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EDUARDO LIZALDE

 

   Bellísima Bellísima de Eduardo Lizalde   


En la voz de Eduardo Lizalde    

primeros versos

Y si uno de esos ángeles me estrechara de pronto sobre su corazón, yo sucumbiría ahogado por su existencia más poderosa. Rilke, de nuevo Óigame usted, bellísima, no soporto su amor. Míreme, observe de qué modo su amor daña y destruye. Si fuera usted un poco menos bella, si tuviera un...

 

   Bellísima   


Por Eduardo Lizalde    

primeros versos

Oigame usted, bellísima, no soporto su amor. Míreme, observe de qué modo su amor daña y destruye. Si fuera usted un poco menos bella, si tuviera un defecto en algún sitio, un dedo mutilado y evidente, alguna cosa ríspida en la voz, una pequeña cicatriz junto a esos labios de fruta en movimiento...

 

   Del sentido del mundo   


Por Eduardo Lizalde    

primeros versos

Lo que es el mundo está en el mundo: árboles árboles, pájaros pájaros. Lo que el mundo y sus seres significan, no está en el mundo, no es de este mundo. Otra cosa seríamos, otro sitio ocupáramos si alguien supremo hubiera dado signo a nuestros actos...

 

   El amor es otra cosa, señores El amor es otra cosa, señores de Eduardo Lizalde   


En la voz de Eduardo Lizalde    

primeros versos

Uno se hace a la idea, desde la infancia, de que el amor es cosa favorable puesta en endecasílabos, señores. Pero el amor es todo lo contrario del amor, tiene senos de rana, alas de puerco. Mídese amor por odio. Es legible entre líneas. Mídese por obviedades, mídese amor por metros...

 

   El amor es otra cosa, señores   


Por Eduardo Lizalde    

primeros versos

Uno se hace a la idea, desde la infancia, de que el amor es cosa favorable puesta en endecasílabos, señores. Pero el amor es todo lo contrario del amor, tiene senos de rana, alas de puerco. Mídese amor por odio. Es legible entre líneas. Mídese por obviedades...

 

   El juego inventa el juego El juego inventa el juego de Eduardo Lizalde   


En la voz de Pablo López del Castillo    

primeros versos

No será mal negocio este que somos de besos y de piernas y de pieles? A diario hacemos cuentas y balances, a diario negociamos con nuestros cuerpos y con nuestras almas. Inútilmente, a ciegas, sordos. Inútilmente. Inútil. Los dos robamos. Ambos somos venales...

 

   El tigre El tigre de Eduardo Lizalde   


En la voz de Eduardo Lizalde    

primeros versos

Hay un tigre en la casa que desgarra por dentro al que lo mira. Y sólo tiene zarpas para el que lo espía, y sólo puede herir por dentro, y es enorme: más largo y más pesado que otros gatos gordos y carniceros pestíferos de su especie, y pierde la cabeza con facilidad, huele la...

 

   El tigre   


Por Eduardo Lizalde    

primeros versos

Hay un tigre en la casa que desgarra por dentro al que lo mira. Y sólo tiene zarpas para el que lo espía, y sólo puede herir por dentro, y es enorme: más largo y más pesado que otros gatos gordos y carniceros pestíferos de su especie, y pierde la cabeza con facilidad, huele la sangre...

 

   El tigre en celo... El tigre en celo... de Eduardo Lizalde   


En la voz de Eduardo Lizalde    

primeros versos

El tigre en celo es como un pozo de semen, como un brazo de río: más de cincuenta veces en un día copula y se descarga largamente en la hembra, como un cielo encendido en éxtasis perpetuo, una tormenta de erecciones. Y la hembra que aúlla o vocaliza con su voz de contralto, cómica y...

 

   El tigre en celo...   


Por Eduardo Lizalde    

primeros versos

El tigre en celo es como un pozo de semen, como un brazo de río: más de cincuenta veces en un día copula y se descarga largamente en la hembra, como un cielo encendido en éxtasis perpetuo, una tormenta de erecciones. Y la hembra que aúlla o vocaliza...

 

   Entigrecido vuelvo...   


Por Eduardo Lizalde    

primeros versos

Entigrecido vuelvo a las cantinas el medio día justo hace de fuego el mundo, la tierra en esta jungla, tan lejana del mar , sediento de cerveza muy fría y sólo como el tigre en esas horas con un cuaderno, un lápiz en la mano. La cantina es neutral, hay tregua en ella de razas y fortunas y de ideologías...

 

   Este poeta exprime... (fragmento)   


Por Eduardo Lizalde    

primeros versos

Este poeta exprime su riñón, aquel nos habla de sus calcetines escaleras arriba y de su nuez de Adán, escaleras abajo que la hormiga no estorbe la visión del hormiguero ni el hormiguero el bosque de la hormiga . Pero hay otros, los vándalos atroces de sí mismos, los rascacielos del dolor que gimen...

 

   La bala del Centauro   


Por Eduardo Lizalde    

primeros versos

Miro desde la barra la ebanistería pomposa y centenaria y los espejosde azogue soñolientos situados al oriente en el gran bar de La Ópera en su género, el solo arquitectónico supérstite de nuestro desmedrado Centro Histórico ; y me solazo con el cándido ademán de los turistas habituales...

 

   La bella implora amor La bella implora amor de Eduardo Lizalde   


En la voz de Eduardo Lizalde    

primeros versos

Tengo que agradecerte, Señor -de tal manera todopoderoso, que has logrado construir el más horrendo de los mundos-, tengo que agradecerte que me hayas hecho a mí tan bella en especial. Que hayas construido para mí tales tersuras, tal rostro rutilante y tales ojos estelares. Que hayas...

 

   La bella implora amor   


Por Eduardo Lizalde    

primeros versos

Tengo que agradecerte, Señor -de tal manera todopoderoso, que has logrado construir el más horrendo de los mundos-, tengo que agradecerte que me hayas hecho a mí tan bella en especial. Que hayas construido para mí tales tersuras, tal rostro rutilante y tales ojos estelares...

 

   La prosa es bella   


Por Eduardo Lizalde    

primeros versos

La prosa es bella —dicen los lectores—. La poesía es tediosa: no hay en ella argumento, ni sexo, ni aventura, ni paisajes, ni drama, ni humorismo, ni cuadros de la época. Eso quiere decir que los lectores tampoco entienden la prosa...

 

   Nombra el poeta... Nombra el poeta... de Eduardo Lizalde   


En la voz de Eduardo Lizalde    

primeros versos

Nombra el poeta con un silencio ante la cosa oscura, con un grito ante el objeto luminoso. Pero ¿qué cosa dicen de las cosas los nombres? ¿Se conoce al gallo por la cresta guerrera de su nombre, gallo? ¿Dice mi nombre, Eduardo, algo de mí? Cuando nací ya estaba creado el nombre, mi...

 

   Nombra el poeta...   


Por Eduardo Lizalde    

primeros versos

Nombra el poeta con un silencio ante la cosa oscura, con un grito ante el objeto luminoso. Pero ¿qué cosa dicen de las cosas los nombres? ¿Se conoce al gallo por la cresta guerrera de su nombre, gallo? ¿Dice mi nombre, Eduardo, algo de mí?...

 

   Otras bestias   


Por Eduardo Lizalde    

primeros versos

Otras bestias declinan siempre al oro del alba, al mediodía furioso, nunca en la noche de augurios persistentes y toses de rifleros suicidas. Ostentosas, diurnas, claras bestias vivientes, se quiebran, pierden pie, se apagan o se oxidan y oscurecen. Y alrededor del que las mira, el que las piensa, caza...

 

   Pobre Desdémona Pobre Desdémona de Eduardo Lizalde   


En la voz de Eduardo Lizalde    

primeros versos

La espalda de esta luz son esos sueños tuyos, amada, que duelen al soñarse y que hacen florecer las prímulas y azahares en tus flancos. Y caen del lecho moras de grueso jugo, cuando sueñas; y zarzarrosas crecen bajo el cojín de pluma; y tiernos gansos pican, bajo el tálamo, hierbas prodigiosas del sueño enternecido...

 

   Profilaxis Profilaxis de Eduardo Lizalde   


En la voz de Eduardo Lizalde    

primeros versos

Los amantes se aman, en la noche, en el día. Dan a los sexos labios y a los labios sexos. Chupan, besan y lamen, cometen con sus cuerpos las indiscreciones de amoroso rigor, mojan, lubrican, enmielan, reconocen. Pero al concluir el asalto, los dos lavan sus dientes con distintos...

 

   Profilaxis   


Por Eduardo Lizalde    

primeros versos

Los amantes se aman, en la noche, en el día. Dan a los sexos labios y a los labios sexos. Chupan, besan y lamen, cometen con sus cuerpos las indiscreciones de amoroso rigor, mojan, lubrican, enmielan, reconocen. Pero al concluir el asalto...

 

   Que tanto y tanto amor se pudra, oh dioses... Que tanto y tanto amor se pudra, oh dioses... de Eduardo Lizalde   


En la voz de Eduardo Lizalde    

primeros versos

Que tanto y tanto amor se pudra, oh dioses; que se pierda tanto increíble amor. Que nada quede, amigos, de esos mares de amor, de estas verduras pobres de las eras que las vacas devoran lamiendo el otro lado del césped, lanzando a nuestros pastos las manadas de hidras y langostas de...

 

   Recuerdo que el amor era una blanda furia... Recuerdo que el amor era una blanda furia... de Eduardo Lizalde   


En la voz de Eduardo Lizalde    

primeros versos

Lo he leído, pienso, lo imagino; existió el amor en otro tiempo. Será sin valor mi testimonio. Rubén Bonifaz Nuño Recuerdo que el amor era una blanda furia no expresable en palabras. Y mismamente recuerdo que el amor era una fiera lentísima: mordía con sus colmillos de azúcar y...

 

   Recuerdo que el amor era una blanda furia... (fragmento)   


Por Eduardo Lizalde    

primeros versos

Recuerdo que el amor era una blanda furia no expresable en palabras. Y mismamente recuerdo que el amor era una fiera lentísima: mordía con sus colmillos de azúcar y endulzaba el muñón al desprender el brazo. Eso sí lo recuerdo. Rey de las fieras, jauría de flores carnívoras...

 

   Todo poema es su propio borrador   


Por Eduardo Lizalde    

primeros versos

Todo poema es su propio borrador. El poema es sólo un gesto, un gesto que revela lo que no alcanza a expresar. Los poemas de perfectísima factura, los más grandes, son exclusivamente un manotazo afortunado. Todo poema es infinito. Todo poema es el génesis...




OTROS POETAS EN LA VOZ DE EDUARDO LIZALDE



   Angelus Domini Angelus Domini de Manuel José Othón   

De Manuel José Othón
    

primeros versos

Rompe el alba el botón de la mañana con sus dedos de niebla luminosa y en el declive del alcor se posa una nube de aerea porcelana. Abajo se despierta la sabana, el valle tiembla, yerguese la rosa, canta el madrugador y rumorosa ríe cuchicheando la fontana. Desde el redil hasta la loma albean...

   El himno de los bosques El himno de los bosques de Manuel José Othón   

De Manuel José Othón
    

primeros versos

En este sosegado apartamiento lejos de cortesanas ambiciones, libre curso dejando al pensamiento, quiero escuchar suspiros y canciones. ¡El himno de los bosques! Lo acompaña con su apacible susurrar el viento, el coro de las aves con su acento, con su rumor eterno la montaña...

   La canción del otoño La canción del otoño de Manuel José Othón   

De Manuel José Othón
    

primeros versos

Zumba ¡oh viento! zumba y ruge dispersando la simiente; que la crútula reviente a la furia de tu empuje. La hojarasca cruje, y cruje el ramaje tristemente; que tu garra prepotente los retuerza y los estruje. Resonando las serojas se estremecen al chasquido que crepita en las panojas...

   Nostalgia Nostalgia de Manuel José Othón   

De Manuel José Othón
    

primeros versos

O! ubi campi? En estos días tristes y nublados en que pesa la niebla sobre mi alma cual una losa sepulcral, ¡ay! cómo mis ojos se dilatan tras esos limitados horizontes que cierran las montañas, queriendo penetrar otros espacios, cual en un mar sin límites ni playas. ¡Pobre pájaro...



OTROS POETAS EN VIDEO POR EDUARDO LIZALDE



 

   El fin El fin de Jorge Luis Borges   

   De Jorge Luis Borges
    

primeros versos

El hijo viejo, el hombre sin historia, El huérfano que pudo ser el muerto, Agota en vano el caserón desierto. (Fue de los dos y es hoy de la memoria. Es de los dos.) Bajo la dura suerte Busca perdido el hombre doloroso La voz que fue su voz. Lo milagroso No sería más raro que la muerte. Lo acosarán…

 

   El suicida El suicida de Jorge Luis Borges   

   De Jorge Luis Borges
    

primeros versos

No quedará en la noche una estrella. No quedará la noche. Moriré y conmigo la suma del intolerable universo. Borraré las pirámides, las medallas, los continentes y las caras. Borraré las pirámides, las medallas, los continentes y las caras. Borraré la acumulación del pasado. Haré polvo la historia…

 

   Elogio de la sombra Elogio de la sombra de Jorge Luis Borges   

   De Jorge Luis Borges
    

primeros versos

La vejez (tal es el nombre que los otros le dan) puede ser el tiempo de nuestra dicha. El animal ha muerto o casi ha muerto. Quedan el hombre y su alma. Vivo entre formas luminosas y vagas que no son aún la tiniebla. Buenos Aires, que antes se desgarraba en arrabales hacia la llanura incesante…

 

   Epílogo (de El Hacedor) (fragmento) Epílogo (de El Hacedor) (fragmento) de Jorge Luis Borges   

   De Jorge Luis Borges
    

primeros versos

Un hombre se propone la tarea de dibujar el mundo. A lo largo de los años puebla un espacio con imágenes de provincias, de reinos, de montañas, de bahías, de naves, de islas, de peces, de habitaciones, de instrumentos, de astros, de caballos y de personas. Poco antes de morir...