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Ocioso entumecido...

Ocioso entumecido
Jornalero de amor desempleado
Sólo despiertas ya brumosamente
Cuando te atreves a mirar con vértigo
El boquete abismal de lo perdido
Qué hiciste pues de tu fortuna
En qué usaste tus títulos de amor y de milagro
Dónde has puesto las llaves de las arcas
Qué no habrás traicionado
Qué don no habrás malbaratado
Qué radiante cometa no habrás desatendido
Ves ahora aflojándote
Cómo el invierno baja su alta espada
Pero no sube en ti la savia
Poco a poco el deshielo
Va dejando de nuevo a descubierto todo
Tú sigues ocultando las manos en tus ropas
Te has vuelto adicto del exilio
Te has hecho dependiente de la turbia añoranza
Drogas tu sangre para que nadie entre
Prefieres por tu mano dosificar la muerte
Darte tú el método y la garantía
Antes que hacer la corte a la temible vida
Pero sigue rodando el año tiempo abajo
Invierno distraído
Decepcionante déspota
La tolerancia deja desplanchado
Tu terso manto inexpugnable
Presiento ya que un día venidero
Añoraré también esta añoranza
Añoraré el rigor irreprochable
En que viví contigo
Tu tribunal helado no me rehabilita
Resistí hasta el final y otra vez se derrite
Tu afilada sentencia sin cesar aplazada
No fui bastante fuerte para ser tu discípulo
Desfallecí y no te has vengado
Adónde iré sin tu castigo
Si a tu vez desfalleces
Esta pueril flaqueza para entrar en tus filas
Para volver mis armas contra mi estirpe apátrida
No habrá de devolverme la hermandad denunciada
Enmudezco en tu casa y no vuelvo a la mía
Toda la rebeldía desemboca en enrancia
Todo el deshielo escurre un charco de aguachirle
Después del grito sollozante
Viene un casero sonar de narices
Había que salvarse
No salir sano salir salvo
Haber sobrevivido no me salva
La salvación de nuevo se queda en salvamento
¿O es que no hay salvación
Es que no saldré nunca
De esta torpe estructura de sofoco y alivio
De berrinche sanguíneo y enjugación de lágrimas
Con que pendularmente
Me echo a perder la vida y la escritura?






De: Tomás Segovia
Poesía (1943-1997)


TOMÁS SEGOVIA




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