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Galeras de Lepanto

Amarrado al duro banco.

A. Errol Flynn


      Siempre supimos
que la traición fue un arma de dos filos
o que la muerte deja por los labios
—viejo alfanje de Orán, oh cimitarra—
huellas de cianuro en cada puerto.

      Aún así
no despejes la incógnita del día
déjala navegar...
y aunque la risa
sea tantas veces trágica
mente incierta
no dudes inventarla
cada hora a lo lejos:
                    la sucia mar de invierno
amarrada a aquel banco.

      Más vale confundir y ser malditos
remeros de galeras
pues frente a la bajeza sonríe cada tarde
y el látigo del cómitre no olvida
repetir nuestra historia...
Más vale deslizarse a la deriva
saludar a la luna si te aburres
y regalar tu asco en la taberna.

—Ser duro o ser esclavo
                    aun con ramas de espliego-

      De todos modos, digo, no te excuses jamás.
Provoca galeotes, eso resulta claro
como una sobredosis de la vida.

      A veces sólo queda huir hacia adelante
como lucha un corsario, atroz, en la bajura...



Mujeres de carne y verso.
Antología poética femenina
en lengua española del siglo XX.
Edición de Manuel Francisco Reina.
La esfera literaria. 2002


ANGELES MORA




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