ALFONSO CANALES | |
Amor, amor, amor, la savia suelta, el potro desbocado, amor, al campo, la calle, el cielo, las ventanas libres, las puertas libres, los océanos hondos y los escaparates que ofrecen cuando hay que ofrecer al deseo de los vivos. De los vivos, amor, de los que olvidan que un día no habrá puertas ... | |
Oh aquellos días claros de mi niñez, aquellos días entre jardines, entre libros y sueños, a qué poco han quedado reducidos: las piedras brillantes al sol alto del dulce mediodía -¡qué amarilla se ha puesto de aquel sol la memoria!-, las pequeñas calizas, los cuarzos y pizarras polvorientas, suaves, ... | |
Qué indefinible tristeza, cuando uno escucha las palabras casi sin sentido que surten de miles de labios y que se van, sin orden, amontonando en el aire, las palabras como insectos que liban en miles de orejas ambulantes, las palabras que se disuelven, como olas, ... |