EDUARDO MITRE | |
Arrivée de toujours, quií8242;en iras partout.Rimbaud Persevera, persiste con nosotros pese ya ves a la miseria que hicimos de esta vida. Aunque la errancia sea tu única morada, y tu destino, como el nuestro, un enigma. Arco y flecha, arca de tiempo con nuestra llama y ceniza, ... | |
Unimos una puerta, una ventana y cuatro pensativos y ya tenemos un cuarto. Un cuarto es sin duda el sitio donde mejor se oye llover. Las tres revelaciones del cuarto: un fantasma, una araña, la mujer. La que a la mesa nada dijo se lo dice con lágrimas al cuarto. Tu cuarto es más íntimo ... | |
polvo serán, mas polvo enamorado. Francisco de Quevedo La cercanía infranqueable entre sus cuerpos. Un puente de miradas donde se cruzan y se separan. En sus labios: un vaivén de palabras o de silencios no la lenta fragua del beso. ... | |
mom semblable, mon frére.Baudelaire De qué herida vendrá el que te hiere. Así, tan de filo, lujosamente. De cuánta hambre o sed. De qué adolescencia humillada. De qué niñez a golpes enterrada. De qué piel perdida o inútilmente deseada. De qué desnudez cortante como navaja. ... | |
Recorriendo taciturno las calles de Morelia, recién abierta la tajante herida de tu ausencia, me pregunto a quién nombran, ya vacantes, los nombres de los muertos. Pájaros huérfanos sin el árbol del cuerpo, sin más vuelo que el inmóvil del recuerdo ¿a quién nombran? Dime tú: ... | |
Un abrazo y palabras entrecortadas habrán dicho el adiós increíble. Y entre tu cuerpo y el mío manará sin cesar la distancia. Como se apela a una hierba mágica para sanar del mal de ausencia, escribiré entonces estas líneas. Y si el tiempo que une y que separa, lo entrega un día a tu mirada, . ... | |
a Nazri París, invierno de 1980 Queridos pájaros ausentes Barrios de nieve Pinos Pacientemente sentados Desde la penumbra de un cuarto A la luz de la lámpara Solitaria Como la Khiswara en el Altiplano Inclinado sobre la página El vertiginoso pasado La infanciaapenas un eco ... | |
Las velas de las barcas atadas a los mástiles como vírgenes mártires en la hoguera del día. Transcurren desfallecidas, estatuas de sal, exánimes, ajenas a las sucesivas voces de las suplicantes. Invisible sobre las aguas, por donde nadie parecía, verbo puro, sin estampa, el viento ... |