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Variaciones del árbol

La caída del árbol le distingue.
Lento, si asciende, su atracción no crece.
Sólo el árbol, quedando empieza
a destruir su espacio; quemándose,retorna.

Ya en los ojos la imagen bien hilada,
las ramas vacilan en su incendio.
Y los ojos, las piedras, sus hojas abren
al nuevo siglo, que en mi sangre cruje.

Quedaba un árbol, su imagen y la noche.
Inmóvil fiera, pegada y voluntaria,
escarba con sus uñas, destruye con su aliento.

La noche se trenza con el árbol.
Duramente incorpora su espacio sobre el móvil
río que la destruye caminando.


JOSÉ LEZAMA LIMA




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