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Ilusos los Ulises

Siempre, después de un viaje,

una mirada terca se aferra a lo que busca,

y es un hueco sombrío, una luz pavorosa

tan sólo lo que tocan los ojos del que vuelve.

Fidelidad, afán inútil.

¿Quién tuvo la arrogancia de intentarte?

Nadie ha sido capaz

-ni aún los que han muerto-

de destejer la trama

de los días.




ANGEL GONZÁLEZ




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