico II) de Sor Juana Inés de la Cruz
Estribillo Al Niño divino que llora en Bélen, ¡déjen-lé, pues llorando mi mal, consigo mi bien! 1.- ¡Déjen-lé, que a lo Criollito yo le cantaré! 2.- ¡Le, le, que le, le le! Coplas 1.- Sed tiene de penas Dios, y es bien le den sus ojos el agua, el barro mi ser: ¡déjen-lé! 2.- Dejen que el Sol llore; ...
Pues mi Dios ha nacido... (Villancico V) de Sor Juana Inés de la Cruz
Estribillo 1.- Pues mi Dios ha nacido a penar, déjenle velar. 2.- Pues está desvelado por mí, déjenle dormir. 1.- Déjenle velar, que no hay pena, en quien ama, como no penar. 2.- Déjenle dormir, que quien duerme, en el sueño se ensaya a morir. 1.- Silencio, que duerme. 2.- Cuidado, que vela. ...
Ciudad y pájaros de Jaime Labastida
Estruendo de humo y trenes. Edificios que giran en su exacto equilibrio. Pequeño sol agónico, apenas un recuerdo. Máquinas que danzan a una velocidad domesticada por la mano. Trópico que la altura y la ciudad amancebaron. Y jardines, jaulas donde encerramos nísperos, dalias o nogales: ...