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LIL PICADO

 

   Arábiga de la sombra

primeros versos

Así como la sombra está tendida a los pies de su árbol, quisiera yo estar siempre junto a ti, mi amor, mi amigo; simplemente tenderme, estar ahí, sobre la hierba que te circunda. Ser luz que tú desvistes con tu cuerpo, no ser tuya, ser tú en viceversa pura. A tus plantas tenderme ...

 

   Arábiga frente a ti

primeros versos

Frente a ti soy desnuda, pequeña, irremediable. Frente a ti me abandona esta lúcida esgrima de mi mente, me quedo siendo música, mirada, dulce esquema del mar, jazmín incandescente... y entonces tú no quieres, no puedes, tocarme.

 

   Campanario pleno

primeros versos

Ya repican mis campanas los albores de mi cuerpo; un ángelus verde y loco me galopa en el cerebro, me traspasa todo el vientre, ¡ay!, me resuena en todo el sexo. Por ti llaman mis campanas a los oficios primeros, ¡ay!, oficios de ternura de la liturgia del beso. Mi pecho ahora es campanario ...

 

   Cantiga agónica

primeros versos

Me moriré de tiempo una mañana, me moriré entre mis brazos, clara; me moriré de labios, de mirada, de loca desnudez acorralada, de tiempo natural, en fin. De piel, de alas... Me iré donde tu olvido quiera que me vaya.

 

   Cantiga dolorosa

primeros versos

Aquí estoy, aguardando por tu herida, donde pulsa el amor laúd de horas, con mi dolor de sol y primavera, con mi dolor de flor a la deriva, con mi dolor de espera.

 

   Cantiga nuestra

primeros versos

Tú venías de la muerte, yo de la fuente. Tú traías en las manos mi primera mirada de flor silente; yo tenía cantarcillos de musgo sobre la frente. El tiempo lo ha soñado, ¡ay bosque verde! Ay soledad de piedra que se sorprende del corazón de liquen que la acomete. ...El tiempo ...

 

   Eunicianas (III)

primeros versos

Eres como uno de esos aguaceros soleados del trópico húmedo cayendo grecolatinamente sobre el verbo. Eunice. Suma poética, poesía multiplicada. Hirsuta de colibríes nutricios. Exégeta de asombros. Altiva, leal, bravía, sensualera y dulcísima. Asceta dispendiosa. , ...

 

   Eunicianas (IV)

primeros versos

Acusada de amor imprudencial y excesos en el brillo metafórico, de no andar por el centro de los lados ni pagar el impuesto a tu belleza. De moverte con gesto desafiante y una rara cadencia libertaria. De incorrección política frente a todos los bandos. De erotismo torcaz y osadía mística. ...

 

   Eunicianas (V)

primeros versos

Inflexibles patriarcas matriarcales y apropiadas matronas patronímicas, te volvieron apócrifa e inédita. Pero nada pudieron. Se estrellaron contra tu imprevisible órbita quemante, contra toda la luz descabellada de tu infinita frente corolaria.

 

   Madrigales (I)

primeros versos

Puñados de avena tiro al aire, amapolas al fuego, desde que te he visto, amado; la dulce ranciedad del higo pruebo, y gimo, y sorbos de agua bebo. Y río y canto y danzo hasta morir, y me deleito de la tierra que piso, y todo es a mi voz sonido y eco; y loca me euforizo y palidezco. Aspiro todo ...

 

   Madrigales (II)

primeros versos

Llena de dulcedumbre, te dejaré la flauta de mi cuerpo, su murmúreo penar alejandrino, el sigiloso arroz de mis mejillas. Y, de mi oculto lagar, te daré vino umbroso, fiel, sereno.

 

   Madrigales (III)

primeros versos

Tú yo sentados a cada lado del río frente a frente, con los pies metidos en el agua para siempre.