☰ menú
 


CÉSAR CALVO

 

   Aquel bello pariente de los pájaros

primeros versos

Aquel bello pariente de los pájaros que escondía su sombra de la lluvia mientras tú dirigías sobre ardientes cuadernos el vuelo de su mano. El niño que subía por el estambre rojo del verano para contarte ríos de perfume, cabellos rubios y país de nardos. Tu niño preferido -¡si lo vieras!- ...

 

   Edipo ciego

primeros versos

Con ella se ha acostado en aquel cuerpo donde un padre retorna, sin saberlo ha mordido su cálida cintura, la vieja cera de un amor sin nombre gotea entre sus piernas abrasadas. Con inútiles paños ha cubierto aquel espejo donde envejece de pronto, poseída por la capa del Rey. ...

 

   El retorno

primeros versos

Todos los rostros se desprenden De nuestros ojos caen como cáscaras los años Sin embargo debemos sonreír como ese espejo Donde un soplo borró la imagen más amada Y desteñidos paisajes se aniegan en lo oscuro Hasta que sentimos sobre nuestros ojos Las primeras paladas de tierra ...

 

   El sabio

primeros versos

Permaneció en la ventana durante largos, largos años, viendo caer las hojas, la nieve, viendo caer las hojas y la nieve. Cuando se acordó de sus hermanos éstos ya eran un pedazo de hierba. Él durmió feliz: aquella noche descubrió que los árboles pierden sus hojas, ...

 

   Fábula

primeros versos

El Rey escucha sólo los pasos que se alejan, los disuelve en su sueño, ignora que es un sueño inacabable. Soñando despertarse, un río de oro cruza, corona roja, sobre el mundo. Se despierta entonces y su muerte desencadena el alba, la matanza.

 

   Homenaje a Freud

primeros versos

Tú dirás que en el vientre de mi esposa aguardé nueve meses para nacer, y es cierto que he nacido, pero luego como que nos dejaste confundidos hablándonos del mar desde tu tina de porcelana rosa, Segismundo, mi viejo.

 

   Nocturno de Vermont

primeros versos

Me han contado que también allá las noches tienen ojos azules y lavan sus cabellos en ginebra. ¿Es cierto que allá en Vermont, cuando sueñas, el silencio es un viento de jazz sobre la hierba? ¿Es cierto que allá en Vermont los geranios inclinan al crepúsculo, y en tu voz, ...

 

   Venid a ver el cuarto del poeta

primeros versos

Venid a ver el cuarto del poeta. Desde la calle hasta mi corazón hay cincuenta peldaños de pobreza. Subidlos. A la izquierda. Si encontráis a mi madre en el camino, cosiendo su ternura a mi tristeza, preguntadle por el amado cuarto del poeta. Si encontráis a Evelina contemplando morir ...