☰ menú
 



Edipo precavido

Llevo siempre esta espada de juguete,
porque nunca se sabe,
y una pistola de agua por si acaso.

Voy siempre preparado
no vaya a ser que, así, en cualquier momento,
siempre el menos pensado,
me asalte la niñez y me desarme,
me pida explicaciones, me someta
a su feroz nostalgia, a sus caprichos,
que no sería la primera vez.

Llevo siempre esta espada y una pistola de agua
por si la sed de entonces arrecia de repente
y debo suicidarme de mentiras.

Voy siempre bien armado porque el coco
acecha en cada esquina a cada instante.

Con los tiempos que corren,
y corren bien a escape,
ya ni muerto puede uno estar tranquilo.

Por eso llevo siempre esta pistola,
esta espada, este miedo, esta nostalgia,
y un tarrito de miel por si las moscas.









De: Aldea
Premio Internacional de Poesía en lengua castellana Prometeo, 2007
y el Premio “Valencia” de Poesía.


JUAN VICENTE PIQUERAS




regresar