☰ menú
 



Hacia ahí

Pensar que quien hoy sonríe
dejará de hacerlo.
Que la sonrisa de cada quien
se desprenderá de sus labios
para reincorporarse a la virginidad
impasible del aire.
Pensar que la sonrisa
ya no será gesto ni boca,
sino ración del florecer desconocido
que se derrama en la naturaleza.


DAVID ESCOBAR GALINDO




regresar