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MANUEL MACHADO

 

   Adelfos

primeros versos

A Miguel de Unamuno Yo soy como las gentes que a mi tierra vinieron soy de la raza mora, vieja amiga del sol , que todo lo ganaron y todo lo perdieron. Tengo el alma de nardo del árabe español. Mi voluntad se ha muerto una noche de luna en que era muy hermoso no pensar ni querer... ...

 

   Antifonía

primeros versos

Ven, reina de los besos, flor de orgía amante sin amores, sonrisa loca... Ven, que yo sé la pena de tu alegría y el rezo de amargura que hay en tu boca. Yo no te ofrezco amores que tú no quieres; conozco tu secreto, virgen impura: amor es enemigo de los placeres en que los dos ...

 

   Ausencia

primeros versos

No tienes quien te bese tus labios de grana, Ni quien tu cintura elástica estreche, dice tu mirada. No tienes quien hunda Las manos amantes en tu pelo hermoso, y a tus ojos negros no se asoma nadie. Dice tu mirada que de noche, a solas, suspiras y dices en la sombra tibia las terribles cosas... ...

 

   Canciones

primeros versos

Me dijo una tarde de la primavera: Si buscas caminos en flor en la tierra, mata tus palabras y oye tu alma vieja. Que el mismo albo lino que te viste, sea tu traje de duelo, tu traje de fiesta. Ama tu alegría y ama tu tristeza, si buscas caminos en flor en la tierra. Respondí a la tarde ...

 

   Cantares

primeros versos

Vino, sentimiento, guitarra y poesía, hacen los cantares de la patria mía... Cantares... Quien dice cantares, dice Andalucía. A la sombra fresca de la vieja parra, un mozo moreno rasguea la guitarra... Cantares... Algo que acaricia y algo que desgarra. La prima que canta y el bordón que llora... ...

 

   Castilla

primeros versos

El ciego sol se estrella en las duras aristas de las armas, llaga de luz los petos y espaldares y flamea en las puntas de las lanzas. El ciego sol, la sed y la fatiga. Por la terrible estepa castellana, al destierro, con doce de los suyos polvo, sudor y hierro el Cid cabalga. Cerrado está el mesón ...

 

   Castilla

primeros versos

 

   Dolientes madrigales

primeros versos

Por una de esas raras reflexiones de la luz, que los físicos explicarán llenando de fórmulas un libro..., Mirándome las manos -como hacen los enfermos de continuo-, veo la faceta de un diamante, en una faceta del diamante de mi anillo, reflejarse tu cara, mientas ...

 

   El caballero de la mano en el pecho (El Greco)

primeros versos

Este desconocido es un cristiano de serio porte y negra vestidura, donde brilla no más la empuñadura, de su admirable estoque toledano. Severa faz de palidez de lirio surge de la golilla escarolada, por la luz interior, iluminada, de un macilento y religioso cirio. ...

 

   El querer

primeros versos

En tu boca roja y fresca beso, y mi sed no se apaga, que en cada beso quisiera beber entera tu alma. Me he enamorado de ti y es enfermedad tan mala, que ni la muerte la cura, ¡bien lo saben los que aman! Loco me pongo si escucho el ruido de tu charla, y el contacto de tu mano ...

 

   Encajes

primeros versos

Alma son de mis cantares, tus hechizos... Besos, besos a millares. Y en tus rizos, besos, besos a millares. ¡Siempre amores! ¡Nunca amor! Los placeres van de prisa: una risa y otra risa, y mil nombres de mujeres, y mil hojas de jazmín desgranadas y ligeras... Y son copas no apuradas, ...

 

   Felipe IV

primeros versos

(A un retrato de Felipe IV pintado por Velázquez) Nadie más cortesano ni pulido que nuestro rey Felipe, que Dios guarde, siempre de negro hasta los pies vestido. Es pálida su tez, como la tarde. Cansado el oro de su pelo undoso, y de sus ojos, el azul, cobarde. ...

 

   La canción del presente

primeros versos

No sé odiar, ni amar tampoco. Y, en mi vida inconsecuente, amo, a veces, como un loco u odio de un modo insolente. Pero siempre dura poco lo que quiero y lo que no ¡Qué se yo! Ni me importa Alegre es la vida y corta pasajera. Y es absurdo, y es antipático y zurdo complicarla con un ansia ...

 

   Las mujeres de Romero de Torres

primeros versos

Rico pan de esta carne morena, moldeada en un aire caricia de suspiro y aroma... Sirena encantadora y amante fascinada, los cuellos enarcados, de sierpe o de paloma... Vuestros nombres, de menta y de ilusión sabemos: Carmen, Lola, Rosario... Evocación del goce, Adela... ...

 

   Ocaso

primeros versos

Era un suspiro lánguido y sonoro la voz del mar aquella tarde... El día, no queriendo morir, con garras de oro de los acantilados se prendía. Pero su seno el mar alzó potente, y el sol, al fin, como en soberbio lecho, hundió en las olas la dorada frente, en una brasa cárdena deshecho. ...

 

   Otoño

primeros versos

En el parque, yo solo... Han cerrado y, olvidado en el parque viejo, solo me han dejado. La hoja seca, vagamente, indolente, roza el suelo... Nada sé, nada quiero, nada espero. Nada... Solo en el parque me han dejado olvidado, y han cerrado. Selección: Guido Ferrer

 

   Retrato

primeros versos

Esta es mi cara y ésta es mi alma: leed. Unos ojos de hastío y una boca de sed... Lo demás, nada... Vida... Cosas... Lo que se sabe... Calaveradas, amoríos... Nada grave, Un poco de locura, un algo de poesía, una gota del vino de la melancolía... ¿Vicios? Todos. Ninguno... ...

 

   Sé buena. Es el secreto

primeros versos

I Sé buena. Es el secreto. Llora, o ríe de veras. Que se asome a tus ojos y a tus labios de grana la ternura de tu corazón, sin las hueras flores de trapo de la retórica vana. ¡Oh la sabiduría en amor! ¡Si tú vieras!... Es tan corta, que linda con la tortura insana de una pasión ...

 

   Soleares

primeros versos

Tú eres buena y eres mala; pero como te quería, toíto te lo pasaba...* * * Toíto te lo pasaba... Y, ahora, como no te quiero, se acabó lo que se daba.* * * La veredita es la misma... Pero el queré es cuesta abajo, y el olvidar, cuesta arriba.* * * Tu calle ya no es tu calle: que es una calle cualquiera, ...

 

   Te acuerdas

primeros versos

¿Te acuerdas? Es noche. La inmensa palabra es silencio... Hay entre los árboles un grave misterio... El sonido duerme, el color se ha muerto. La fuente está loca, y mudo está el eco. ¿Te acuerdas?... En vano quisimos saberlo... ¡Qué raro! ¡Qué oscuro! ¡Aún crispa mis nervios, ...