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Octava

Dichoso el corazón enamorado
que en sólo Dios ha puesto el pensamiento
por El renuncia todo lo criado,
y en El halla su gloria y contento.
Aun de sí mismo vive descuidado,
porque en su Dios está todo su intento,
y así alegre pasa y muy gozoso
las ondas de este mar tempestuoso.



(Selección: Luzmaría Jiménez Faro)


SANTA TERESA DE JESÚS




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