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GUILLERMO PILÍA

 

   Allí también la vida estuvo en otro tiempo

primeros versos

Río de invierno: ya más escaso se hace el bajar de las lanchas a las islas a pleno sol, ya más escaso se hace el contingente de viajeros que retornaba a la otra orilla, en las noches pesadas de calor y acetileno. Allí también la vida estuvo en otro tiempo primitivo, allí también los huesos se desgastan ...

 

   Alta fragata en el arrabal de la memoria

primeros versos

El amor del río traía peces y camalotes sobre el agua profunda, la resaca de las islas. La playa se colmaba de silencio y de sombras y era como si compartiéramos la cena con los muertos queridos. Aquella noche una alta fragata encendió sus jarcias llenas de fanales en el arrabal del cielo. ...

 

   Atenuante

primeros versos

Debemur morti, nos nostraque. Horacio La ostra, este molusco ignorante, impasible, este pez de boca cartilaginosa que navega hacia la isla y los austeros acantilados de basalto, están sujetos a la muerte. También el hombre y la mujer que en la playa miran la estela del esquife. ...

 

   Caballo de Guernica (28)

primeros versos

Declina el mes se esfuma hacia el río el vapor de la ciudad . Llega otro invierno pródigo en vituallas en los esqueletos de las balandras penetra perfumada la corriente . Todas las cosas caen, se recogen, se almacenan ahora tengo otro nombre que yo inclusive ignoro . ...

 

   Caballo de Guernica (43)

primeros versos

Hay en las sentinas de la memoria señales de agua muerta. Derivan incompletos los recuerdos como efigies de monedas leprosas. Hay naves del pasado que adelantan el dolor de sus proas como su cáncer de labio un enfermo. Nadie se arrima al barco que navega con bandera de peste. ...

 

   Caballo de Guernica (53)

primeros versos

En medio del bullicio de la tarde puedo escuchar mi voz, pura herrumbre de puerto abandonado. Y es como si buscara en tierra firme la soledad de las aguas abiertas donde nacen las islas. Ansias de clara palabra, de sílaba de acento luminoso, como moneda en la taza de un ciego. ...

 

   Caballo de Guernica (Selección)

primeros versos

8 Lluvia de la mañana, insuficiente para empapar el pan: tan sólo lluvia al corazón, al que yace en la hierba. No es tanto mi dolor: apenas tiene los años enfermizos de una infancia. Tristeza de peste leve que no horada la carne: llaga indigna de compasión, de limosna o milagro. ...

 

   Casi tango

primeros versos

Siempre fue viejo a mis ojos mi padre no sé si por su innata pasión por el tango que en mi infancia aborrecía, por el sencillo hecho de ser mi progenitor o por otras razones que ya no comprendo . No obstante era mi padre entonces muy joven, crecido tal vez ...

 

   Día de piedra blanca

primeros versos

Día hecho para mí. R. Alonso Día mayor, día hecho para mí, para nosotros, alto en el gozo, redondo con la noche que lo cierra como en aquellas vísperas de fiestas de la infancia. Día de navegación, de luz, de sábanas y peces, de pájaros y hojas en deriva hacia las islas, ...

 

   El milagro

primeros versos

Contaba mi padre que mi abuelo tenía un ojo que siempre le lloraba, producto de un golpe que le dio brutal mi bisabuelo. Tendría entre ocho y diez años entonces y con esa marca vivió hasta los setenta. Nunca supe qué falta nimia le acarreó un castigo tan dilatado en la distancia y el recuerdo: ...

 

   Encrucijada del recuerdo

primeros versos

Canto del corazón, que en la noche poblada de mitos se une al silencio de la llanura, al sueño de los potros, a la vigilia de las aves de los campanarios: en esta encrucijada del recuerdo que llamamos infancia, vuelve tu confusión de aguas y tierras, de tiempos de aprendizaje, ...

 

   Herido por el agua (Selección)

primeros versos

12 Hubo otro tiempo en que íbamos a tientas: yo escribía derecho en los renglones de mi vida, como hombre responsable. Pero éramos igual que dos mendigos que viajan en la noche silenciosa atravesando un país de lagunas. Si todo tenía entonces un sonido de pérdida, ...

 

   Hermoso es estar vivos

primeros versos

¿Qué otras palabras darte te escribí que no fuesen las más sencillas, las más apartadas de estas otras, entornos de las cosas? De los dos fuiste siempre la que hería el silencio, yo el que no deseaba rebajarte a una vozlo recuerdo: no sé si en el crepúsculo de la mañana ...

 

   Isla en el pensamiento

primeros versos

Noche junto al río. Serena emerge esta isla en el pensamiento, en el recuerdo de los días infinitos: grandes vigas de madera que se elevan desde el agua, gigantescas agujas de relojes lunares, o tal vez plegarias por los muertos insepultos. Maderas de pie como cimientos de antiguos palafitos, ...

 

   isla matutina

primeros versos

Nacías de continuo, isla matutina, aún no arraigada al fondo de este río, para acrecentar el verano y nuestros mitos, entre vuelos de aves que emprendían sus tempranas migraciones, en las noches de serenas aguas aluvionales. Día a día celebrábamos tu nacimiento, ...

 

   Más allá de las naves

primeros versos

Domine, si tu es, iube me venire ad te super aquas.Mateo XIV, 28 Parecía cosa fácil repetir el prodigio en aquella noche signada de gracia poderosa, cosa fácil vencer la lógica y las fuerzas con que se rigen el mar y el turbión que azotaba las naves. Pero no era tiempo aún sobre las islas, ...

 

   Más allá de las naves

primeros versos

Domine, si tu es, iube me venire ad te super aquas.Mateo XIV, 28 Parecía cosa fácil repetir el prodigio en aquella noche signada de gracia poderosa, cosa fácil vencer la lógica y las fuerzas con que se rigen el mar y el turbión que azotaba las naves. Pero no era tiempo aún sobre las islas, ...

 

   Sobrevivientes

primeros versos

Se congregan junto al fuego de la playa y la hoguera se extingue con los primeros atisbos de la aurora. Luego duermen hasta que el mediodía los despierta con una extraña confusión de sol tórrido y brisa marinera. Pasan las horas de la tarde contemplando el flujo y el reflujo ...

 

   Visitación a las islas

primeros versos

Aire de siglos inundaba las avenidas populosas, los altos campanarios, los árboles inmortales de la infancia. Con el fresco de la hora perfumaban los comercios, los puestos de fruta y el pregón de los feriantes matutinos. Bienaventurado quien podía gozar de aquella mañana ...