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ALMUDENA GUZMÁN

 

   Anoche

primeros versos

Anoche, al abrir los ojos para apartarme de la boca un cabello, la mirada ue luego alcé por encima del hombro de mi amante -inexplicable reflejo- tuvo que detenerse cuando ya iba a salir al pasillo. Usted, apoyado en el quicio de la puerta, se reía de mí. (Y sus labios como girasoles ...

 

   Desnudo en sombra

primeros versos

Volverse a enamorar. Besar una piel que sabe distinto, no encontrar puntos de referencia que indiquen el momento justo, la caricia perfecta, la mano compañera. Retornar a un cuerpo nuevo sin los huecos del anterior, no poder palpar una nuca excitada, una espalda ...

 

   Este hombre

primeros versos

Este hombre que ahora cerca mi cuello con su sabia muralla de labios quizá abandone de pronto la almena, quizá desaparezca para siempre. Porque tiene un tacto en la mirada que recuerda las plumas de los pájaros. (Selección: Miguel García-Posada)

 

   Esto ya va mejor...

primeros versos

Esto ya va mejor. Ya no le tengo miedo. Y me complace que usted, como quien no quiere la cosa, haya fijado el barniz de sus ojos en mis piernas.

 

   Exquisita prudencia

primeros versos

Exquisita prudencia la de mi boca y la suya por ese dedo abeja que libó entre murmullos y distensiones golosas, las sucesivas floraciones e mi anémona nocturna. (Selección: Miguel García-Posada)

 

   Hoy era la última tarde

primeros versos

Hoy era la última tarde.Usted no paraba de hablar-lo hubiese matado-y a mí me ardían las uñas cuando nos despedimos en la parada del autobús. Ni un solo beso. (Selección: Miguel García-Posada)

 

   Justo el día...

primeros versos

Justo el día en que llevo gafas y un jersey horroroso usted descubre mi arrinconada existencia. Le hablo con la sorpresa de no sorprenderme al tocar una ardilla. Y contengo como puedo este alud de labios para no abalanzarme sobre su nuca mientras guarda, de espaldas a mi sombra ...

 

   La ventana me remite...

primeros versos

La ventana me remite a su coche, el coche al beso, el beso a la oreja que anda siempre perdiendo pendientes, la oreja a la boca, la boca a las medias porque las rompe, las medias al... -¿Tienes un bolígrafo de más? -Toma, y a ver si dejas de pedirme cosas, que contigo al lado ...

 

   La voz, como lluvia...

primeros versos

La voz, como lluvia de plata para dejarte entrever los delicadosamores que mantiene desde hace siglos, la luna crecida de abril con elámbar ruso. El talle de primavera que inundara tus brazos con flores de almendro; la piel, de paloma, y que al deslizarte por mi cuerpo creyeras ...

 

   Nada

primeros versos

 

   Presos los dos

primeros versos

Presos los dos de aquel imposible decoroadolescente, ni yo me sonrojé ni usted tampoco hizo nada por llamarse al orden cuando después de las risas y las aceitunas rellenas, habiéndonos lubricado previamente al oído con una minuciosa lista de vicios sexuales, fuimos al amor como ...

 

   Presos los dos

primeros versos

Presos los dos de aquel imposible decoro adolescente, ni yo me sonrojé ni usted tampoco hizo nada por llamarse al orden cuando después de las risas y las aceitunas rellenas, habiéndonos lubricado previamente el oído con una minuciosa lista de vicios sexuales, fuimos al amo ...

 

   Qué hago yo aquí...

primeros versos

Qué hago yo aquí medio borracha escuchando a este cretino que sólo sabe hablarme de la mili, mientras me tapa baboso la calle y la vida con su espalda. Y encima estoy sin tabaco. (Menos mal que desconecto en seguida pensando en ese géiser de besos que le provocaré a usted, sin duda, ...

 

   Quién es esta sombra...

primeros versos

Quién es esta sombra que aterriza limpiamente en mi cuerpo como un halcón. Su garra me frena las muñecas y la huida. Su aliento de niebla va sajando despacio, los tersos y ahora bermejos visillos de mi vientre.

 

   Reconozco

primeros versos

Reconozco que no somos muy originales, nuestra historia es la de medio Madrid y como todos, andamos buscando una clarita entre la oficina y el estudio para citarnos donde no nos conozca nadie. ¿Pasa algo? Ah. Porque a estas alturas y con un enamoramiento de rizos ...

 

   Señor usted no lo sabe

primeros versos

Señor usted no lo sabe y sin embargo sus arrugas, tersándome la mañana, me han obligado a iniciar una huelga de novios desde que lo conozco. Y hoy -mientras los dos nos mirábamos de reojo, cada uno en un extremo de la barra-, mi guedeja más anarquista ha optado definitivamente ...

 

   Señor, ahora que mi piel...

primeros versos

Señor, ahora que mi piel y la suya -después de las sábanas- han formado un nuevo collage en el agua, no es el mejor momento para hablarle, desde luego, pero aprovechando que estoy arriba y usted debajo, quisiera decirle -casi no me atrevo con sus ojos- que no puedo más que voy ...

 

   Si todo esto cambiase...

primeros versos

Si todo esto cambiase, si me dijera usted, de pronto, que me ama, yo ni me detendría para hacer la maleta. Huiría luchando contra el miedo a la costumbre de su cuerpo

 

   Soy un racimo de uvas

primeros versos

Soy un racimo de uvas y aguanto como puedo este oleaje creciente de su boca aguijoneándome al sol. Hasta que estallo. (Selección: Miguel García-Posada)

 

   Subo

primeros versos

Subo. Bajo escalones. Pero esta angustia atrancándoseme en la piel como una cremallera rota, tampoco cede al sudor. Y ya todo el sueño es un inmenso garaje de copas vacías que el agudo de su ausencia con mi grito rompe. (Selección: Miguel García-Posada)

 

   Ultimátum

primeros versos

¡Oh,Juan! ¿por qué sueñas siempre rosas? Ya no nos caben en la habitación, esto no puede seguir así: Cada día te levantas con las sábanas llenas de rosas y si por casualidad hacemos el amor no se conforman con quedarse quietas de mañana, no: danzan las gamberras ...

 

   Un camarero

primeros versos

 

   Usted se inmiscuye

primeros versos

Usted se inmiscuye en mi bufanda desde una aurea blanquísima que me reverbera los labios. No me muevo, no fumo -quizá a su silencio le moleste esa arruga en la nieve-; y sólo cuando marcha me doy cuenta de que he estado aguantándome el pis todo el rato.

 

   Usted se me escapa

primeros versos

Usted se me escapa en los pasillos como un discóbolo impregnado de aceite. Pero todo lo que habla es una mano enguantada por mis medias. (Desnuda, froto su voz contra las caderas de la sábana para no dormirme tan triste.)

 

   Volvemos a comer juntos...

primeros versos

Volvemos a comer juntos. Este hombre cada día más guapo y a ti te rebasan las orejas. Qué importa. Qué importa el poco tiempo que tienes para enamorarlo, qué importa la sopa fría -no puedes permitirte el lujo de perderlo de vista un solo instante, Almudena-, si cuando vas a citar ...

 

   Y el amigo común de dos que se han separado

primeros versos

Ernesto, moreno de luz y luna argentina, cigarrillo entre los dedos, sonrisa de niño en los naranjales del alba. Ernesto, amigo fiel de espejos y cafés, padre confidencial con aire triste de gorrión, páramo de salina y dulce de leche. Ernesto, aire de tocayo guerrillero, espuma que se desborda ...