RAFAEL FELIPE OTERIÑO | |
Con esta mano, hecha de piel, de huesos, de repetidos naufragios, de sospechas, acaricié a un niño, corté unas flores, saludé, dije adiós . Levanté ciudades de hierro, de cal, de pétalos, de humo, y habité en ellas como se habita la sombra de una estrella: con hierro, con cal, ... | |
Rara materia que no cedes razones. Si tocas el labio del amor es para herirlo, si llamas al pensamiento es para dejarlo secar. Cede alguna vez: regresa a tu reino oscuro. No es justo tu veneno restregando sed a los sueños, incertidumbre al corazón, ... |