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GUILLERMO CARNERO

 

   Capricho de Aranjuez

primeros versos

Raso amarillo a cambio de mi vida. Los bordados doseles, la nevada palidez de las sedas. Amarillos y azules y rosados terciopelos y tules, y ocultos por las telas recamadas, plata, jade y sutil marquetería. Fuera breve vivir. Fuera una sombra o una fugaz constelación alada. Geométricos jardines. ...

 

   Catedral de Ávila

primeros versos

Como el umbral de la capilla oscura una reja detiene la mirada y la dispersa luego, confinada en los fraudes que finge la negrura, confundiendo volumen y figura de la estatua yacente allí olvidada, cuando mi mano se detenga helada un anaquel será mi sepultura. Será delgada losa la cubierta ...

 

   Cenicienta

primeros versos

Esta dama ironiza en las implicaciones de su beso. Huella el patio de armas con el Príncipe Azul, y al ingeniar fruición lo escuchamos croar en su inquieto regazo. Y si ella es portadora del hechizo, ¿dónde hallar escarpín para su zarpa?

 

   Dad limosna a Belisario (I)

primeros versos

Durante muchos años la casa se asentó en tierra firme estrechándola bajo su peso, y creció con ella, y la tierra cuarteada en estío por el desplome de sus músicas miraba entre torrentes de luz derramarse las fuentes; así al mirarla desde lejos surgía en la memoria el despliegue de las horas pasadas, ...

 

   Dad limosna a Belisario (II)

primeros versos

Hemos puesto en cuestión numerosas gramáticas, leído hasta la saciedad la experiencia de otros y en fotografías borrosas perseguido su imagen inquiriendo un volumen para sus gestos planos, codiciosos de aquello de que era razonable esperar sabiduría, para obtener al fin un pobre ...

 

   De la inutilidad de los cristales ópticos

primeros versos

Si las imágenes se apiñan en un recinto oscuro nada en ellas hay de movimiento (menos aún hábito demovimiento); sí en cambio los ojos de cristal que el taxidermista tan bienconoce, con su excesiva holgura en la órbita seca; un día han de invadir a medianoche los bulevares ...

 

   El embarco para Citerea

primeros versos

Hoy que la triste nave está al partir, con su espectacular monotonía, quiero quedarme en la ribera, ver confluir los colores en un mar de ceniza, y mientras tenuemente tañe el viento las jarcias y las crines de los grifos dorados, oír lejanos en la oscuridad los remos, los fanales, y estar solo. ...

 

   El poema no escrito

primeros versos

Me gusta contemplarte al salir de la ducha, como a Susana los ancianos bíblicos. Por la puerta entornada te acecho cuando envuelves en la toalla el muslo o el tobillo, el pecho rebosante tras la línea del brazo: odasliscas de Ingres, pastoras de Boucher cálidas, sosegadas, inocentes, ninfas de ...

 

   Frowning upon me

primeros versos

Enciendo tantas luces para verte salir, entre un redoble de tambor, del pastel, con chistera y tacón rojo, y tengo otra mirada que te sabe con más profundidad y más anchura, abrazando la forma que se pierde; me las apagas todas con sonrisa de llevar la otra luz en un estuche, envuelta ...

 

   Giovanni Battisa Piranesi

primeros versos

Aquí el espectador se ve forzado a una actitud esencialmente equívoca pues la calzada que allá abajo cruza el valle, nebulosa, lejanísima, arranca de sus pies.Y así es menor que exista un obelisco alzado sobre cuatro columna que corona un tritón con cabeza de lince, o un arco de triunfo ...

 

   Las ruinas de Disneylandia

primeros versos

Muchachita taimada (tan sin malicia) entonces, propensa sólo a nuestros juegos lúgubres por entusiasmo de recién convrsa, ¿quién te reprocharía tu sumisión, no honrosa a fin de cuentas, al glamour del boyante cadáver exquisito a quien todos sin duda hemos amado alguna vez? ...

 

   Museo de Historia Natural

primeros versos

Encerrados en un espacio distante perfeccionan allí la estabilidad de no ser más que inmovilidad de animales simbólicos la escorzada pantera, el mono encadenado y la fidelidad que representa el perro echado ante los pies de la estatua yacente; adquieren aridez en la luz incisiva bajo ...

 

   Paestum

primeros versos

Los dioses nos observan desde la geometría que es su imagen. Sus templos no temen a la luz sino que en ella erigen el fulgor de su blancura: columnatas patentes contra el cielo y su resplandor límpido. Existen en la luz. Así sus pueblos bárbaros intuyen el tumulto de sus dioses grotescos, ...

 

   Palabras de Tersites

primeros versos

Esa carcasa ocre es Helena, la gracia de la nuca aureolada de cabellos lúcidos. Los que la amaron son inmortales ahí, en la tierra inverniza, o bien envejecieron con una pierna rota dislocada para mendigar unos vasos de vino- y yo, el giboso, el patizambo, me acuerdo algunas veces ...

 

   Puisque réalizme il y a

primeros versos

Vuelve la vista atrás y busca esa evidencia con que un objeto atrae a la palabra propia y el uno al otro se revelan; en el mutuo contacto experiencia y palabra cobran vida, no existen de por dí, sino una en otra; presentido, el poema que aún no es vuela a clavarse firme en un punto preciso ...

 

   Watteau en Noguent-Sur-Marne

primeros versos

En el brillante centro de la sala se oye las risas y el reloj. En cuatro círculos giran las Estaciones, y las Gracias recatan su desnudez en el coronamiento. Ágatas y nogal, si se entrelazan a los pies del reloj, la caja oprime las resonantes cuerdas, los finísimos flejes y el contenido cauce ...