☰ menú
 



Tan grande, ¡ay Hado!, mi delito ha sido...

Muestra sentir que la baldonen por los aplausos
de su habilidad


¿Tan grande, ¡ay Hado!, mi delito ha sido    
que por castigo de él o por tormento  
no basta el que adelanta el pensamiento  
sino el que le previenes al oído?    

Tan severo en mi contra has procedido,  
que me persuado, de tu duro intento,  
a que sólo me diste entendimiento  
porque fuese mi daño más crecido.    

Dísteme aplausos para más baldones,    
subir me hiciste, para penas tales;    
y aun pienso que me dieron tus traiciones    

penas a mi desdicha desiguales  
porque viéndome rica de tus dones  
nadie tuviese lástima a mis males.  


SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ




regresar