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Tan sólo a lo lejos




El día se niega a la renuncia, demasiado débil para aceptar morir.
¿Cuánto comprenderé antes de verlo fracasar en el calendario?
Tendría que preguntarle al mundo por mí misma, a este día
que aceptará responder por la naturaleza de mi tiempo;
pero no lo haré, le temo al puro aliento de la mortalidad.
Mañana es octubre y aunque insista
pasará tan sólo a lo lejos como yo misma pasaré por el mundo
decidida a no renunciar, todavía.
A través de las grietas de una realidad que ya no es probable,
habla un mundo en su voluntad sibilino;
lo escucho al tiempo que mi cuerpo se turba
con la inesperada presencia de la música.







De La Vocación Suspendida


LAUREN MENDINUETA




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