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DANIEL GARCÍA HELDER

 

   Carta debajo del sapo

primeros versos

El sapo común, que con la lengua caza los bichos al vuelo y salta, chueco, trillando los yuyos tórridos y espoleando las sombras, pardo, noctámbulo, bufón de la zanja, debe sin duda su aspecto al sapo singular del mundo de los arquetipos, que brinca sin hambre ni sed por la vegetación ...

 

   Dale, dale, la mano que sostiene en lo alto la linterna...

primeros versos

Dale, dale, la mano que sostiene en lo alto la linterna empieza a aflojar, es ahora, da dos pasos, uno, dos, tus primeros sigilosos pasos en la arena del otoño, uno más y ya son tres, quitando esos pinos de alas caídas verías la casa en la loma y vaquitas tascando el forraje ...

 

   El ornitorrinco

primeros versos

Negado por la naturaleza como sin duda lo hubiera querido hacer su padre, vuelve a estornudar, mezcla de varias especies que tras disputarse el predominio se dieron todas por vencidas, abandonando el terreno. Con varas de nardo su genio personal debe estar haciéndole ...

 

   En el campo de los Arocena

primeros versos

Y a la vuelta del granero, tres ratas de oscuro y húmedo pelambre, rudas, ojos de confite, que salen despedidas por la boca de un desagüe, una atrás de otra, como por un recto. Hace apenas un instante, sus patitas apuradas en la cañería rat ra rat, rat rat. ...

 

   Un amante de la comedia humana no debería hacer pactos de pudor con sus semejantes

primeros versos

A mí dame las nubes, ellos pueden quedarse con el viento ahora sin nada para empujar. El grito del afilador, las hojas curtidas de enero y febrero y todos los demás sonidos humillados. Ves la lluvia cómo a ratos pierde fuerza sobre el capot de un auto que pasa. ...

 

   Una advertencia

primeros versos

Una alambrada donde se cruzan tallos de distintas zarzas y unas pocas cañas emergen con sus penachos entre flores acampanadas, tampoco muchas, de un color que remeda al lila, pero que es silvestre. Hay un grupo de estatuas entre los arbustos del que la niebla apenas perdona las cabezas. ...

 

   XI (acá el agua está muerta de verdad)

primeros versos

El sol deformado tras un culo de botella en un cielo con emplomaduras sobre la cabecera del puente, negros los fierros, negra el agua, gris sucio el smog por toda conciencia fluctuando en la tibia compota otoñal. Fletar muertos de una orilla a otra la misión del botero, ...

 

   Yace

primeros versos

Un bel morir tutta la vita onora.Lo the fair dead! Petrarca super Pound, 1989 No hay, acá no veo, un pedazo de madera nunca va a enceguecer, ojos de carne y cáscaras de huevo acá no veo ; el viento se basta con el dolor de las hojas y la puerta del altillo que golpea mal cerrada; ...