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Y donde quiera que está

Ella, de noche y alucinada en las noches de sus veinte; de pronto, sobre el asfalto frío y desnudo, bajo sus pies reconocí el centro del universo que ardía y gestaba los tiempos.
Ella, sólo atisba con sus ojos como la tierra (color a dulce barro de donde viene la sangre y va la sangre intensa del crepúsculo que cada tarde llega y toma su continente fecundo), y estremece en fin mis pasos.
Ella, ¿lo sabrá?, cada segundo impera desde ese tiempo, todos los tiempos de mis siglos. Ordena su encaro, su ademán, su esencia, su aliento...y depongo mi ánimo, de un lance, con su estampa.
Ella, donde quiera que esté, florece mi paraíso.






De: Historias gentiles antes de la Resurrección
(Old Blues & Tomorrows Songs)

Selección: Fernando Gril


REGIS IGLESIAS RAMÍREZ




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